
Capítulo 1: Todo cambió. *corregido*
Ya había pasado un año. Los chicos habían vuelto a sus hogares, cada uno escribiendo un libro distinto.
La que más cambios sufrió fue Rapunzel, ella descubrió que Gothel no era su madre y encontró a sus verdaderos padres, que eran reyes, y ella, la princesa perdida que todo el Reino del Sol había buscado durante 16 largos años. Aunque se había distanciado de todos, iba con los guardianes cuando la necesitaban. Hasta ahora nada malo había ocurrido, por lo tanto sólo iba a platicar con ellos y a informarse de las últimas novedades.
Hipo había llegado a su aldea con Chimuelo, fue capaz de demostrarle a todos que los dragones eran buenos animales, podían ser mascotas y hasta tu mejor compañía. Su padre se opuso, pero luego de que Chimuelo le salvara la vida a su hijo, decretó que entre dragones y vikingos la paz reinaría. A partir de eso, la relación con su padre cambió y ahora se llevaban mucho mejor que antes. Al fin Hipo sentía que le daba orgullo a su padre. Con los guardianes había perdido casi todo contacto, hasta ahora sólo lo habían visto dos o tres veces.
Jack vivía con Norte, con toda la tranquilidad se habían dedicado a mejorar su relación, ahora parecían padre e hijo. Hacían los regalos de navidad juntos y cuando Norte no podía, Jack se quedaba a cargo y entregaba los regalos haciéndose pasar por su "padre", había confianza y mucho más vínculo. Jack trabaja como guardián siempre, llevando la diversión y esperanza a todos lados.
Gothel, en el cuerpo de Mérida, tuvo que adaptarse a la vida de esta princesa. Casi muda, casi ausente. Evitó cualquier contacto con los guardianes, ignoró cartas de sus amigos y desechó cualquier posibilidad de amistarse con ellos.
POV JACK
Es increíble cómo las cosas cambiaron, al fin todo vuelve a la normalidad. Al fin paz y tranquilidad. Me siento a gusto con Norte, siento que es como mi padre. Aunque a veces extraño a mis amigos. A Rapunzel y a Hipo los veo de vez en cuando y hablamos, pero ya pasaron meses desde nuestra última juntada. A Mérida no la veo desde la batalla con Pitch. Dice que está ocupada con cosas de princesas, pero es algo raro escucharla hablar así. Conociéndola, vendría hasta cuando no la llamamos para liberarse de todos esos asuntos.
Hoy es el cumpleaños de Hipo y le planeamos una fiesta sorpresa en Berk. Vamos a buscar a Rapunzel con Norte y después partir para la isla. Estoy ansioso de verlos a todos. Ansioso de ver a Rapunzel
RAPUNZEL.
Hoy es el cumpleaños de Hipo y voy a ir con mi familia a festejarlo en Berk. Pareciera que fue ayer cuando nos conocimos, ya diecisiete. Vaya, de verdad que los extraño mucho a todos. Por suerte he tenido la oportunidad de viajar con Jack y Norte, sino tendríamos días de viaje.
Sólo espero que la pasemos genial, como antes.
HIPO
He ido a dar un par de vueltas con Chimuelo, hoy es mi cumpleaños y parece que nadie se ha acordado de él. Mi padre no estaba en casa cuando desperté, Bocón ni siquiera mencionó el tema. Qué triste, eh.
Estaba tan concentrado en mis pensamientos que no presté atención a lo que Chimuelo intentaba decirme, quería que bajáramos, había pastizales hermosos donde podíamos recostarnos.
Una vez en tierra, nos recostamos. Hubo sólo un minuto de paz, pues nos había interrumpido un caballo negro preocupadísimo. Me acerqué a ver qué sucedía y pude reconocerlo. Parecía Angus. Lo llamé un par de veces y respondía, se acercó con confianza pues ya me conocía.
—Hola, Angus —él relinchó. Parecía preocupado, no dejaba de pisotear con sus patas y de relinchar— Hey, tranquilo -intenté calmarlo y resultó un poco- ¿Qué pasa, chico? —Angus relinchó queriendo explicarme algo— ¿Es sobre Mérida?
El caballo asintió con la cabeza mirándome y me preocupé. Miré a Chimuelo y luego nuevamente a Angus.
—Llévame con ella.
En Berk
Rapunzel y Jack ya habían llegado con su familia, los recibió Estoico, el padre de Hipo.
—¡Hola, bienvenidos! —dijo Estoico abrazando a Norte y luego hizo una reverencia a la familia de Rapunzel y ellos la contestaron de forma cortés—. Vengan, pasen, en algún momento llegará Hipo, se fue a pasear con Chimuelo.
Todos comenzaron a caminar detrás de Estoico, Rapunzel y Jack iban atrás hablando.
—Así que...¿Esta es tu familia? —le preguntó Jack.
—Sí —contestó— ¿Y tú? ¿Qué es de tu vida? —ambos rieron.
—Nada, todo sigue como siempre, pero ahora a veces ayudo a Norte a entregar los regalos, también armo juguetes y por suerte ya no tuvimos problemas con... bueno...- dijo Jack y luego se puso serio por aquello último.
—Sí —dijo Rapunzel leyendo los pensamientos de Jack—, yo tampoco me creo de que no haya nada que enfrentar.
—¡Ya hemos llegado! —gritó Estoico feliz.
POV HIPO
Iba arriba de Chimuelo siguiendo a Angus. Estaba preocupado por Mérida ¿Qué le habrá pasado? Llegamos a un castillo, Mérida debe estar ahí. Dejé a chimuelo escondido en los establos y toqué la enorme puerta del castillo, me abrió la reina Elinor.
—¡Oh, Hipo! Pasa, pasa —ella amable, me sorprendió que se acordara de mí. Me dio lugar para pasar y entré— Vienes por Mérida ¿no?
Me sonrojé un poco ante su sonrisa pícara. Y nervioso asentí con la cabeza.
—Arriba, pasillo de la derecha y tercera puerta de la izquierda.
Seguí las instrucciones de Elinor y llegué a mi destino. Toqué la puerta de Mérida, pero ella no contestó.
—¿Mérida? ¿Estas ahí? —le pregunté a lo que ella respondió soñolienta:
—Ohh... cinco minutos más, mamá.
Entré a la habitación y la vi tirada en la cama en una extraña posición. Sus cabellos más que alborotados y desparramados por toda su cara.
—Hoy es el cumpleaños de Hipo ¿Por qué no vienes? —dije parodiando la voz de Elinor, mientras intentaba aguantar la risa.
—Lo sé, pero... —dijo Mérida, pero luego se sentó en la cama— Un minuto...¿Hipo? —se levantó feliz, corrió y me abrazó, yo le correspondí el abrazo— ¿Qué haces aquí? —me soltó.
Parecía muy nerviosa pero supongo que es normal ¿Verdad? Hace mucho que no la veo, pero sigue igual de hermosa que antes.
—Vine a buscarte. Hoy es mi cumpleaños y quería darme un autoregalo viniéndote a ver...-dije mirándola a los ojos, que estaban mucho mas verdes, raros, diferentes. Ella se veía diferente.
—Sí, ya lo sabía. Iba a ir a Berk pero tú llegaste primero —rió—. Deja que me asee y cuando termine vamos ¿Sí? —me dijo ella algo nerviosa.
—Claro. —dije algo extrañado y ella me sacó de la habitación.
¿Mérida había cambiado tanto? Wow... no creí que eso pasara de una forma tan radical. Bueno, claro que iba a pasar, tal vez estoy exagerando, pero para mí es algo raro ese comportamiento tan "adecuado para una princesa".
Fui hacia abajo y la reina Elinor me sentó en la mesa, me sirvió comida. Teníamos que esperar a Mérida y entre tanto hablé un poco con Elinor sobre la pelirroja. Me dijo que todo cambió, que estaba encerrada mucho tiempo en su habitación, casi ni salía para comer o pasear con Angus, y que a veces, la escuchaban discutir consigo misma.
EN BERK
Todos estaban en la casa de Estoico, los amigos de Hipo estaban ahí esperando a que llegara. La gente hablaba animadamente. Jack y Rapunzel se sentaron en una mesa hablando, riendo y recordando los viejos tiempos.
—Oye ¿No crees que todo pasó demasiado rápido? —le preguntó Rapunzel.
—Punzie, la vida pasa demasiado rápido —dijo Jack sonriendo—. Me olvidé de mencionarte algo, vas a dejar de crecer cuando seas una guardiana completa y serás inmortal —Rapunzel abrió los ojos asustada— pero tranquila, falta para eso.
—Lo sé —Rapunzel suspiró algo triste.
—¿Qué sucede? —Jack notó al instante ese cambio de humor repentino. Temía que lo que le dijo le hubiera provocado aquello.
—Nada, es sólo que —hizo una pausa suspirando— todo cambió... Ya nada es lo mismo, hablar contigo antes no es lo mismo que hablar contigo ahora —dijo Rapunzel bajando la mirada.- Nosotros, Mérida, Hipo, tú y yo... ya no hablamos como antes, y eso me preocupa. ¿Y si nos rompemos?
—Todo cambia, Rapunzel. Así es la vida —dijo Jack—. Todos cambian. O bueno, al menos los humanos lo hacen porque yo tengo esta ropa desde hace 500 años.
Ambos rieron, tal vez había algunas cosas que aún no habían cambiado.
—Y sobre nosotros no te preocupes, The big four jamás se romperá, está destinado —él le sonrió.
Rapunzel le devolvió la sonrisa sonrojándose un poco.
—¡Ahí viene Hipo, escóndanse! —gritó Astrid.
Apagaron las luces y se escondieron. La puerta se abrió dejando ver a un castaño que solo dijo "¿Hola...?" confundido por la oscuridad y todos salieron de sus escondites gritando un muy fuerte "¡Sorpresa!"
—¡Feliz cumpleaños, hijo!—exclamó Estoico.
—Pero.. pero cómo...-decía Hipo anonado.
—¿Creíste que nos habíamos olvidado de tu cumpleaños? —preguntó un peliblanco. Hipo se alegró mucho al escuchar ese tono burlón— Mira, Punzie, ya ni nos recuerda —dijo fingiendo estar ofendido. Hipo ignoró eso y fue a abrazarlos.
—¡Chicos! —exclamó Hipo emocionado.
Corrió tan rápido como pudo a abrazarlos.
—Feliz cumpleaños, pecas —dijo Jack sacudiendo el cabello de Hipo.
—¡Mérida! —gritó Rapunzel de felicidad y fue corriendo a abrazar a la pelirroja, ésta le correspondió el abrazo— Te extrañé mucho.
—Yo también. —respondió lo más tranquila que le salió. Y no le salió bien.
—Bueno ¿Qué estamos esperando? ¡A festejar! —gritó Estoico.
Ese día los chicos celebraron con muchas ganas, felices de estar reunidos otra vez. A excepción de la rara actitud de "Merida", todo lo demás fue normal: rieron, jugaron, se divirtieron, y festejaron como nunca el cumpleaños de Hipo.
Todo iba bien, hasta el anochecer. Jack, Rapunzel y Mérida habían sido invitados a pasar la noche, obviamente aceptaron con gusto. Rapunzel y Merida compartieron cuarto y Jack e Hipo igual. Ya todos estaban durmiendo, salvo una persona.
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