Capítulo único.
— ¿A qué hora te vas? —consultó Lars mientras veía el reloj de la pared.
— Como en una hora viene Jason a buscarme —contestó Kirk, notándosele muy aburrido, ocioso. Igual que su compañero.
— ¿Newkid viene a dejarte a tu casa? —alzó la ceja, sin saber si reír o llorar.
—Estaba de viaje y vive cerca mío, dijo que como en una hora pasaría por acá y me dejaría en casa. Si no fuera por eso, me iba solo o me quedaba a dormir acá —aclaró al notar que esa interrogante fue un intento de burla pesada.
— Ya, tranquilo, negris, que sólo fue una pregunta curiosa.
— No me digas "negris" -rió incómodo.
—Estoy aburrido, ¿vale? Si me aburro, digo estupideces.
—Uy, entonces estás aburrido casi todo el tiempo —soltó una leve risita traviesa.
Kirk andaba de visita en casa de Lars para tener una maratón de películas de terror, anocheció y la pequeña llovizna se transformó en una feroz tormenta. No tener un coche le hacía la cosa algo difícil, por eso recurrió a Jason.
Un relámpago iluminó el oscuro ambiente, lo que hizo sobresaltar al moreno de impresión.
— Uy, ride the lightning —el castaño hizo referencia al disco que sacaron hace ocho años al mercado.
—¿Dirás eso cada vez que caiga un relámpago?
—Si cae sobre la casa, moriré, así que... no podría decirlo en ese caso —bromeó con la probabilidad nula.
— Qué pesado —rodó los ojos, aún así, no evitó reírse un poco. Tras un breve lapso de silencio, quiso tomar la palabra—...¿qué podemos hacer ahora? Ya vimos muchas películas y me duelen los ojos... ¿sugieres algo, Lars?
—No sé, si dices que te duelen los ojos, te refieres a que no quieres ver más televisión.
—Lógico.
—¿No quieres quedarte a dormir? Si te sientes cansado...
—Hazme cansar el doble y lo pensaré —lo desafió con una sonrisa pícara.
El danés le devolvió la misma sonrisa, que demostró que mal pensó bastante aquella oración.
—¿Ya tuviste una idea, Larsito?
—Sí, Kirko, sí la tuve —sonrió de lado.
—Entonces... ¿pensaste en algo interesante? —cruzó los brazos— Que esperar a hacer algo interesante me va a hacer quedarme dormido, sólo que en ese caso, Jason vendría a despertarme y...
—Ya —interceptó, algo celoso al oír tantas veces que Newsted se lo llevaría—. Creo que tengo una idea, no sé si te va a gustar pero... Como eres alguien de mente abierta como yo, supongo que no te incomodará del todo.
—Suelta —pidió, algo inquieto. De Lars se podía esperar cualquier cosa.
—Es algo del que he tenido curiosidad de hace tiempo por hacer, más aún contigo porque nos tenemos confianza y...
—¡Lars! —interceptó— No me vengas con tus discursos y dime.
—E-es un juego de espejo, ya sabes, imitas lo que yo hago y...
—¿Eso? -cruzó los brazos— Me esperaba, no sé, algo más...
—¡Pero, déjame explicar, coño!
—Ah, vale, vale... Explica y directo al grano, eh —suspiró al notar que no le respondieron—. Vamos, Larsie... —hizo un leve puchero.
—Yo pondré un disco en el estéreo, ¿vale? —el otro asintió— Yo te haré algo al ritmo de la música y tú luego debes hacer lo mismo.
—¿Eso? —insistió, todavía sin comprender mucho el rumbo— ¿Y qué tiene de especial? ¿Qué coño me vas a hacer?
—Si algo no te gusta, el juego acaba... ¿okay? —sonrió de lado.
—¿Qué me vas a hacer? —repitió, inquietándose— Antes dijiste algo de que somos de mente abierta y tal, ¿es lo que estoy pensando, Lars?
—Depende qué tan sucia tengas la consciencia —contestó mientras buscaba algo que poner en el estéreo de su habitación—... ¿Ponemos algo de nuestra banda?
—Lo que quieras —soltó de mala leche al no tener ninguna respuesta clara.
—El Black Album, entonces —lo cogió y se lo enseñó.
— Vale —y el CD fue introducido en el equipo.
Ulrich regresó a la cama junto a su compañero de banda, comenzó a sonar por toda la habitación el acorde inicial de Enter Sandman.
— Adoro el trabajo que hicimos aquí, ¿tú no? —le dedicó una mirada un tanto coqueta, que hizo fastidiar el doble al moreno.
— No me cambies de tema. Yo no he aceptado todavía porque no sé qué coño vamos a hacer y...
— Mira —interrumpió su discurso—, yo te haré algo y tú debes hacérmelo a mí también, ¿vale? Iré de a poco, si hay algo que no te gusta que te haga o no quieres hacérmelo, bien, pasamos a otra cosa o el juego terminará, según tu gusto. ¿Vale?
— Ok, ok... —musitó, mucho más calmado.
El beat de la batería se incorpora a la melodía al igual que el resto de instrumentos.
— ¿Aceptas? —recibió una respuesta positiva.
Lars le dio un pequeño beso en la mejilla a Kirk, éste no evitó reír un poco. Este último le devolvió el gesto, sin hallarle mayor relevancia. La cosa se puso seria cuando el baterista decide dar un pequeño beso en los labios a su amigo, quién se sorprendió un tanto, aunque no era la primera vez que lo hacían, le resultó... diferente.
Le dio un beso en los labios también.
Entonces, recibió un beso, sólo que éste fue mucho más profundo, de mayor roce, más carnal. Muy curioso, aceptó el gesto, devolviéndoselo. Cuando el asunto se intensificó aún más, rozando levemente sus lenguas una con la otra, empezó a sintonizarse el riff principal de la canción; pesado y pegajoso al mismo tiempo, eso dio la señal para aumentar la pasión tanto como las ganas por más.
Repartiendo pequeñas caricias por el cuerpo del otro; en las mejillas, espalda, en los brazos... se separaron para obtener aire apenas oyeron la voz de James cantar. Eso les cortó el rollo. Rieron un poco. Mirándose a los ojos.
— ¿Quieres continuar?
—Créeme que no se me quitará el sueño si no sigues —desafió, travieso.
Soltaron otras leves risitas porque sabían que cometían un "pecado", algo "indebido" entre los dos al ser tan buenos amigos.
Al comienzo del coro, decidieron continuar con los besos y las caricias necesitadas sobre la ropa.
Exit light,
Enter night,Take my hand,Off to never never land...
En el instrumental antes de la segunda estrofa...Los labios de Lars bajaron un poco, hacia el cuello de su amigo, repartiendo un par de besos por allí.
— Um, joder, no creía que algún día... algún día... —murmuraba, haciendo el esfuerzo de no hacer ninguna muestra de placer.
— ¿Qué? —rió por lo bajo— ¿No te gusta?
— Me las vas a pagar, ¿eh? —el otro no quiso hacerle mucho caso— Déjame a mí —dijo acercándose al cuello del castaño.
Al principio iban despacio, muy despacio en el tema, cuando cambiaban de turnos, los besos se intensificaban e incluían mordidas y chupones, dejando a flote su lado salvaje. Todavía acariciándose, con más anhelo de querer sentir uno al otro. Dando ligeros agarrones, de nuevo besos en los labios...
En un abrir y cerrar de ojos, dieron un salto al percibir la agresiva intro de Sad But True, ¿cómo es que se les pasó cinco minutos de canción tan rápido? Que ya ni siquiera oían el principio, faltaban pocos segundos para que James comenzara a cantar...
— Joder, que mal rollo da oír a James cantar —admitió el de pelo rizado, estando aferrados entre sí, él apoyado sobre el baterista.
—Pues, dile que saquemos un disco de sólo instrumentales para que follemos los dos.
—¡Lars! —se quejó, sin aguantar la risa por lo directo que fue— Es que... es como si James nos estuviera viendo mientras...
—Ya, ya —suspiró—... ¿Lo ignoramos y seguimos?
— Ok, sólo porque me estás dejando con las ganas —le lanzó un guiño.
El coro de la rola sintonizaba en el momento exacto en que decidieron retomar el juego, ahora con manos traviesas que querían tocar debajo de la camiseta...
I'm your dream, make you real.
I'm your eyes when you must steal.I'm your pain when you can't feel.Sad but true.
El contacto era menor, porque iban explorándose con suma lentitud... acariciando sus abdómenes, gentil, entrando el calor. Luego hacia la espalda, percibiendo cómo se les iba el aire entre beso y beso, jadeaban. Rozando cada centímetro del torso; regresaron al abdomen. Allí se sentía mejor, subían y de nuevo bajaban, aumentando el deseo y las ganas de mucho más. Mientras más arriba, más les gustaba. Cuando se centraron en el pecho, no lograron concentrarse en lo absoluto... dejaban escapar pequeños gemidos entre beso y beso. Estaban excitándose demasiado y eso les encantaba.
El contacto se hacía duro, frotando sus dedos sin medir el nivel de delicadeza, iban desesperados... Hasta que el danés se separó de los labios del moreno para retirarle la camiseta y así, este último le ayudara a quitársela al otro.
Y como si se tratara de una señal del destino; en ese mismo momento en que anhelaron ir por más allá, salvajemente, es cuando sintonizaba a sus alrededores el acorde de apertura de Holier Than Thou. Perfecta sincronización con sus movimientos.
Ulrich besó en los hombros del moreno, la clavícula... explorando el nuevo terreno. Hammett mordió su labio inferior, ansioso de saber qué tan lejos llegarían. Arqueó su espalda en forma de letra "c", demostrando una actitud sumisa antes los actos de su amigo. Sintiendo que se derretía con el tacto de esa lengua recorriendo la piel de su pecho.
Y fue como recibir una bofetada en la cara el hecho de recordar que era un juego, Lars se detuvo y a era su turno de regresar el "favor". Y vaya que le gustó devolverlo, siendo que antes no le moló nada que el turno de su compañero finalizara, en fin; lo que lo impulsó su curiosidad fue descubrir que el castaño disfrutaba de la instancia también.
A esas alturas, la voz de Hetfield en el cuarto menos les podría importar.
Las travesuras encantaban; manos que fueron a parar al cierre del pantalón, bajándolo con sutileza, acabando los dos en ropa interior.
Se frenaron junto al fin de la canción, para descansar, para respirar y relajarse. El corazón les latía demasiado rápido, a punto de explotar. Si no fuera por la relajada melodía que representaba la power ballad en el entorno, proseguirían como fieras.
New blood joins this earth
And quickly he's subdued...
Miradas lujuriosas intercambiaron, admirando cada centímetro de la anatomía del entre sí. Quietos, que esas miradas hablaran por si solas. ¿Cómo era que así, de "la nada", se desearan tanto? Así parecía, en mas, se trataba de una falacia. La curiosidad de probar cosas nuevas siempre estuvo latente, no obstante, el silencio, la vergüenza, entre variados factores... causaba que quedara en un mero sentimiento reprimido, por... quizás, años.
Tanto tiempo y que de la nada eso saliera a la luz... debían aprovechar el momento antes de que se acabe, tal vez nunca más se daría la oportunidad, nadie sabía.
Alrededor del minuto dos, regresaron a las caricias y besos en los labios, con calma. Toqueteando el creciente bulto sobre sus boxers, despacio, sin muchas prisas en el asunto, disfrutando en modo pleno ese nuevo mundo en que se sumergían. La poca ropa que quedaba fue retirada con el fin de intensificar las caricias en sus endurecidas virilidades.
El complejo y melódico solo de guitarra simbolizó un éxtasis en ellos, el gozo en grandes cantidades. Como si estuvieran soñando; lo que correspondía a la realidad, el entorno candente lo esfumaba, creaba una burbuja que aislaba el hecho de que fueran amigos, atravesar aquella barrera tras tantos años sintiendo curiosidad era un gusto tremendo.
What I've felt,
What I've known
Never shined through in what I've shown.
Never be.
Never see.
Won't see what might have been.
Suspiraron, frenando.
— ¿Podemos parar el juego? —consultó el danés, relamiéndose.
— Uh, ¿por qué? —se sorprendió.
— Quiero que hagamos otra cosa.
— Pero... pero... —titubeó.
— ¿Me follarías? —colocó ojos de cachorrito, mostrándose como una persona inocente.
— ¿Q-qué? —tragó saliva con nerviosismo.
— Que me des...
— Ah, pero... somos amigos —trató de excusar—, no podem...
— ¿Por qué justo ahora no y hace un rato sí?
— Porque era un juego, supongo... —hundió los hombros.
— ¿Y si me follas de juego y yo te lo devuelvo como hicimos antes?
— ... —suspiró— Y que quede entre nosotros, que nadie más sepa.
— Hecho.
Fueron reincorporándose al compás de la fase final de Unforgiven, para estar nuevamente prendidos con el riff principal de Wherever I May Roam; rápido, decidido y pesado. Kirk lentamente introdujo su miembro viril dentro de Lars, este último soltó un gruñido que combinaba dolor y satisfacción al mismo tiempo.
Hammett quiso partir lento, no obstante, su compañero le insistía con hostilidad en que fuera al ritmo de la canción de heavy metal.
— Mañana no te andes quejando de que no te puedes sentar —dijo burlesco el moreno, teniendo agarradas las muñecas del castaño, para que no se "escapara".
— Lo haré de todas formas.
Rieron en incomodidad.
— En serio, me enojaré contigo, ¡ve rápido, coño!
— Va, va...
Aceleró la velocidad a la misma del riff principal de la canción, jadeando excitado. Lars gimió, ya no sintiendo tanto dolor, sino, demostrando mayor satisfacción. Aferró sus uñas a la espalda del moreno, rasguñando.
Los minutos pasaban y el cansancio se hacía notar en ambos que resoplaban, pero continuaban haciéndolo porque les gustaba, porque no querían que terminara así de pronto. El segundo solo de guitarra inundaba sus oídos, deleitándolos; aquella improvisación alocada que daba fin a la composición, garantizaba una explosión de sensaciones que recorrían cada milímetro de sus cuerpos.
En momentos como esos, en que se dejan llevar, que todo fluya... la percepción del tiempo se pierde y ni se dieron cuenta de que la canción Don't Tread on Me pasó como un rayo, a la velocidad de la luz, ni notaron que ya sonaba Through the Never , donde sus extremidades temblaban, apenas respiraban de lo agitados que se encontraban, la tensión llegó a su cúspide...
Sin darse cuenta, eyacularon casi al mismo tiempo, frenando de golpe el movimiento y quedándose quietos como piedras, todavía resoplando en cansancio extremo.
La paz reinó en el instante en que escucharon el acorde de guitarra inicial de Nothing Else Matters. Pacífico. Se acurrucaron contra el cuerpo del otro, sonriéndose, exhaustos.
—No fue tan terrible —opinó Kirk.
— ¿Ahora me dejas a mí? —fingió un puchero lleno de ternura, con tal de chantajearlo.
— Sorry, estoy muy cansad...
Fue interrumpido a causa de un beso que le robaron, el que no rechazó. Cediendo ante la curiosidad, algo temeroso porque se trata de algo nuevo y eso le fascinaba a su vez, no se negó por nada a las nuevas experiencias. Su cuerpo le pedía descanso, mas, su mente le rogaba sobreexplotarse a si mismo para ir más allá en el asunto.
Sin embargo, la hermosa balada apaciguó los temores, las cosas negativas, los prejuicios...
Cuando ésta finalizó y la tonalidad pesada de Of Wolf and Man infestó la habitación, listo iba; preparado.
— Um, no tan rápido... —bramó al sentir a Lars dentro suyo, agarrándose de las sábanas. Al disminuir la intensidad, mordió su labio inferior por un segundo y gimoteó— Ahm... ahí, ahí...
Despacio pero constante, sin frenar. Los suspiros placenteros se hicieron presentes, para no parar.
Shape shift, nose to the wind
Shape shift, feeling I've beenMove swift, all senses cleanEarth's gift, back to the meaningBack to the meaning of life.
Salvaje, enérgico y lujurioso. ¿Dolor? Para nada.
Al inicio de The God that Failed, Hammett comprendió el porqué Lars se encontraba tan necesitado de ser embestido al ritmo de la música; resultó una mezcla perfecta en donde las frecuencias del sonido aumentaban la satisfacción; todo concordaba, desde el normal gozo del acto sexual tanto como el placer de oír una canción refinadamente compuesta en un alto nivel de complejidad a pesar de ser relajada sin dejar de ser potente como lo es el Heavy.
Ese detalle, por más mínimo que parecía, era lo que encendía tanto la llama entre ellos.
Llegó el punto en que el cansancio superó la ambición y tuvieron que moderarse, mentalmente pusieron de acuerdo que coincidiera con la intro de My Friend of Misery. Optaron por los cariñitos sobre sus cuerpos acompañados de besos pequeños, tiernos.
Posterior al solo, recuperaron fuerzas para regresar a la acción, lo que de verdad querían, lo bueno.
Al final, oyéndose la última canción del disco, The Struggle Within, deciden ir a una enorme velocidad.
Jadeos, gemidos que ruegan por más... resonando en el dormitorio.
Un par de segundos antes de que finalice de reproducirse el disco, lograron alcanzar su clímax. Cayendo rendidos, párpados pesados. Kirk al rato se quedó dormido boca abajo, Lars estuvo a punto de hacerlo hasta que el sonido de una bocina a las afueras de la propiedad lo despertó. Recordó que Jason pasaría por el moreno. Con la cabeza negó y se colocó la ropa interior. De mala leche, salió de casa sólo para gritarle al bajista que llegó demasiado tarde y que se fuera.
Caminando como si de un zombie se tratara, se echó sobre la cama, dificultoso, envolvió a Kirk con sus brazos o al menos lo intentó, el sueño lo mataba.
A la mañana siguiente...
— ¡¿E-entonces no fue un sueño?! —el guitarrista estaba rojo como un tomate al obtener la respuesta obvia— ¿Y qué le diremos a James sobre...?
— Que hagamos un disco de instrumentales para la próxima —el danés levantó el pulgar.
— Qué flojera, mejor usemos de soundtrack el Ride the Lightning —mencionó de forma irónica.
— ¡Me vas a dejar seco como una pasa si lo intentamos!
— ¿No es esa la gracia del juego: quedar hechos mierda? —más que tímido, ahora parecía aceptar el suceso.
— Ok... —tosió para aclarar su garganta— ¿Un juego de sólo tú y yo, sin que nadie más sepa... con nuestra música de fondo?
— No cualquiera. El Black Album.
— Entonces, el Black Album será.
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