Capítulo 30 El viaje
Seokjin estaba agradecido que el General Jung enviara a tan buen piloto con su nave. Wootteo también iba monitoreando todo el viaje, por lo que tranquilamente podía concentrarse en el terrano que todavía miraba asombrado el espacio exterior. Se acercó a él y lo rodeó con sus brazos, apoyando su cabeza en el hombro de Jungkook. Éste sintió el estremecimiento del cuerpo pegado al suyo y rápidamente se secó las lágrimas que todavía permanecían en su rostro. Simplemente era hermoso. Para muchos el silencio del espacio podía ser solitario e incluso aterrador, pero para Jungkook era un espectáculo maravilloso. Mucho más de lo que había soñado toda su vida.
Viajaban a una velocidad inimaginable para un habitante de la Tierra, pero, Seokjin aun lo llevaba a través del espacio abierto. Fácilmente podría saltar a un agujero de gusano y llegar rápidamente a Spheres, su primera parada, pero él quería que Jungkook disfrutara de la vista. Además, quería enseñarle tantas cosas...
-Te prometo que cuando tengas un poco de entrenamiento, te llevaré ahí afuera-Ese era el siguiente sueño de Seokjin, flotar en el espacio al lado del hombre que amaba.
-Ni siquiera puedo imaginar lo que sentiré. Sólo observar esto, estar aquí, es mucho, mucho más de lo que jamás soñé. Sólo de niño, tenía ideas como estás: de estar en una nave espacial. Y ahora, tú me lo regalaste. Es todo tan hermoso-Jungkook se aferró al cuerpo de Jin, que seguía abrazándolo por su cintura. Incluso para él, que había viajado por tantos años a través del espacio, este momento era completamente diferente.
-Capitán, debemos saltar al hiperespacio ahora-la voz seria del segundo piloto, los sacó a ambos del momento especial que estaban viviendo.
-Por supuesto, yo tomaré el control ahora-. Seokjin tomó la mano de Jungkook y lo condujo al puesto de copiloto-. Vamos a entrar en un agujero de gusano. Puede que sientas un fuerte dolor de cabeza, pero es normal. Quiero que te mantengas sentado y estés tranquilo.
Jungkook abrió sus ojos y se quedó estático en su asiento. Viajar a través del tiempo-espacio, era algo que sólo había visto en las películas que hacían tanto reír a Seokjin. Pero ahora, era real y él era el protagonista.
Sintió como la nave vibraba a través del agujero y extrañas luces caleidoscópicas se podían ver a través de los ventanales de la gran nave espacial. Por un momento dirigió su mirada hacia el piloto de esa magnifica nave, el Capitán Seokjin que mantenía su vista concentrada en sus instrumentos. Tenía el ceño semi fruncido, con sus labios gruesos un poco abiertos. Y entonces Jungkook tuvo su primera erección espacial. Probablemente para cualquier científico, viajar a través del espacio-tiempo era excitante y asombroso, pero Jungkook estaba más asombrado y excitado con la belleza sexy de su prometido. Era caliente como el infierno la mirada severa que tenía ahora, con su pelo peinado hacia atrás y ese uniforme que destacaba sus hombros anchos. JungKook se mordió el labio y deseó pararse y subirse al regazo y follar con él.
Seokjin que estaba ajeno a los pensamiento del terrano, lo miró por unos instantes y por supuesto que mal interpretó la mirada de Jungkook. Creyendo que estaba emocionado por el viaje.
-Esas luces se forman por lo que ustedes llaman materia oscura. Pero no debes preocuparte, esto no es peligroso. En un instante estaremos en el sistema de Spheres.
Jungkook sólo asintió. No quería decirle a Seokjin que no estaba asustado, sino más bien excitado.
De pronto la nave quedó a oscuras y Jungkook sintió como su estómago se contraía. En un parpadeo las luces volvieron a encenderse y frente a sus ojos estaba la vista más hermosa que jamás había visto. La nave le permitía tener una visualización de trescientos sesenta grados del sistema planetario llamado Spheres. Todavía estaban lejos, pero podía visualizar a simple vista algunos de los nueve planetas y sus lunas de neón, junto con la nebulosa Coloratura. Era un espectáculo increíble.
-¿No es hermoso? -Seokjin miró a Jungkook que continuaba observando en silencio. Estaba absolutamente maravillado con la belleza del sistema planetario.
-Es preciso. Supongo que esto es lo que algún día quería ver tanto como un ser humano cualquiera y como astrónomo. Es todo perfecto. Como si cada cuerpo celeste hubiese sido puesto a mano. Es hermoso.
Seokjin llamó a su joven piloto y le pidió dirigir la nave hacia Floris, el planeta donde lo esperaría Chris. Eso le dio la posibilidad de acercarse a Jungkook, y rodear sus hombros. Jungkook por su parte rodeó la cintura de Jin.
-Esto es increíble, es tan hermoso. Apenas puedo contener las lágrimas. No tienes idea lo que esto significa para mí. Nunca podré darte suficientemente las gracias por este regalo. Por darme tanto. Por arriesgar todo por mí-. A pesar de intentar retenerlas dos lágrimas rodaron por el rostro de Jungkook.
-Lo hice por ambos Jungkook. ¿Sabes que es lo más increíble de todo esto?, que toda esta belleza, toda esta luminosidad la vi en tus ojos. No recuerdo exactamente en qué momento fue. Sé que en ese momento apenas lo podía comprender. Pero vi en tu mirada, en tu sonrisa, todo este pequeño universo. Ese brillo en tus ojos...era igual a esta galaxia. Y quizá supe ahí en ese instantes lleno de confusión, el sentimiento que comenzaba a crecer y derramarse a caudales. Por eso al venir aquí luego de volver a Solaris y contemplar esa belleza, mi único pensamiento fue tu ausencia y el que jamás podría seguir mi vida si tú no estabas en ella. Ningún cielo, ningún universo, podría compensar el no tenerte.
Seokjin le dio un pequeño beso y cerró sus ojos. Estaba realmente agradecido de tener ahora lo mejor de ambos planetas. En Solaris no existían las religiones, pero estaba bastante seguro de que alguna fuerza muy poderosa en el universo lo había llevado al lugar que estaba hoy. En su nave espacial, volando por el universo al lado del hombre que amaba. Al lado del hombre que había aprendido a amar.
Jungkook por su parte, se aferró con más fuerza al cuerpo de Seokjin. Desde que había regresado, el solariano le decía cada vez cosas más bellas, tantas que sentía deseos de llorar. Tal vez Jin tenía un lado poético que nunca había explotado y que ahora, con sus emociones libres podría desarrollar. Era hermoso darse cuenta de cuán importante era en la vida de Seokjin. De cómo él un simple habitante de un planeta pequeño se había convertido en el centro de la vida de un ser mucho más desarrollado y evolucionado. Y eso pensaba Kook, era la simpleza del amor. No importaba quien eras o lo que eras, cuando dos personas se encontraban y resultaban ser la una para la otra, nada más importaba.
Volvieron a sus lugares para el aterrizaje. En unos minutos, Jungkook estaría pisando por primera vez un planeta que no era la Tierra. La emoción lo embargaba mientras entraban en la atmosfera de Floris. Mientras la nave espacial comenzaba a bajar la velocidad para aterrizar, se sorprendió de notar el parecido a cualquier selva en la tierra. Vegetación abundante, nada de edificios, parecía un planeta virgen.
La nave se posó suavemente, realizando un aterrizaje perfecto y de inmediato, Seokjin abrió las compuertas. Jungkook suspiró y se levantó, mientras Seokjin se acercaba a él y le ofrecía su mano.
-Tal vez te vas a sentir un poco sofocado. Es como llegar a un lugar con un clima un poco tropical, pero el aire es respirable para los terranos, así es que no tengas miedo.
La verdad era que Jungkook no tenía miedo, pero si una alta expectativa de lo que esto significaba. Iba a tocar suelo en otro plantea, en otra galaxia. Al asomarse por la rampa de salida, vio a un hombre que podría describir como brillante. Jungkook concluyó que eran lo más cercano a lo que los terrícolas podrían llamar ángeles. Estaban vestidos de blanco y a pesar de parecer un humano completamente normal, había un aurea que lo rodeaba.
-¡Bienvenidos a Spheres! Este es nuestro planeta Floris. Es un honor tenerte aquí Jungkook. Soy Chris.
En la medida que se acercaban al hombre, quien le había hablado en un perfecto coreano, Jungkook pudo notar que el brillo se atenuaba. Parecía un anglosajón. Rubio de ojos azules y una sonrisa acogedora.
-¡Saludos Chris! -Seokjin abrazó a su amigo, mientras Jungkook quedaba atrás muy tímido y absolutamente maravillado por todo lo que estaba pasando-. Este es Jeon Jungkook de la Tierra. Es nativo de corea del sur como sabes.
El hombre, Chris extendió sus brazos a Jungkook quien tímidamente se dejó abrazar. Inmediatamente sintió una paz y un sentimiento increíblemente parecido al cariño fraternal. Pero era algo más, mucho más intenso, de lo que nunca hubiera sentido.
Inmediatamente Chris los llevó a través de la pequeña pista de aterrizaje hacia un transporte más pequeño, que los llevaría hacia la ciudad. Jungkook ya estaba maravillado con el paisaje, y todavía más con el vehículo que en pocos segundos los llevó por el aire hacia lo que Chris había llamado "ciudad". En realidad, eran un conjunto de pequeñas cabañas en medio de la naturaleza. También Jungkook podía sentir el mar a lo lejos. Al llegar allí, quedó paralizado. Había todo tipo de seres. Humanos, humanoides, otros no humanos, pero todos se detenían a saludarlos.
-Floris es nuestro núcleo de comercio, por eso hay una gran variedad de razas, pero ver un terrícola es absolutamente novedoso. ¡Eres el primero! -Chris le explicaba a Jungkook cada uno de los lugares por donde pasaban, hasta que llegaron a una cabaña un poco más grande. Era el hogar transitorio de Chris y donde ellos se alojarían por una noche, antes de seguir todos juntos su viaje a Solaris.
-Espero que estén cómodos. Como conozco bien la Tierra y me encanta estar ahí, intenté recrear de la mejor manera un cuarto que se pareciera a uno de allá-Chris le sonrió-lo siento Capitán, pero las costumbres de Solaris son muy aburridas...
-No me ofendo en lo absoluto. Me encanta vivir en la Tierra. Y tienes razón, todo tiene más color y vida. Gracias por todas tus atenciones-. Seokjin no había apartado a Jungkook de su lado en ningún momento, pues notaba que su prometido estaba un poco en estado de shock frente a todo lo que estaba viendo y viviendo.
-Los voy a dejar para que descansen. Luego podemos ir al simulador. Dijiste que querías que Jungkook viera Spheres en todo su esplendor. Estamos felices que estés aquí-Chris le dedicó a Jungkook una gran sonrisa.
-No sabes lo emocionado que estoy. no tengo palabras para describir todo lo que siento ahora. Es...un sueño...
-Es la fuerza del amor Jungkook. El amor que Seokjin descubrió al conocerte y que hizo posible todo esto. Ahora disfruten.
Cuando Chris se fue, Jungkook se lanzó a los brazos de Seokjin y comenzó a llorar. Eran demasiadas emociones en su corazón.
El solariano simplemente lo mantuvo en sus brazos, besando su cabeza y acariciando su espalda. Él también sentía múltiples emociones al estar en ese lugar con Jungkook. Hacía sólo unos meses, había estado en ese mismo lugar, pensando en olvidarlo y en dejar atrás todo lo vivido en la Tierra. Ahora, podía disfrutar todo esto con él y más aun ver su rostro de asombro, de felicidad lo llenaba todavía más. Era impagable y él quería asegurarse de darle mucho más momentos así a Kook. Quería que descubriera y llegara a amar lo mismo que él amaba. El universo, el espacio, la inmensidad del espacio, las diferentes formas de vida. Luces y sombras de una vasta creación, que lamentablemente todavía estaba tan limitada para los habitante de la Tierra.
-Debes creer que soy tonto por llorar-al fin Jungkook levantó su cabeza y todavía sus ojos estaban llenos de lágrimas.
-Jamás pensaría eso de ti. Entiendo que estas sobrepasado por todo lo que esto representa. El viaje, este mundo. Conocer a Chris y todas esas formas de vida allá afuera. Spheres está reservado sólo para algunos. Te prometo que ninguno de los que aquí están te harían daño...
-No tengo miedo. Es extraño como puedo percibir la bondad en todos ellos. Incluso percibo más bondad que en la Tierra. Dijiste que este era un mundo mucho más evolucionado y se siente así. Es hermoso, pero más hermoso porque tú lo hiciste posible, porque estás aquí conmigo. Gracias Seokjin, creo que nunca terminaré de agradecerte todo esto.
-No Jungkook. Ya te lo he dicho, tú me diste mucho más que este hermoso mundo. Me diste tu amor y mejor aún me ayudaste a sentir y ese regalo es aún más grande que cualquier viaje por donde te pueda llevar. Te amo.
Jungkook abrió sus labios para recibir el beso de Seokjin. Se sentía tan bien. La forma como ambos se complementaban. Como sus bocas encajaban perfectas. Como al tocarse sus lenguas, miles de luces parecían brillar, todavía más que incluso el hermoso sol de Spheres.
Unas horas más tarde y luego de recibir su primera ducha extraterrestre, Jungkook y Seokjin se reunieron con Chris, quien los condujo hacia aquel hermoso lugar donde JungKook podría experimentar la sensación de estar en medio del universo. Seokjin mantuvo su mano tomada y entonces sucedió...Jungkook por un momento cerró sus ojos y al abrirlos lo vio...una luminosidad exuberante. Millones de luces, colores formas estaban ante sus ojos. Realmente se sentía en medio de la galaxia. Seokjin iba mostrándole cada luz, a qué lugar correspondía. ¡Era la mejor clase de astronomía que había tenido en toda su vida! En un momento sus miradas se encontraron y fue cómo si toda esa galaxia que los rodeaba hubiera estallado en todavía más colores y formas. ¡Spheres era tan brillante! Chris le había hablado tanto acerca de la fuerza del amor y de lo que significaba. Ahora podían entenderlo. Esta pequeña porción del universo que los rodeaba se acomodaba y se movía por la fuerza de ese amor que ambos se daban. Y ahí en medio de la proyección de lo que era Spheres, Seokjin besó a Jungkook y le profesó su amor eterno, su amor incondicional, el que era capaz de remecer el universo completo.
-Jamás podré entender del todo la fuerza de las emociones, de los sentimientos, pero sé mi amado Jungkook que tú estás detrás de todas estas sensaciones hermosas que mi cuerpo, mi espíritu perciben. Descubrirte, amarte, ser parte de ti...lo es todo y quiero darte todo mi amor, aquí en medio de toda esta hermosa galaxia. Quero darte el amor que tu me diste y que mantuviste por esos seis meses que estuvimos separados. Y aunque en un momento mis sentimientos se hayan dormido, jamás, jamás Jungkook dejé de amarte. Ni un solo momento he dejado de tener esta sensación en mi pecho, que me tira, que me lleva inevitablemente a ti. Mi fuerza, mi universo, mi amor. ...ese eres tú y sólo tú mi precioso Jungkook.
Jungkook miró a Seokjin con lágrimas. Sintiéndose el ser más amado del universo completo. Tocó el rostro suave del hermoso Capitán Jinseo, aquel que se convirtió en Seokjin para luchar por él, por su amor.
-Ninguna fuerza es más poderosa que el amor Seokjin. Y aunque tuve miedo de no volver a verte, jamás dejé de sentir tu amor. Te amo y estoy tan feliz de que hayas caído del cielo, directo a mis brazos. A mi corazón..., ninguna distancia, ninguna fuerza me volverán a alejar de ti. Te amo hoy y siempre. En la Tierra, en Solaris, en Spheres. En cualquier maldita punta del universo. ¡Simplemente Te amo!
Un beso apasionado, lleno de loco amor, hizo que aquella caótica galaxia de colores, luces y belleza sin igual que los rodeaba, de pronto pareciera completamente en orden. La fuerza del amor había unido de un modo misterioso y precioso al universo completo. Parecía como si todo el espacio sideral se había alineado para que esos dos seres de distintas mundos estuvieran juntos y fueran uno. Ahora, aquí y para siempre.
Quise dejar hasta aquí el capítulo porque la segunda parte será su llegada a Solaris y el final de esta historia de amor intergalactica.
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