16. No, i'm not
La profesora Choi leía en voz alta y sin parar algún capítulo de El Principito, creyendo ciegamente que todos sus alumnos estaban escuchándola.
Pero no, en realidad uno de los presentes tenía su mente en otro planeta, pensando y re-pensando en cosas que le estaban calando hondo. Porque si, Yoongi no estaba prestando un poco de atención a su dedicada profesora por estar pensando en lo que sus amigos le dijeron el día anterior.
¿Debía invitar a Jimin a salir?
No es como si Jimin lo vaya a aceptar de todas formas, a menos que sea por consideración a su amistad... Porque claro, ellos son solamente amigos. Aunque a Jimin - según Min - no le guste Yoongi y a este sí el de cabellos rosados.
Minho y Lalisa no sabían nada, ambos vivían en sus burbujas de amor y romance dónde todo era correspondido pero eso para el guitarrista no era real.
¿Cómo podría gustarle a Jimin cuando él salió con un chico como Jungkook? Un chico alto, apuesto, sociable: el protagonista perfecto de cualquier historia de amor.
En cambio Yoongi se consideraba un personaje secundario, el punto más débil en un triángulo amoroso, aquél con el que el protagonista no se queda.
Ni en un millón de años sería suficiente para Jimin.
Él no es Jungkook.
De repente algo golpea su cabeza con delicadeza, sin producirle dolor alguno.
- Min Yoongi... - la profesora Choi golpea su lapicera despacio sobre la cabeza de Min, con el objetivo de llamar su atención. Todos se detuvieron a mirarlo, incluido Jimin y Jungkook. - ¿Me puede decir algo de El Principito? Ya que estaba prestando tanta atención...
Oh, lo habían atrapado.
- Ehm... - titubea. - ¿El Principito es el hijo de un Rey? - todos se ríen.
La Profesora Choi suspira y vuelve a su escritorio. Luego de haberse sentado busca entre sus papeles una hoja y anota algo en ella.
Pronto vuelve a mirar a Yoongi.
- Quiero un ensayo de El Principito para la próxima semana, Min... - Yoongi se tapa la cara con sus manos. - De quince hojas como mínimo.
Lisa y Minho abren los ojos como platos y enseguida le susurran a su amigo.
- Fighting, Yoongi...
Un par de horas después, Jimin ingresaba con demasiada antelación al salón de ensayos. Lamentablemente ese día le tocaba ensayar con la banda de Busán por lo que sí, debía ver a Jungkook.
Lo que no esperó es encontrarlo sólo en el aula y tan temprano.
- ¡Buenos días...! - lo ve y da media vuelta para irse y evitar un momento incómodo. Pero era tarde ya. - Oh...
- Jimin-ssi... Hola, ¿cómo estás?
- Bien. - contesta sin más.
- Yo también... - Jimin voltea otra vez para salir pero Jungkook se lo impide acercándose demasiado a él. La puerta tras él queda medio abierta, siendo esa escena lo único que se veía desde afuera. - ¡Hey! ¿Cómo vas con los ensayos? Te tocó con Wendy y Siyeon, ¿no? - tenía una gran sonrisa en su cara.
Jimin asiente.
- Los ensayos empezaron bien, Jungkook. ¿Algo más o me puedo ir?
Alguien veía aquella escena desde afuera con la cabeza gacha. Sólo podía ver la espalda de Jimin y la feliz expresión del rostro de Jeon.
- Yah, Jimin-ssi... No seas así. Sólo quiero saber de tí.
- Confórmate con saber que respiro y aprovecha que me veo obligado a cantar contigo otra vez, porque cuando esto termine no quiero volverte a ver.
Jungkook sonríe aún más, bajo la atenta mirada de Yoongi - a quien ya notó a lo lejos. - y toma el mentón de Jimin con una mano.
- Ya lo veremos, amor.
Min se retira mientras Siyeon llega al aula, observando desde otra perspectiva todo lo que estaba sucediendo.
- No me digas así, idiota. - saca la mano ajena de su mentón. - Y no te ilusiones.
- ¿Qué ocurre aquí, vecinito? - pregunta Siyeon al entrar al salón. - ¿Necesitas ayuda con este idiota?
Jungkook se aleja y empieza a conectar su micrófono.
- Tu amiguita es muy graciosa, Jimin-ssi...
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