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─ ¡Estamos en directo, con el príncipe heredero! ¿Cómo se siente al saber que el anunció de su coronación, comenzara en unas horas? ─interrogó Minho, simulando a un periodista con un cepillo ─ blanco como la nieve, labios rojos como manzana y una voz celestial, el es el gran príncipe Jeon Jungkook, un aplauso por favor.

─¿Ahora soy Blanca Nieves? parece que pasar tanto tiempo aquí ya te esta afectando ¿Por qué mejor no vas ayudar por ahí? seguro eres muy ruidoso y te querrán cocinar ─dije burlonamente.

─ Así que ya no son vampiros, sino caníbales, ¿Crees que me asustas con eso? ─respondió desafiante, veo que ya aprendió ─ da igual, hoy parece que será una noche diferente, nunca había visto la luna tan roja.

Mire por la ventana y si, la luna era roja y brillante, nunca había visto algo así, ni siquiera cuando fue el anunció de coronación de mi padre, había ocurrido algo así.

─No te pongas nervioso, te estaré apoyando desde lejos ¿ok? ─me abrazo, dando palmas en mi cabeza, podría ser molesto a veces, pero era mi mejor amigo.

─Claro claro, espero que no llores, cada vez que te embriagas terminas llorando y haciendo un alboroto ─dije, sabiendo que a el no le gusta que le recuerde eso ─ así que mantente alejado del alcohol ¿de acuerdo?

─Lo tengo, además sabiendo que este no es el mundo humano, incluso probar la comida me da miedo ─comento riéndose─ así que deberé vigilarlo todo bien.

Se alejo de mi, dándome una última sonrisa, ¿Por qué se sintió tan nostálgico? ¿Por qué tengo esta tan extraña sensación? era algo pesada y de repente me sentí tan triste.

─ Hace unos meses te negabas rotundamente a la idea de coronarte y mírate ahora, ¿enserio eres mi hermano? ─me voltee inmediatamente, al escuchar la voz de mi hermana ─ incluso quiero llorar, estoy feliz por ti.

─Sabes estaba  a punto de olvidarme de ti, hasta que llegaste ─dije, abrazándola, era extraño pensar que nunca lo había hecho ─ no te sorprendas mucho, es una ocasión especial.

─ Eres cariñoso cuando quieres y pensar que eras el rey de los idiotas antes ─susurró antes de soltarse ─ te veré en la fiesta, no te demores.

Aquella sensación no se iba, todas estas palabras y acciones, parecían una clase de despedida, ¿porqué me siento así? nunca esperé este momento, pero después lo desee con tantas ganas, aún así ¿Por qué no puedo sentirme realmente feliz?

me mire nuevamente en el espejo, este es tu momento, solo de esta forma mi maestra pese a mis tratos, supo ver algo en mi, solo haciéndolo podré salvarla, debo afirmar mi puesto y este será solo un paso para recompensarla.

Salí de mi habitación, directo al salón principal, practique mi discurso una vez y mis saludos, mi madre dijo que era importante, dar una buena imagen y que el pueblo pueda bendecir y aprobar mi nivel, la angustia en mi pecho aumentaba, pero  debía ignorarla, no puedo sentirme así, en este momento.

Extraños ruidos se comenzaron a oír a lo lejos, apresuré el paso, pero a lo largo del pasillo me encontré con muchas personas heridas, había mucha sangre el olor era terrible, como si sus cuerpos se pudrieran al instante ¿Qué esta sucediendo? 

Corrí hasta llegar al salón principal, abrí rápidamente las puertas encontrando con el peor de los escenarios, había muchos cuerpos apilados, el lugar era un completo desastre, hace un momento todo estaba bien, abrace a Minho, abrace a mi hermana y tuve una linda tarde con mis padres ¿porqué salió mal?

Me adentré un poco más, tratando de buscar a alguien con vida, ¿Dónde están mis padres? ¿mis hermanos? ¿Dónde están todos?, la sangre cubría el gran salón, esto era como en el recuerdo, no, no el no puede haber despertado.

Miré a todo mi alrededor y no veía a nadie, sus rostros me eran casi imposible de reconocer, hasta que lo vi, ¡Minho! corrí hacia donde estaba,  tomé su cuerpo en mis brazos, por favor no mueras.

─¿Jungkookie? sabía que estabas bien ─murmuró, estaba demasiado herido, por favor resiste─ el ataco de repente, en un momento estaba probando esos dulces de tu madre y después solo hay mucha...mucha sangre.

─Resiste, yo te voy a salvar ¿si? yo los voy a proteger a todos ─dije, cubriendo su cuerpo que temblaba del frio ─ por favor, no puedes morir.

─ El se la llevo, protege a noona, serás un gran emperador, yo lo se...─murmuro sin fuerza─ me alegra haber conocido a alguien tan irritante, molesto como tu, eres mi mejor amigo, solo véngame...¿si? era demasiado bello para morir...

Su cuerpo se desintegro frente a mi, incluso en el final sigue siendo Minho, pero no puedo lamentarme por tu partida, debo encontrar a quién te hizo esto, a quién les hizo todo esto.

─Bienvenido a mi reino, joven príncipe  ─una voz ronca llego a mi oído, pero no podía ver a nadie ─ un vampiro sintiendo lastima por un humano, ¿desde cuando somos tan débiles?

¿Mi reino? no podía entender mucho de lo que murmuraba, todo era como en ese recuerdo, un aura sombría, la luna en su punto mas alto mirándonos, no puede ser el.

─ Dejo de ser tu reino hace 500 años, Jeon Junghyeon es el nuevo emperador, debes responder ante el ─exclamé molesto ─ debes pagar por cada una de las vidas que haz arrebatado hoy.

La puerta se abrió justo como en aquella vez, un hombre alto con larga cabellera y barba, mirada amenazante paso por ahí, pero ahora ya no tenía sirvientes detrás de si, cubiertos con mascaras, ellos eran mis padres y mis hermanos, alcancé la mirada de mi madre, su cuerpo temblaba de miedo.

Se río fuertemente, pero no entiendo porque ni siquiera había envejecido, se veía tal y como en los recuerdos de mi maestra.

─ ¿Este es tu emperador? ¡ja! debí haberme desasido de el, en cuanto su madre le dio a luz, pero esa mala mujer ni siquiera pudo darme un heredero, ni cuando asesino a la reina madre, pudo educar bien a ese niño ─comento burlonamente ─  decidió irse en mi contra y encerrarme, porque no puede matarme.

Camino mas cerca de mi, era realmente aterrador, seguía arrastrando cadenas, toda estas vidas debieron fortalecerlo y los años que recibió toda la energía del Salón Geum.

─ Veo que la manzana nunca cae lejos de su árbol, ni siquiera tu padre y esa vil mujer llamada "maestra" pudieron detenerme ¿Por qué crees que tu si? ─desafió pasando por mi lado ─ sabes ellos están comenzando a ser una carga, creo que ya no los necesito.

Chasqueo sus dedos y tal como hizo como sus sirvientes, estos ardieron en fuego, mi cuerpo se paralizo, ¿porqué ellos? los perdí a todos, no pude protegerlos a todos, caí de rodillas, se desvanecieron, incluso sus cenizas se perdieron en el aire.

Mamá...papá...hermanos... ya no están, ni siquiera pude despedirme de ellos, ni siquiera pude volver a ver sus ojos, ¿Por qué siempre tuve la impresión que de se despedían?

─ ¿Dónde esta mi maestra? ─murmure ─ ¿¡Donde esta ella!? ¡tu! ¿¡Qué demonios le hiciste!?

─ Ella deberá aprender su lección de ahora en adelante, no puedes verla ─comento sonriente─ veo que ese bastardo y tu, comparten la misma arrogancia, un día como hoy hace muchos años atrás, él también me grito lo mismo ¿y que crees? ella agonizaba en nuestra habitación.

Repugnante, no quería ver mas esta escena, iría a recuperarla por mi cuenta, ella era lo único que me quedaba, no podría perderla a ella también. Me giré en dirección a la puerta dispuesto a irme, pero la vi a ella.

Su larga cabellera pelinegra, su vestido blanco y esa mancha roja cubriendo su pecho, así era ella, la verdadera Rhee Hari, su cuerpo temblaba, me miró directamente extendiendo su brazo. Lo extendí igualmente para tomar su mano, pero su expresión cambio y un grito escapo de su boca, mire hacia abajo y una espada había atravesado mi pecho.

─ ¿Crees que dejaré que lo hagas? una manzana podrida contamina a todas ─murmuro, mi cuerpo cayo al piso, todo era confuso. ─ Espero y te reúnas con tus padres, príncipe.

La vi a ella, su rostro preocupado, pero el se la llevo, la tomo del pelo y la arrastró lejos de mi, no podía moverme ¿veneno? que truco mas bajo haz recurrido, abuelo.

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Z I D I A N