VIII. Traición.
Buenas tardes, aquí les traigo el capítulo de hoy. Espero que les guste :D
La guerra puede convertirse en algo aterrador, sobre todo si tus enemigos fueron amigos en algún momento de tu existencia, el anhelo de venganza se vuelve amargo, y la sed de sangre disminuye al saber que pronto darás caza a aquellos que tanto significaron antaño.
En el bosque de Huinst, un grupo de soldados cabalgaba, siendo encabezado por tres hermanos, muy diferentes entre sí. El primero, robusto y con sed de sangre, de nombre Einarr. El segundo, calmado y mucho más delgado que el primero, Orik. Y el tercero, era una mujer, tan dominante y callada, que parecía uno más, cuyo nombre ya conocéis, ella era Jora.
Sus flequillos se movían de un lado a otro, y su trenza descansaba a un lado del hombro, con la vista fija en el frente, pronto llegarían a la frontera, y entonces, quizás entonces, sus enemigos los estarían esperando para comenzar la batalla. Su rostro estaba maquillado de blanco, en los ojos, como si llevase un antifaz y tenía dos líneas rojas en sus mejillas.
Justo como preveían, al llegar a los lindes de la comarca, en el valle abierto, un grupo de hombres los esperaba, debían ser más de doscientos hombres, los que el enemigo había conseguido.
Ellos no eran más de sesenta hombres, pera valían por cien, eran demasiado fieros en la batalla.
El ejército de Leobrock era liderado por cuatro personas. El primero, con su cabello corto y rizado, ojos tiznados de negro y la boca roja, más que dispuesto a acabar con la vida de los pocos supervivientes de Birkan, era, sin lugar a dudas Vestein. El segundo era Jon. El tercero, Hakon. Y el cuarto, su mano derecha.
El sonido del cuerno resonó en aquel valle, haciendo que los líderes de ambos ejércitos se acercasen, así que Hakon y Einarr así lo hicieron, mientras el resto se asesinaba con la mirada, Vestein no podía quitar los ojos de Jora.
Un segundo sonido se hizo partícipe, los tambores comenzaron a sonar, y la batalla tuvo lugar. En un momento, aquello fue una verdadera guerra épica. Hombres que luchaban contra otros, blandiendo su espada, tirando hachas hasta derrocar a sus enemigos, flechas volaban de un lado y de otro, acabando con la vida de sus enemigos.
Vestein luchaba fieramente, con un brillo malicioso en sus ojos, matando sin piedad, clavando hachas a diestro y siniestro, viéndose triunfante de la batalla.
Orik junto a los arqueros hacía lo que mejor sabía, quitándole del camino obstáculos a su hermana, que blandía la espada, de un lado a otro, con su trenza rubia de un lado para otro, manchando sus ropas y rostro con la sangre de sus enemigos, defendiendo los ataques de estos con su escudo, sin cese.
Einarr mataba sin temor, clavando su espada con gracia, y tirando su hacha en cuanto se veía amenazado, avanzando, hacia aquel que un día consideró como su propio hermano.
Hakon defendió el ataque de Einarr justo a tiempo, mirando hacia ella tan sólo un momento, observando cómo se movía con agilidad por la batalla, acabando con los hombres de Vestein, hiriendo tan sólo a los soldados que pertenecían a Leobrock. Su contrario, luchaba con fuerza, como si quisiese acabar con él, como si el tiempo en el que fueron como hermanos no hubiese existido jamás.
- Valla, valla – comenzó Vestein, junto a Jora, haciendo que esta se fijase en él, estaba justo delante – pero si estás viva...
- Soy inmune al fuego – contestó, defendiendo su ataque, haciendo que este sonriese, con malicia, lanzando otro y otro y otro, hasta que ella estaba exhausta – sólo me hace más fuerte.
- Seguro que no eres inmune al acero – aseguró, haciendo el amago de tirar una de sus hachas, ella defendió ese punto - ¿Qué se siente al ser traicionada por tu propia familia? – quiso saber. Jora apretó los dientes, molesta, mientras Vestein fingía un ataque y clavaba la espada en su hombro, logrando el rugido de la joven, en mitad de aquella batalla.
Se echó hacia atrás, con dificultad, y volvió a defender los ataques de su agresor, aún con una sola mano era buena.
- ¿y del hombre que estaba destinado a ser tu esposo? – quiso saber - ¿Qué se siente al ser traicionada por él?
- Él nunca... - ambos miraron de reojo hacia Hakon, que luchaba fieramente contra sus enemigos, con espada y escudo en mano, en aquella sangrienta batalla.
- ¿No lo sabes? – se sorprendió – él fue la persona que nos ayudó a entrar en la ciudad – un nuevo ataque la cogió desprevenida, en aquel momento sólo podía pensar en aquellas palabras, en la sola posibilidad de que fuesen ciertas. Vestein clavó su espada en su costado, haciendo que la joven cayese de rodillas, sintiendo como el frío se expandía por cada poro de su cuerpo, mientras las lágrimas eran derramadas por sus mejillas.
Hakon la había traicionado, se había vengado por aquel pasado que tenían en común, y había sido el causante de la muerte y destrucción de su propio pueblo, del de su madre.
Los gritos de dolor y desolación irrumpieron en aquella batalla, mientras Vestein rompía a reír, con una carcajada espeluznante.
Un hacha salió volando, sin que nadie lo hubiese predicho, clavándose de lleno en la espalda de Vestein, haciendo que este perdiese la sonrisa, y se quitase esta de la espalda. La herida comenzó a expulsar sangre, de forma descomunal, pero este no cayó aún, se dio la vuelta y miró hacia el dueño de aquella arma. Sus ojos se abrieron de par en par, sin dar crédito a lo que acababa de ver.
- Teníamos un trato, Vestein – aseguró Hakon, observando como el que hasta hace tan sólo un segundo era su aliado, blandir su espada – te dije que ella era mía, olvídate de nuestra alianza – hizo un movimiento limpio con esta, cortando el cuello de aquel horrible vikingo, haciendo que este cayese al suelo, sin apenas poder respirar, ahogándose en su propia sangre.
Jora cayó al suelo entonces, sintiendo como el frío se expandía más y más, al mismo tiempo que los hombres de Vestein tiraban las armas y los hombres de Leobrock daban un paso atrás.
- Jora – la llamó Orik, dejando caer el arco y las flechas al suelo, corriendo hacia su hermana, pero ya había alguien allí, alguien que se le adelantó. Era Hakon.
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