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La cabeza seguía dándome vueltas una y otra vez, después de la visita que hice junto a la maestra Rhee, a la oficina de mi padre, he estado un poco inquieto.

No solo porque por fin decidí aceptarla como mi maestra, aun menos por la curiosidad sobre aquella bestia detrás de aquella ornamentada puerta, si no porque mi padre va anunciar mi coronación en un gran banquete en tres días, no se que pudo haber provocado que mi padre haya tomado tan repentina decisión, no he seguido completamente el protocolo de preparación de un príncipe heredero, la corte podría irse en contra de mi padre y de la monarquía de nuestra familia.

Sin embargo tanto mi maestra, como mis padres no titubearon ni una vez, así que comencé inmediatamente con el entrenamiento, desde modales, hasta historia, un montón de libros se encuentran apilados en mi habitación desde hace varios días, pero fuera de eso, el entrenamiento físico no es mas que una tortura, desde equitación, arquería y el manejo de la espada ¿porqué se supone que debo entrenarme para esto? si solo fuera un humano normal, solo dependería de mis puños.

Desde niño alardee mucho del poder y puesto que tenía en mi familia, era odiado por eso, por eso mi padre tuvo la grandiosa idea de encerrarme detrás de la puerta del palacio, pero ahora aún rechazando todo lo que mi lugar ofrece, deseo ser como Minho, vivir sin preocuparse que dirán de él, elegir lo que realmente le gusta hacer y no tener que heredar una nación entera.

Por el contrario el desea haber podido ser como yo, porque cree que los vampiros somos geniales, siempre creí que estaba detrás de mi por puro interés, pero después de varios años de convivencia, pude ver la sinceridad de su corazón.

Nunca le he podido preguntar a papá, ¿Cómo fue mi abuelo? en todo el palacio no hay siquiera algún retrato ni un solo rastro de lo que fue su reinado, ya pasaron 500 años de eso, pero extrañamente comencé a pensarlo ayer, mientras Minho me mostraba fotos de sus abuelos en sus vacaciones fuera de Corea.

Así que ahora me dirijo a preguntarle a mi padre sobre ello, creo recordar que la maestra dijo que aquella bestia fue encerrada durante la toma del trono, eso quiere decir al final del reinado de mi abuelo, una cosa llevará la otra y podré descubrí que cosa están terrible como para provocar una masacre o tal vez algo mas.

─ ¿Qué es lo que hace el príncipe heredero tan tarde jugando en los pasillos? ─una voz interrumpió mi andar─ se supone que debería estar leyendo el libro que le entregue esta mañana.

─ De hecho me dirigía a ver a mi padre, necesito resolver una duda urgente, por favor maestra déjeme solo ir un segundo ¿si? ─dije rápidamente, pero me detuvo ─ esto debería ser un delito.

─ ¿Qué puede ser tan importante para molestar a su padre justo ahora? ─preguntó mirándome seriamente ─ Como tu maestra, también puedo responderla, a menos que se traté de un tema personal.

─ De hecho puede que usted también lo sepa, quería preguntar sobre mi abuelo y su reinado, ayer me di cuenta que nunca lo conocí ─pregunté repentinamente─  Maestra ¿usted lo conoció?

Su expresión fue extraña, incluso creí que se desmayaría frente a mi, ¿Qué significa eso? parecía paralizada, ni siquiera cuando fue castigada su expresión cambio, ni siquiera se inmuto pese a los golpes o mientras estuvo dentro de aquel salón devorador de energía.

 ─Le recomiendo príncipe que no se atreva a preguntarle a su padre sobre eso ─respondió bruscamente─ lamento no poder saciar su curiosidad.

Su voz tembló, desde que vine aquí y pese a todo lo que le hice pasar la vi portarse de aquella forma, no definitivamente debe haber algo extraño, ¿Por qué reaccionaría así?

No pude dormir de hecho no recuerdo haber dormido desde que estuve aquí, aun así pese a los terribles ronquidos de Minho, no puedo olvidar aquella expresión en el rostro de mi maestra.

De hecho no he podido quitármela desde que ese idiota metió tontas ideas, sacadas de cualquier historia de amor cliché, aún así estando aquí solo he obtenido dudas y mas dudas, pensé en preguntarle a nana o alguna criada del palacio, pero todas me evadieron.

pese a que decidí obedecer a mi maestra en no preguntarle a mi padre, eso no me detuvo en preguntarle al resto pero obtuve respuesta alguna, no se cuanto más podré resistir esto.

─ Le aconseje cualquier pensamiento al respecto, príncipe ─menciono con tono severo, sacándome de mis pensamientos. ─ solo harán que su concentración se obstruya.

─ Solo miro el paisaje, no se porque mi padre debe sacarnos del palacio, parece que no tiene miedo que intente escaparme ─respondí burlonamente, recibiendo un golpe por parte de mi acompañante─ además me preocupa dejar al humano con todas esas bestias sedientas de sangre.

─ Su padre y yo confiamos en que no hará algo tan infantil como escaparse y abandonar sus responsabilidades, además Minho esta bien, se quedo con su madre haciendo dulces ─comento segura de sus palabras─ debemos ir a algunos lugares, como su maestra debo acompañarlo, debido a su falta de experiencia.

─ ¿Por qué siento que siempre me trata como un niño? que molesto ─me queje, cruzando los brazos─ debí haberme quedado mejor en el palacio.

Todo se quedo en silencio, pero unos minutos después sentí unas palmaditas en mi cabeza.

─ El príncipe ya no es un niño, pero a veces suele comportarse como uno ─se burlo, sonriendo ¿así es como se ve? ─ además en comparación conmigo, ya estoy demasiado vieja ¿no crees?

─ ¡En lo absoluto! muchas envidiarían su juventud ─ exclamé haciéndola sobresaltar─ siempre me he preguntado ¿Cuántos años tienes?

─ ¿Mi edad? realmente no estoy segura deje de contar de después de los 500, aún así creo que mi edad tiene 4 dígitos ─confesó, dejándome sorprendido─ prometo que le diré la cifra exacta cuando sea coronado ¿le parece?

Extendió su meñique hacia mi, así que una maestra de vampiros de tal vez mil años, sabe hacer cosas como estás, creo que ella esta comenzando hacer especial de cierta forma.

─Espero ese día con ansias ─dije para finalmente entrelazar nuestros dedos, un extraño escalofrió recorrió mi cuerpo.─  Es una promesa.

¿Acaso es esta sensación que experimentan los humanos? solo nosotros dos, un aroma fragante y las campanas sonando, deseo seguir así para siempre.

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 Z I D I A N