#1
Las hojas de colores de los árboles barrían el suelo a medida que las gotas de lluvia comenzaban a caer con prisa. Jin suspiró alzando la mirada hacia los nubarrones negros que envolvían el precioso edificio de piedra, aquel hotel era sencillamente hermoso e incluso el mal tiempo aportaba al lugar una estética todavía más encantadora.
El sonido de las ramas recogía los silbidos del viento señalando la llegada de una tormenta y Jin no pudo evitar dejar escapar una sonrisa sincera mientras tiraba de su maleta hacia la entrada y apuraba el paso con su perrita correteando a su derecha. Todos los colores que rodeaban el jardín delantero parecían haberse grabado nítidamente en su mente como un valioso recuerdo de su viaje a Irlanda. Tan pronto como sus pies tocaron el marmolado hall pudo escuchar la lluvia rompiendo contra el suelo de forma incesante.
—Bienvenido - el muchacho de la recepción del hotel sostuvo una sonrisa sincera mientras buscaba la llave de la habitación que con antelación él había reservado - Le deseamos una agradable estancia en …
—Una bungalow individual por favor, bien situado con relación al lago.
El embrujo en el que se había sumido Seokjin se rompió por unos segundos cuando escuchó la voz apurada del hombre a su derecha. Este tenía el cabello rojizo, ondulado y mojado, sostenía un bonito animal entre sus brazos manteniendo gran parte del pequeño cuerpo de este dentro de su abrigo, probablemente lo había sujetado de esa forma mientras trataba de llegar hasta el hotel, en el intento de evitar que la lluvia lo alcanzase. El perro se revolvía cómodamente en los brazos de su amo como si se encontrase en uno de los lunares más preciosos y divinos del mundo, presumiendo su pelaje tricolor, la adorable coleta de su frente que dejaba libres sus ojos enormes a la par que brillantes. Un animal sin duda precioso a la par que que achuchable.
Seokjin sonrió antes de mirar a sus pies, su pequeña perrita de raza no identificada, parecía curiosa ante el individuo que se situaba ante ellos. Había elegido aquel hotel por su aceptación de animales en las instalaciones y porque creía que un sitio así aportaría más felicidad a sus vacaciones. No había nada mejor que un sitio dónde las mascotas tenían el mismo derecho que sus amos a descansar felizmente.
El Killyhevlin Lakeside Hotel & Lodges disponía de gran cantidad de zonas verdes alrededor del lago, otro de los motivos esenciales por los que Jin había escogido aquel sitio. Buscaba tranquilidad y eso era exactamente lo que su elección le ofrecería si todo iba bien. Además, el poder quedarse en bungalows dotados de todo lo necesario para vivir cómodamente durante la semana completa que pasaría allí, hacía que su boca se llenase de agua de la misma manera que lo haría si ante él se hallase una tarta de los chocolates más exquisitos.
—Perdona - el chico que sostenía el perro entre sus brazos alzó la mirada hacia él - ¿He interrumpido tu turno?
Jin sonrió. Quizás si el muchacho ante sus ojos no pareciese tan bonito como el perro que se escondía en el abrigo de este, solo quizás , se hubiese molestado. Sin embargo él había llegado e interrupido, algo que generalmente no podía soportar , incluso si quién se sabía culpable de tal cosa era la persona más bella, por eso le adjudicó a la falta de enfado la excusa de que aquel perrito de ojos grandes se podría llevar el mal humor de cualquiera con facilidad.
—Está bien, en otra ocasión deberías ser más paciente y esperar tu turno. De todas formas yo ya había acabado pero no él - Jin lanzó una rápida mirada al recepcionista - No es conmigo con quién debes disculparte.
El chico sonrió antes de mirar al muchacho de la recepción del hotel y susurrar una disculpa tímida.
—Jung Hoseok - el chico extendió la mano después de posar al perrillo sobre el suelo y colocarle bien el arnés con la correa - Este es Mickey.
Jin sonrió, él no era el tipo de ser humano que socializaba a la primera con las personas que aparecían en su camino. Si bien en alguna ocasión había hecho amigos inesperados a partir de charlas triviales… lo normal no era aquello. Su timidez le impedía actuar de aquella forma.
—Kim Seokjin - Jin sonrió tímidamente, una de esas sonrisas que después lo hacían sentirse avergonzado mientras se preguntaba si había dicho algo incorrecto - y esta amiga es Queen. Encantado.
Habría sido una mentira decir que Jin no había soñado alguna que otra vez con un amor de novela romántica, de esas tan azucaradas que lo llevarían rápidamente hasta la diabetes… pero no era tonto, todavía podía distinguir entre atracción y amor, por eso sabía que el muchacho ante sus ojos le parecía realmente guapo mas no el prototipo de hombre en el que en ese instante podría pensar para toda la vida. Si bien era capaz de crear alguna que otra fantasía en su cabeza, jamás sería tan tonto como para pensar que una noche de sexo llevaría a algo más que un buen orgasmo.
Maldita sea, el chico simplemente se había presentado y él ya estaba formando mil ideas extrañas mentalmente.
—Lo mismo digo - Hoseok apretó levemente su mano dejando que una caricia se desplazara por su piel y Jin sintió un escalofrío recorriendo la piel de su espalda.
"No de nuevo, Seokjin." - se reprendió a sí mismo en silencio - "Esta debilidad tuya por los chicos guapos tiene que acabarse, siempre te lleva hacia precipicios."
Hoseok observó el cielo gris desde el saloncito de su bungalow mientras acariciaba cariñosamente el pelaje de Mickey, estaba acostumbrado a la soledad desde su adolescencia pero los días tormentosos todavía lo hacían sentirse triste.
Un suspiro abandonó su boca mientras se revolvía entre las mantas sobre el sofá y cambiaba de canal, su idea de vacaciones en un hotel como aquél era la de poder pasear por las zonas verdes y tener un agradable tiempo en el lago. Quería observar las coloridas hojas del otoño mientras disfrutaba de un sabroso chocolate caliente con galletas de canela y vainilla, en su defecto tenía un enorme recipiente lleno hasta el borde de palomitas que ni siquiera disfrutaba debido a la terrorífica programación de Halloween que encontraba en cada canal televisivo o a su indecisión por buscar el argumento de una buena película en su ordenador portátil. Desde luego había sido un gran fallo no comprobar el parte meteorológico antes de decidir la fecha del viaje, pero aquella era su única semana de vacaciones en mucho tiempo y había pensado que cualquier tipo de clima sería bueno si a cambio encontraba un poco de paz y descanso.
Otro de los problemas residía en que después de cinco horas tirado sobre ese sofá comiendo todo lo que veía en el catálogo del hotel o había en las neveras, y viendo cada película que se le pasaba por la cabeza, se había quedado sin hambre y sin ganas de más cine. Por eso ahora solo tenía unos cuantos bostezos y a Mickey mientras esquivaba con el mando de la televisión cada resquicio de especial de Halloween que hallaba. Si de por sí aquellas películas lo asustaban, con un lugar tan fantasmagórico como aquél no podría enfrentarse ni a una simple película de temática blockbuster. Atrás quedaban las armoniosas vistas llenas de color de las fotografías, ese lugar era precioso en otoño siempre que no estuvieses en medio de la espesa niebla y los estruendosos truenos que iluminaban el cielo del anochecer a partir de luces azuladas.
Cuando el timbre del bungalow resonó entre la oscuridad del anochecer Hoseok se estremeció y se dijo a sí mismo que era probable que tan sólo se tratase del personal del hotel. Por eso se levantó con Mickey en brazos y caminó con falsa decisión hasta la puerta. Efectivamente se trataba de uno de los chicos que trabajaban en el hotel, este sostenía una linterna mientras le sonreía con nerviosismo y en su perfecto inglés le explicaba algo que él no acababa de entender.
—Está bien, iré a recepción para pedir toda la información al respecto - Hoseok rascó su nuca confundido. Había entendido la mitad de las palabras del muchacho, algo sobre una tormenta y aviso meteorológico por alertas rojas de lluvia. Los empleados parecían estar apurados por avisar a los residentes de los bungalows cercanos al lago porque el volumen de agua aumentaría con la llegada de lluvias torrenciales.
De nuevo, esas no eran las vacaciones que él había planeado tener. Aquello apestaba a un muy mal viaje, lo único bueno que había tenido a lo largo de su día había sido la belleza del muchacho con el que coincidió en la recepción y que se hospedaba en un bungalow cercano al suyo. Eso era absolutamente todo.
Todos los residentes de los bungalows se encontraban en el hall del hotel esperando las instrucciones del gerente del lugar, no podrían irse pues la alerta por fuertes lluvias había paralizado la mayoría de vuelos y trenes, tampoco podrían salir del hotel ya que sería peligroso para ellos… Así que su única opción era la de escuchar a aquel hombre y obedecer a las indicaciones expertas del mismo.
Sonrió levemente mientras acariciaba la barbilla de su perrita y alzó la mirada buscando un lugar en el que sentarse, era tímido con respecto a sentarse al lado de personas desconocidas. Siempre dejaba un asiento libre de por medio cuando tenía revisión con su doctor en Corea, literalmente odiaba la idea de poner su culo al lado de alguien que no había visto en todo el largo de su corta vida. Así que cuando vio aquel perrito tan característico con la coleta todavía apartando el pelo de sus ojos… No pudo evitar tomar asiento con una sonrisa forzada al lado de su dueño.
Aquel muchacho desprendía calor y al igual que él parecía un poco incómodo ante la situación.
—Hola de nuevo - Jin quiso pegarse a sí mismo ante lo absurda que había sonado aquella frase. O quizás había sido su voz, demasiada aguda, detonando el interés real que su libido no podía ocultar.
—Oh, hola - Hoseok sonrió levemente mostrando sus hoyuelos sin la timidez de la que Jin era esclavo. Parecía disgustado con la situación pero no molesto por la gran cantidad de gente a su alrededor - ¿Esto apesta verdad?
Era absurdo lo muy extraños que ambos se sentían en presencia el uno del otro, eran adultos y deberían haber sabido sobrellevar el mantener una corta e insignificante conversación.
—Sí, apesta… - Jin sonrió tratando de mostrarse amable. Era incómodo, como cuando un amigo te presenta a una persona nueva y en algún momento del día te tienes que quedar solo con esta. La única diferencia es que al menos Hoseok era una nueva persona con gran atractivo visual.
Si solo ese imán llamado atracción no continuase uniendolo de forma inesperada a aquel muchacho. Jin solía ser bastante selectivo con respecto al tipo de gente que dejaba entrar en su cama, le llevaba tiempo permitir que alguien traspasase sus barreras de seguridad pero con Hoseok había sentido eso que muchos llamarían interés. No lo conocía, no tenía la necesidad de saber acerca de sus gustos o pensamientos, sin embargo de alguna manera sí se imaginaba aquellos labios sobre los suyos o esas manos varoniles y acaneladas contra sus muslos, enterrandose en la piel de su entrepierna.
—¿Quieres cenar conmigo? -Seokjin sacudió su cabeza todavía perdido en sus propios pensamientos , no sabía qué era lo que le había dicho Hoseok - No soy un acosador ni nada de eso, eres la única persona que conozco levemente y si tenemos que esperar antes de poder regresar a nuestras habitaciones… agradecería la compañía, no soy el tipo de persona que acostumbra a viajar solo.
—Oh, claro, yo tampoco suelo viajar solo…
¿Qué estaba haciendo? Él adoraba viajar solo , con sus mascotas como única compañía… pero por supuesto esa idea de meter a Hoseok en su cama seguía provocando acciones absurdas en su persona.
—Genial, creía que me tomarías por un completo loco. En realidad no puedo mentir sobre esto, me he cruzado con un par de películas de terror esta tarde y estoy buscando a alguien con quien compartir un tiempo mientras olvido esas imágenes.
—Te entiendo - Jin sonrió más cómodamente - ¿Por qué la gente ve ese tipo de películas? Personalmente no le veo la diversión a pasar miedo.
En su cabeza todavía sonaba raro , forzado y absurdo todo lo que decía...pero…¿qué podía hacer si realmente aquel muchacho le gustaba? Aprovecharía sus vacaciones, sí, estaba dispuesto a abrirse un poco más y disfrutar mientras estaba fuera de su país.
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Sé que puede sonar todo muy precipitado pero en este 2seok quiero mostrar esa atracción que a veces surge de la nada por personas que conocemos muy poco. Una atracción que puede quedarse solo en eso o evolucionar a amor 😉
Espero que os haya gustado, os amo, Mel 😘
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