➥19
BECKY
Mientras cruzaba la entrada a la casa del lago no podía dejar de pensar en qué tan buena idea había sido aceptar los planes de mi madre. Del 1 al 10, quizás un menos 5. Freen estaba plácidamente dormida en el asiento del copiloto con un montón de envoltorios de golosinas a su alrededor. Había tenido que parar en al menos cuatro gasolineras solo para que ella pudiera asaltar sus tiendas. Bueno, no solo nos detuvimos por la comida, sino también porque ella había sentido ganas de orinar cada cinco minutos desde que habíamos salido de su apartamento.
Creí que Freen estaría tan nerviosa como yo por aquellas improvisadas vacaciones junto a mi familia, pero para mi sorpresa, desde que se lo había dicho, se mostró bastante tranquila al respecto, lo cual me inquietó aún más.
¿Por qué no estaba experimentando el mismo pánico que yo? Necesitaba desesperadamente que alguien se uniera a mi incontrolable nerviosismo.
Cuando aparqué frente a la casa dejé escapar el aire que llevaba conteniendo en mis pulmones desde que había comenzado a conducir hasta allí. El auto de mis padres y el de mi hermano ya estaban aparcados uno junto a otro, lo que me indicó que éramos las últimas en llegar. Estupendo.
—Freenky.
Mecí su cuerpo suavemente para despertarla. Al principio balbuceó un montón de cosas sin sentido antes de comenzar a abrir los ojos con pereza.
—¿Ya llegamos? .— Preguntó frotándose los ojos.
—Sí.— Asentí volviendo mi vista a la casa— Aquí estamos.— Dije resoplando— ¿Estás segura de querer hacer esto? Puedo dar la vuelta antes de que noten que hemos llegado.— Le ofrecí.
Ella solo rio y negó con la cabeza.
—Parece que la que no está segura de hacer esto eres tú.— Dijo viéndome fijamente— Sonabas bastante convencida hace unos días.
—Sí, bueno...— Me encogí de hombros— Ese fue mi lado impulsivo y poco temerario. Ahora ese lado desapareció y ha sido reemplazado por mi lado razonable y cobarde.— Confesé aun sosteniendo el volante con fuerza.
—Vamos a estar bien. Tus padres son buenas y agradables personas, y puedo lidiar con tu hermano.— Me aseguró.
—Freen, si Richie llega a decir algo inapropiado o te hace sentir incómoda de cualquier manera solo tienes que decírmelo ¿Está bien? .— Dije completamente seria.
—Becky, puedo manejarlo.— Repitió tranquilizándome.
Llené mis mejillas de aire y asentí antes de respirar profundamente. De acuerdo. De acuerdo. Hagamos esto. En cuanto se abrió la puerta de la casa e invité a Freen a pasar, mi madre nos abordó con la energía de un huracán y no dejó de hablar cosas respecto a los preparativos de la boda. Estaba frenética con todo el asunto y hasta había mantenido un par de conversaciones telefónicas con Drea para hablar del tema.
La madre de Freen se lo había dicho un par de días atrás. Una de mis tareas durante aquel viaje era detenerla. No podía permitir que siguiera planeando una boda que estaba muy lejos de ocurrir.
Después de todo, era una mentira.
—Mamá, creo que ha sido suficiente. Estás agobiando a Freen y a decir verdad a mí también.— La detuve cuando estaba a punto de ponerse a hablar sin parar acerca de los centros de mesa.
—Pero son temas importantes que tratar cuando se acerca una boda, Becky.— Se cruzó de brazos y me vio con reproche.
—Ni siquiera tenemos fecha. Podría ser dentro de unos meses o incluso dentro de uno o dos años.
—¡¿Años?! .— Preguntó totalmente escandalizada.
Freen hizo una mueca y ambas compartimos una rápida mirada frente a su reacción.
—Creemos que es importante que por el momento nos concentremos en el bebé.— La pelinegra junto a mí explicó.
—Es una buena idea.— Dijo Taylor— Créeme, no quieres usar un vestido de novia cuando estás a punto de tener un bebé. No es para nada cómodo.— Hizo una mueca de desagrado.
—Tú estabas preciosa.— Mi hermano le halagó.
—Gracias cariño, pero aun así no se lo recomiendo.
—Tonterías.— Dijo mamá como si no pudiera tolerar todo lo que estaba escuchando— Lo correcto es que estén casadas antes del nacimiento de mi nieto.
—Mamá, estamos en el siglo XXI.— Richie rodó los ojos.
—Sorprendentemente.— Hice una mueca— Estoy de acuerdo con él.
—Pero...
—Cariño.— Mi padre intervino— ¿Por qué no dejamos esta conversación para otro momento?
—Me parece que es lo mejor.— Estuve de acuerdo— Me gustaría mostrarle a Freenky la casa y nuestra habitación.
Mi madre nos miró a todos como si nos hubiéramos vuelto locos, pero terminó asintiendo muy a su pesar. Suspire aliviada.
—Bien, pero no crean que van a salirse con la suya tan fácilmente.— Nos señaló de manera acusadora.
Sin perder el tiempo, tomé nuestro equipaje y guié a Freen hasta la habitación que ocuparíamos durante nuestra estadía en la casa. En cuanto llegamos al cuarto, cerré la puerta y me recargué contra esta cerrando los ojos con fuerza. Cuando los volví a abrir, lo primero que vi fue a Freen observándome divertida mientras trataba de contener la risa.
—¿Qué es tan divertido?
—Tú.— Respondió de inmediato— Mira hasta dónde nos ha llevado tu mentira. Es evidente que ya puedes soportarlo.
—No me hagas sentir peor.— Bufé caminando hacia la cama y dejándome caer de espaldas sobre el colchón.
—Tal vez deberíamos decir la verdad.— Sugirió.
Me incorporé de golpe sosteniendo mi peso con mis codos que se hundieron sobre la blanda superficie y la miré incrédula. No acaba de decir eso, ¿o sí?.
¿Estaba pensando en delatarnos?
Me sostuvo la mirada con el semblante completamente serio durante segundos que se me hicieron eternos. Mi corazón comenzó a latir con fuerza dentro de mi pecho amenazando con escapar en cualquier minuto y sentí que me costaba trabajo respirar. Estaba a punto de hablar completamente alterada cuando una sonrisa traviesa tiró de la comisura de sus labios justo antes de que se echara a reír a carcajadas. Fruncí el ceño frente a su repentino cambio de actitud y me tomó un par de segundos más darme cuenta de que estaba tomándome el pelo.
—Debiste ver tu cara.— Dijo mientras seguía riendo tratando de recuperar el aliento.
—Eso no fue gracioso.— Me quejé.
—Sí lo fue.— Me contradijo.
—Estoy segura de que a mamá le daría un infarto si se entera.— Murmuré tirándome hacia atrás otra vez— ¿En qué me metí?
—En algún momento tendrán que saberlo, Becky.— Freen dijo esta vez con total seriedad.
Guardé silencio durante un momento mientras lidiaba con mis pensamientos al respecto. Muchas cosas se me pasaron por la cabeza mientras mi corazón parecía querer decirme otras.
—¿Por qué? — Pregunté con los ojos clavados en el techo de la habitación.
—¿Cómo qué por qué? — Respondió— Becky, no podemos seguir adelante con una boda que no ocurrirá.
—¿Por qué no? — Insistí incorporándome para verla.
Mi pregunta pareció dejarla sin voz. Abrió y cerró la boca un par de veces, pero ninguna palabra salió de ella mientras me seguía viendo pasmada. Cuando estaba por hablar, la puerta de la habitación se abrió de golpe y ambas nos giramos a tiempo para ver de quién se trataba.
Quise que aquella cama en la que me encontraba sentada me tragara en cuanto vi a la persona que estaba de pie bajo el umbral.
━━━━━┅━━━┅━━━
—¡¿Por qué no me dijeron que ellos también vendrían?! .— Le pregunté a papá con histeria tratando de mantener la voz baja.
—Tu madre estaba segura de que si te lo decía dirías que no.— Respondió con tranquilidad.
—¡Por supuesto que hubiera dicho que no! .— Exclamé escandalizada.
—Tienes que calmarte.
—Esto es una puta pesadilla.— Murmuré frotando mi rostro con ambas manos como si eso me fuera a ayudar a despertar.
—No es tan malo.— Dijo papá a mis espaldas— Lo tuyo con Paige terminó hace muchísimo tiempo, ya no hay nada entre ustedes y Freen no parece ser del tipo celoso.
—Gracias por tratar de ver el lado positivo de la situación papá.— Ironicé.
—Solo estoy tratando de ayudarte.
—Lo sé.— Suspiré e intenté relajarme— Quizás deba inventar alguna excusa para poder marcharnos.
—Oh no.— Mi padre negó repetidas veces con la cabeza— Tu madre no lo permitirá. Está muy entusiasmada con este viaje.
—¿Qué se supone que haga? Esto es un desastre.— Me quejé— Y uno muy incómodo, por cierto.
En cuanto había visto a Paige comencé a entrar en colapso. Mi mirada viajó unas mil veces entre ella y Freen y quise desaparecer. Al parecer, mi madre se había tomado lo de 'revivir viejos recuerdos' muy literal, y terminó invitando a Paige y sus padres a la casa del lago tal y como solíamos hacer en el pasado. Por supuesto, mi madre decidió no decirme nada al respecto y esperar a que yo estuviera bien con la idea. Y ahora tenía que estarlo. Tenía que disimular que todo eso no era la gran cosa porque no quería que por ningún motivo Freen pudiera pensar que yo aún sentía cosas por Paige porque no era así en absoluto.
Eso fue exactamente lo que hice. Actué como si todo estuviera de maravilla durante el resto del día.
Durante la noche, mis pensamientos y un montón de escenarios hipotéticos en los que la grandiosa idea de mi madre terminaba mal para mí, se encargaron de atormentarme haciendo difícil la tarea de dormir. Me levanté tratando de no despertar a Freen quien dormía plácidamente a mi lado y me dirigí a la cocina para buscar un vaso de agua. En cuanto entré en la habitación me encontré con Richie. Lo miré fugazmente y sin decir nada caminé para conseguir un vaso y servir el agua que tanto necesitaba.
—Todo esto debe estar siendo increíblemente incómodo para ti, ¿No es así? — Preguntó después de unos minutos de silencio.
—Por favor, no empieces.— Dije mientras me servía un poco más de agua fría.
Levantó ambas manos en el aire con inocencia al tiempo en que sonreía divertido. Entrecerró los ojos observándote fijamente.
—Fuiste tú.— Lo acusé casi por instinto— Tú se lo sugeriste a mamá ¿No es así?
—No sé de qué hablas.— Se hizo el desentendido.
—Eres un imbécil.— Dije molesta.
—Escucha, este es tú problema no el mío.
—Deja de ser un puto mentiroso y admite que has sido tú el que ha sugerido lo de invitarlos.
Se encogió de hombros.
—Paige siempre ha sido una buena amiga. Creí que sería bueno compartir como solíamos hacerlo antes. Es todo.
Apretando los puños a mis costados di un paso hacia él, pero la voz de mi padre me detuvo.
—Becky, ya.— Dijo papá entrando en la cocina— ¿Jamás dejarás de comportarte como un niño?
Esta vez se dirigió a mi mellizo quien tensó la mandíbula molesto al escuchar sus palabras y apartó la mirada de la suya.
—Hace mucho estoy esperando el día en que dejen de fastidiarse el uno al otro y vuelvan a comportarse como hermanos otra vez.— Dijo papá con la voz dura mientras alternaba la mirada entre ambos.
Ninguno de los dos se atrevió a mirarlo y no dijimos absolutamente nada. Me sentí como si tuviéramos quince años otra vez.
—Ahora vuelvan a dormir.
Fue lo último que dijo antes de dejarnos solos en la cocina. Richie y yo compartimos una rápida y dura mirada antes de obedecer. Estaba tan enojada con él que ni siquiera fui capaz de dirigirle la palabra al día siguiente cuando papá y Jim creyeron que era una buena idea ir al muelle para pescar.
—¿Está todo bien?
Asentí frente a la pregunta de Freen y me forcé a sonreír. Por supuesto que no la convencí a pesar de mi pobre esfuerzo. Se acercó un poco más a mí y yo la abracé tanto como su enorme vientre me lo permitió. Apoyó su cabeza en mi hombro y me sentí completamente en paz al tenerla cerca. No habías podido pasar mucho tiempo juntas debido a que mi madre se encargaba de alejarla de mi lado cada cinco minutos.
—Estoy bien, solo...— Hice una pausa— Me gustaría que solo fuéramos tú y yo, es todo.
—Fue tú idea venir ¿Recuerdas? .— Me reí por lo bajo y asentí.
—Lo sé, quizás fue una pésima idea.— Comenté con una mueca.
Freen se separó de mí y de inmediato unos cuantos rayos de sol dieron en su rostro con suavidad haciéndola lucir hermosa.
—Me lo estoy pasando bien.— Se encogió de hombros sonriendo.
—Me alegra que al menos tú te diviertas.
—Tú también podrías hacerlo si solo te relajas un poco.— Dijo.
—Sí, puede ser.
Miré sobre su hombro hacia el lago brevemente antes de volver a mirarla directo a sus ojos iluminados tenuemente por el sol. La besé y ella me correspondió de inmediato. Aquel gesto se había convertido en algo tan natural entre nosotras. Pensé que jamás tendría algo como eso.
—¡Freen!
Nos separamos al escuchar la voz de mi madre. Suspiré con fastidio.
—Será mejor que vuelva adentro antes de que ella venga aquí.— Comentó la menor divertida.
—O podemos escondernos.— Sugerí haciéndola reír.
—Volveré pronto.— Dijo antes de besarme una vez más y volver al interior de la casa.
Me quedé sola en el porche trasero de la casa recargada contra la barandilla de madera mientras miraba el atardecer tratando de encontrar la manera de relajarme como Freen lo había sugerido.
—Tengo la impresión de que estás huyendo de nosotros.— Me giré para ver a Paige quien salía de la casa.
Se detuvo junto a mí y se mantuvo mirando al frente.
—¿Es tan obvio? — Pregunté y ella asintió.
—Bastante.— Respondió aún sin mirarme— No te culpo, también tuve mis dudas en cuanto mis padres me lo comentaron.— Dijo— Es un poco extraño.
—Sí.— Murmuré sin saber qué más decir al respecto— No es algo personal, sabes que te quiero mucho, pero...
—Lo entiendo.— Me interrumpió girándose a verme y sonriendo apenas— No voy a mentir, es difícil para mí verte con alguien más, pero estoy feliz por ti, por ustedes.— Aclaró refiriéndose a Freen.
—Gracias.
—Seguimos siendo amigas, ¿verdad? — Preguntó después de unos minutos de silencio.
Observé su perfil durante algunos segundos antes de responder.
—Sí, por supuesto que sí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro