CAPÍTULO 14
En algo tenía razón Mew anoche; las oficinas de la discográfica son un verdadero follón. Generalmente siempre es un caos cuando una banda nueva está grabando su primer disco, pero desde que Amenaza Social, la banda de hip hop conformada por unos ex compañeros de Instituto de Mew, han pisado pie en el estudio, no damos abasto.
Esta mañana, sin nada más en el estómago que un café negro, no dejo de dar vueltas por los pasillos cargando papeles y contratos. El disco aún no está en la etapa de edición y ya es un boom en las redes sociales. Sin embargo, cuando me encuentro con Tharn en los pasillos, el hombre de cabellos negros con ligeros pelos plateados por el paso del tiempo lleva una expresión severa en su rostro.
—Gulf... ¡Sí que te ves ocupado! ¿Mew te está explotando mucho? —me sonríe.
Hay tantas maneras de responder esa pregunta.
—Solo estoy ultimando los detalles para la grabación del primer video promocional —respondo con un suspiro agitado. — ¿Cómo estás tú?
—Bien, supongo. Me cuesta entender todo esto. Cuando yo era joven las cosas se hacían distinto —suspira Tharn —No me queda más remedio que confiar en Mew, supongo.
—Sé que siempre ha sido impulsivo, pero Amenaza Social ya está arrasando ¡y el álbum ni siquiera ha salido a la venta!
Deposito una mano en su hombro.
—Confía en tu hijo, Tharn. Tú has sido un pionero en la industria, pero ya es hora de adaptarse a los nuevos tiempos. Y Mew sabe cómo hacerlo.
—Bueno, algo me estoy perdiendo —suspira el viejo, y sus ojos de hielos se abren como platos —Si mal no recuerdo, tú y Mew se llevaban a las patadas de niños. Me gusta ver que trabajar juntos los ha hecho dejar de lado sus diferencias.
Trago saliva y no puedo evitar sonrojarme ¿Qué voy a decirle? ¿Qué desde que su hijo se ha graduado de la Universidad hemos comenzado un affaire? ¿Qué además de servirlo en la oficina lo sirvo en nuestros extraños jueguitos sadomasoquismo? La culpa otra vez me ataca sin piedad.
—Te dejo en paz, Gulf. Se nota que tienes mucho entre manos. — El hombre que me crió como su hijo palmea mi espalda en forma amistosa, y eso me hace sentir peor.
—Si...—titubeo —Todavía tengo que chequear la locación para el video y...
—Y yo tengo una reunión. Almorcemos algún día ¿sí?
Tharn desparece por los estrechos pasillos grises de la discográfica, y yo siento un vacío en el pecho ¿Cómo es posible que padre e hijo sean tan diferentes? Yo soy adoptado, pero Mew es el hijo biológico de Tharn, y sacando sus ojos negros, no se parecen en nada. Tharn siempre ha sido cariñoso y paternal., sin dejar de lado su porte masculino y fuerte. Y Mew es... bueno...Mew. Un eterno adolescente aun pasado sus veinticinco años, de aspecto juvenil y de melena oscura y alborotada. Imposible no notar cuando él está cerca. Y en privado, un maestro en el arte de la dominación.
Me estremezco de solo recordar todas las cosas que hemos hecho estos últimos meses. Pero no puedo calentarme ahora; tengo mucho trabajo pendiente.
Cuando abandono el estudio, respirar aire fresco me alivia. Subo a mi auto y conduzco hacia el puerto, donde Amenaza Social grabará su video promocional la semana próxima. Eso es, si terminan de grabar el audio a tiempo. Realmente se nota que son amigos de Mew; igual de desfachatados y relajados a la hora de trabajar. No por nada el estudio de grabación es un reverendo caos desde que ellos han llegado. Mientras conduzco, repaso una y otra vez las diferencias que tengo con Mew. Nunca hemos compartido mi naturaleza analítica y organizada, supongo que por eso soy su asistente ideal. Mientras él se ocupa de la parte artística del trabajo, yo me encargo de la parte contable y las relaciones publicas ¿será esa la misma razón por la cual nos atraemos tanto? No se puede negar que, por mucho que discutamos por cosas triviales, en la cama la química es excelente. Él es un perfecto dominante, y yo...me apena admitirlo pero me encanta ser dominado. Él me ha hecho descubrir eso.
Una vez en el puerto, logro contactar con las autoridades pertinentes y negociar el permiso para filmar. Es agitador, y con un día tan soleado y bonito, no dan ganas de estar discutiendo. Logro conseguir las licencias después de cuarenta y cinco minutos de negociación y subo a mi auto nuevamente. El estómago me gruñe; debería haber almorzado hace dos horas atrás ¡¿Quién le manda a estos estúpidos de Amanezca Social filmar justo en un puerto?! Gracias a ese capricho de ellos el hambre me está haciendo doler la cabeza. Respiro hondo y me relajo, Mew estará muy contento por las buenas nuevas, tal vez hasta podamos almorzar juntos. Podríamos ir a ese pequeño restaurante cerca de la playa y olvidarnos de los negocios por media hora...
Aprovecho un semáforo en rojo para buscar mi móvil y enviarle un mensaje de texto.
Solucionado el tema del puerto ¿Almorzamos, jefe?
El semáforo está verde y dejo el móvil en el asiento de acompañante. Tengo una sonrisa estúpida en mis labios ¿desde cuándo planeo citas con Mew? Trabajamos juntos de día y follamos de noche, nada más. Para cuando las luces están rojas de nuevo mi móvil vibra con su respuesta.
¡Genial! :D Pero no puedo, esto es un caos. Ordena lo que quieras y ponlo en mi cuenta ;)
Guardo el móvil en mi bolsillo, frustrado. En lugar de detenerme en el estudio sigo conduciendo hasta un restaurante. No voy a lugar bonito cerca de la playa, pienso que no tiene sentido ir allí solo. En su lugar, me detengo en una modesta cafetería a veinte minutos del centro. Entro y elijo una mesa cerca de la ventana. Ordeno un sándwich y un café igual de modestos. De pronto, mi apetito se ha aplacado.
¿Por qué estoy molesto? ¿Tanto me molesta que Mew no almuerce conmigo?
Le doy un sorbo a mi café y pondero sobre la naturaleza de nuestra relación. No somos novios, Mew no me debe nada, no está obligado a almorzar conmigo.
Hace unos meses, no era más que un recuerdo; el muchachito que se crió conmigo y que había partido a la Universidad de Negocios., pero luego de un largo periodo de paz conviviendo con Tharn, Mew regresó, regresó y logró manipular a su padre para que yo sea su asistente y me mude a su flamante piso en el centro. Y una vez allí, follamos sin parar. Pero nunca ha habido sentimientos de por medio ¿por qué me duele tanto almorzar solo hoy?
Saco el móvil de mi bolsillo; no hay ningún mensaje o llamada nueva. Me meto en las redes sociales, busco el perfil de Mew cual quinceañera obsesionada. Me pierdo unos instantes en una de sus fotos, donde él posa casualmente cerca de la playa. El viento ha desordenado su cabello, igual que como lo hago yo cuando estamos en la cama. Su sonrisa salta a la vista, inocente, contagiosa de alegría y vida. Recuerdo como envidiaba esa energía cuando éramos niños. Ahora de adultos, creo que es esa misma energía la que me ha seducido.
Pero otra foto salta a mis vista; una en la que él está abrazando por los hombros a Eric, el cantante principal de Amenaza Social. Parece que la ha sacado hace unos días; ambos están en el estudio de grabación, sonrientes. Leo la descripción de la imagen y aprieto los dientes.
Orgulloso de producir el primer álbum de uno de mis mejores amigos #Amenaza Social #Hip—hop #Amistad
¿Acaso estoy celoso? No, eso sería ridículo. Soy demasiado inteligente para eso. Estudio el rostro de Eric, el cantante. Tiene la piel morena, los ojos redondos y la sonrisa luminosa. Muy diferente a mis ojos almendrados, mi piel pálida y mi actitud fría y racional ¿Acaso Mew preferirá a alguien más extrovertido y vibrante como su ex compañero de escuela? Tiene sentido. Todos dicen que los opuestos se atraen y seguramente por eso Mew hizo sus avances hacia mí unos meses atrás. Pero ¿tal vez se ha aburrido de mí y ahora prefiere alguien de naturaleza más similar a la suya?
Guardo mi móvil en el bolsillo y pido la cuenta. Debo volver al trabajo y no tiene sentido que pierda el tiempo pensando estupideces. Regreso al estudio y no me cruzo con Mew durante el resto de la jornada. Paso mis horas revisando papeles, enviando correos electrónicos y negociando por teléfono, hasta que mi cabeza se siente a punto de estallar.
Cuando ya ha anochecido, abandono despacho. En cuanto pongo un pie en el pasillo escucho música. Sigo ese ritmo tan vibrante y cadencioso y entro a la sala de grabación. Sorpresivamente, Mew está allí. En cuanto me ve se lleva los dedos a los labios, indicándome que no diga una palabra; los integrantes de Amenaza Social están grabando del otro lado del cristal. Mew supervisa todo mientras los ingenieros de sonido ajustan los graves y agudos en la consola.
Observo a la banda del otro lado del vidrio, especialmente a Eric; como mueve sus hombros y brazo en forma rítmica mientras expulsa las palabras de la canción. Es algo hipnótico verlo, incluso para alguien que no entiende nada de hip hop como yo. Algo se retuerce en mi interior. Me acerco a Mew y susurro en su oído:
—Ya es hora de ir a casa.
—Ve tú —me responde Mew y su aliento caliente acaricia mi oído y me acusa escalofríos —Esta sesión seguro durará hasta la madrugada.
Debería aceptar sus palabras y volver a casa sin él. Pero las punzadas en mi estómago y el calor que sube por mis mejillas me impiden irme sin dar batalla.
—¿Es necesario que te quedes? Pueden grabar sin ti —insisto, dejando de lado todo orgullo —Quiero decir, no has comido nada en todo el día.
—Ordenaremos algo con los chicos —me sonríe —No te preocupes, Gulf. Y no me esperes despierto, tomaré un taxi.
Me muerdo el labio para no iniciar otra discusión; debo conservar algo de mi dignidad intacta. No voy a suplicarle a Mew que regrese a casa conmigo. Finjo una sonrisa y abandono el estudio, conduzco a casa con una seguidilla de maldiciones entre los dientes.
No me molesto en cocinar algo muy elaborado, me limito a descongelar una lasaña que tenemos en el refrigerador. Después de mi improvisada cena, me doy una ducha rápida y me meto en la cama. Pero por supuesto, no puedo dormir.
¿Por qué estoy tan rabioso? No dejo de dar vueltas bajo mis sabanas, envuelto por la oscuridad de mi dormitorio.
Está bien, debo admitirlo; tenía muchos deseos de follar esta noche. No hay mejor manera que aliviar las tensiones del día que entregarme completamente a mi jefe y sus castigos, y pasé gran parte de la jornada de hoy fantaseando con Mew. Con que me ate o me espose a los postes de su cama, con que me torturo con mi vibrador favorito, que me amordace o me vende los ojos y luego me folle salvajemente. Pero nada de eso está ocurriendo; estoy solo en mi cama con una erección dolorosa y muchas maldiciones entre mis labios. Levanto los cobertores y miro hacia la parte inferior de mi cuerpo; mi miembro se eleva debajo de mi ropa interior blanca, pulsando con dolor y frustración.
Tal vez debería tomar el asunto entre mis propias manos ¿Por qué no? Quien sabe a qué hora regrese Mew y de seguro estará demasiado cansado para follar. Y yo estaré dormido para ese entonces.
Escupo en mi palma derecha y deslizo mi mano hacia mi entrepierna. Busco mi miembro duro y lo libero de mi ropa interior. Lo envuelvo con firmeza y comienzo a subir y bajar, con bronca ¡Por culpa del desgraciado de Mew tengo que hacerme la puñeta como un adolescente! Debería estará aquí conmigo, tocándome, acariciándome, follándome.
Besándome.
Basta. Intento dejar de lado mi rabia y concentrarme en el placer que yo mismo me estoy provocando. Cierro mis ojos y busco alguna fantasía en los rincones de mi mente. Pero por supuesto, todas involucran a Mew. No puedo pensar en otra cosa más que las ocasiones en las que hemos follado. Recuerdo la primera vez que me puso una mano encima, la primera noche después que regresó a casa. Se escabulló en mi dormitorio a la noche y me sorprendió masturbándome. Todavía lo recuerdo de pie frente a mi cama, con una sonrisa en sus labios y sus ojos sorprendidos. Era la primera vez que veía a Mew luego de que había partido para la universidad.
Y la vergüenza de ser descubierto a mí me excitó muchísimo. Para mi sorpresa, él envolvió su mano en mi polla y comenzó a masturbarme, como yo estoy haciendo ahora. Su mano subía y bajaba lentamente mientras todo mi cuerpo palpitaba de placer. Igual que ahora. Luego que me hizo correr, limpió mi semen de sus dedos con su lengua. Yo no podía creerlo; hasta aquel entonces estaba convencido de que Mew era hétero. Peor allí estaba, sentado en mi cama y hambriento por torturarme. Luego de eso me obligo a lamerle los dedos y me los metió en el culo. Me estremezco de solo recordarlo, y subo y bajo mi mano por mi erección en forma furiosa; mi orgasmo está cerca.
Recuerdo también cuando Mew me masturbaba durante el desayuno, con su padre mirándonos e ignorando lo que ocurría por debajo de la mesa. Y las veces que nos escabullíamos en la antigua residencia Suppasit para masturbarnos o chuparnos la polla el uno al otro. Hasta que Mew comenzó a trabajar en la discográfica de su padre y yo me convertí en su asistente. Vivir a escasos minutos del estudio era la excusa perfecta para que yo me mude al piso de Mew. Y por supuesto, follar con él todas las noches. Tardé poco en descubrir el gusto de Mew en dominar sexualmente a otro hombre. Y mi propio gusto por ser dominado. Congeniamos a la perfección. Tantas veces mi jefe me ha esposado a su cama, nuestra cama, y me ha torturado deliciosamente con el vibrador, o me ha vendado los ojos y me ha hecho suplicar por su polla, o me ha atado las manos detrás de la espalda y se ha corrido en mi cara o en mi garganta. Esos recuerdos son suficientes para desatar mi eyaculación.
Arque mi espalda con un espasmo violento y semen escapa de mí con gruesos chorros. Dejo escapar un gemido agónico que nadie oye, y segundos después estoy cubierto de sudor y jadeando.
De todas formas, no siento mucho placer. Apenas un alivio físico básico. Obtendría placer si Mew estuviera aquí, no con el estúpido de Eric.
Eric ¿Por qué estoy pensando en él ahora? Una parte de mi envidia su extroversión y su confianza, tan similar a la de Mew. Seguro tiene más cosas en común con su amigo del Instituto que conmigo ¿Acaso habrán follado cuando eran más jóvenes? La idea de que Mew haya tenido sexo con Eric antes que conmigo me hacer arder de furia.
Tal vez estén follando ahora mismo.
No, no, eso es imposible. Yo también trabajo en la discográfica y sé lo ocupados que estamos últimamente. Mew no me ha mentido.
Pero seguro ha almorzado con Eric hoy...por eso me dejó plantado a mí. Giro en mi propia cama y suspiro; es lógico que Mew desee compartir tiempo con su amigo. También es lógico que se sientan a gusto teniendo personalidades tan afines. Tampoco es que son amantes ni nada por el estilo.
¿Y si lo fueran? ¿Por qué me molesta? Lo mío con Mew tampoco es algo serio, apenas revolcones que nos damos a escondidas ¿Podríamos ser algo más? Técnicamente no somos hermanos pero....
Me empieza a doler la cabeza. Las pulsaciones que recorren mi cuerpo hace unos minutos han sido placenteras, pero ahora son molestas. Maldito Mew....es todo su culpa, mascullo antes de cubrirme hasta la cabeza y quedarme dormido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro