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Capítulo 21: Una Declaración de Amor

Por supuesto que el tema surgió en la comida. Seokjin y Jungkook habían terminado de acomodar algunas de las cosas que necesitarían el fin de semana en el cuarto, antes de volver a la casa y ayudar un poco con la cena. Hablaron acerca del campamento donde el señor Jeon había ido a dar clases de astronomía básica para niños. Pero cuando se sentaron a la mesa, la conversación derivó hacia la pasión de padre e hijo, la astronomía. Seokjin fue cuidadoso en no decir nada que pudiera delatar sus conocimientos mucho más avanzados y limitarse a este sistema solar y vía láctea.

—Y, entonces Seokjin-ah, ¿crees que pueda existir vida extraterrestre?—el solariano casi escupe la comida ante la pregunta del señor Jeon. Todo este tiempo había tratado de mantenerse en silencio, asintiendo en algunas ocasiones y dejando que Jungkook llevara el tema sobre astronomía. Pero ahora, no había forma de eludir la pregunta. El problema era que a Seokjin todavía le costaba mucho mentir. Es decir, él no sabía cómo hacerlo. Podía aprenderse un libreto sobre su inventado origen semi americano, pero contestar la sencilla pregunta del señor Jeon era más complicado. No quería mentirle al hombre por quien sentía un gran respeto, después de todo había criado solo a Jungkook. Éste último lo miró y le hizo una pequeña seña, que Jin interpretó como "está bien, puedes mentirle a mi padre" y eso le pareció una mierda. Oh, si él tan solo pudiera mentir con la facilidad con la que ahora maldecía...

—Considerando todo lo que aún no sabemos del universo y habiendo tantos sistemas donde los terran...nosotros no hemos podido llegar, estoy seguro de que sí. Debe haber vida inteligente fuera de la tierra—. Esa fue la mejor salida de Seokjin. No mentir y no agregar nada más.

Jeon Hyuk miró hacia el novio de su hijo. Hacía un momento parecía nervioso, pero ahora se vía lleno de aplomo y seguridad. El hombre transmitía una confianza en sí mismo, que le gustaba. Sin duda su hijo estaba bien cuidado por ese hombre.

—Seguramente Kookie te lo dijo, pero he leído mucho sobre el tema. Es algo que me apasiona. Intenté inculcar eso mismo en él. Y sé que también cree lo mismo que yo. Aun cuando sea un científico.

—La mayoría de los astrónomos consideran la posibilidad de vida extraterrestre papá—acotó Jungkook—. Y la mayoría de la gente aficionada al tema, también lo considera.

—Y cómo crees que sean? —Jeon Hyuk seguía preguntando a Seokjin, quien mantenía su actitud imperturbable.

—Supongo que la mayoría podrían tener tecnología y civilizaciones más avanzadas. La tierra es un planeta joven.

—Sí, supongo que ellos nos ven casi como incivilizados.

Seokjin carraspeó. Pues en parte era verdad. No es que los vieran como incivilizados, pero si poco evolucionados.

—A pesar de eso, la tierra tiene particularidades que estoy seguro ningún otro planeta tiene...y eso es un valor en sí mismo...más allá de los errores que como humanidad se han cometido...

El resto de la cena transcurrió en una tranquila conversación sobre la posible vida en otros planetas y aunque al principio Jungkook había estado nervioso respecto al tema, al ver la tranquilidad de Seokjin, se relajó.

Esa noche, después de cenar y hablar un rato más con su padre, Jungkook y Seokjin se fueron a la habitación. Salieron al balcón y contemplaron un rato el cielo, con el telescopio de Kook. Se sentía agradable compartir ese momento junto a Seokjin. Era su pequeño espacio, donde había crecido buscando en el cielo naves extraterrestres, sin imaginar en aquel entonces que años más tarde, estaria con un ser de otro planeta. Si tan solo se lo pudiera decir a su padre....

Al día siguiente, Seokjin conoció la playa y el mar de Busan. Y pudo comprobar que se parecía mucho a las playas de Solaris.

Jungkook no quiso llevarlo a la playa más concurrida y popular, si no que escogió una que estaba un poco más lejos del centro y donde había menos personas. A Seokjin, el paisaje le pareció familiar. Era muy similar a las playas de Solaris. Sólo que aquí, las personas realmente parecían disfrutar del encantador paisaje.

Era temprano y no hacía tanto calor, pero Jungkook lo obligó a meterse al mar. Dejaron un par de toallas que habían traído junto a la orilla y con timidez el solariano entró al agua. Era la primera vez en su vida. Nunca había hecho esto en su planeta. Ni siquiera de niño. Y se sintió tan agradable.

Ambos juguetearon un rato en las cálidas aguas, sintiendo luego el sol sobre su piel. Este era otro recuerdo que se asentaba en la mente de Seokjin. Miraba a JungKook que reía y le lanzaba agua. Pronto entendió el juego y comenzó a devolverle la mano, por lo que el tiempo para ellos pasó sin darse cuenta.

Cuando se cansaron se tiraron en la arena, para secarse. Más tarde, fueron a almorzar a un restaurante a orillas de la playa.

Jungkook lo llevó a conocer varios lugares de Busan. Visitaron parques, monumentos históricos todo ello combinado con la brisa marina del puerto. Seokjin se maravilló ante la belleza natural que rodeaba la ciudad y el contraste entre lo moderno y lo tradicional. Algo que no existía en Solaris. Rowen y las otras ciudades estaban llena de tecnología que la tierra ni siquiera podía soñar, pero ahora, pensaba que era una ciudad fría. Daejeon y Busan tenían un encanto único y una sensación acogedora que llenó su corazón.

Terminaron cerca del puerto, observando el sol ponerse en el horizonte. Las olas rompían suavemente y Jin sintió al fin, serenidad. Su mente fuera de cualquier pensamiento sobre el futuro. Jungkook estaba sentado a su lado, con los ojos cerrados, también disfrutando el momento.

—Gracias Jungkook—dijo Seokjin con gratitud en sus ojos. Gracias por traerme a tu ciudad.

—Quería que conocieras donde crecí. Tengo hermosos recuerdos aquí. Y me siento feliz estar aquí contigo. Busan ya no será igual para mí, porque tú estuviste en ella.

Estaban solos, así que Seokjin no dudó y lo besó. Fue un beso dulce, aromatizado con la brisa salada que los rodeaba.

Cuando llegaron a casa, el padre de Jungkook estaba mirando televisión.

—Entonces, Seokjin, ¿qué te pareció Busan?

—Muy diferente a lo que yo pensaba. Todas las ciudades de la t...de Corea me parecen muy interesantes.

—Busan es una de las ciudad más hermosas de Corea. ¿Por qué no se asean y comemos algo?

Seokjin entonces, tomó el primer turno. Quería darle espacio a Jungkook y su padre para estar juntos. Se sentía mal por estar robándole tiempo que, en otras circunstancias, ellos hubieran disfrutado juntos.

Mientras, Jungkook y su padre cocinaban juntos, éste último comenzó otra vez con sus preguntas. Tenía muchas dudas que su hijo no había terminado de aclarar.

—Nunca me hablaste de este chico, Jungkook y mucho menos que vendría a tu casa.

—Ya te dije que fue improvisado. Tuvo la oportunidad de viajar y me contactó para conocernos..., nosotros congeniamos bien...

—Y ahora es tu novio...y está pensando en venir a vivir a Corea. Hay algo que no encaja en esta historia hijo y presiento que me estás ocultando algo.

Jungkook se congeló. Su padre no era psicólogo, pero llevaba años trabajado con niños y adolescentes a quienes prácticamente les leía la mente y sabía cuándo le mentían o le ocultaban algo. En su caso era igual. Aun cuando llevaban cinco años de vivir separados, seguía siendo transparente frente a los ojos de su padre.

—Papá, es complicado y es un tema personal de Seokjin. Él tiene algunos problemas e intentará resolverlos. No quiere volver a su país..., sé que te parece que vamos demasiado rápido...

—Demasiado rápido y demasiado misterioso, Kook. Confío en tu criterio, pero no conozco a Seokjin y hay algo en su mirada... ¿tiene problemas de afecto? Contigo es muy cariñoso, pero noto cierta rigidez en la forma como se relaciona conmigo.

—Sí..., le cuesta expresar su emociones..., pero papá...sólo confía en mí. Esperamos no tener que separarnos...si eso ocurriera sería...

Seokjin apareció en la cocina, ya vestido y con el pelo aun mojado.

—Ya estás aquí—Jungkook se acercó a Seokjin y le susurró que fuera a su habitación, antes que su padre lo atrapara—iré a ducharme ahora.

Jungkook fue a la parte de atrás de la casa y Jin iba a salir hacia el garaje, cuando Jeon Hyuk lo llamó.

—Espera Seokjin, quiero hablar contigo.

El solariano cerró los ojos. Esto no se veía bien.

—No voy a involucrarme en lo tuyo y de Jungkook. Es un hombre y sabe tomar sus decisiones. Sin embargo, lo único que te voy a pedir es que no le hagas daño. No sé cual sea tu problemas y cómo es que tan pronto hicieron una conexión. Pero no quiero ver a mi hijo sufriendo. Eso es todo.

—Le prometo que eso estoy intentando. Pero no sé si podré evitar nuestra separación...yo...

—Pero ahora existen tantas formas de comunicarse..., muchas parejas funcionan a distancia...o ¿hay otras razones?

—No es tan fácil...—Seokjin se levantó. Se dio cuenta en ese momento que Jeon Hyuk quería respuestas y no se quedaría tranquilo hasta obtenerlas—. Voy a decirle la verdad, pero necesito que me escuche. Usted es un hombre de mente abierta y que sabe sobre lo que voy a decir..., por eso, por increíble que le parezca, necesito que me escuche hasta el final.

Jeon Hyuk dejó la cocina y se sentó en la pequeña isla de ésta. Tenía la impresión de que se iba a enterar de algo grave.

Seokjin respiró profundo. Jungkook todavía estaba en la ducha, así es que comenzó a contarle a su suegro toda la verdad.

—Vengo de Solaris, un planeta de otro sistema solar...

Jeon Hyuk no lo interrumpió en ningún momento. No hizo preguntas, ni hizo ademán de detener el relato increíble que el hombre del cual su hijo se había enamorado le contaba. Algo dentro de él, le decía que era verdad. En mitad de su relato, había llegado Jungkook. Al principio quedó en shock al darse cuenta de que Seokjin le estaba diciendo la verdad a su padre, pero luego una ola de alivio lo invadió. Complementó la historia y se acercó a su padre, que lo miraba impresionado. Conoció cada detalle, se enteró que Hoseok el amigo que había acogido a su hijo, también era un extraterrestre. Supo cómo Seokjin fue descubriendo sus emociones y sentimientos. El relato concluyó con los últimos acontecimientos y la urgencia del Consejo de llevarse al astronauta.

—Papá...no has dicho nada. Todo lo que te hemos dicho es cierto...

El señor Jeon, estaba impresionado. Por el rostro serio y angustiado de Jungkook sabía que todo era verdad. Y eso explicaba para él, lo "diferente" que se sentía Seokjin. Él no tenía dudas acerca del relato.

Había leído tanta literatura acerca de civilizaciones extraterrestres colonizando la tierra hace miles de años...

—¿Recuerdas Jungkook cuando hablábamos acerca de esto? ¿de qué haríamos si encontráramos un ser extraterrestre? Estoy abrumado por toda esta información, me parece tan increíble—Jeon Hyuk se levantó y comenzó a caminar por la cocina, intentando digerir toda esa información. Seokjin le mostró un holograma de Solaris. Fotos de su nave...el padre de Jungkook estaba anonadado y abrumado. Más aun al caer en cuenta que su hijo estaba enamorado de un extraterrestre.

—Papá..., lamentamos haberte ocultado la verdad. Lo considerábamos más seguro. Seokjin tiene mucho temor que haya represalias hacia alguno de nosotros, si él se niega en volver a Solaris.

El señor Jeon lo entendía. O creía entenderlo. Todavía no asimilaba del todo lo que estaba pasando frente a sus ojos. Un extraterrestre. Un astronauta del planeta Solaris. Una civilización ultra avanzada, pero que no conocía las emociones.

Esa noche, se fueron a dormir tarde. El padre de Jungkook tenía tantas preguntas y Seokjin con gusto las respondió. Toda esa desconfianza inicial se desvaneció y en cambio se volvió en preocupación por la situación del solariano y de su hijo.

Aunque era madrugada, ellos hicieron el amor. Seokjin no quería pasar ninguna de las noches que le quedaban sin tocar y estar dentro del cuerpo de Jungkook.

El día siguiente pasearon a Bam, fueron un rato al puerto y al llegar la noche, Jungkook lo llevó al sitio donde su padre iba a observar las estrellas. Era una playa pequeña, casi en las afuera de la ciudad. Estaba protegida por grandes roqueríos por lo que nadie notaría su presencia.

Miraron por largo rato, el cielo con el telescopio apuntando en diferentes direcciones. Pero fue al final de la noche antes de volver a casa que se tendieron en la arena y miraron las estrellas directamente. Era un hermoso paisaje, con la luna brillando y estrellas brillando por doquier.

Ambos maravillados porque detrás de esas luces había mundos, civilizaciones, seres que vivían y respiraba como ellos.

Seokjin comenzó a recordar su llegada a la tierra. Los instantes antes de aterrizar sin saber que pasaría.

—Sé que estás pensando en algo importante porque tienes el ceño fruncido—Jungkook lo miró con una sonrisa burlona.

—Solo recordaba el momento que los sistemas fallaron—Seokjin se sentó con sus piernas flexionadas y sus brazos sobre sus rodillas, todavía mirando el cielo—. En un momento me sentí perdido, como un asteroide flotando sin rumbo.

—Pero, en ese entonces no sentías miedo. Imagino que conservaste la calma.

—Lo hice, pero estaba cayendo Kook. Iba a morir. Ahora lo veo como estar en medio de la oscuridad. Y de pronto aparece la tierra como una luz y me dirijo a ella sin pensar y sin saber lo que encontraría.

Jungkook se sentó a su lado y acarició su espalda. Seokjin se veía un poco vulnerable.

—¿Y qué fue lo que encontraste? —preguntó finalmente.

—Ya sabes la respuesta. Lo encontré todo Kook. Te encontré a ti. Y contigo encontré un sueño: construir una vida nueva. Con amor, con alegría, con pasión. Toda mi vida en Solaris, antes de este viaje no es comparable a esto. A ti. Tú eres todo para mí.

Jungkook rodeó su cintura con sus brazos y apoyó su cabeza en el hombro de Seokjin. Sabía que este momento era importante. Algo que quedaría en su memoria para siempre. Y también sonaba a una despedida. Miró al cielo estrellado y sintió que estaba en medio de todo aquello, sólo con Seokjin.

—Siento que somos como una estrella brillando en el espacio. Sólo tú y yo. Sin importar nada más. Te amo, Seokjin.

—Somos más que una estrella. Tú eres como esa vía Láctea que me guio en la oscuridad en la que estaba sin sentimientos. Desde que aterricé aquí en tu planeta, siempre has estado brillando para mí, como un rayo de luz que encontré en la oscuridad. Y me alegra que al final toda esta trayectoria desde Solaris me haya traído hasta ti. Estar contigo es como tener el universo y todo lo demás desaparece. Eso es exactamente. Tener el cielo para mí. Lo veo en ese brillo de tus ojos. Es como si el cielo vinera hacia mí. Por todo eso es que te amo Jungkook y sé que nunca volveré a sentir esto. No sé qué va a suceder. Tal vez desista y ni siquiera suba a la nave y huya contigo, pero...te amo y eso es todo lo que por ahora importa.

Seokjin simplemente lo besó. Terminó su declaración de amor y lo besó. Porque Jungkook se le iba de las manos, pero necesitaba que supiera todo lo que significaba en su vida. Hicieron el amor bajo las estrellas brillantes, bajo la luna, cerca del mar, en el universo que en ese momento les regaló, silencio y paz.

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