Capítulo 12: El Universo en la Palma de la Mano
Jin observaba a Kook. Tal como se lo había dicho tenía un rostro bonito. Su voz también era bonita, la forma como modulaba las palabras. Ya le había explicado que era por su satori que había algunas sílabas que le costaba pronunciar. Cuando se lo dijo, Seokjin le pidió a Wootteo toda la información sobre los diferentes tipos de satori. En Solaris, había un solo idioma, como había una sola raza, como había un solo gobierno. Todo era mucho más uniforme. Una vez más la imagen de Solaris gris y la Tierra de colores vino a su mente. Ahora le hablaba a Hoseok con un tono emocional que ya identificaba como de tristeza.
—Creo que es totalmente injusto que no puedas llevar a tu compañero a Solaris. No entiendo como una civilización que se ufana de ser avanzada y superior a la nuestra, no es capaz de aceptar una pareja de un planeta diferente.
—Tu compatible puede ser de otro planeta, siempre y cuando sea de la Confederación, que esté al mismo nivel que el nue...
—¡Eso es todavía más estúpido! —Jungkook no dejó terminar la frase a Seokjin que había considerado necesario intervenir en la conversación, pero que ahora se arrepentía, al sentir la furia de Kook sobre él—¡Tu planeta son un montón de gente egoísta y engreída! Dicen que el no tener emociones los hace mejores personas, pero al final del día, todo lo que hacen es discriminar y no pensar en el bienestar de las personas ¡en lo que los hace felices! Hoseok no puede ver a sus padres porque las estúpidas normas dicen que no puede enamorarse...
—Esa norma en realidad no exis...
—¡por supuesto que no, porque no conocen el significado de amar! Andan por la vida como autómatas, sin amar, sin sentir, simplemente respirando para...sobrevivir. Y creen que eso es vida...
Seokjin sintió algo extraño, ante esas palabras de Jungkook. Como si algo hubiera golpeado su estómago o su pecho. Algo que...dolía. Sin embargo, intentó mantener su rostro neutral, ese mismo que antes era tan natural para él, pero que ahora tenía que luchar para mostrarlo y ocultar lo que sentía. Pidió permiso y se levantó de la mesa.
—Jungkook...—la voz tranquila de Hoseok intentando apaciguar el apasionado discurso de su vecino que intuyó iba más dirigió hacia Seokjin que a defender el que no pudiera llevar a Jimin a su planeta de origen—las cosas en Solaris son así. Y para ellos sería muy difícil entender lo que tú dices. Todo su actuar es neutral, sólo piensan en lo que es mejor para el bienestar de todos. Desde su punto de vista es lo mejor. No puedo llevar a Jimin porque no está permitida la interacción con planetas que no han alcanzado el desarrollo de los planetas de la Confederación..., pero está bien. Hablo lo suficiente con mi padre y mi madre para mantener un vínculo. El que todo Solariano tiene con sus padres. No es el mismo vínculo que tienen tu padre y tú. Soy feliz aquí y todo lo que quiero en la vida está aquí en la Tierra.
Hoseok y Jimin se miraron. No estaban seguros si Jungkook había escuchado todo lo que Hoseok había dicho, porque su mirada estaba puesta en el astronauta que se había sentado en el sofá de la sala, con sus brazos apoyado en sus rodillas.
Seokjin se sentía confundido. Necesitaba urgente hablar con el doctor Kroll, se lo había pedido al General Jung y éste le había asegurado que en la próxima conexión estaría ahí. Eso no sería hasta la siguiente noche. Las palabras de Jungkook, su desprecio hacia su planeta..., de alguna manera lo habían... herido. Recordó las palabras que Wootteo le había dicho, sobre "herir el corazón" de Jungkook. ¿Era esa la sensación? Porque se sentía horrible. ¿Tan desagradable era para Jungkook su existencia, la existencia y forma de vida de su planeta? Por eso era mejor no tener emociones. No responder a los estímulos que las activaban. Apartarlas. Para eso los operaban cuando niños y para eso eran las reprogramaciones. Ahora, él debía reconstruirse y dejar de sentirse "herido". Además, a él no debería importarle lo que un terrano pensara sobre la vida de Solaris. Eran inferiores en la escala de evolución y todavía tenían mucho que aprender. Debía dejar de sentirse así y preocuparse de lo importante.
Cuando se dio cuenta que la mesa se había quedado en silencio, se levantó del sofá.
—Hoseok, ¿podrías llevarme a la nave esta noche?, necesito revisar algunas cosas.
Hoseok miró a JungKook, pues sabía que éste lo llevaría.
—Pensé que Jungkook te llevaría—Hobi miró a su vecino que se mordía el labio, pero no decía nada. Él sabía que una vez más su temperamento apasionado lo había traicionado y había dicho palabras hirientes.
¿Estaba Seokjin afectado?
—¿Por qué le pides a Hobi-hyung que te lleve? Dijimos que iríamos juntos y que pasaríamos la noche allí.
Ante esa última afirmación Jimin y Hobi se miraron. Esa información no la tenían. Ninguno, sin embargo, dijo nada, pues la tensión era latente.
—Entonces, vámonos ahora—Seokjin no esperó respuesta, se despidió de Hoseok y Jimin y salió de la casa.
Afuera, una brisa fresca recibió a Seokjin. Lo agradeció porque el día había estado demasiado caluroso. Y todavía más sofocante se había sentido ahí dentro. No entendía por qué las palabras de Jungkook le incomodaban. Ni siquiera debería prestarle atención. Era un humano todavía muy joven y que no conocía nada acerca de Solaris o siquiera más allá de sus propias narices. Se había quedado en la entrada, sintiéndose molesto por sentirse molesto. Era una contradicción enorme y un círculo del cual no podía salir. No quería emociones golpeando su mente, pero parecían caer una tras otra.
Jungkook lo encontró con las manos en los bolsillos de sus pantalones. Traía puesta ropa de "allá". No había considerado usar ropa de la tierra sólo para ir a la casa de al lado. Se acercó a Seokjin con cautela, porque, aunque no lo reconociera, el Solariano estaba cabreado y había sido su culpa. Por lo que estaba decidido a arreglarlo. Ellos eran amigos y los amigos conversaban las diferencias.
Seokjin miró hacia atrás, cuando sintió la presencia de Jungkook. Vio su rostro serio y ¡maldita sea! No podía saber que emoción estaba experimentado el terrano en ese momento. ¿Había maldecido? Aunque había sido en su mente, era la primera vez que lo hacía. Pero es que comenzaba a sentirse inútil por no entender a Jungkook. Sí, hacía segundos se había dicho a si mismo que el terrano no importaba y que era un niño inmaduro e ignorarte, pero..., en el fondo el chico le importaba. Ese "cariño" que sentía por él, era inevitablemente real.
—Jin-hyung..., lamento si fui grosero ahí dentro. Sé que a veces no mido mis palabras y fui ofensivo con tu planeta una vez más. Hobi ya me regañó. Me dijo que también era su planeta...y yo no debí...—¿Por qué él ponía esa cara? Porque sus labios se juntaban y sus mejillas se sonrojaban y se veía... ¡tan bonito! Por primera vez en su vida, Seokjin tuvo el impulso de tocar a otro ser humano. Quería poner su mano en el rostro de Jungkook, porque de alguna manera, le transmitió lo que estaba sintiendo. Esa disculpa lastimosa le hizo sentir algo muy especial. Por supuesto que no podía definirlo, pero ¿era necesario definir cada emoción? Al parecer los terranos y otras especies simplemente "sentían" sin necesidad de identificarlas tan claramente como él precisaba. Debía ser su condicionamiento para pensar lógica y racionalmente.
—Está bien Kook, sabes que realmente no puedo llegar a sentir enojo o dolor por lo que digas. Sí tengo orgullo por lo que Solaris es y me gusta mi hogar. Hay reglas y deben ser respetadas, igual que aquí en la Tierra. Te pueden gustar o no. Eso es todo. No estoy molesto. Sabes que los solarianos no sentimos...nada.
Seokjin tenía las orejas rojas mientras decía esto. Y ahora sabía por qué. Estaba mintiendo. Quería seguir fingiendo frente a Jungkook que en realidad no le importaba sus palabras o no le causaban dolor, cuando si lo era. Pero si se lo admitía al terrano, tendría que admitirlo para sí mismo y no estaba dispuesto a hacerlo.
—Jin-hyung, no puedes engañarme. Estás sintiendo emociones y no puedes ocultarlas—Jungkook tomó la mano de Seokjin y éste por un momento sintió que le faltaba la respiración. Un estremecimiento total golpeó a su cuerpo ante el toque de Jungkook. Una vez había experimentado esa misma sensación. La primera vez que su amigo Chris le había mostrado Spheres a través de un sofisticado sistema en el que parecía estar en medio de todo el sistema planetario. Nunca pudo entender qué es lo que había percibido en ese momento. Ahora podía llamarlo emoción y al mirar a los ojos arrepentidos de Jungkook, comprendió que aquel brillo que tenían, le recordaban precisamente esa hermosa galaxia. El terrano parecía contener todo el sistema planetario, sus lunas y demás cuerpos celestes en aquella mirada. No fue capaz de apartar la mano, menos todavía cuando Jungkook entrelazó sus dedos con los suyos y apretó su mano. Su cuerpo tembló y estuvo seguro de que el chico se dio cuenta y que tal vez había sentido algo similar.
Aunque esto último no podía asegurarlo.
—Yo... —Ni quiera podía formular una frase coherente con todo ese amasijo de sensaciones, colores y bombeos apresurados de su corazón.
—No necesitas decir nada. Sé que es difícil para ti y no quiero que te sientas obligado a decir algo...ven, vamos por tu nave y esas estrellas.
Mientras Jungkook cargaba el auto con las cosas necesarias para pasar la noche a campo descubierto, Jin preparó a Wootteo con una serie de datos. La nave tenía un poderoso procesador que podría ayudarlo, esperaba, un poco. Deseaba que esta inspección lo ayudara a dejar de pensar en todos esos cambios que sabía estaba experimentando.
Realmente y por primera vez en su vida estaba un poco preocupado.
—¿Están listos? —la sonrisa de Jungkook que se asomó a su cuarto, lo hizo salir de aquellos pensamientos.
El camino hacia el terreno de Hoseok fue tranquilo. Era la primera vez que Seokjin lo visitaba desde que se había estrellado. En la medida que avanzaban y la oscuridad era mayor las estrellas parecían más brillantes y cercanas. Cuando llegaron allí y cruzaron la entrada, Seokjin comprendió porque a Jungkook le gustaba tanto. El cielo parecía estar encima de ellos. Bajaron del auto y en cuanto las luces de éste se apagaron, la oscuridad fue total. Entonces, Seokjin sintió un estremecimiento, porque tuvo la misma sensación que cuando estaba en el espacio. Silencio, oscuridad, paz. Sin embargo, ahora se añadía algo nuevo y especial; la presencia reconfortante de Jungkook.
—Estaba justo aquí cuando te vi...bueno cuando vi la nave. Sólo por un momento dudé de lo que veía. Pero era real...y bueno ya sabes el resto.
—Hobi dijo que me habías cargado desde la nave hasta aquí. Que ellos jamás lo hubieran conseguido sin ti. Creo que nunca te lo he agradecido. Así es que ahora lo hago. Gracias Kook. Gracias por rescatarme— Seokjin sintió como le temblaba la voz mientras decía esas palabras.
—No tienes que decirlo. Sé que para ti esto, caer en tu nave ha sido horrible, pero para mí, ha sido todo memorable. Hasta ahora el mayor hecho que había marcado mi vida, fue la muerte temprana de mi madre, su ausencia. Y ahora, esto, conocerte, saber que Hoseok es un extraterrestre. Saber que hay vida inteligente más allá de nuestro sistema solar. Va a marcar mi vida de ahora en adelante. Nunca nada será igual para mí.
"Para mí tampoco", pensó Seokjin. Pero no lo dijo en voz alta, porque ese pensamiento implicaba muchas cosas. Esas extrañas cosas que lo estaban sacudiendo y removiendo. Esto no era sólo una colisión en la tierra, era una colisión en el centro de su propia vida. En la forma como la conocía hasta ahora y como la había vivido. Experimentar emociones, verlas en los demás, lo estaban cambiando, modelando de un modo totalmente diferente. Y no estaba feliz. Más bien, asustado. Por eso ir a la nave, le había creado una cierta esperanza de encontrar algún indicio que ayudara a resolver el misterio de los rebeldes y llevarlo devuelta a casa, a Solaris. A su vida cómoda, sin emociones. A su vida en completa soledad.
Comenzaron a bajar. La nave estaba oculta, pero Seokjin tenía un sensor que le permitió abrirla. Jungkook, Wootteo y él, entraron. Solamente encendió algunos sistemas. No quería crear un campo electromagnético que pudiera llama la atención de las fuerzas armadas de Corea o de algún otro país. Esperaba que fuera suficiente. Hizo que Wootteo se conectara a la computadora central con los datos que el General Jung le había entregado. Mientras estos se procesaban, miraba a Jungkook que recorría cada rincón de la nave asombrado con todo lo que podía observar.
—Esto es...alucinante Jin-Hyung. Si yo hubiera nacido en Solaris también habría sido un astronauta. Todo esto...es como estar dentro de una película, pero cien veces mejor.
Parecía un niño pequeño, como esos que veía en el vecindario de Kook y que corrían con sus juguetes nuevos. Le hizo miles de preguntas y él trato de explicarle de manera sencilla las funciones de la nave.
No pudo evitar sonreír con los "¡Wow! que Jungkook emitía cada vez que veía algo nuevo.
—Capitán. ¡El sistema central de la nave encontró algo! —La voz neutra de Wootteo los sacó de ese pequeño mundo que habían entrado.
Ambos se acercaron y entonces Seokjin se dio cuenta que el sistema central de su nave había localizado de donde había venido la señal remota que había alterado su funcionamiento. Clorena. Una diminuta luna de Porceo, uno de los planetas gemelos.
—¿Crees que los rebeldes se oculten allí? ¿No deberían haberlos encontrado ya? —Para Jungkook era extraño que la famosa Confederación no hubiera revisado cada pedazo de tierra de los planetas cercanos a Solaris.
—Clorena es apenas apta para la vida humana. Se caracteriza por su lluvia ácida casi constante. Pero tiene muchas cuevas naturales difíciles de rastrear. Los rebeldes podrían haber construido algo en una de ellas indetectable para los sistemas de inteligencia...Debo enviar cuanto antes estos datos al General Jung—. Bastarían unos pocos segundos encender el sistema de comunicación de la nave antes de llamar la atención de alguna autoridad, pero serían suficientes para enviar los datos. Sabía que el General Jung no se comunicaría con él hasta confirmar la información.
Media hora después, volvían al lugar donde Jungkook siempre se instalaba con su telescopio. Le había sugerido a Jin volver a casa, pero éste le aseguró que no era necesario. Tardarían unas horas en leer el mensaje pues lo datos los había enviado encriptados por si los rebeldes tenían alguna forma de interceptarlos.
—Ya está hecho Kook. Ahora solo queda esperar. Dijiste que querías ver las estrellas. Y tengo curiosidad por mirar lo que ves y has visto a través de tu telescopio. Tal vez pueda mostrarte algunas cosas que desconoces.
—Gracias por eso. Podemos armar la tienda, tomar té y observar el cielo.
Wootteo se había adelantado y tenía la tienda casi hecha, por lo que se sentaron fuera a observar el cielo. Seokjin sabía que el alcance era muy pequeño, pero aún así, pudo mostrarle algunas cosas nuevas a Jungkook, que por supuesto se maravilló al descubrir que incluso con todo su conocimiento se estaba perdiendo de algunos detalles.
—Sé que esto no debe significar nada para ti, después de haber viajado por tantas galaxias y...—Seokjin retiró la vista del telescopio, miró a Jungkook y le sonrió.
—Nunca mirar el cielo y descubrir su belleza va a significar poco para mí. Aun cuando no es un alcance tan significativo, poder ver las galaxias próximas, incluso la hermosa luna de la Tierra...—Seokjin miró a Jungkook —. Un cielo estrellado puede ser hermoso aquí en la tierra como en Solaris o en cualquier lugar. Es como tener el universo en la palma de la mano.
—Pero eres un astronauta, has estado en medio de todo ese cielo. No es comparable.
—En eso tienes razón. Pero nunca había experimentado esto, venir a un lugar, con un amigo—miró una vez mas a Kook y le sonrió— y simplemente mirar y disfrutar el cielo. A menudo miro las lunas de Solaris, pero es primera vez que siento calma y tranquilidad con los pies sobre tierra firme, la misma paz que siento en el espacio exterior. Y es extraño para mí, pero es agradable. me siento...supongo que... ¿feliz?
No estoy seguro si es la definición correcta. Hubiera dicho...satisfecho, pero creo que este momento, aquí en medio de la oscuridad de una noche en la Tierra, es mucho más que sólo satisfacción.
Jungkook sí estaba feliz con las palabras de Seokjin. Lo observaba mientras bebía un poco de té y el astronauta enfocaba el telescopio en Ganímedes. ¡Había tanto que ver y descubrir! No podía dejar de sentir un poco de envidia por Seokjin.
Estuvieron cerca de dos horas observando, bebiendo té y finalmente ambos terminaron acostados sobre una manta en el terreno mirando el cielo a ojo descubierto. Ambos en silencio, cada uno en sus propios pensamientos.
—Kook, ¿Cómo es enamorarse? —Finalmente el silencio se había roto con la pregunta totalmente inesperada de Jin. Jungkook lo miró y se sentó bruscamente, por lo que el Solariano hizo lo mismo.
—No es fácil responder a eso—Jungkook quería encontrar las palabras adecuadas para no confundir a Jin y poder graficarle de la mejor manera lo que significaba—. Antes de responder, puedo preguntar ¿por qué quieres saberlo?
Seokjin suspiró. No sabía la respuesta. Simplemente había cruzado su mente y había dicho en voz alta un pensamiento. Por supuesto que había leído acerca del amor y dos noches antes, había visto de reojo una película que Kook había puesto, mientras el miraba datos en su consola. "The Notebook". El terrano había llorado y él no había preguntado. Más tarde Wootteo le hizo un resumen de la película y trató de explicarle las emociones del terrano.
—La otra noche, estabas viendo una película y lloraste. Entonces, me preguntaba si el amor duele. Ya sabes, un dolor físico. O si amar duele...
Jungkook sonrió.
—Enamorarse es como una sensación muy fuerte hacia alguien. Quieres estar con esa persona, piensas en ella constantemente. Y eso te hace sentir bien. Además, te importa esa persona, quieres que también sea feliz, deseas su bienestar. Y cuando la ves, sientes como si miles de mariposas estuvieran aleteando en tu estómago. Te pones nervioso, te ruborizas...bueno eso me ha pasado a mí...
—Parece una sensación muy poderosa—dijo Jin. Sus ojos fueron hacia el cielo otra vez, porque se sintió incómodo. Mientras Jungkook le explicaba se dio cuenta que él mismo había experimentado varias de esas sensaciones, incluyendo esa punzada en su vientre. Eran las "mariposas" que había dicho metafóricamente JungKook y él las sentía precisamente en compañía del joven terrano.
—Lo es. Nunca he llegado a amar a alguien. A una pareja me refiero. Enamorarse es el primer impulso. Es un momento de felicidad, más si eres correspondido..., pero si la otra persona no siente lo mismo...duele y sí a veces incluso puede ser un dolor físico. Amar y desear a alguien con quien no podrás estar es...doloroso.
Jungkook lo sabía. Sabía que se estaba enamorando de Seokjin y estaba luchando contra ese sentimiento, porque sabía que terminaría herido y con un tremendo dolor en su corazón. Pero era tan difícil dejar atrás los sentimientos.
Jin frunció el ceño ante la idea de que algo que parecía tan hermoso, también pudiera causar dolor. Se dio cuenta entonces, que debía borrar cualquier indicio de esos pequeños sentimientos que estaban creciendo en él. No podía llegar a "enamorarse" de Jungkook. Sería absurdo e incompatible con su vida y la del joven terrano. Aun así, estaba sorprendido, de cómo era experimentarlo.
—Que difícil debe ser lidiar con todo eso...—Jin no dijo nada más y Jungkook tampoco lo presionó. Intuyó que algo le estaba pasando con todo esa información...tal vez también sentía algo..., pero no. Era absurdo pensarlo. Seokjin era un frío astronauta solariano. Eso era lo que Hoseok siempre le repetía.
—Es tarde y hace un poco de frío, será mejor que entremos en la tienda—Jungkook recogió los termos y llevó a Jin y Wootteo dentro de la tienda.
Seokjin se dio cuenta que el lugar era reducido. Wootteo se desconectó y se quedó en un pequeño rincón.
—Se que es pequeño, pero estaremos bien. Ven—Jungkook ya se había metido dentro del saco de dormir doble—Seokjin entró en un pequeño pánico al darse cuenta que dormirían juntos, pero no había nada que hacer, así es que siguió a Jungkook y se acostó a su lado.
Ambos se miraron. El calor de sus cuerpos irradiaba hacia el otro. Jungkook puso sus pies sobre los de Jin y éste se estremeció. Sin pensarlo, hizo lo que más temprano no se había atrevido. Puso su mano sobre el rostro de Jungkook. Éste sintió como su corazón latía y latía cada vez más rápido. En un movimiento osado, puso su brazo alrededor de la cintura de Jin y tiró de él. Sus cuerpos ahora estaban rozándose y sus rostros estaban muy cerca. Seokjin respiraba rápido y un tic comenzó en uno de sus ojos. Jungkook pensó en lo adorable que se veía. Cerró sus ojos al suave tacto de sus manos. Cuando los dedos de Jin rozaron sus labios, no pudo evitar la tentación y los abrió, pasando su lengua por ellos. Jin tembló.
—Voy a besarte—le dijo Kook y antes que Jin pudiera responder, los suaves labios de Jungkook estaban sobre los suyos.
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