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Capítulo 17: Mi Universo

Estaba enamorado. Estaba enamorado. Estaba enamorado. Al fin lo había dicho y obviamente la respuesta de Jungkook había sido una petición. "Quédate conmigo" era una solicitud justa, pensó Seokjin, y algo que él también comenzaba a anhelar. Quedarse con el terrano, implicaba un cúmulo de problemas, decisiones, y por sobre todo un cambio de vida radical. Por supuesto, que la respuesta era mucho más complicada que un simple "si" o "no". Pero ahora mismo, ahí tendidos con las estrellas sobre ellos, Jungkook lo miraba también con el universo en sus ojos oscuros y él no tuvo valor para negarse.

—Quiero quedarme contigo, Jungkook, pero sé que entiendes que eso no es tan simple—. Cerró sus ojos y se imaginó frente al Consejo, solicitando permiso para quedarse en la tierra. ¿Y luego qué? En el hipotético caso que le dijeran que sí, ¿Qué haría? Sus bienes, su carrera, sus padres..., todo estaba en Solaris. ¿Y qué haría en la tierra? Tendría que abandonar su carrera, dejar de ser astronauta y...trabajar ¿en qué?—. Las relaciones con terranos no están permitidas. Incluso llevarte a Solaris, significaría pedir un cambio en las leyes.

—Lo sé. Lo dije sin pensarlo demasiado. Emocionado supongo que, al fin, reconozcas tus sentimientos. Pero no quiero que pienses que soy egoísta al pedirlo. Sé lo que significaría quedarse aquí..., pero tal vez podamos buscar otra solución...tampoco puedo irme, así como así a Solaris, tengo a papá y mi vida aquí..., no puedo pedirte que te quedes, si tampoco estoy seguro de poder irme...

—No sé qué hacer ahora mismo Jungkookie, esa es la verdad. Pero no quería seguir guardando este sentimiento por ti. Me has hecho hacer tantas locuras hoy...comprar ropa, cambiar mi apariencia, pero, sobre todo, me has enseñado este precioso sentimiento de querer a alguien—. Seokjin se había movido hacia Jungkook que seguía tendido en la manta bajo las estrellas—. Eres tan bonito, como una estrella...

Jungkook tiró de él y Seokjin quedó encima de su cuerpo. Enseguida su respiración se sintió más agitada. Habían dormido juntos y tenido cierta intimidad, pero nunca había sentido el cuerpo de Jungkook tan cerca y pegado al suyo. Sintió como su excitación aumentaba. Como la sangre bombeaba hacia su miembro. Quería algo más, pero no se atrevía a hacer nada, ni menos sugerirlo. Mientras, Jungkook abría sus piernas y podía sentir su miembro también duro. Pero sólo se besaron y acariciaron un rato, antes de decidir volver a casa.

Eran cerca de las once de la noche y habían recibido un mensaje de Hoseok para que los visitarán. Para Seokjin sería una buena idea poder hablar con él y preguntarle su opinión, acerca de...quedarse.

—¡Hey! Es bueno verlos. Ya casi no están en casa. Sólo queríamos asegurarnos de que están bien y de saber si Tae les mención que vendrá el fin de semana—. Jimin al ver a Seokjin y su nuevo peinado, quedó muy sorprendido—. ¡Vaya! Ahora si pareces un terrícola, de verdad y por lo demás, ¡muy joven! Estoy envidioso de tu cabello.

—Hoy salimos a conocer Daejeon. Seokjin y yo fuimos a la universidad, al mercado y luego Noona hizo maravillas con su look.

—Un amigo de Kookie nos invitó a una fiesta y bueno...acepté ir, pero quería algo nuevo, no quería verme demasiado diferente al resto de las personas.

Jungkook entonces, les contó de la visita de Mingyu, obvió la parte de Eun-Woo y comenzó a relatarles lo celoso que Jin se había puesto.

Hoseok observaba en silencio, mirándolos a ambos. El astronauta que había aterrizado forzosamente en su terreno hace unas semanas, no tenía nada que ver con el joven chico que reía y se sonrojaba por los comentarios que hacia su novio. Sí, porque a Hoseok no le quedaron dudas, que su relación estaba en un nivel muy alto y eso le asustaba terriblemente. Todo acabaría mal, estaba seguro y tenía mucho miedo de aquello.

—¿Puedo hablar contigo Hobi? —. Seokjin se acercó con timidez, Podía adivinar con sólo mirar su rostro, que no aprobaba nada de lo que eventualmente estaba pasando entre él y Kook, pero necesitaba preguntar su opinión. No tenía con quien más hablarlo. Tae no llegaría hasta el fin de semana y no se arriesgaba a hablar algo tan serio a través de una pantalla.

Jimin se dio cuenta que ambos solarianos necesitaban privacidad, por lo que se llevó a Jungkook que no había notado nada, a la cocina para que lo ayudara a terminar la cena.

—Voy a ayudar un poco a Jimin, ¿te importa si te dejo un rato?—. Jungkook no había visto nada del intercambio entre los solarianos.

—Ve Kook, yo hablaré un rato con Hoseok—. El más joven besó sus labios sin preocuparse de que la pareja anfitriona los estuviera mirando—. No tardo, cariño.

Esa última palabra, llamó la atención de todos. Había mucha más intimidad en la pareja y la forma como se miraban era llena de amor. De ambas partes.

Ahora solos en la sala de estar de Hobi y Jimin, Seokjin se puso un poco ansioso. Todavía le costaba controlar esa sensación que lo invadía cuando estaba en situaciones que no eran del todo agradable. Antes nunca lo había sentido. Tenía tanto control sobre sí mismo que no existía para él, la ansiedad o siquiera el miedo. Y ahora estaba aquí experimentado algo de eso, frente a un hombre que era Solariano igual que él, pero que lo miraba con ojos juzgadores.

—Por favor no me mires así. Luché contra lo que Jungkook me producía, pero al final, no pude más. Estoy como dicen los terranos, enamorado de él. No puedo apartarlo ni de mi mente, ni de mi vida. En este punto, puedo decir que no sé nada de amar, pero tengo la seguridad que lo siento por él, es diferente a...todo. Lo que siento aquí—Seokjin apuntó a su pecho—cada vez que él me mira, que nos besamos, o que apenas nos rozamos..., no me juzgues...

Hoseok suavizó su mirada. Por supuesto que no lo juzgaba. ¿Cómo se podía luchar contra los sentimientos? Especialmente cuando nunca antes había tenido uno y de pronto parecían venir directo a tu mente y corazón. Él lo sabía perfectamente, porque había tenido la misma lucha que Seokjin cuando conoció a Jimin. Intentó siempre verlo como un amigo, alguien que lo ayudó en la universidad y a establecerse en Daejeon, pero no pudo evitar caer rendido por el pequeño terreno, de ojos de luna.

—Jin...no te juzgo. Lamento si te he dado esa impresión. Simplemente Jungkook es como mi hermano menor. Lo es para Jimin y para mí. Se que es un adulto, pero lo conocí cuando tenía diecinueve años y venía con mucha timidez y miedo de Busan. Siempre he tendido a sobreprotegerlo, y ahora mismo, me siento culpable de haberlo envuelto en todo este lío. Porque sé que al final, va a sufrir.

—No quiero que sufra. Por eso quiero que hablemos. Saber tu opinión. Quiero hablar con el Consejo, la Federación si es necesario. Para quedarme...o para estar con Kook.

Hoseok quedó realmente sorprendido. No esperaba una declaración tan radical de parte del astronauta solariano.

—Jin...lo que dices me sorprende. ¿Estás seguro? ¿Has pensado en todo lo que significa? ¿estás seguro de lo que sientes? Esto no es algo que puedas pensar precipitadamente. Eres el Capitán Jinseo, el astronauta que encontró el Diprel para Solaris...eres...¡un héroe! ¿Crees que simplemente ellos...lo permitirán?...estás pensando en todo esto ¡es una locura!

Seokjin sentía ahora tan lejano, cuando escuchaba su nombre real...Jinseo. Parecía como si fuera otra persona. Pero, Hobi tenía razón. Era él. Hacía dos años había descubierto un planeta que tenía Diprel a raudales y que podían explotar. Era un metal indispensable para generar energía, y eso fue justo en medio de una crisis en Solaris. Había sido lo que el planeta necesitaba, en el momento justo. Un héroe. Eso se había convertido. Y ahora ese héroe, pretendía no volver y quedarse en la tierra...

—Sé todo lo que me dices Hoseok. Y todavía no tengo resuelto ni la mitad de lo que planteas. No sé qué haría aquí en la tierra, pero por ahora sé, que no puedo volver a Solaris sin saber que podré estar con Kook. Y sobre lo que siento. Estoy bastante seguro. ¿Cómo lo supiste tú?

—No lo sé..., fue diferente para mí. Mi abuelo siempre se negó a que me criaran como un solariano común. Mi padre tampoco fue criado así. Ambos tenemos emociones..., cuando me di cuenta de que amaba a Jimin y que quería quedarme con él, también sabía que amaba la tierra, y quería estudiar danza..., eran muchas más cosas que me ataban a este lugar. Jimin era lo más importante, pero yo quería estar aquí...tenía un plan...no quería ser un científico tecnológico..., es diferente. Tú amas ser astronauta, bueno no sé si "lo amas", pero es lo que siempre has sido...para lo que vives...todos lo saben Jin.

Por supuesto que todos en Solaris lo sabían. Y él también. Realmente ser astronauta era su vida, pero ahora no estaba seguro si serlo sin Kook era lo que deseaba. Para él era difícil sopesar lo que era importante, versus lo que realmente deseaba.

—Quiero estar con Jungkook...y voy a hablar con el General Jung, le diré la verdad...

—Papá te va a disuadir...él a pesar de su origen y de mí...no comparte esta "fascinación" por la tierra. Sabes cómo es, sobre normas y esas cosas. Seokjin—, Hoseok esta vez le ofreció una sonrisa un poco triste—sabes que es casi imposible que el Consejo acepte algo así. No te ilusiones y menos todavía a Jungkook. Ellos aceptaron que me quedara sólo por mi abuelo, pero no aceptan a Jimin. Y eso ha significado no poder volver a mi planeta en más de diez años. No he visto a mi madre, ni mis hermanos. Y aunque el vínculo no es como lo son acá...los extraño...y sé que ellos también lo hacen...

Seokjin intuía también que nada sería fácil. Pero debía intentarlo, tal vez por ser justamente alguien "famoso" tal vez podrían darle un trato especial...

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—Él me dijo que estaba enamorado de mí—. Jungkook se mordía el labio al recordar las palabras de Seokjin—Jimin, él dijo que quería estar conmigo. No tengo idea cómo vamos a lograrlo, pero no vamos a separarnos.

Jimin levantó por un momento la vista de las verduras que estaba cortando y pudo notar la sonrisa radiante de su amigo. Ahora entendía porqué cuando habían entrado a la casa, se podía percibir en ellos, algo diferente. Y el que el Capitán estuviera hablando con Hobi ahora mismo, podía estar relacionado con lo que Jungkook tan entusiastamente le estaba contado.

—Sabes que estoy feliz por ti y por Seokjin. Pero también debes mantener los pies aquí en la tierra y no en el espacio exterior Kook, porque eso no va a ser fácil. Cuando Hoseok lo planteó a su padre y luego al Consejo...fue una lucha muy fuerte. Creo que al final, ellos sólo cedieron porque sus abuelos ya vivían aquí, pero en este caso...

—Lo sé—. Jungkook miró hacia Jin y Hoseok y vio la seriedad en sus rostros, aun cuando no podía escuchar lo que decían, dedujo que no era bueno-. Aun así, él quiere intentarlo. Sé que no debo tener ilusiones, pero también sé que quiero a Jin y haré lo que sea por estar con él. Incluso si tengo que huir por el universo.

Jimin asintió. Lo entendía perfectamente. Él le había dicho lo mismo a Hoseok en su momento y estaba agradecido de que al final, no hubiese sido necesario y que llevaran juntos diez tranquilos años. Pero no podía sacar de su mente, lo rígida y estructurada que era la gente de Solaris. Probablemente no sería tan fácil.

Durante la cena no hablaron del tema. Seokjin y Hoseok simplemente se dedicaron a molestar a Jungkook, derribando todas las teorías de las películas acerca del espacio y de ciencia ficción que desde niño había visto. Si alguien hubiera visto la escena, jamás hubiese pensado que dos de las personas en esa sala eran extraterrestres.

Luego de despedirse de sus anfitriones y cruzar el umbral de su casa, ambos cayeron en el sofá de su sala. Había sido un largo día, lleno de emociones, paseos y declaraciones.

—No sé tú—dijo Jungkook estirándose y bostezando—, pero yo estoy rendido. Sólo quiero una ducha y a la cama.

—Jungkook..., esto no será fácil—. Seokjin puso su mano en la pierna de Kook y la acarició—. No he pensado bien en todo esto, en las consecuencias, en lo que sucederá en Solaris cuando sepan que yo...quiero quedarme. Nunca debí permitir que pasara algo entre nosotros y sé que es tarde para decirlo...

—Seokjin—, lo detuvo Jungkook— Hemos hablado de esto muchas veces. Sucedió. Nos enamoramos. Era improbable que sucediera, pero de algún modo, los sentimientos florecieron. Vamos a intentarlo. Vamos a luchar por estar juntos y porque resulte de la mejor manera para ti y para mí. Me preocupa tu futuro, lo que harás aquí, si te dejan quedarte. Perderías tu trabajo...no volverías a ser un astronauta..., pero prometo que lo puedo compensar. No pienses más. Disfrutemos esto. Ya habrá tiempo de hablar.

Jin sabía que Kook tenía razón. En todo. Pero, no había razón por el momento para seguir hablando del tema. Primero debía hablar con el General Jung y con el Consejo, luego pensar en lo demás...también estaba cansado y quería ir a la cama con Jungkook. Sentir su calor y tocarlo. Todavía no se atrevía a algo más..., pero el tenerlo junto a su cuerpo lo hacía vibrar y sentirse completo. Por esta noche, era suficiente de pensar, de imaginar lo que pasaría sí..., el momento era este, junto al hombre del cual se había enamorado.

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Viernes. Era viernes por la noche y Seokjin era observado por Wootteo. La I.A. dio vueltas alrededor de él y luego se alejó.

—Te ves muy diferente Capitán. Ya no eres Jinseo. Sino más bien, Seokjin. Creo que el traje está muy bien. Es formal, pero la chaqueta que te recomendó Kook hace que luzcas, más casual. Yo creo que no debes preocuparte. Está perfecto.

Seokjin se miraba una vez más al espejo, mientras sentía como la ducha se apagaba. Jungkook había terminado y él todavía no se convencía de la forma cómo se había vestido. Y ahí estaba preguntándole a su confiable Wootteo, que había hecho todo un estudio acerca de la ropa que llevaban los adultos jóvenes coreanos en una fiesta....

Nunca en su vida, había pasado tanto tiempo frente a un espejo. De hecho, ni siquiera existían en Solaris. Eran demasiado. poco modernos. ellos tenían sistemas de pantallas muchos más sofisticados, que indicaban cualquier grado de imperfección en la vestimenta, o accesorios. Aquí sólo estaba a manos de su criterio, de la de su I.A. y de...

—¡Wow! ¡Tengo al novio más hermoso de todo el universo!—. su Jungkook, que siempre lo estaba alabando y haciendo que sus orejas se pusieran rojas.

—¿Tú crees que es adecuado?—, tragó duro, al ver a Kook sólo envuelto en una toalla alrededor de su cintura.

—Te ves perfecto. Me voy a vestir y luego te voy a maquillar. Tu pelo no necesita nada.

Maquillar...eso sí era nuevo. En Solaris, las mujeres usaban maquillaje y los hombres cuidaban de su piel, pero en general no usaban maquillaje. Sabía que Kook lo hacía y por supuesto lo hacía verse mucho más bonito de lo que ya era. Se preguntaba cómo quedaría en él.

Una hora más tarde lo descubrió, al ver sus labios brillar un poco y mucho más destacados de lo que sabía, ya eran. Sus ojos estaban levemente maquillados. Kook se había preocupado de darle un aire "casual y natural". Era extraño mirarse. ¿Dónde estaba el serio y rígido Capitán Jinseo? Completamente absorbido por Kim Seokjin, se respondió. Pero todo eso quedó en el olvido, cuando un rato después, Jungkook apareció en la sala de estar, donde lo esperaba. ¿Ese era su Kook?

Los pantalones ajustados, la camisa azul abotonada y la chaqueta del mismo color...su pelo ondulado cayendo suavemente sobre su rostro...sus piercing, su boca..., el pequeño lunar debajo de su labio...Seokjin sintió como su cuerpo ardía en deseo. Era tan bonito y perfecto. Como una estrella naciendo en el universo. Como un cuerpo celeste flotando en la bóveda del universo...no...Jungkook era su universo...

—Yo..., te ves...eres...—. Simplemente no sabía que decirle. Aunque quizá lo sabía. Un "Te quiero" que no se atrevía a verbalizar—. Eres tan bonito Jungkookie...

Se acercó y dejó un beso debajo de su oreja. No quería arruinar su maquillaje que lo hacía lucir como esas preciosas muñecas que había visto en las tiendas...

Jungkook sonrió nervioso. Se sentía bien, causar todo ese revoloteo en Seokjin.

—Gracias. Quería verme bien..., para ti...Jimin y Hoseok están listos. ¿Nos vamos?

Seokjin quería decirle tantas cosas, tantas que ni él podía comprender del todo. Todo lo que Jungkook comenzaba a significar para él.

Cuando llegaron al lugar y entraron, Seokjin se sintió un poco mareado. La música, las luces, la cantidad de personas. Todo era un caos. Era una fiesta universitaria, por lo que la mayoría eran de la edad de Kook o más jóvenes. Todo el bullicio, las risas, la gente bailando..., era algo completamente nuevo para él. Pero contrario a lo que Kook o sus vecinos habían imaginado, no se sintió mal. Al contrario, todo el ambiente, lo hizo sentirse...libre. Sin darse cuenta estaba siguiendo el ritmo de la canción que sonaba fuerte y su cuerpo comenzaba a reaccionar.

—¡Vinieron!—. Mingyu se acercó a saludarlos, no pudiendo evitar mirar a Seokjin, que lucía...bueno encantadoramente hermoso—. Realmente te queda muy bien el cabello así, Seokjin-nim...

—Sólo Jin está bien...o hyung..., si prefieres—. Jungkook levantó una ceja y miró a Hoseok y Jimin. Al parecer, su formal astronauta, comenzaba a soltarse...

—¡Perfecto! El bar está por allá y bueno...la pista de baile es toda suya...yo vi a un chico genial que estaba solo, así que si me disculpan...—Mingyu se acercó a Jungkook antes de irse, para asegurarle que Eun-Woo no aparecería, luego de saber de la existencia de Jin. Eso lo relajó y empujó a Jin a la pista de baile.

—No sé hacerlo Kook..., jamás he escuchado esta música, menos aún bailarla...

—Déjate llevar Jin..., no tienes que saber bailar...sólo déjate llevar por tus emociones...

Seokjin siguió Jungkook y miró a Hoseok y Jimin que ya bailaban frenéticamente al ritmo de la música. Sus cuerpos absolutamente complementados...pero ellos eran bailarines profesionales....

Jungkook comenzó a moverse y Seokjin se quedó sin aliento. Era tan sensual. Su cintura, sus piernas flexionando, colocó sus manos en sus caderas y comenzó a seguirle el ritmo.

De ahí en adelante, fue todo descubrir sensaciones y descubrir los muchos nunca que habían existido en su vida. nunca había reído tanto...nunca había bebido tanto...nuca había bailado tanto...

Pero no fue hasta que comenzó una canción suave y Jungkook se apegó a su cuerpo para moverse al ritmo de la melodía, que descubrió que nunca había deseado a alguien en la forma que deseaba a JungKook...

—Quiero hacerte el amor—las palabras susurradas en el odio de Jungkook hicieron que éste último detuviera su baile sensual. no había sido su intención...bueno sí quizá un poco, pero no imaginó que Seokjin finalmente se atrevería a decírselo...

—Entonces, la fiesta terminó...

Ni siquiera se despidieron de alguien.
Simplemente salieron y subieron al auto, rumbo a casa. a su dormitorio.

Seokjin temblaba. Lo deseaba y quería tanto a Jungkook. Había visto todo el porno gay que Wootteo tan amablemente le había ofrecido. Había leído todo y cada uno de los artículos acerca del sexo entre dos hombres, pero él temblaba. La emoción que tenía en ese momento no estaba descrita en ninguna de esas cosas que había visto o leído.

Tener a Jungkook frente a él, mordiéndose el labio, esperándolo...era hermoso. Se acercó a él y lo besó. Sus manos retiraron la chaqueta que Jungkook traía.

—Eres precioso y estoy temblando, porque es mi primera vez..., la primera vez que voy a hacer el amor contigo...no la primera vez que voy a hacer el amor...porque yo...yo...te quiero Jungkook. Te quiero y necesito esto...necesito demostrártelo.

Jungkook quería llorar, porque él también quería a Seokjin. Muchísimo. Y soñaba con un futuro juntos, sin temor de nada, ni nadie.

—Haremos esto juntos, Seokjin. Estoy aquí, para ti...

Seokjin entonces, comenzó a desabrocharle la camisa sin quitar sus ojos de él. Sus dedos hábiles, hicieron la tarea rápidamente. Y ahí estaba toda la hermosa piel de su Jungkook. Incluyendo esos tatuajes que tanto le llamaban la atención. Tímidamente puso sus manos primero en sus brazos, para luego recorrer su pecho y su vientre. Su cuerpo de inmediato irradió calor. Su pene endurecido por la excitación.

—También te quiero ver y sentir Jin...—Jungkook movió sus manos para desvestirlo y éste se dejó y lo ayudó. Rápidamente su chaqueta y camisa salieron fuera.

Seokjin lo atrajo hacia él y lo besó. Duro, con su lengua invadiendo de inmediato la boca también desesperada de Jungkook. Sus dedos tocaron la punta de los pezones de Kook, pero rápidamente se dio cuenta que quería más. Por eso su lengua fure rápidamente hasta allí, para probar. No sólo era el aroma exquisito de jabón, piel, era la sensación casi animal de poseerlo. Mientras succionaba los pezones y Jungkook gemía de placer, rodeando con sus brazos la ancha espalda del astronauta, Jin comenzó a desabrochar el cinturón y luego el botón y la cremallera. Sus manos tiraron de los pantalones y del bóxer y la erección de Jungkook saltó. La punta roja y goteante. Seokjin ahora sabía lo que eso significaba... excitación...deseo puro.

Sin dudarlo, se arrodillo y chupó. El grito de placer que Jungkook hizo, lo excitó todavía más. Era precioso y dulce y salado...y ahora era su cosa favorita en todo el universo...ninguna estrella, ningún planeta se compraba a tener el miembro duro de Jungkook en su boca.

—No me quiero correr así...te quiero dentro de mí—. Jungkook apenas lograba hablar, mientras se aferraba al cabello de Jin. Sentía como sus piernas flaqueaban por el intenso placer que estaba sintiendo.

Seokjin se levantó, acarició su rostro y lo besó con furia otra vez. Se deshizo de su ropa y quedó completamente desnudo.

Jungkook volvió a gemir al ver la completa y hermosa desnudez de Seokjin. Besó su cuerpo, para finalmente, ambos caer en la cama. Sus cuerpos estaban acoplados perfectamente. Sus vientres, sus miembros rozándose. Mirándose a los ojos dilatados por la excitación y por el amor que sentían el uno por el otro.

Seokjin lo besó y luego fue a su cuello y a su vientre una vez más, mientras Jungkook buscaba el lubricante en su mesita. Se lo dio a Jin. Confiaba en él. Quería que lo preparara.

—¿Estás seguro? Yo nunca he hecho esto...no quiero lastimarte.

—No lo harás...yo te guiaré. Hazlo.

Seokjin puso lubricante en sus dedos y los pasó primero por la entrada de Kook. Era tan bonito, sus piernas abiertas y levantadas para él. Con cuidado metió un dedo y de inmediato suspiró. La forma como se sentía apretado. El deseaba estar ahí mismo, adentro...Metió un segundo dedo, mientras Jungkook respiraba para soportar el ardor...había pasado mucho tiempo para él...

—¿Estás bien?—. Seokjin lo miró preocupado, estaba tan excitado que temía ir demasiado rápido.

—Es perfecto...sigue...quiero otro...

Jin lo besó, mientras metía un tercer dedo y entonces lo hizo...comenzó a moverlos buscando el punto aquel que tanto hablaban los hombres gay, cuando Jungkook levantó sus caderas y gimió supo que lo había encontrado...

—Estoy listo...debes entrar o me voy a correr sólo con mirarte.

Seokjin sacó sus dedos y por unos breves segundos observó a Jungkook. Era hermoso y la forma como estaba en la cama, totalmente entregado a él...lo hacía verse todavía más bello.

Con nerviosismo, excitación, locura, tomó su pene duro y húmedo y lo llevó ahí...a esa entrada dilatada para él...por él y se hundió lentamente.

—Kook...—. su voz ahogada por el inmenso placer de sólo entrar apenas un poco dentro de Jungkook. ¡Estaba dentro del hombre que quería! ¡Eran un solo cuerpo!

—Puedes moverte cariño...estoy esperándote—. Jungkook sabía que no iba a durar demasiado. No importaba. El iría por la segunda ronda...

Seokjin tampoco podía esperar más y comenzó el vaivén. El movimiento acompasado de su cuerpo para entrar y salir. Una y otra vez, mientras Jungkook gemía y decía palabras que no entendía...

Cerró sus ojos y sentía como su cuerpo temblaba por el placer... jamás pensó en experimentar algo como aquello. Mirar a Jungkook con sus piernas envueltas alrededor de su cintura, gritando su nombre...

Las estrellas, constelaciones y universos que había visto en sus más de diez años de astronauta, desfilaron en su cabeza, mientras penetraba duro a Jungkook. Éste simplemente se aferraba al cuerpo de Seokjin, gimiendo, levantando su cuerpo para sentirlo todavía más dentro de él.

Seokjin acariciaba el cuerpo dw Kook. Sus abdominales, sus pezones erectos, su cuello expuesto.

—¡No te detengas! Quiero más...... Seokjin incrementó las embestidas.

Su piel humeda chocando contra la dd Jungkook...

—No puedo...... Sintió como su cuerpo temblaba y cómo el calor lo abrazaba, tomó el pene de Jungkook y lo masturbó, mientras él se corría dentro de su cuerpo. Podia sentir cómo su pene soltaba su esperma. El orgasmo fue como un remezón a su cuerpo, a sus sentidos. a su corazón. Abrió sus ojos y vio lo más lindo. el rostro de Kook corriéndose y soltando su esperma sobre su vientre y sus manos. Seokjin llevó los dedos a su boca y probó el sabor de Jungkook. Era el climax de un acto íntimo de profunda confianza y comunicación.

Lo besó tanto, tanto, porque ese momento, ese pequeño instante de placer sexual, físico, emocional...lo había sido todo...todo en su vida. Jin jamás podría volver a ser el mismo hombre, el mismo Solariano. Nada era comparable al amor...al placer...a su Jungkook....

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