19. Zombie
- ¡Yoongi hyung! - grita Minho por los pasillos desolados.
- ¿Eres tonto o qué? - chilla Lalisa. - Se supone que estamos de camino a la enfermería y tú vas por ahí gritando...
- Yah, yah... Bien. - suspira. - Yoongi hyung... - susurra.
Lalisa rueda los ojos mientras doblaban la esquina que los llevaba al armario del conserje. Apoyado en su puerta estaba Yoongi, petrificado y con los ojos muy abiertos.
- ¿Estará vivo? - pregunta Minho.
- No lo sé, el que hizo un curso de RCP eres tú... Ve y averígualo tú mismo. - contesta Lalisa.
Ambos se ponen frente al mayor sin saber bien qué hacer, ya que no decía nada.
Lalisa alza su mano y presiona su dedo índice en una de las mejillas de Min.
- No reacciona... - ya empezaba a preocuparse. - Puedo soportar tener a dos perdedores de amigos pero un amigo perdedor y zombie es otro nivel.
- Va a reaccionar, vas a ver. - Lee sonríe. - No sabes lo molesto que puedo llegar a ser. - hace señas a Lalisa para que se mueva y le deje lugar. Ahora sólo Minho estaba frente a Yoongi, bastante pegado a él. - Hyung, hyung, hyung, hyung, hyung... - repitió muchas veces esperando respuestas.
- A este paso vas a lograr que la que reaccione sea yo. - suspira Lisa.
Pero la sonrisa triunfante de los menores apareció cuando Yoongi levantó una mano y tapó la boca de su amigo.
- No hacías eso desde los nueve. - dice Yoongi. - No lo hagas más, es demasiado molesto. ¡Incluso creo que estoy empezando a odiar los honoríficos.
Manoban se acerca a ellos con los brazos cruzados y una ceja enarcada.
- ¿Se puede saber porqué estabas así? ¿Estás ensayando para el rol de poste de luz en la siguiente obra de teatro? - cuestiona ella.
Yoongi se sonroja y sonríe enseñando sus dientes. Sus amigos ya podían imaginar que aquello tenía que ver con cierto muchachito de cabello rosado y vos angelical.
- ¡Jimin me besó! - anuncia, tocando su mejilla.
- ¿¡Te besó!? ¡¿Cuándo?! ¿¡Dónde!? ¡¿Cómo?! - preguntan al unísono.
Yoongi se sienta en el suelo y sus amigos lo acompañan. Empieza a contar todo con la sonrisa permaneciendo en su cara y sus manos entrelazadas entre sí.
- Estabamos hablando aquí adentro - señala el armario del conserje. Lalisa y Minho se miraron con una gran sonrisa. - y en un momento quedamos demasiado pegados. Me preguntó porqué lo estaba ignorando y...
- Y le dijiste la verdad... - dice el menor
- Dijo Yoongi nunca... - ríe Lalisa.
- ¡Yah! ¡Más respeto! - exije. - Pero sí, le mentí y le dije que tenía mucho por hacer y... - toca su mejilla otra vez y se queda en silencio.
- ¡Otra vez no, hyung!
- La próxima en hacerte reaccionar voy a ser yo y no te va a gustar. - amenaza Manoban señalandolo.
Min parece despertar con esa advertencia y continúa.
- Y me besó en la mejilla... - sonríe. - ¡Es taaaaan lindo! ¡Me dijo que era "el beso de la buena suerte de Jiminnie"! - tapa su cara con sus manos.
Sus mejores amigos suspiran con pesadez. Realmente habían creído que había sido un beso en los labios el que su amigo y Jimin habían compartido.
- Es un avance, ¿no? - dice Lalisa a Minho.
- Ya lo creo... - dice Minho. - Aunque va siendo hora de que pase al siguiente nivel.
- ¿Cuál nivel? - pregunta Yoongi.
Definitivamente sus amigos tenían mucha paciencia.
- ¡Invitarlo a salir!
- ¡TaeTae! - Jimin corre y se esconde entre los brazos de su mejor amigo al salir de las clases que tenía pendientes antes del almuerzo.
- Wow, ¿todo bien? - pregunta, preocupado.
A su lado, en la misma mesa, estaban sentadas Siyeon, Chaeyoung y Wendy. La vocalista de la banda de Busán se había unido recientemente al grupo pero no tardó en estar al tanto de todo - literalmente todo - lo que pasaba en el grupo.
Así como ella les habló de Lalisa, con quien hace poco había tenido una hermosa cita en un ¡carísimo! restaurante.
- ¿Qué pasó, Jimin oppa? - pregunta la dulce Chae.
- ¡MHHMM! - intenta explicar, pero sus palabras fueron amortiguadas por su fuerte abrazo a Taehyung.
- En castellano, vecinito. - pide Siyeon.
Jimin afloja deshace el abrazo y mirando seriamente a sus amigos empezó a explicar.
- ¡Lo besé! - todos saltan en sus asientos, sorprendidos. - ¡E-En la mejilla, pero lo besé!
Ni siquiera debía decir el nombre de Yoongi, ya su amigo y amigas sabían muy bien todo.
- ¡Qué tiernos son! - chilla Chaeyoung. - Yoongi oppa y usted se verían muy lindos juntos... - sonríe.
- ¡Chaeyoung~! - se avergüenza.
Comentarios como esos lo hacían sonreír en demasía, aunque realmente vea aquello como algo lejano e improbable.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro