Capítulo 24: Recordar u Olvidar
1 mes después....
Seokjin abrió sus ojos y se encontró con la mirada seria del doctor Kroll. Era la quinta reprogramación desde que había llegado de vuelta a Solaris.
—Jinseo ¿Cómo te sientes?
Siempre y en cada una, era la misma pregunta. Y era difícil contestarla cada vez.
Primero, porque sentía que Jinseo no era el nombre que le pertenecía. Era como si estuvieran hablándole a otra persona. Aunque nadie lo llamaba Seokjin, para él, ese seguía siendo su nombre. Y luego estaba todo lo demás. Por supuesto que había recobrado parte de su equilibrio emocional. Ya no lloraba cuando veía las fotos de la Tierra, ni se sentía triste. Pero él seguía amándolo. El sentimiento mayor no desaparecía y ahora estaba casi convencido que nunca lo haría y temía que eso de alguna manera, perjudicara finalmente su recuperación.
—Estoy bien. Me siento tranquilo y sin esa ansiedad de hace un mes. Hago mi trabajo de manera normal y estoy listo para salir.
Desde que había llegado a Solaris, si bien se había reincorporado a su trabajo, básicamente estaba haciendo pruebas de exploración en la base aeroespacial, además de sus clases. Jung todavía no había autorizado que retomara las exploraciones en su nave. Y eso era lo que estaba buscando. Seokjin sentía que, si salía al espacio exterior, podría reencontrarse con el antiguo Jinseo y retomar finalmente su vida.
—También veo que tus emociones están bien resguardadas. Voy a decirle a Jung que estás listo. ¿estás seguro de que puedes ir allá fuera y no pensar en ese terrano?
—Por supuesto. Lo que pasó en la tierra, ya es parte del pasado. Las reprogramaciones me han ayudado a controlar las emociones que desarrollé allá y por supuesto que me siento absolutamente capaz de cumplir mi trabajo de astronauta—. Él estaba mintiendo, pero esperaba que el doctor Kroll no pudiera leer fácilmente esa mentira. Necesitaba que confiara en él.
Kroll lo miró por un rato sin decir nada. Efectivamente, Jinseo tenía esa misma expresión que había tenido desde...siempre: frialdad en su rostro, cero expresión. Pero él lo conocía también y sabía que en el fondo estaba ocultando parte del dolor que sentía. Sospechaba que los sentimientos por el joven terrano que había conocido aún permanecían. Así como había conocido las emociones, era probable que también hubiese aprendido a esconderlas falsamente. Sin embargo, eligió creerle.
—Sólo voy a hacerte una recomendación. Mas como amigo que como médico. Si aun tienes algunos recuerdos digamos..., físicos de tu estadía en la tierra, será mejor que te deshagas de ellos. Puedes ayudar a tu reprogramación intentando no pensar ni ver nada que te recuerde esas emociones.
Seokjin sabía que tenía razón. Hacer una reprogramación y llegar en la noche a ver fotografías y ponerse el anillo en su dedo...no ayudaba en nada. Él debía convertir en acciones las palabras que decía: superar lo que había pasado en la tierra. Él nunca podría volver. Nunca podría tener a Jungkook y era el momento de dejarlo atrás. Estaba seguro de que el terrano haría lo mismo. Eso hacían la mayoría de los habitante de la tierra, en sus relaciones amorosas fracasadas. Al menos eso había investigado.
Por eso, luego de salir de la consulta del doctor Kroll, en lugar de tomar algún vehículo hasta la central aeroespacial, caminó. Necesitaba concentrarse en donde estaba. En Solaris. Rowen seguía siendo hermosa, pero fría. Por supuesto que ahora resultaba inevitable compararla con Daejeon y Busan. ¿Lo eran? Rowen tenía toda la tecnología que probablemente en quinientos años más tendría la tierra. Vehículos espaciales, edificios casi flotando. Clima controlado, aire limpio, vegetación. En cierta forma se podía decir que era perfecta. Aun así, Seokjin pensaba que le faltaba vida y color. Recordaba el bullicioso mercado de Daejeon, o el puerto de Busan. La gente sonriendo o hablando. Aquí todo era calma y orden. La atención mediática por lo sucedido hace meses atrás, se había disipado. Todo volvía a estar bajo control y nadie había vuelto a hablar de las emociones. Suspiró. Ya no debería pensar en esas cosas. Se había propuesto seguir con su vida y olvidar todas esas emociones que había conocido en la tierra. En cuanto a Jungkook...a él lo guardaría en un lugar muy, muy dentro de su corazón.
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Jungkook miró el estanque de peces y no pudo evitar que una lágrima cayera al agua. Un mes...hacía un mes que Seokjin se había ido. A pesar de que sus clases habían comenzado y eso lo mantenía medianamente distraído, él no olvidaba. Ingenuamente volvía cada noche al lugar de Hoseok, donde la nave se había estrellado, con la estúpida esperanza que Seokjin aterrizara de nuevo. Luego de tantas noches, ya debería saberlo...él no volvería. Imaginaba que Seokjin había vuelto a ser el Capitán Jinseo, el frío solariano, que había conocido tan violentamente.
Sonrió ante el recuerdo de su primer encuentro. Cuando Seokjin lo aprisionó contra su cuerpo amenazando su vida.
En ese momento estuvo asustado, pero ahora no podía olvidar el calor del gran cuerpo del hombre que continuaba amando.
Miró su celular y se dio cuenta que ya era tarde. Debía seguir su camino a la universidad. Como hoy, algunos días iba en bicicleta. Se ponía el casco que Jin le había dejado y recorría las calles, las mismas que había rodado con Seokjin. Seokjin, Seokjin, Seokjin... ¿Cuándo se convertiría en sólo un recuerdo agradable, como se lo habían asegurado su padre y Mingyu? Tal vez era muy pronto. Tal vez en unos meses, en algunos años...él podría pensar en Seokjin como una gran aventura y sonreír...y seguir adelante, pero por ahora no podía.
"—¿Te dije que los solarianos no soñamos? —Jungkook miró a Seokjin alzando sus cejas. Negó con su cabeza—. Cuando operan nuestro cerebro para limitar nuestras emociones, de alguna manera también nos roban eso. Aprendí estudiando lo que eran. Sin embargo...desde hace algunas noche comencé a soñar...desde...ya sabes...desde que hacemos el amor...
Jungkook lo miró sorprendido. Era domingo y estaban en la cama. Habían pasado varios días desde que hicieron el amor por primera vez. Estaban comenzando su historia, a conocerse a sentirse y era agradable estar juntos. Seokjin todavía no era del todo demostrativo y le costaba ser cariñoso con él, pues no sabía bien como demostrar sus afectos, sin embargo, Jungkook se sentía feliz simplemente teniéndolo a su lado.
—Y ¿cómo puedes soñar, si antes no podías? ¿no es biológicamente imposible?
—Eso es lo más extraño..., supongo que al igual que las emociones sólo están limitadas y al estimular esta parte de nuestro cerebro, las emociones, también se activaron...creo que a Hoseok le pasó lo mismo..., desde que estoy contigo...que estamos juntos...siento que todo mi cerebro trabaja de un modo distinto. Creo que están equivocados al limitar nuestras emociones.
—Es lo que te decía desde un principio. Pero tú me mirabas como si yo estuviera hablando tonterías...eras tan rudo en ese entonces.
Seokjin sonrió ante la actitud infantil de Jungkook. Era tan adorable. Apenas si podía entender el término, pero era perfecto para definir a su Jungkookie.
—No te pongas así...ya me estás cambiando...ya no soy el mismo..., mírame estoy aquí abrazándote y tengo muchas, muchas ganas de besarte y hacerte el amor otra vez...
—Entonces sólo hazlo...—respondió con una gran sonrisa Jungkook.
Seokjin entonces, lo besó. Con cuidado y todavía tímido, metió su lengua en la deliciosa boca, sintiendo al instante todas esas sensaciones y emociones que lo enloquecían, más allá de toda su lógica y razón...con cuidado, sus manos comenzaron a vagar por el esculpido cuerpo de Jungkook, apretando esos hermosos pezones y luego bajando hasta el vientre. Quería tocarlo, ansiaba acariciarlo...sus manos buscaron con afán, el pene ya erecto de Jungkook. Lo acarició y sintió como goteaba en su mano. Era tan excitante para él y tan nuevo. Cuando finalmente se hundió dentro de él y sintió su suave gemido, cerró sus ojos. El calor, su pene apretado en ese delicios agujero...Sí...era como en sus sueños... esos que comenzaban a ser cada vez más recurrentes...pero esta realidad, el cuerpo de Jungkook en sus brazos era mil veces mejor y quería que fuera así... para siempre.
Jungkook mordía sus labios y disfrutaba las embestidas que lo llenaban de placer...también para él parecía un sueño, pero era real, eran Seokjin y él, siendo uno, amándose..."
Jungkook pedaleó más fuerte huyendo de esos recuerdos...Seokjin no volvería, no volvería...eso era todo lo que tenía que recordar.
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Jinseo entró a la sala donde el General Jung lo esperaba. Ya había recibido el informe del doctor Kroll que le decía que su astronauta estaba listo para salir.
—Saludos General Jung—Seokjin extendió su brazo para saludar a su superior, con el rostro serio. Ninguna emoción emanaba de sus ojos— espero que el docto Kroll ya le haya informado...
—Saludos Capitán Jinseo, efectivamente. Ya fui informado. Entonces, podemos enviarte a una misión. Como será tu primer vuelo luego de...— miró a Jinseo, pero esté no había movido ni un musculo ante la insinuación de su travesía en la Tierra—de tu incidente, sólo será una exploración en el sector ocho. Hay una pequeña luna recientemente descubierta que podría tener oro y la Confederación está interesada.
Jinseo escuchaba al Capitán Jung. El sector ocho, estaba muy cerca de Solaris. Estaba bien. Hacer un gran salto en el espacio, todavía podía ser mucho para él.
—Si todo sale bien—continúo Jung, irás al sector cuatro para retomar nuestras exploraciones. Ese debería ser el viaje más importante de tu carrera de astronauta. Sabes lo que significa para Solaris y el resto de los planetas.
Por supuesto que lo sabía. Y el que los rebeldes hubieran abortado sus misiones había retrasado mucho planes. Ahora debían estar listos para explorar esos planetas llenos de ricos minerales.
—Estoy listo para cualquier misión que me asigne—. Jinseo necesitaba volver al espacio. Haría bien a su proceso de recuperación. Él debía seguir adelante.
Una vez que arreglaron los detalles, Jinseo volvió a su apartamento. Todavía con las palabras de Kroll en su cabeza acerca de los recuerdos...
Al llegar Wootteo lo recibió. Durante su estadía en la Tierra, Seokjin había hecho algunos cambios a su I.A., por lo que ahora, Wootteo podía imitar las emociones humanas. Por eso se alegró cuando vio al capitán regresar.
—Seokjin, ya estás aquí. ¿Quieres que ponga esos videos de Jungkook?
Cada tarde, al llegar, Seokjin se sentaba a observar fotografías y videos que había hecho junto a Jungkook. Luego de eso, lloraba hasta a veces dormirse...eso no estaba bien. Su mente mucho más racional ahora, le indicaba que debía hacer algo.
—No Wootteo, quiero que te deshagas de todo eso. De las fotografías, los videos, todo...
—Pero..., los recuerdos de Jungkook...
—Tampoco quiero que lo vuelvas a nombrar...se acabó Wootteo, la Tierra, JungKook, Seokjin. Soy el Capitán Jinseo. Y quiero que el anillo...el que Jungkook me regaló...llévatelo...guárdalo. No sé, no lo quiero cerca de mí..., todo esto no es correcto.
Wootteo sabía que las reprogramaciones habían hecho un buen trabajo en el cerebro de Jinseo. Pero, su mismo dueño, lo había equipado muy bien y en los gestos nerviosos de él, podía darse cuenta la emoción que lo embargaba. El dolor al decir todas esas palabras.
—Por supuesto Capitán. Borraré todo lo relacionado con la Tierra.
—Eso es exactamente lo que te estoy pidiendo.
Wootteo no dijo nada más. Si Jinseo no lo hubiera modificado en la Tierra, él hubiera obedecido la orden..., pero él tenía ahora emociones así es que deliberadamente...mintió...
Al día siguiente, Jinseo despertó con esa ansiedad buena...la de saber que iría al espacio. Que retomaría su trabajo de astronauta...tomó su primera comida, sí ya no era "desayuno", consistente en un balanceado batido de proteínas solarianas y se alistó para ir a la base de lanzamiento. Como siempre, Wootteo iba con él. Cuando llegaron ahí, Jung ya lo esperaba.
Jinseo recibió las instrucciones, subió a su nave y un cadete aprendiz lo siguió. Su nave se sentía bien. Un escalofrío eso sí, recorrió su cuerpo. Aquel día cuando se había ido de la Tierra, no tuvo tiempo de nada antes de dormirse por el tranquilizante que le habían inyectado, pero ahora, podía volver a apreciar su querida nave. Y ahí fue el primer recuerdo que lo golpeó. Cuando la había visitado con Jungkook. La forma como el terrano había admirado cada detalle y todas las preguntas que había realizado...El rostro de Jungkook golpeó con fuerza en su memoria...su mano tembló, un ola de emociones volvió a él. Sus ojos humedeciéndose.
"—¿Qué haces Jungkook? —Era un día de mucho calor y Jungkook había decidido que salieran a tomarse algunas fotografías. Estaban sentados a orilla de la calle.
—Vamos hyung sonríe...de eso se trata esto—Jungkook apretó y tiró de las mejillas de Seokjin para obligarlo a sonreír. El solariano no entendía porque era tan importante, pero esbozó una risa.
—Eso es...—Disparó la maquina y le mostró la foto instantánea—¡mira que guapo estás!
Seokjin la vio y supuso que sí. Que él era guapo. Jungkook se lo decía constantemente.
—Eres tan hermoso—Jungkook lo abrazaba y le daba un beso en los labios. Todavía le costaba acostumbrarse a esas muestras de afecto..., pero en el fondo le encantaban.
—Ahora párate ahí. Al lado del árbol—Seokjin obedeció, pero en ese instante el riego automático se activó y lo mojó por completo, mientras Jungkook reía.
—¡Lo hiciste a propósito! —¡Me está empapando! —Jungkook no lo escuchaba, simplemente reía.
—¡Vamos hyung no seas así, sonríe, esto es muy divertido!
Seokjin no tuvo más remedio que reír, especialmente cuando Jungkook se lanzó a sus brazos y también se empapó. Ambos riendo y corriendo alrededor del agua. Se sentía libre. Miraba al terrano y se daba cuenta lo hermoso que era y como ese extraño sentimiento que empezaba a experimentar comenzaba a crecer y crecer..."
—¡Capitán Jinseo! —la voz gruesa y uniforme del joven cadete lo volvió a su realidad, el chico estaba esperando las instrucciones para despegar.
—Lo s-siento...sí...—apretó el intercomunicador—Capitán Jinseo en nave interestelar 406 pidiendo autorización para despegar...—su voz sonaba un poco nerviosa. Jung que estaba junto a los controles lo notó, pero imaginó que era la emoción de salir después de tanto tiempo...
—Autorizado—fue la respuesta de control y Jinseo sin pensarlo y con su cabeza y su corazón con miles de revoluciones despegó...
Apenas estuvo en el espacio exterior...miles de visiones lo asaltaron...ver las estrellas a lo lejos..., la belleza del espacio...ahí...ahí estaban los ojos de él...su brillo...
Jinseo no escuchaba la voz del aprendiz, tampoco de Jung que le hablaba desde algún lugar...sólo podía ver el rostro brillante y sonriente de Jungkook....
—¡Capitán, perdemos altura! —la voz definitivamente de horror de su aprendiz lo hizo recobrar parte de su ser. él había soltado el mando y estaban cayendo. igual que aquella vez, sólo que ahora era su completa responsabilidad.
—¡Capitán Jinseo, vuelva de inmediato a la base! —la voz de mando del General Jung lo hizo apretar los dientes y tomar el control. Quería llorar, quería lanzarse hacia el espacio y volar a la tierra en busca de él...
—¡Cadete Rosen traiga la nave ahora! —Jung pensó que habría un desastre. Jinseo estaba totalmente fuera de control.
El joven Cadete, tomó el control y con un poco de ayuda de Wootteo, en poco tiempo volvió y aterrizó la nave. Jung corrió hacia ella y cuando entró...lo vio...Jinseo lloraba sobre el mando de control...
—Lo siento tanto...no puedo...no puedo... — Jung lo sacó de ahí y lo llevo a la enfermería.
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Jungkook llegó enfermo a casa. Había logrado estar más o menos atento la primera hora de clases, pero luego un terrible presentimiento de algo malo, lo asaltó. Algo en su corazón...un sentimiento de angustia tan profundo. Necesitaba salir de ahí. Sin decir nada, salió de clases. Ese día, había ido en su auto, por lo que entró y aceleró. Apenas lo estacionó y entró a casa y fue directo al baño. Vomitó y se sentó en el suelo.
Comenzó a llorar. No sabía que era, en lo único que podía pensar era en Seokjin... ¿estaría bien su hermoso astronauta? ¿O estaría hecho una mierda como él...?
Se puso de pie y fue al cuarto que inicialmente había usado Jin y que luego habían convertido en su "cuartel general". Su ropa "terrana" estaba ahí. Su olor. Se sentó en la cama con su cabeza gacha. Su estómago burbujeaba en angustia. De pronto lo vio. Ahí en el suelo, a un costado de la mesita de noche, estaba el pequeño astronauta. Era una especie de llavero. Estaba dentro de una pequeña cajita rectangular. Si lo agitabas, como una bola de cristal de nieve, cientos de brillantes puntos parecían como estrellas cayendo sobre él. Jungkook se lo había comprado a Jin, en la pequeña tienda que había a un costado del KARI,el día que visitaron a Nam. Seguramente se le había caído mientras preparaba sus cosas antes de irse...estaba seguro que se lo hubiera llevado...
"—Qué haces con el pequeño Seokjinnie? —Jungkook preparaba la cena y Seokjin traía el pequeño astronauta en sus manos.
—Sólo estaba viéndolo. Me parece gracioso y como tú dirías...es lindo. Fue tu primer regalo...me gusta llevarlo conmigo. Si debo irme...—Jungkook levantó la vista de la tabla de picar y lo miró con ojos tristes...—no me mires así, sabes que no quiero irme..., pero si llegara a pasar...me lo llevaré conmigo y así te recordaré siempre...
Jungkook dejó de picar y se abrazó a Seokjin. No quería pensar en ese momento en que tuvieran que separarse.
—Te quiero Seokjin, no me dejes...
—Yo también te quiero Jungkook...haré todo lo que pueda por no dejarte..."
Era un tonto muñequito..., pero bastó mirarlo, para que su mundo una vez más se derrumbara...hasta cuando... ¿hasta cuándo sentiría esa angustia y ese dolor?
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Seokjin abrió los ojos y lo primero que encontró fue la mirada angustiada del General Jung. Se sentía avergonzado. Todo el mes había sido sometido a reprogramaciones. Había intentado no pensar en Jungkook, había borrado sus recuerdos físicos..., pero sólo bastó un pequeño destello, para que su mundo volviera a desmoronarse.
—Lo siento—fue lo primero que dijo—. ¿El cadete...él está bien?
—Lo está. Tiene un gran futuro. Mantuvo la mente fría, para traerlos de vuelta. Se sobrepuso al terror inicial. Es un buen solariano y será un gran astronauta.
A Seokjin le dolían esas palabras. Sabía que en el fondo eran un reproche del General. ¿Qué podía decirle?
—Debo hacer más reprogramaciones..., yo sólo...
—Jin...—Era la primera vez que Jung lo llamaba así, por lo que lo miró con sorpresa—. No me mires así. Hoseok me dijo que te llamaban así y que te gustaba porque era una combinación de tu nombre solariano y el que crearon en la Tierra.... Lo importante que te quiero decir es..., no puedes seguir así.
—Lo sé...por eso si hago una reprogram...
—No Jin. Eso ya no está funcionando. Debes...descansar. Fue un error que volvieras a Solaris directo a esto...necesitas vacaciones...
—Ya estuve un mes de vacaciones allá...en la Tierra—. La sola mención del planeta le dolía.
—Bueno, necesitas vacaciones de eso... ¿Por qué no te vas de Solaris por un tiempo? Sé que Kwan es tú amigo y podrías ir a Spheres...
—Chris..., a él le gusta que lo llamen...
—Por el nombre que usa cuando va a la Tierra...lo sé. Estoy seguro de que Chris te recibirá y te hará bien estar allá. Ellos tienen ese ambiente...ya sabes, diferente...
Seokjin lo había pensado. Había querido llamar a su amigo. Chris amaba la Tierra y posiblemente podría entenderlo y tal vez ayudarlo..., pero había pensado que sumergirse en su vida solariana también serviría. Tal vez el General Jung tenía razón. No podía seguir así. Había puesto en peligro la vida de un Cadete y debía estar agradecido de no estar recibiendo una amonestación o peor aún, la expulsión.
—Creo que en Spheres te puedes sanar...debes tomar una decisión Jin...sobre lo que quieres para el resto de tu vida. Si sigues así, podrías seguir un camino de autodestrucción. Hay una gran misión esperándote y estoy dispuesto a esperarte para hacerla, si tú estás dispuesto realmente a sanar...ellos te pueden ayudar...
—Tal vez...
—No. No es un tal vez. Ellos podrían ayudarte...ellos pueden borrar y modificar tus recuerdos Jin..., ellos podrían hacer que tu paso por la tierra fuera...diferente.
Seokjin no se sorprendió, aun cuando no sabía eso. Si sabía que Spheres era una galaxia muy avanzada. Sabía de sus viajes a través de dimensiones espacio-tiempo..., tal vez borrar recuerdos era...algo simple para ellos.
—Ellos no lo hacen a quien lo desee. Pero Kwan... Chris, es tu amigo...y si realmente deseas seguir tu vida en Solaris como un astronauta, podrías pedírselo...hacer que olvides...a Jungkook...
El corazón de Seokjin se rompió. ¿Olvidar para siempre a Jungkook?
¿Ese era el camino que debía tomar? ¿Hace cómo que nunca lo había conocido?
—Es tu decisión. Ve allá. Piénsalo. Háblalo con ellos. Yo te esperaré...
Esa tarde cuando Jin llegó a casa junto a Wootteo, éste no dijo nada. Se limitó a ordenar la tercera comida y dársela. Seokjin apenas la tocó. No hubo mención de la tierra, ni de Jungkook como se lo había pedido.
Fue hasta su comunicador y marcó las coordenadas de Spheres y de su amigo Chris. En unos segundos, su rostro con una gran sonrisa lo saludó.
—Hola Seokjin. Me da gusto verte—. No se sorprendió porque lo saludara con su nombre de la Tierra. La gente de Spheres tenía espías por todas partes y seguramente ya sabía todo lo que había pasado.
—Gracias, Chris. En realidad, no he estado del todo bien. Me preguntaba si podría ir a verte.
En pocos minutos le contó su vida en la Tierra y lo que había pasado con posterioridad. Y la idea del General Jung.
Chris miró a Jin a través de la pantalla. No podía leer sus pensamientos naturalmente, no a esa distancia, pero sus ojos, su mirada decía mucho. Tristeza, angustia, dolor, amor...
—Te estaré esperando. Puedo percibir tu dolor..., pero Seokjin debes saber que a veces, el sufrimiento es sólo culpa nuestra...a veces tenemos la solución en la palma de la mano, pero no somos capaces de verla...ven a Spheres, te ayudaré a encontrar esa solución. Tú tienes caminos Jin, pero serás tú quien decida cual quieres tomar. Yo te apoyaré en lo que sea...
Seokjin asintió. Ordenaría de inmediato sus pertenencias e iría a Spheres. ¿a olvidar? El recuerdo de la sonrisa de Jungkook lo derrumbó...lo extrañaba, lo ansiaba, lo necesitaba... ¿que debía hacer?
A cientos de kilómetros, en el planeta Tierra, Jungkook miraba a la luna...y murmuraba bajito...
Por favor Seokjin, no me olvides...no me olvides...no me olvides...
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