Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8

- Otra tienda más no, por favor -se quejó Chanyeol mientras Baekhyun lo arrastraba a otra tienda de ropa.

Era el tan esperado viernes, y Baekhyun había aparecido en su casa a las cuatro y media de la tarde para llevarlo de compras. Al principio, Chanyeol estaba de buen humor, siguiéndolo a varias tiendas en las que se probó diversas camisas negras pero siempre desechándolas en el último minuto. Había llevado al menor a tomar un café cuando vio que sus fuerzas flaqueaban y consiguió que su humor mejorara de nuevo, pero finalmente había vuelto a decaer tras varias tiendas.

- Es la última -prometió el lobo, consiguiendo un suspiro de resignación por parte del alto que él contestó con una brillante sonrisa.

La verdad era que no le importaba la camisa. Sólo quería pasar más tiempo con Chanyeol, quería acapararlo y sólo se le había ocurrido llevarlo de tienda en tienda toda la tarde. Ya era de noche, la gente comenzaba a volver a sus casas, pero aún faltaba algo más de media hora para que las tiendas cerraran.

- Te invitaré a cenar, Pollito -le prometió, cogiendo la primera camisa negra lisa que vio.

- Más te vale -lo semiamenazó el alto, ganándose una ceja alzada por parte del mayor y una sonrisa de bastardo.

- Vamos al probador.

Chanyeol lo siguió como un perrito lastimero a sujetar su chaqueta mientras él entraba a probarse, pero una idea cruzó la mente de Baekhyun mientras se acercaban, viendo el vestuario desierto. No había dependiente alguno que controlara las prendas que introducía en el cubículo, así como no había gente probándose ropa. Miró a Chanyeol con la malicia y la lujuria brillando en sus ojos.

- ¿Qué? -le preguntó el alto, ajeno a lo que pasaba por su mente.

Sin mediar palabra, lo arrastró hasta el último cubículo, sentándolo en el banquito y cerrando la puerta. Se abalanzó sobre él, sentándose en su regazo con sus muslos tentadores rodeando las caderas del más alto mientras lo besaba, devorando sus labios como si llevara años sin hacerlo.

Chanyeol no pareció contrariado, más bien lo agarró por la cintura e inclinó su cabeza para darle paso a su boca, la cual Baekhyun exploró con sumo gusto, dejando que el deseo los dominara. Baekhyun sentía a su lobo tomar el control, aquel pollito sacaba su lado más animal y el animal estaba harto de esperar. Quería comérselo.

- Baekhyun -susurró contra sus labios en una súplica Chanyeol, mordiéndose el labio inferior de una forma que debería estar prohibida, según Baekhyun. Si sus ojos no estaban azules ya por el beso, aquel gesto los habría hecho cambiar, pues su lobo aullaba en su interior-. No me tortures.

- Me torturas tú a mí, Chanyeol -dijo con voz gutural, bajando a marcar el cuello del menor allí por donde su pulso pasaba-. No sé si podré controlarme...

- No lo hagas -suplicó, y Baekhyun sintió cómo su cordura se iba volando.

Llevó las manos a la bragueta de Chanyeol, abriéndola y sacando su miembro que, sorprendentemente estaba ya casi erecto. Colocó su mejor sonrisa de bastardo mientras llevaba las manos del chico a su camisa, indicándole que se la quitara, mientras él lo masturbaba. Chanyeol captó lo que quería, deslizando torpemente sus dedos sobre la tela y desabotonándola. Se atrevió a besar sus clavículas, succionando en la unión con el cuello del mayor para dejar allí una marca, haciendo que Baekhyun apretara su mano contra su miembro y consiguiendo que ambos gimieran a la vez.

- Shh, Pollito, silencio... -le dijo, besándolo de nuevo-. No querrás que nos pillen...

Chanyeol tan sólo pudo asentir.

Baekhyun se levantó entonces, quitándose la camisa abierta e indicando a Chanyeol que se levantara a su vez. El chico lo imitó, deshaciéndose también de su camisa mientras Baekhyun se quitaba la ropa que le quedaba, bajándose los pantalones y los calzoncillos cuando la camiseta estuvo en el suelo.

El lobo lo empujó en el asiento de nuevo, sentándose encima y haciendo que Chanyeol cogiera ambos miembros y los masturbara. Se llevó una mano a la boca, realmente quería tener sexo con él pero no quería que la primera vez que Chanyeol iba a ser la parte pasiva de la relación fuera en un probador, sin más lubricante que saliva y con la opción de que los atraparan. Su lobo quería proteger a Chanyeol en cierto modo, y él iba a hacerle caso, así que se ofreció mudamente. Pero aún pensaba comérselo.

Los ojos de Chanyeol siguieron el recorrido de los dedos empapados en saliva hasta el trasero de Baekhyun sin dejar de masturbarlos, tragando con dificultad por lo que suponía estaba por venir. A pesar de no ser él quien lo estaba preparando, Chanyeol lo besó y lo acarició para distraerlo del dolor que suponía estaba sintiendo mientras introducía hasta tres dedos en su interior. Cuando Baekhyun creyó que estaba preparado lo besó con fiereza, se levantó, y se colocó de espaldas a él.

- ¿Qué...? -empezó Chanyeol, pero no pudo seguir.

No cuando Baekhyun le sonrió, mirándolo con los ojos azules cargados de deseo a través del espejo. Cogió el miembro del alto, guiándolo hasta su entrada y dejando que la dura erección se deslizara entre sus nalgas. El mayor lo devoró con la mirada, disfrutando de la expresión de placer del menor cuando se autopenetró lentamente hasta quedar sentado sobre su regazo, su miembro empalado en su interior.

No esperó, el deseo lo quemaba por dentro y comenzó a subir y a bajar por su miembro, primero despacio y después aumentando el ritmo. Guiado por su instinto, Chanyeol llevó sus manos a las caderas ajenas, apretando la blanca piel mientras acompañaba el movimiento de subida y bajada con sus propias caderas, haciendo que su erección golpeara aún más profundo en Baekhyun.

El sonido de piel contra piel era obsceno, estaba seguro de que alguien los escucharía, pero eso no importaba cuando al fin tenía a Chanyeol para sí y lo estaba disfrutando tanto. Llevó una mano a su propia erección, mastrubándose mientras seguía marcando el ritmo de las embestidas, su mirada azul fija en la castaña del chico alto.

- Baekhyun -gimió, su voz rota por el placer y el deseo-, gírate.

Una sonrisa de bastardo decoró su rostro al levantarse de golpe, un chasquido indicando que el miembro de Chanyeol ya no estaba en su interior y se giró, volviendo a penetrarse él mismo en la erección ajena mientras besaba con ganas a Chanyeol. Apoyando las rodillas en el banco, se movió con rapidez, mirando a los ojos a aquel chico que lo había hecho perder la cabeza mientras lo masturbaba.

Era tan intenso, tan íntimo que Baekhyun sentía que su pecho podría explotar. Sus respiraciones agitadas se mezclaban, el ritmo se volvía cada vez más errático, más rápido, más exigente, y Baekhyun lo miró a los ojos, deseando verlo, deseando que lo viera, deseando que fuera sólo suyo y de nadie más.

Mío.

- Chanyeol -su voz gutural era casi una súplica-, déjame marcarte.

El chico asintió, golpeando su próstata justo en el momento en el que Baekhyun llegó al orgasmo, marcando con sus dientes en el hombro ajeno a Chanyeol como su propiedad, ahogando el gemido de placer y apretando sus paredes alrededor de la erección del alto. Hilos blancos mancharon sus torsos mientras Chanyeol no dejó de embestirlo durante su orgasmo.

El menor apenas tardó algunas embestidas más en correrse en su interior, Baekhyun ahogando un gemido ante la sensación de la cálida esencia de Chanyeol manchando su interior. Se miraron a los ojos, cansados y satisfechos, pero sobre todo felices. Baekhyun entrelazó sus dedos con los del más alto antes de inclinarse, robando de sus labios un beso corto y dulce, pero que lo significaba todo.

- Señores clientes, la tienda cerrará en cinco minutos. Les pedimos que pasen por caja y paguen sus compras.

- Vamos -le dijo Baekhyun, levantándose y siseando cuando, de nuevo, el miembro de Chanyeol abandonó su cuerpo.

Se limpiaron como pudieron y se fueron sin comprar nada. A Baekhyun no le importaba no comprar la camisa; ya había conseguido algo mucho más valioso en aquella tienda.

- Baekhyun -llamó su atención el menor cuando se hubieron alejado un poco.

El mencionado se acercó a él en la solitaria calle, sonriéndole y metiendo las manos en sus bolsillos.

- Dime, Pollito -su sonrisa se ensanchó ante el 'Cuándo dejarás de llamarme así' de Chanyeol, pero el alto no parecía realmente enfadado.

- En el probador... -un leve rubor tiñó sus mejillas, pero no paró de hablar-, me marcaste.

- Sí -le contestó con calma.

- Pero las marcas... -empezó Chanyeol, pero esta vez fue el dedo de Baekhyun sobre sus labios el que no lo dejó seguir hablando.

- Las marcas son algo que hacen las parejas de lobos -el mayor sabía que Chanyeol lo sabía, pero aún así, quiso explicarlo, quiso que lo entendiera a él-. Nunca antes había tenido sexo mirando a los ojos de la otra persona. Nunca antes mi lobo había llorado, aullado y peleado tanto por alguien.

Hizo una pausa, dejando que las palabras fueran asimiladas poco a poco.

- Nunca antes alguien había conseguido aguantarme, entenderme, ni marcarme tanto -lo miró a los ojos, sus ojos castaños fijos en los también oscuros ajenos-. No podía entender por qué me obsesionabas tanto, pero hoy lo he entendido.

Pudo ver en los ojos de Chanyeol un destello de comprensión y esperanza, un brillo especial como el que él mismo tenía en sus ojos cuando lo miraba.

- Eres mi pareja, Chanyeol.

Apenas había terminado de decirlo cuando sus labios fueron sellados por los del menor, quien lo abrazaba fuertemente. Riendo en el beso, Baekhyun rodeó su cuello con los brazos y se dejó llevar por el menor.

- Quería que fuera así -le confesó el alto cuando se separaron, una gran sonrisa en su cara que era incapaz de borrar-. No quería ilusionarme, pero quería ser especial para ti, como mi padre lo fue para mi madre.

- Eres especial, Chanyeol -le sonrió el lobo, acariciando su rostro-. Siempre lo fuiste aunque yo fuera tan estúpido como para no darme cuenta.

Chanyeol rodó los ojos ante el insulto y volvió a besarlo, consiguiendo que Baekhyun riera de nuevo.

Baekhyun sabía que, al igual que Yoomin, tendría que enfrentarse contra personas que no aprobarían su unión, contra personas que se creían con derecho a decirle a quién debía amar y cómo, pero no le importó.

Chanyeol era todo cuanto necesitaba, y así estaba bien.

FIN

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro