─ Capítulo 3.0 夜: Un Ataque inesperado.
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─ ¿oh?, pero si es mi querida maestra ¿Qué esta haciendo por este tipo de lugares? ─dije esperando que mi comentario "sarcástico" aplacara la difícil situación.
─ Eso es lo mismo que yo me pregunto Alteza, ¿Cuál era el castigo máximo por irrespetar el toque de queda? ─respondió dejándome pasmado en mi lugar ─ ¡ah, claro! aislamiento forzado por 100 días.
─ ¿Desde cuando hay toque de queda en el palacio? y ¿Por qué nadie me informo de esto? ─cuestioné molesto ─ además me llevaron en contra de mi voluntad eso es un abuso contra mis derechos.
─ Joven príncipe, mi deber también es mantenerlo sano y a salvo, además de ayudarlo a sentarse en el trono ─anunció seriamente ─ así que tendré que llevarlo de vuelta al palacio real.
─ Esos son los deseos de mi querido padre, así que maestra le pido que regrese por donde vino, no necesito de su ayuda ─mencione retomando mi camino.
─ Si así lo desea, me retirare Alteza ─respondió, dejándome sin palabras ─ pero recuerde que las sombras de la oscuridad a veces cobran vida, en noches como está.
Minho me miro nervioso y no supe que más decir, quien hubiera pensado que con esas simples palabras ella iba a desistir y simplemente se iría, de haberlo sabido las hubiera dicho y hace mucho tiempo me hubiera librado de toda esta mierda. Mire nuevamente hacia atrás, pero ya había desaparecido como la niebla.
─ Así que ella era la gran maestra de la que tanto me habías hablado ─dijo Minho sacándome de mis pensamientos ─ ella parece una diosa, además ¿tu que crees, que habrá querido decir con las sombras de la ciudad?
─ ¿diosa?¡ja! diosa mi trasero, es una arma letal, además parece que es otras de las protegidas de mi padre ─mencioné siguiendo mi camino ─ y no hay que creer todo lo que ella diga, aunque sin duda temo más por el castigo que mi padre pueda imponerme, por alguna otra cosa que aparezca a mitad de la noche.
Vagamos por los largos callejones fríos y oscuros, que parecían ser interminables incluso creí que estábamos dando vueltas en círculos, después de ver el mismo maldito letrero 5 veces seguidas. Aunque después comenzamos a escuchar unos pasos detrás de nosotros, podía sentir una extraña sensación recorriéndome el cuerpo entero, ella dijo que se retiraría ¿y ahora me esta siguiendo? muy bien maestra si así es como quiere jugar, le seguiré su jugada.
Cambiamos nuestra dirección y comenzamos a caminar por lugares mas transitados, nos mesclamos entre la gente que pasaba, pero aún así la presencia se hacía cada vez mas fuerte y me sentía extrañamente aturdido. Minho parecía estar más afectado que yo, debido a que el era humano y desafortunadamente volvimos a encontrarnos en un callejón. Me estaba hartando de esta situación, así que decidí confrontarla.
─ Maldición, Maestra, ya es suficiente ¿¡crees que seguiré con tu estúpido juego!? ─exclamé irritado por la situación ─ si cree que podrá llevarme con usted, se equivoca.
Una risa maquiavélica se mezcló con los ruidos de la inmensa y ruidosa ciudad... aunque esta no era para nada femenina, por lo contrario, era grave y sepulcral, Minho tembló a mi lado completamente asustado. Según las reglas del Reino Oscuro es que ninguna criatura, salga de los límites del reino, sin embargo hay alguien que después de mi, se ha atrevido a desafiar las normas de mi padre y parece que se ha dedicado a atormentar a mas victimas.
Su aura es demasiado perceptible, no debe tener mucho tiempo aquí... algo no anda bien en lo absoluto. Teníamos que correr, me preocupaba Minho el no es lo suficientemente fuerte como para resistir un ataque violento.
Volví a esquivar la misteriosa que me venía persiguiendo, ni siquiera puedo usar mis poderes... maldición, no estoy de humor para aguantar este tipo de trucos. Mi gran maestra se aseguró de arruinarlo, carajo ¿Por qué sigo nombrándola? seguramente es de mal augurio.
Me detuve abruptamente cuando percibí un extraño olor, ¿sangre? mire instantáneamente a Minho que se retorcía del dolor, una gran mancha de sangre cubría su pecho.
─ que demonios, ¡Minho reacciona! ─exclamé, sacudiendo su cuerpo para que no cerrará los ojos.
─ ¡Cuidado! ─grito, antes de recibir, una descarga en todo mi cuerpo.
Abrí mis ojos lentamente sentí que mi cabeza daba muchas vueltas, mi cuerpo dolía y ardía infernalmente...busqué a mi alrededor y parece que volví al inicio, regresé al palacio nuevamente en contra de mi voluntad es que ¿no me han jodido lo suficiente?
─ Veo que ya despertaste, he notado que estás mas débil desde la última vez ─dijo una voz que reconocí casi de forma inmediata.
─ ¡Tu! ¿Qué hago aquí? sabes, no me importa yo me voy ─cuestione, poniéndome de pie y saliendo rápidamente de la habitación.
─ ¿joven príncipe, usted sabe quienes son los strigoi? ─detuve mi andar, ante tal pregunta.
─ es una tontería que papá, invento para asustarme ¿ si sabe que ya no soy un niño? ─respondí, retomando mi acción.
─ ¿Y usted sabe que cosa los atacó hoy, cierto? los strigoi es una antigua raza oculta y maligna, que sirvieron al emperador anterior, habían estado en el exilio por 500 años, pero han escapado ─me quede estático sin saber que decir ─ con la llegada del nuevo imperio, se convirtió en un cuento para asustar a los niños.
─ Muy típico de mi padre, por cierto ¿Dónde esta mi amigo? ─pregunte, preocupado lo último que recuerdo es que el estaba algo herido.
─ solo acompáñeme, es mucho peor de lo que creí, puede que no pase de esta noche ─menciono fríamente, así que me limite a seguirla en silencio.
Si hubiera vuelto mucho antes, esto no hubiera pasado, un humano herido en un palacio lleno de vampiros sedientos de sangre no era muy buena idea. Nos detuvimos y me di cuenta que estamos en la cocina, mi estomagó dio un vuelco, definitivamente no voy a comer nada que tenga la sangre de mi mejor amigo.
─ ¿Entramos? debe probar esto, es una nueva receta ─empuje la puerta y me preparé para lo peor, pero sin duda no era nada de lo que había imaginado.
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