CAPÍTULO 19
Estos han sido los peores dos meses de mi vida, y al mismo tiempo los mejores. Luego de una exhaustiva campaña de publicidad, el disco de Amenaza Social salió a la venta los primeros días de otoño. Y llegó al número uno de ventas antes de las veinticuatro horas de su salida, lo cual se traduce en ganancias para la familia Suppasit. Y eso también significó un hito histórico; Tharn tuvo que reconocerle a su hijo que sabía lo que estaba haciendo.
También empecé las clases de Introducción a las redes sociales y marketing digital. A distancia, por supuesto. De todas maneras, mantengo contacto con Parker vía chat cuando necesito ayuda con algún resumen o texto. Lo cual es bastante seguido. A veces me pregunto en secreto si no lo hago a propósito para charlar con él., lo cual me hace sentir un poco culpable. Pero al mismo tiempo, no tengo otros amigos y la risa de Parker, aunque sea por teléfono o webcam, me hace olvidar el motivo por el cual también han sido los peores dos meses de mi vida.
Y esos motivos no son ni el agotamiento por el trabajo, ni el insomnio, ni la ansiedad por comenzar a estudiar a mi avanzada edad. No. Es uno solo; Mew.
Creí que terminar nuestra relación, o como mierda se llamara lo que teníamos, iba a ser un alivio para ambos. En su lugar, no dejo de sentirme miserable. Sigo siendo su asistente en la oficina, pero apenas nos cruzamos en los pasillos. Y sigo compartiendo piso con él pero de nuevo, apenas cruzamos una palabra luego del trabajo. Él se queda en la sala mirando televisión y yo me encierro en mi dormitorio fingiendo que leo.
Por supuesto no volvimos a follar, a pesar de que yo incesantemente tengo sueños húmedos al respecto. Sueños en los cuales no existe Eric, en los cuales no somos casi hermanos, en los cuales no hay culpa ni dolor, solo placer y amor. Si, también amor. Y esos sueños son los peores. Esos son los que me hacen despertar cubierto de sudor y cosquilleos, con el aliento entrecortado y vergonzosas lágrimas en los ojos.
Día a día me repito que debo mudarme; que debo abandonar este piso. Volver con Tharn momentáneamente hasta que pueda alquilar algo. O incluso mudarme al campus y dejar de estudiar a distancia. Lo que sea para alejarme de Mew. Pero a la vez no quiero alejarme de Mew.
Estudiar realmente me ha ayudado a encontrar la calma. A distraer mi mente de los pensamientos obsesivos. Como ahora, que es sábado al mediodía y estoy sentado en el escritorio de mi habitación, repasando apuntes y charlando con Parker, videoconferencia de por medio. A través de la pantalla de mi laptop, su cabello parece fuego vivo. Nos cuesta mantener el tópico de la conversación en el estudio, terminamos desvariando sobre cualquier cosa y riendo como dos niños tontos.
¿Acaso así se sentía ser un estudiante popular y tener amigos? Me hace sentir un poco mal que yo esté viviendo esto a esta edad y no antes.
...
—Hey, mejor tarde que nunca —sonríe Parker desde la pantalla, y una sensación cálida crece en mi pecho. Trato de ignorarla y cambiar de tema.
—Entonces...—me aclaro la garganta y pongo una expresión seria —¿El análisis de datos...?
—No me cambies de tema, vejestorio —Parker alza una de sus cejas rojizas — Es sábado a la noche ¿no tienes otro plan además de estudiar?
—Pues no. —Respondo —Para ti es fácil pues eres joven, pero yo tengo que hacer un esfuerzo extra para estar al día.
— ¡Deja de hablar como si fueras viejo! Es agotador —protesta Parker — ¿Quieres quedar esta noche? ¿Un café, una cerveza?
Siento que mi corazón se saltea un latido. Observo a Parker en la pantalla, tan confiado, tan joven, tan hermoso. Me aclaro la garganta una vez más.
—Mejor termino de leer los capítulos que me faltan. —respondo.
— ¿Por qué nunca aceptas mis invitaciones?—protesta el muchacho. — ¿Acaso tienes novio?
Me quedo mudo; no tengo idea como responder eso. No, debería decir. Después de todo Mew nunca ha sido mi novio. Pero al mismo tiempo, se sentiría extraño salir con otra persona. No me interesa salir con otra persona. Mucho menos con alguien tan joven como Parker, por más bonito que sea y por mas seductora que sea su extroversión.
Estoy separando mis labios para improvisar una respuesta cuando alguien irrumpe en mi dormitorio. Es Mew. Al ver sus cabellos negros cierro mi laptop con un golpe súbito.
— ¡Hey! ¿No sabes golpear primero? —protesto con el rostro enrojecido pro la vergüenza.
—Perdón ¿Acaso te estabas masturbando? —Protesta Mew — ¿Con ese chico pelirrojo?
—No seas imbécil ¡Es un amigo de la Universidad, nada más! —refunfuño, mientras mantengo mis manos firmemente apoyadas sobre la tapa de la laptop.
— ¿Nada más que un amigo? —insiste Mew.
— ¿Y a ti eso que te importa?
—Es verdad, no me importa. Solo quería avisarte que voy saliendo, la entrevista es en dos horas y la trasmitirán en vivo por Internet, si quieres verme — Mew se ajusta orgulloso el cuello de su camisa de seda negra. Le queda increíble, relatando la palidez de su rostro y esos espectaculares ojos oscuros. Por primera vez en décadas ha aplacado sus cabellos rebeldes y sus pómulos cobran un protagonismo muy seductor.
—Lo intentaré, si no estoy ocupado estudiando —respondo con fingido desinterés.
—Sabes que puedes venir conmigo, si quieres. Eres tan responsable por este disco como la banda y yo.
—No me atrae estar frente a una cámara. Muchos menos en vivo —respondo en forma automática —¿Eric estará allí?
— ¡Por supuesto! ¡Toda Amenaza estará allí! ¡Es su disco! —Responde Mew con algo de descreimiento —¿Qué te ocurre?
—Nada —giro en mi silla y le doy la espalda. Abro mi laptop nuevamente y finjo leer —Buena suerte.
Tengo que morderme la lengua para no llamarlo jefe.
Escucho a Mew detenerse justo delante de mi puerta. ¡Maldita sea, vete de una vez! ¡No prolongues esto!
—Gulf...—suspira, y su voz me causa escalofríos, como en las viejas épocas. No tengo el coraje para girar y enfrentar su mirada, así que permanezco escribiendo en mi laptop. Por suerte, Parker se ha desconectado.
Espero sus siguientes palabras cómo quien necesita oxígeno para respirar. Mi corazón se detiene y mis rodillas tiemblan. No sé qué me va a decir, no sé qué mierda espero que me diga. Solo sé que quiero que esta tortura termine.
— ¿Qué...?—murmuro a un volumen casi inaudible. Mew me oye, lo sé. Pero no dice nada. Solo suspira de nuevo con frustración y abandona mi cuarto. Minutos después, escucho el auto partir.
Me es imposible concentrarme en la lectura o el estudio durante las horas siguientes. Miro la hora en el monitor en forma incesante. Y cuando llega la hora de la puta entrevista, busco el sitio web desde donde la transmirán. Tengo un nudo en la garganta; allí mismo, en mi pantalla, veo a los miembros de Amenaza Social sentados en un blanco sofá de cuero. El estilo minimalista del estudio y las ropas de la anfitriona contrastan con las ropas urbanas y las actitudes de la banda de hip hop. Y otra cosa que contrasta es Mew, vestido tan elegantemente. Justo al lado de Eric ¿Por qué mierda se tenían que sentar tan juntos? Está bien que el sofá es pequeño para cinco personas....
—Estamos transmitiendo en vivo desde Dynamo, donde la cultura cobra vida. Y hoy tenemos con nosotros a Amenaza Social, la última revelación del hip hop. Para quienes nos estén viendo por Internet, pueden tuitearnos sus preguntas y la banda responderá en vivo.
Mew se ve incomodo, un poco sonrojado. Es divertido verlo en un estado tan vulnerable, se lo merece.
—Su disco debut ha arrasado en ventas durante la primera semana ¿Cómo responden a eso?
La entrevista continua con una pregunta más anodina que la otra, y los miembros de la banda se toman turnos para responder. Aunque por supuesto, el que más habla es Eric., Y le dedica muchas sonrisas fugaces a Mew, y acerca su cuerpo cada vez más al suyo. La sangre me hierve de verlos.
—Mew Suppasit, el heredero de Estudios Suppasit ¿te ha tomado por sorpresa el éxito de tu primer proyecto?—, pregunta la anfitriona.
—Para nada. Conozco a los chicos de Amenaza desde que íbamos al colegio, y siempre supe que llegarían lejos, si les ofrecía la oportunidad —responde con toda la naturalidad del mundo. Por una fracción de segundo olvido lo enojado que estoy con él, y me dejo llevar por su tono de voz grave, su sonrisa confiada y los gestos de sus hermosas manos. Tanto placer me han provocado esas manos.
Hasta que Eric interrumpe, arruinando todo, como de costumbre.
— ¡No habríamos logrado nada sin Mew! —exclama el rapero. Y luego abraza los hombros de Mew con su brazo y besa su mejilla, provocando una carcajada general en el estudio.
Mew se sonroja. Se lo ve incómodo, pero no hace nada para apartarse de Eric, o de su brazo. No puedo soportarlo. Cierro mi laptop de un golpe y me quedo observando la pared durante largos minutos. Mi corazón se siente a punto de estallar, golpeando con furia mis costillas. No puedo tolerar tanta rabia. Sería capaz de matarlo si lo tuviera frente a mis ojos ¿Desde cuándo yo soy así?
Pero no tengo razón de enojarme. Si no tenía derecho a reclamarle nada mientras follábamos, ¿qué puedo reclamarle ahora? Mew puede follar a quien quiera, me repito una y otra vez. Más ahora que no estamos juntos.
¿Alguna vez lo hemos estado? ¿Realmente juntos? Supongo que no, aunque en más de una ocasión he sentido que ambos éramos uno solo. No solo después del orgasmo, cuando nuestras carnes se entrelazaban en un ajustado nudo sudoroso, intercambiando sonrisas y caricias. O cuando me besaba como si hubiera algo debajo de la simple lujuria. O simplemente cuando no follábamos pero mirábamos televisan juntos y lo sorprendía observándome con una expresión curiosa. De una manera en la cual nadie me había mirado antes. Tal durante todos esos momentos, mi percepciones estaba fallada. Tal vez nunca hubo nada más que sexo.
Mew siempre ha sido libre de hacer lo que le plazca. Y yo también.
Con las manos todavía temblando por la rabia, busco mi teléfono móvil y le envió un mensaje de texto a Parker.
Oye, he cambiado de idea ¿Qué tal si quedamos esta noche? ;)
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