El General Jung no tenía buenas noticias para el Capitán Jinseo. Todo el planeta Solaris estaba alborotado por el sabotaje que habían hecho los rebeldes. La sospecha era que alguien del planeta los había ayudado. Se suponía que antes de dejar salir las naves habían estado dos meses revisando sus sistemas de seguridad y todo estaba en orden.

—Lo siento Capitán, pero por ahora no podemos enviarte una nave de rescate. Tomará algún tiempo. Le he pedido a Hoseok que te acoja en su casa durante este tiempo y que incluso te de una identidad terrana.

Todos los gastos serán cubiertos por nosotros.

—No es necesario que me den una identidad terrana. Voy a permanecer aquí. No es mi intención salir a explorar el planeta.

—En realidad, el Consejo decidió que dentro de todo este horrible suceso, obtuviéramos algo bueno. Y eso implica tener una visión objetiva de esa parte de la tierra. La que colonizamos hace tanto...

—Con todo respeto General, considero que es una pérdida de tiempo y yo...

—Jinseo...no hay nada que puedas hacer. Tendrás que dejar pasar unos días antes que puedas acercarte a la nave, cuando Hoseok realmente esté seguro que no hay peligro de que algún otro terrano te descubra. Y no puedes vivir solamente encerrado. Tampoco puedo pedirle a mi hijo y su compañero que cambien drásticamente su vida...por este incidente.

Tendrás que movilizarte por ti mismo si necesitas algo... Me temo que tendrás que vivir como un terrano por unos días.

Jinseo se quedó en silencio. La idea le parecía terrible. ¿Qué podía hacer en medio de los terranos? Hoseok era un solariano, pero casi no lo parecía. Menos todavía el médico que lo había revisado un momento atrás. Y sus parejas habían intervenido lo menos posible, por lo que no podía todavía concluir nada acerca de ellos. Y qué decir del otro chico...Jungkook que lo miraba de una forma tan intensa, que contrario a sus deseos, lo ponía nervioso. Por otra parte, sabía que el General decía la verdad y no había más alternativas. Por seguridad tendría que permanecer en casa de su hijo, conviviendo con esas personas. Miró a Wootteo que había estado escuchando la conversación. Al menos tendría a alguien que lo anclara a su planeta.

—Entiendo General. Por favor manténgame informado acerca de las investigaciones. Tal vez pueda ir hasta la nave de noche y obtener alguna información.

—Está bien, pero que Hoseok o su compañero te acompañen una vez que todo sea seguro. Mi hijo dice que el muchacho que estaba ahí, también los puede ayudar. Si Hoseok confía en ellos, yo también.

Jinseo esperaba no tener que pedir ayuda a Jungkook, pero asintió obedientemente. Tendría que aceptar las instrucciones que estaba recibiendo. Antes de cortar la comunicación, preguntó por el médico que lo había atendido.

—A sí..., Taseo era información confidencial. Pero supongo que ahora no tiene sentido que te lo oculte. Hace cinco años, pagó a un comerciante para que lo llevar ilegalmente a la tierra. No sabemos por qué, pero sentía una atracción hacia el planeta. Decidió quedarse y ocultarse de nosotros. Cuando lo ubicamos, se resistió a volver. Dijo que preferiría morir, que dejar al que se había convertido en su pareja. El Consejo
finalmente le concedió quedarse, sin revelar su naturaleza y prohibiéndole establecer contacto con Hoseok. Pensaron que al estar sin contacto con otro solariano cambiaría de opinión. A cambio, se comprometió a ayudar a Solaris, si sucedía algo grave. Ese fue este caso. Y al final, fue bueno que estuviera ahí, para atenderte.

Jinseo, seguía sin entender porque los solarianos querrían vivir en la tierra. Y menos aún comprendía el que estuvieran tan apegados a su compatible. Él ni siquiera había sentido la necesidad de buscar el suyo.

—Jinseo, sé que todo esto es inesperado, pero al menos estás con Hoseok. Lo conocías ante que se fuera de Solaris. Tal vez te parezca ahora un poco peculiar, al igual que Taseo, pero siguen siendo solarianos como tú.

—Lo entiendo General. Haré lo posible por ayudar desde acá. Si puede enviarme alguna información...intentaré establecer una pequeña área de trabajo aquí, si su hijo me lo permite.

El General Jung asintió y la conversación terminó. Jinseo se sentía un poco incómodo y totalmente fuera de lugar. Salió de la buhardilla de Hoseok y se dirigió a la sala, donde Taseo o Taehyung como se llamaba ahora, les explicaba cómo había venido a la tierra escondido en una nave de un comerciante. Cuando entró todos los ojos se fijaron en él.

—Supongo que mi padre te explicó...—Hoseok podía ver el rostro extremadamente serio del astronauta e intuyó que las noticias no le habían gustado—¿Por qué no vamos todos a descansar? Son las siete de la mañana. Creo que todos necesitamos dormir unas pocas horas. Luego podemos decidir lo de tu identidad y todo eso...

—Taehyung y yo tenemos una reserva de hotel en el centro de Daejeon. Nos quedaremos unos días, para que Tae pueda monitorear al Capitán. Estamos de vacaciones, así es que esperamos no despertar sospechas. Creo que ya podemos irnos y dejar que ustedes...se organicen—Yoongi le hizo un gesto a su pareja para que se levantara. Estaba demasiado cómodo contando sus aventuras, pero ya era tarde y todos debían estar muy cansados. Ambos se despidieron y Tae le dio las ultimas indicaciones a Jinseo sobre las medicinas que debía tomar.

Cuando la pareja se fue, sólo quedaron los cuatro. Jungkook seguía observando al hermoso astronauta. Todavía no podía creer todo lo que había pasado. Aún estaba asimilando todo lo que Hoseok y luego Tae le habían contado sobre Solaris. Su avanzada tecnología, su control sobre casi todas las enfermedades, el vivir más de cien años...todo era alucinante e increíble.

—Jungkook, ve a casa a descansar, Jimin y yo debemos organizar una cama improvisada para el Capitán—miró a Jinseo que no se había movido de su lugar, de pie justo detrás de ellos—lo siento, sólo tenemos una habitación, pero mañana podemos intentar ordenar la buhardilla y...

—Él puede ir a quedarse conmigo—la voz un poco quebrada de Jungkook interrumpió a Hoseok—, tengo el cuarto que ocupa papá cuando viene. Es grande y cómodo.

Hoseok sabía que esa no era una buena idea. No quería involucrar todavía más a su vecino, pero también sabía que eso sería imposible. Era una oportunidad única para él, de aprender de aquello que más amaba, el universo, el espacio y él no quería privarlo de aquello.

Confiaba que el interés de Jungkook fuera meramente científico y no de otro tipo.

—Creo que no estaría mal. Jungkook vive en la casa de al lado. Estarás más cómodo y todavía podemos vernos a diario, para planificar lo que haremos—Jinseo no estaba escuchando mucho a Hoseok. Se había quedado en aquella parte de "puede quedarse conmigo". Tampoco era una idea que le gustara. El terrano le hacía tener extrañas sensaciones y eso le estaba resultando extremadamente preocupante. Pero él debía ser practico. Necesitaba un lugar que le diera privacidad y donde pudiera establecer su pequeño centro de operaciones.

—Estás de acuerdo Capitán? —Hoseok y los otros habían notado que Jinseo se había ido muy lejos con sus pensamientos, tal vez a Solaris, su verdadero hogar—Jungkook tiene nuestra confianza. Además, es un estudiante de astronomía, estoy seguro que podrían hacer una buena amistad.

—Estoy de acuerdo con establecerme ahí. Supongo que serán sólo un par de semanas y luego podré volver a Solaris.

Jungkook se mordió sus labios. Había ofrecido alojamiento casi sin pensar y creyendo que Hoseok no lo permitiría. Ahora, tendría a un astronauta extraterrestre en su casa. ¡Tenía tantas preguntas!

—Entonces, Hyung descansen. Llevaré a Jinseo y a Wootteo a casa.

El capitán fue hasta el dormitorio de Hoseok y Jimin y sacó el bolso donde tenía sus efectos personales, además de su consola de trabajo. Su traje seguía tirado en la cama, por lo que optó por llevarlo fuera. Al verlo, Jimin sugirió guardarlo en la buhardilla, aun cuando Jinseo insistió en llevarse el casco.

—He estado pensando en tu identidad. Taehyung sugirió usar el apellido Kim que es el más común en Corea y creo que Seokjin sería un nombre apropiado, se parece un poco al tuyo ¿no crees? —Hoseok había estado pensando en esto la última hora. Debían empezar a llamar de esta forma a Jinseo, para que todos se acostumbraran. Y él tendría que después hackear los sistemas para crear la identidad del solariano.

—Está bien. Si crees que es apropiado. No me importa realmente. Ya dije que será solo por un tiempo. Ni siquiera creo que sea necesario...pero tu padre insistió.

—Hoseok, Jungkook se va a desmayar del sueño—intervino Jimin—Mas tarde podremos pensar en una historia para Jin...Seokjin y lo demás ¿no crees?

Hoseok asintió y dejó que la pareja se fuera, no sin antes advertir a Jungkook que no contara a nadie de lo que pasaba. Este sólo puso los ojos en blanco.

La casa de Jungkook era un poco más grande que la de Hoseok. Al menos fue la primera impresión de Jinseo. Todavía encontraba poco funcional la forma como organizaban sus casas los terranos y los muebles que utilizaban...sin embargo, había armonía en la decoración. Todo lucía muy ordenado y limpio.

—La clave de entrada es 970901. Esta es la sala...te mostraré tu habitación y el baño—Jinseo tuvo que entender esta última palabra...

—Es el cuarto de higiene—Jungkook se volteó cuando escuchó la voz de Wootteo que se movía con soltura por la sala.

—Sí...eso...no sé cómo funcionan ustedes..., pero Hobi usa el baño y él y Jimin tienen sex...supongo que...bueno vi que tienes...—Jungkook
apuntó hacia el pene de Jinseo y se sonrojó. Estaba balbuceando tonterías y no tendría por qué estar apuntando hacia "eso" y probablemente el astronauta se sentía incómodo.

—Lo entiendo. Fisiológicamente funcionamos de la misma manera. Sólo explícame cómo puedo asearme. En Solaris todo es con mando de voz y Wootteo se encarga de todo en casa....

Jungkook agradeció que a Jinseo parecía no importarle que él estuviera mirando de manera descarada su pene y sólo asintió, guiándolo hacia el cuarto de huéspedes.

—Aquí te quedarás. Mi padre lo ocupa cuando viene a visitarme. Tienes un closet y un escritorio si quieres trabajar en algo. Aunque supongo que
tendremos que comprarte ropa adecuada. no puedes estar con ese
uniforme todo el tiempo.

Jinseo se miró y estuvo de acuerdo con el terrano. Si él tendría que ir a "explorar" al menos la ciudad e ir de vez en cuando a ver la nave, no podía salir con su traje.

—Está bien, más tarde podemos solucionar esos detalles. Gracias Jungkook por dejar que me quede aquí. Espero alterar lo menos posible tu rutina.

—No es así...Jinseo...... Jungkook no estaba seguro si podía llamar sólo
por su nombre al Capitán, pero esperaba que este no se ofendiera—para mí es un honor tenerte en casa. nunca imaginé que conocería a
alguien...ya sabes...no de la tierra...todavía no lo creo...yo...

—Será mejor que comiences a llamarme por el nombre que Hoseok dijo. ¿Seokjin?, debo acostumbrarme...es mejor...

—¿Tú...Jin...Seokjin...puedo llamarte Hyung?

Seokjin no entendió. Recordaba que algunas culturas orientales del planeta azul usaban algunas palabras especiales para dirigirse a las personas mayores..., pero...

—Hyung es el honorifico o palabra de respeto que los hombres más jóvenes llaman a los mayores...es el equivalente a un hermano o algo parecido—Wootteo una vez más aclaraba para Seokjin las palabras que este no lograba comprender del todo...

—Entiendo. No. Solo Seokjin. No soy coreano. Ni siquiera terrano. No necesitas usar eso conmigo. Mi coreano es precario, no quiero equivocarme.

¿Precario? Jungkook consideraba que Jin...Seokjin hablaba mejor que él el coreano estándar. Su satori aun lo traicionaba en múltiples oportunidades...Observó al solariano que seguía mirando la habitación.

Jungkook suponía que estaba tratando de entender cómo funcionaba la luz y el aire acondicionado. Pero antes de que pudiera comenzar a explicarle, Wootteo se adelantó y se lo dijo en un lenguaje que no entendió. Supuso que eso hablaban los solarianos y seguramente sería más fácil de entender para el Capitán.

—Wootteo sólo me explicaba cómo funciona la iluminación y la ambientación climática de tu casa. Él también podría explicarme cómo funciona el ¿baño?

Jungkook asintió. Miraba a Seokjin y a su I.A. y se pellizcó. Tal vez en un rato despertaría en medio del terreno de Hoseok y se daría cuenta que todo esto era un sueño. Iría a ver a sus vecinos y se reirían del sueño
estúpido. Sin embargo, a pesar de los pellizcos, el hermoso solariano y su pequeño amigo seguían ahí.

—Te dejaré descansar...mmm, supongo que tienes algo para dormir
¿ropa? Yo...te traeré algo que puedas usar más tarde para ir de compras...espero que la cama no te resulte extraña...mmm, eso es todo creo...estoy en la puerta de al frente...si necesitas algo...sólo dímelo, sé que no empezamos bien esto...tú apretando mi cuello...pero..., lo siento, creo que estoy hablando mucho y debes estar cansado...viajaste tanto...aunque no se si sentirás todos esos millones de kilómetros... tal vez mas tarde me puedas explicar...lo siento estoy hablando mucho otra vez...buenas noches-mañanas, Ji...,Seokjin.

Seokjin esbozó una pequeña sonrisa. Ni siquiera supo cómo fue que escapó ese gesto. Raramente sonreía...raramente algo lo emocionaba...solo sus viajes...pero este terrano...tenía unos ojos brillantes que le recordaban una galaxia de nombre Spheres a la cual había viajado hacía unos años. Su torpeza e inocencia... eran...no supo definirlo. Tal vez era una emoción...y él sabía tan poco de eso. Recordó la forma que le había gritado cuando lo aprisionó con sus brazos y ahora...parecía un niño ávido de aprender todo...

—Buenas noches-mañanas, Jungkook. Y otra vez siento haber apretado tu cuello.

Jungkook se sonrojó, pero no fue capaz de decir nada más. Simplemente salió de la habitación y fue a la suya.

Seokjin buscó su ropa para dormir y abrió la cama. Antes de acostarse dejó su consola sobre el escritorio y se fijó que había una imagen sobre él. Era JungKook con un hombre mayor. Asumió que era su padre.

Ambos sonreían abrazados. No había una madre. Jinseo sabía que en la tierra los hombres se emparejaban sólo con mujeres y que tener pareja del mismo genero era extraño. Era otra de las costumbres que consideraba absurda. En Solaris eso no importaba. Sólo la compatibilidad. ¿No tendría madre Jungkook? Tal vez mañana podría preguntarle. Sentía curiosidad por él y si el general Jung deseaba que él "explorara" era mejor que empezara por alguien en quien podía confiar. Además. Jungkook parecía dispuesto a hablar.

Se metió en la cama. Las sabanas eran blancas y suaves. Se acomodó lo más posible. Le indicó a Wootteo que lo despertar en cinco horas y cerró sus ojos. El cansancio finalmente lo alcanzó y se durmió.

Jungkook por su parte seguía con su corazón latiendo aceleradamente. Tenía un extraterrestre como mejor amigo y ahí al frente de su puerta había otro durmiendo. Seokjin parecía frio e indiferente, pero a su vez irradiaba una cálidez que le hacía olvidar que no era de la tierra. Tenía curiosidad, mucha curiosidad por conocerlo...esperaba dormir unas horas y empezar una gran aventura...la mayor de su vida.