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"Ahora hijo mío presenta tus saludos hacia tu maestra"..."presenta tus saludos hacia tu maestra"

Aquellas palabras sonaron como un bucle dentro de mi cabeza, creí que mi padre diría algo como "hijo mío, aquella doncella que está a tu lado, es tu futura esposa" no negaré que sentí un gran alivio después de las palabras de mi padre; sin embargo, ¿Cómo es posible que esta pelirroja de un metro setenta con mirada asesina sea mi maestra? Y peor aún ¿Cómo es posible que haya sido la maestra de mi padre?

Sin poder detenerlo solté una risa algo nerviosa, que ni siquiera pude controlar o detener.

─ ¿Hijo, te encuentras bien? ─preguntó mi madre, con un tono preocupado.

─ Perdón madre, pero es que ¿Cuándo se volvieron tan bromistas? ─dije forzando a las palabras a salir de mi boca, la risa se estaba volviendo algo incontrolable ─ ya díganme ¿Quién es ella en realidad? ¿padre, así es como te refieres a tus nuevas concubinas?

─ ¿¡Como te atreves a hablar a si de tu maestra, niño maleducado!? ¿fue así que te críe? ─exclamó mi padre deteniendo mi extraña risa de un golpe ─ No volverás a salir de este palacio hasta que no aprendas a comportarte como tal.

Miré rápidamente a mi madre, pero solo recibí una mirada compasiva ¿Qué demonios esta sucediendo? la pelirroja ni siquiera se había inmutado y solo se quedo en su lugar.

Lo que me faltaba estar castigado, ahora se supone que debo escribir 100 veces "debo respetar a mi maestra" ¿acaso soy un niño? ni siquiera puedo bajar a cenar, hasta que termine mi "tarea". Incluso mi supuesta maestra, no pudo dar la cara por mi ¿para que me sirve, entonces?

─ Cariño ¿puedo pasar? ─unos ligeros golpes en la puerta, interrumpieron mi concentración.

─ Claro nana, pasa ─respondí con la poca energía que me quedaba.

─ Querido ¿Por qué no haz bajado a cenar? ─pregunto nana acariciando mi cabeza─ tu madre me pidió que viniera a buscarte.

─ Pero, creí que estaba castigado ─comenté algo confundido ─ ¿acaso ya soy libre?

─ Tu maestra pidió que te perdonarán por esta vez, pero no puedes volver comportarte así con tus mayores cariño ¿de acuerdo? ─anunció nana con la voz mas dulce del mundo, asentí a medias.

─ Bien, entonces mejor me voy ─dije rápidamente, saliendo de la habitación.

desde que llegue no había podido probar bocado, lo último que había en mi estomago era cerveza y no se que tipo de licor extraño me dio ese bastardo.

A medida que me iba aproximando al comedor principal, aligere mi andar y camine mas calmado, reuniendo la escasa información, puedo decir que realmente no es una de las tantas concubinas de mi padre, ya que parece que todos los que he visto están seguros que aquella pelirroja llamada Hari es la primera y última maestra de mi padre y ahora se ha convertido en la mía, según las palabras de nana, mi padre parecía un niño al verla...completamente escalofriante, pero eso me da muy pocas opciones de su verdadera identidad.

─ hijo, ¿Qué haces ahí parado? ven siéntate a comer ─indicó mi madre alegremente.

mi padre me dirigió una mirada severa y la pelirroja ni siquiera se inmuto en mi presencia, me senté al lado de mi hermana, algo incomodó por el ambiente del lugar.

─ ¿Así que tu realmente eres mi maestra? ─pregunté interrumpiendo el incomodo silencio.

— Por si no le ha quedado claro joven príncipe, desde ahora soy su maestra, así que le pido que no me tutee, porque ante todo soy mayor a usted —pronunció firmemente dejándome pasmado — nuestras clases empiezan mañana por la mañana, así que espero puntualidad ¿ha entendido, bien?

─ como usted diga "maestra" ─afirmé sarcásticamente, ganándome una mirada estricta por parte de mi padre.

— Maestra, no dude en ser firme con el, siempre fue rebelde desde muy joven y desde que fue al reino humano, su comportamiento se ha vuelto insoportable —dijo mi padre severamente.

 como si ese fuera el mayor de sus problemas, al parecer mi padre sigue creyendo que soy un pequeño niño que aún no conoce nada sobre este mundo y por sobre todo sigue creyendo que los humanos son como hace 500 años.

Me escabullí sigilosamente por los pasillos oscuros del palacio, la luz de la luna que entraba por las ventanas, acentuaba mi sombra y mis pasos comenzaron hacer aún mas sigilosos . Debía salir de Nightless City  antes que salga los primeros rayos de luz, ya que no me iba a someter a las estúpidas reglas de mi padre y de ese intento de maestra que tiene.

─ ¡Maldito bastardo,  todavía tienes el descaro de aparecer frente a mi! ─exclamó Minho bastante enojado. ─ no sabes por todas las cosas por las que he pasado.

─ Todo fue culpa de mi padre, además tu fuiste el que me dejo solo idiota ─replique molesto─ por cierto ¿averiguaste lo que te dije?

─ Use a todos mis contactos, pero no hay rastros de ella en este mundo ─comento mi compañero, cruzándose de brazos ─ ¿seguro que me diste el nombre correcto?

─ Por supuesto, ella misma lo dijo frente a mi padre ─afirmé rápidamente─  aunque si no puedes encontrar a un vampiro por su nombre, debes encontrarlo por su año de inmortalidad.

─  ¿año de inmortalidad? ¿Qué significa eso? ─preguntó confundido Minho ─ espero que no sea algún asunto oscuro de tu raza.

─ El año de inmortalidad de cada vampiro es cuando cumplen 200 años, se lleva una ceremonia oficial donde hay que meterse en una pequeña tina de sangre humana y bueno un montón de cosas aburridas ─expliqué brevemente ganándome una mirada aterradora de Minho ─ no te preocupes, mi madre me explicó que un cargamento de bolsas donativas de sangre, se usan a diario para los rituales, nadie salió herido idiota

─ ¿Esperas que me crea eso? como sea solo tienes que darme ese año y lo sabrás todo ─enunció finalmente.

─ De todas formas eso será nuestro asunto pendiente, ahora solo quiero disfrutar de mi libertad ─declaré acomodándome en mi lugar.

Mi padre debe contratarse mejor seguridad, pude salir fácilmente sin ser detectado...espera mi padre tiene la mejor seguridad del reino, maldición tengo que irme

─ ¡Minho, vámonos ellos vienen por mi! ─exclamé en voz alta, llamando la tención de los presentes ─ya descubrieron que me fui

─ ¿Estas loco? al menos déjame terminar de comer ─pronuncio metiéndose el muslo de pollo en la boca. 

Si los guardias de mi padre, descubren de mi amistad con Minho...puede que se convierta en la cena de la próxima reunión. Creo que fui demasiado confiado, con mis antecedentes mi padre no podría arriesgarse a que escapara nuevamente.

─ ¿adonde van tan rápido, niños?  ─una voz femenina, irrumpió nuestro paso y solo pude maldecir por lo bajo.

Me di la vuelta y me tope con el rostro serio de mi maestra, bien esto no puede ser peor.

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Z I D I A N