Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

IX. Una decisión que tomar. FIN

Y hasta aquí ha llegado esta historia, espero que les guste, recordad que habrá segunda parte. :D

Capítulo 9 – Una decisión que tomar.

En una habitación blanca, cubierta de nieve, una joven de cabellos rubios, piel clara y ojos grises miraba hacia la nada, sintiendo la suave y fría brisa sobre su rostro, ondeando sus cabellos al viento, con un camisón rojo, goteando sangre que resbalaba por su brazo, hasta caer a la pulcra nieve.

"Jora" – se escuchaba en el viento – "Jora" – repetía aquella voz, aquella vez un poco más cerca – "Jora" – dijo una última vez, escuchando de pronto el aleteo de unas enormes alas. Se volteó, observando a su padre, de pie, frente a ella, con un pulcro abrigo de lobo blanco.

- Padre – reconoció - ¿Estoy muerta? – quiso saber, en seguida. El hombre negó con la cabeza, sentándose en una roca que acababa de aparecer de repente. Se sentó junto a él, y cuando levantó la vista se percató de que ya no estaban en aquella habitación, si no sobre la montaña más alta de Leobrock, esa en la que no dejaba de nevar jamás - ¿Esto es un sueño? – él asintió, y entonces ella se calmó, apoyando luego la cabeza sobre el hombro de su padre, sin sentir dolor en su hombro, escuchando como este tarareaba esa canción que le daba paz, esa que siempre solía tararear en el pasado.

- Eres la única que puede liderar a nuestro pueblo – habló, tras largo tiempo en silencio, haciendo que ella abriese los ojos, aunque sin levantarse aún del hombro de su progenitor – pero tienes que demostrarles que eres digna de esa responsabilidad.

- Einarr ocupa ese puesto – contestó.

- La alianza se llevará a cabo ahora que tu madre no está – aseguró – tienes que prometerme que aceptarás tu destino.

- Einarr es el líder, no yo – insistía, el hombre la miró, con calma, observando como levantaba la cabeza y miraba hacia él.

- Nunca fuiste obstinada – contestó – siempre supiste hacer lo correcto. Hakon te apoyará, justo como su padre me apoyó a mí – insistió – y te seguirá a todas partes. Ese chico siempre tuvo sentimientos por ti, Jora.

- Los sentimientos lo hacen débil – le dijo, lamiéndose los labios.

- Deberás elegir entre el poder y la familia – Comenzó el hombre, levantándose de golpe, paseando por lo que acababa de aparecer ante ellos, el bosque junto al lago Laekh – si eliges el poder tendrás todo lo que siempre ansiaste, serás líder de Birkan y tendrás a ese chico a tu lado – aseguraba – pero, si, por el contrario, eliges a la familia, tu hermano llevará Birkan a la extinción, la dejará desprotegida como ya hizo antes, y la destruirá. Si eliges la familia tendrás a tus hermanos, pero pagarás un alto precio.

- Siempre pusiste demasiado peso sobre mis hombros – se quejó ella, dejando escapar una lágrima – si elijo salvar Birkan deberé matar a mi propio hermano – su padre asintió, y ella tragó saliva, sintiendo como le faltaba el aliento – y si elijo salvar a mi familia...

- Perderás Birkan y la oportunidad de protegerlos.

Jora abrió los ojos, y al hacerlo se encontró en el interior de la casa del líder de Leobrock, con sus hermanos junto a ella, y un preocupado Hakon junto a la ventana.

- Jora – llamó Orik, al ver a su hermana sana y salva. Se tocó el hombro, percatándose de que dolía. Había una venda bien sujeta, alrededor de su pecho.

- Deberíamos dejarla descansar – aseguraba Einarr, poniéndose en pie, agarrando a su hermano del brazo, dejándola a solas con Hakon, mientras su hermano se quejaba.

- No deberías levantarte aún – le dijo el muchacho, al observar como ella se levantaba de la cama, echándose las pieles sobre ella, acercándose a la ventana, haciendo caso omiso a lo que él acababa de decir – Jora... - acercó sus dedos a los de ella, rozándolos, haciendo que ella se fijase en ese punto para luego mirar hacia él, pero él seguía mirando hacia la forma en la que sus dedos encajaban - ... ahora que todo ha terminado...

- No ha terminado – aseguró, tragando saliva, sintiendo como su pecho dolía, pero no era por la herida que tenía en su hombro, era otra cosa – no ha hecho más que empezar.

FIN PRIMERA PARTE.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro