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Era mi séptima noche en Itaewon. la música retumbaba en mis oídos, el lugar abarrotado de gente se mezclaba juntaba con el delicioso y embriagante aroma del ambiente, mi celular se ilumino nuevamente "Papá" leí rápidamente, antes de apagarlo por completo, seguramente iba a insistirme nuevamente que regrese al palacio.

— ¿Qué pasó principito? ¿llamada de papi? —se burló Minho cerca de mi oído, el hedor a alcohol atravesó mi nariz, que desagradable.

— Vuelves a acercarte así y lo único que quedara de ti será...hmm ¿Por qué mejor no lo averiguas?  —respondí empujándolo lejos de mí. —además ya te dije que no tienes que decir eso en voz alta ¿quieres morir?

— En este momento solo quiero otra botella de esta deliciosa cerveza —balbuceo antes de estampar su cabeza sobre la mesa.

Estúpidos humanos y su baja tolerancia al alcohol, terminé lo que estaba bebiendo y fui a buscar más a la barra, si tan solo estuviera en Nightless City, podría pedir mi bebida favorita bloody mary, aunque resulta que aquí si existe una, pero no es como yo pensaba. Aun me dan escalofríos al recordar ese amargo sabor.

Antes de llegar a mi destino, fui interceptado por lo que pienso que podría ser la presa ideal, su blanquecina piel que contrastaba con las luces tintineantes del lugar, su figura curvilínea, su taza de energía era ideal ¿podría haber una mujer tan preciosa?  

 — ¿Eres nuevo por aquí? creo que nunca te había visto antes —sus palabras me sacaron del trance en que me encontraba, aunque sus palabras no tenían nada fuera de lo común, podía notar un tono lujurioso.

— De hecho llegue hace poco ¿te gustaría hablar de eso en otro lado? —dije acercándome más a ella, su delicioso aroma provocó que mis colmillos me pincharán un poco, esta podría ser mi última comida y no puedo desperdiciar la oportunidad —creo que aquí esta muy ruidoso ¿no crees?

Sin decir alguna otra palabra, tomó mi mano y caminamos por un largo pasillo, las personas iban y venían, me comencé a sentir ansioso hace tiempo no encontraba un bocadillo como este.

Todo pasaba demasiado rápido, era una ola de pasión me comencé a sentir algo confuso después de nuestro primer encuentro.

— Cierra los ojos, pronto te sentirás bien —susurró a mi oído, pasando sus manos sobre mi pecho.

Abrí poco a poco mis ojos, la luz que entraba por la ventana chocaba en mi rostro, interrumpiendo mi vista, mire rápidamente mi alrededor, pero, oh no no no maldición...sucia víbora.

— No puedo creer que esta haya sido la única manera de traerte hasta acá —comentó sarcásticamente la segunda persona mas odiosa del universo.

— Yo también me alegro de verte querida hermana —respondí de la misma forma —¿Quién tuvo la brillante idea? la verdad es que esta vez fueron mas originales.

— Fue del señor Jung, nuestra madre no estuvo de acuerdo, pero ya sabes que papá estaba ansioso de que regresarás —resopló mirando de forma amenazante — ahora alístate que papá quiere presentarte a "alguien importante" 

Finalizó cerrando la puerta con fuerza ¿presentarme a alguien importante? si Kyung uso ese tono es que no va a ser del agrado de nadie o será que ¿Papá quiere que me case? la última vez que hablamos quería que me casara con una doncella de ugh ni siquiera puedo recordarlo, no no soy muy joven para eso,  maldición Jungkook debes pensar con la cabeza no con los colmillos, por eso dicen que la verdadera debilidad de un vampiro son las cosas bellas. 

Me tomé mi tiempo para alistarme, me distraje jugando en el celular y buscando una forma de salir de aquí, sin que nadie se de cuenta,  porque dudo que papá quiera que ese "alguien importante" espere demasiado, aunque como dicen las cosas buenas se hacen esperar.

— querido, ¿puedo pasar? —unos golpes en la puerta junto con una voz que podría reconocer entre mil interrumpió el silencio de la habitación.

— Claro pasa nana —respondí rápidamente, enderezándome en mi lugar. 

— ¡aigo! mi pequeño niño esta más grande desde la última vez que lo vi —exclamó alegremente abrazándome fuertemente —¿haz comido bien? no había podido contactarme contigo cariño.

— Disculpa nana estado de aquí por allá, ¿Cómo estas tu?  —pregunté separándome de aquel abrazo que había estado extrañando.

— Mucho mejor ahora que te vi ¿y que haces aquí? creí que tu padre quería verte —indagó nana nuevamente —¿No pensabas escapar de nuevo, cierto?

Esta es de las cosas que me sorprendían de nana, ella sabía todo lo que pasaba por mi mente antes de decirlo, baje la mirada algo avergonzado, la última vez me fui y no pude despedirme debidamente de ella

— nana ¿tu conoces a la persona que papá quiere que conozca? —pregunté curioso, si es lo que creo que es, pues puede olvidarse de mí.

— Lo único que se es que fue la primera y última maestra de tu padre —respondió nana dejándome boquiabierto — si lo hubieras visto, era como ver a un niño.

— Entonces será mejor que me prisa, nos vemos nana —la abracé nuevamente y apresuré mis pasos.

¿Mi padre como un niño? esa si que es una imagen difícil de ver, además ¿Quién es esa maestra?  seguramente debe ser una señora toda arrugada, que huele a muebles viejos y que a penas puede mediar palabra.

Seguramente me agarrara las mejillas y dirá cosas como "Junghyeon, tu hijo se parece mucho a ti" o tal vez "yo te cargaba cuando eras bebe, te acuerdas?, de solo pensarlo se me eriza la piel, pero creo que he pasado tanto tiempo fuera, que los pasillos se me hacen algo confusos.

Una vez llegue a la puerta, tome un largo respiro antes de abrirla...aunque cuando estaba a punto de abrirla un retorcijón en mi estomago me hizo retroceder. Mierda Jungkook ¿tienes miedo? ya haz pasado por esto antes,  tome la compostura y camine un poco por el pasillo.

Bien, aquí vamos de nuevo, abrí la puerta y lo primero que note fue a mi padre y madre sentados uno junto a otro. La sala no había cambiado de todo, pero lo que mas llamó mi atención fue la pelirroja que ni se inmuto en mi presencia.

— Este hijo saluda al padre Emperador y a la madre Emperatriz —me incliné pronunciando mi saludo de la forma mas solemne posible.

— Mi querido hijo haz crecido muy bien —la dulce voz de mi madre se escuchó en el inmenso lugar.

— Cariño los saludos son para después, ahora hijo mío presenta tus respetos hacia tu nueva maestra. —anunció mi padre.

No había entendido del todo hasta que la mirada de mi madre, guío sus ojos hacia la pelirroja que estaba justo a mi lado.

— Es un placer conocerlo joven príncipe heredero, soy Rhee Hari y desde ahora en adelante seré su maestra —inclino su cabeza.

Me quede estático en mi lugar sin saber como reaccionar, su mirada era tan frívola que sin duda no era de una vieja anciana arrugada con olor a muebles viejos.

— El placer es mío, maestra —mis palabras sonaron algo sarcásticas al final, pero creo que el matrimonio ya no sonaba tan mal para mi...

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Z I D I A N