Capítulo 11: Tantas Emociones
Una semana después, habían establecido una rutina. Esa mañana, como hacían desde hace cinco días, se levantaron temprano y lo primero que hicieron fue salir a correr. Habían descubierto que a ambos les gustaba entrenar. Los dos primero días, Seokjin había demostrado su superioridad física, dejando atrás a Jungkook, quien le había enrostrado su falta de consideración, por lo que el solariano rápidamente se disculpó y minimizó su paso. Ahora corrían en perfecta armonía, incluso discutiendo sobre la película que habían visto la noche anterior.
El solariano había descubierto que la televisión era interesante, aun cuando toda la saga de la Guerra de las Galaxias le pareció inexacta, absurda en varios aspectos <<no existe en todas las galaxias conocidas alguien como Darth Vader>>, le había dicho a Jungkook. Aunque lo que más le había llamado la atención eran los besos de algunos de los protagonistas. <<Besarse es antihigiénico y sin sentido>>. Jungkook había puesto los ojos en blanco y había tratado de explicarle lo que significaba.
—Jin Hyung, los besos son algo perfectamente natural en una relación de pareja. No importa si intercambias bacterias o lo que sea. Son un estimulante sexual y una forma de demostrar el amor y deseo hacia la otra persona. Nadie piensa en el intercambio de saliva cuando está besando.
—Y tú ¿has besado?, dijiste que habías tenido novios ¿así llaman a sus compatibles?
—He hecho más que besarme Jin-hyung.
—Oh—fue la respuesta de Seokjin. Sabía a lo que se refería Jungkook. Sexo. No había querido averiguar nada relacionado a eso, pues extrañamente sus orejas se ponían rojas ante la sola mención de la palabra. Especialmente desde que Wootteo le explicó muy gráficamente la diferencia entre el sexo heterosexual y el homosexual. Por lo que imaginar a Jungkook en esa situación lo incomodaba de un modo que no debería, desde que él no tenía emociones o eso seguía creyendo al menos.
Así, luego de correr, llegaron a casa, donde Wootteo tenía listo el desayuno. Muy americanizado para gusto de Jungkook, pero no se quejaba. La I.A. había estudiado toda la información sobre la forma como las diferentes culturas de la tierra comían, y había llegado a construir un desayuno que tomaba lo mejor de todas ellas, según sus palabras. Había cosas que realmente no podía hacer <<los terranos necesitan mejorar su tecnología en casa>>, pero en general la mitad del trabajo estaba hecho cuando llegaban y Jungkook se encargaba de lo demás.
—Quiero ayudarte a preparar la comida. No es correcto que tú hagas todo el trabajo. Puedo aprender—. Seokjin se había dado cuenta en esta semana de vida en la tierra, que era un inútil en casa. En Solaris, Wootteo y toda su casa habilitada con tecnología inteligente, se manejaba sola y él sólo se sentaba a comer la primera, segunda y tercera comida. Que aquí llamaban desayuno, almuerzo y cena. Ahora, le preocupaba no ser ayuda, y dejar al más joven haciendo todo.
—Entonces, ven y aprende—. Seokjin fue obediente y se acercó a la cocina, donde Jungkook calentaba un poco de arroz y cocía un poco de carne—Hyung, cocinar no es nada complicado. Sólo debes vigilar para que no se vaya a quemar y sazonar de a poco. Puedes ir probando la comida si deseas.
Seokjin tomaba notas mentales de los movimientos de Jungkook. Era diferente verlo en todo ese afán. A pesar de su falta de emociones, encontraba curioso observar al joven reírse y disfrutar de la cocina.
Siempre andaba con ropa suelta en casa, pero con su camiseta de manga corta se veían los tatuajes y los músculos. Era un cuerpo muy bien construido. Más pequeño que el suyo, pero tenía los brazos fuertes y su caja torácica y vientre estaban...bien construidos. No quería pensar en cómo se había quedado sin aliento cuando el primer día de volver a correr, se había quitado la camiseta mostrando todo su torso desnudo. Su maldito pene había saltado y le había dolido, cómo nunca lo había sentido. Por lo que ahora evitaba mirar demasiado el cuerpo del terrano.
Lo que Seokjin no sabía era que Jungkook se sentía de la misma manera. Cada vez que podía miraba furtivamente al astronauta cuando se cambiaba de ropa o salía de la ducha despreocupadamente semi desnudo. Ya se había masturbado dos noches con esa imagen y sabía que no era correcto.
Cuando terminaron de preparar la comida y Wootteo ayudó a servir los platos, se sentaron cómodamente.
—¿Qué quieres hacer hoy? —preguntó Jungkook. Ya sabía que a Seokjin no le gustaba la improvisación y le encantaba tener cada minuto del día controlado—. Namjoon hyung ha insistido en que lo visitemos en su trabajo. Probablemente si no vamos, hoy vendrá.
—No quiero que venga. Tengo mucho que hacer en la tarde. Debo analizar la información que el General Jung envió. Además, en la noche dijiste que iríamos a ver la nave.
JungKook asintió y sonrió. Namjoon se había convertido en un pequeño acosador. No lo culpaba, la curiosidad lo carcomía y quería estrujar cada pedazo de conocimiento que Seokjin tenía acerca del universo, pero el solariano no parecía interesado en entregársela.
—Entonces deberíamos ir ahora. Así él se queda tranquilo. Hoseok quiere que cenemos con ellos. Luego podemos ir a la nave, aunque no sé qué esperas encontrar. No es que algo vaya a funcionar.
Seokjin tampoco estaba seguro. Alguno de los otros planetas gemelos había tenido sabotajes similares, por lo que ahora la Confederación de Planetas había tomado cartas en el asunto y la investigación se había extendido. Alguien estaba escondiendo a los piratas rebeldes y la investigación de inteligencia había concluido que existía un grupo organizado que los manejaba. Ya no eran sólo un grupo de unos cuantos, intentando robar los recursos naturales de los planetas. Le parecía absolutamente inconcebible que hubiera solarianos involucrados.
—No lo sé, Jungkook. Sé que la nave está inservible ahora, pero puedo hacer correr algunos programas que podrían escanear algo...y tal vez Wootteo podría detectar un problema... ¿crees que es poco lógico y racional que vaya?
Jungkook se sorprendió. Era primera vez que veía a Seokjin con dudas y que, además, le hacía una pregunta tan importante a él. Que le preguntaba su opinión. Lo pensó por un momento antes de responder.
—Creo que sabes que será difícil encontrar algo, pero también creo que necesitas ir allá, para sentirte de alguna manera conectado con Solaris y recordarte que eres un Solariano y no un terrícola. Has vivido una semana como uno y puede que comiences a sentir desarraigo o algo así.
Seokjin escuchó. Jungkook había usado la palabra "sentir" muchas veces, como si de alguna manera estuviera experimentado emociones. Y tal vez los últimos días, así había sido. Una vez más se preocupó. Él tendría que solucionar eso. Temía que, si comenzaba a dejar salir las emociones, dejaría de ser el racional y practico Capitán Jinseo.
—Sé que me vas a decir que no te "sientes" de ninguna manera, pero Jin-hyung, podrás negarlo ahora con ese rostro serio con el que me miras, pero estoy seguro de que has experimentado emociones. Y es normal. Eres un ser humano—Jungkook se levantó con su plato, antes que Wootteo se los retirara—Vamos a ver tu nave. Y de paso podemos pasar la noche allí, mirando el cielo. ¿Te gustaría? Mi telescopio no es gran cosa, pero tal vez puedas sentirte más cerca de casa. ¿estaría bien para ti?
No supo que decir. Realmente no entendía que estaba pasando con él. La forma como Jungkook le hablaba le provocaba esas opresiones y latidos acelerados. Sabía que el terrano era una buena persona. Siempre estaba atento a sus necesidades. Se había encargado de explicarle muchas cosas únicas de la tierra. Y siempre buscaba que estuviera bien. Se sentía agradecido y sabía que comenzaba a sentir cariño por él. En realidad, no sabía que otro nombre darle a esa emoción. Con cariño definía lo que sentía por sus padres y algunos amigos en Solaris, pero intuía que con Jungkook era diferente y lo estaba asustando. Debía volver cuanto antes a su planeta.
—¿Jin-hyung? ¿Estará bien para ti? —volvió a preguntar Jungkook, que se había vuelto a sentar al ver a Seokjin inmovilizado en su silla. Ya se había dado cuenta que sus pensamientos se habían ido lejos.
—Está bien.
—Ok, entonces iré a arreglarme para ir al KARI y le enviaré un mensaje a hyung que estaremos allí después de mediodía. Ve a arreglarte también—. Jungkook sabía que Seokjin era de pocas palabras. La única vez que se había explayado, fue cuando le mostró en imágenes la galaxia donde estaba Solaris y los otros planetas gemelos. Le habló de galaxias todavía más lejanas, como Spheres, por la que parecía que el astronauta tenía una especial fascinación. Se paró, pero el brazo firme de Seokjin lo detuvo.
—Gracias Kook. Eres un buen amigo—una tímida sonrisa asomó en su rostro y sus mejillas y orejas se pusieron rojas. Jungkook también sonrió. Era primera vez que lo llamaba por el diminutivo que Jimin y Hoseok usaban.
Una hora y media más tarde, Jungkook estacionaba su auto en Boramae Park. No había querido llegar al KARI directamente, pues quería mostrarle un poco la ciudad a Seokjin. Hasta ahora, sólo habían corrido alrededor de casa y pensó que sería bueno para Jin, tomar un poco de aire y cambiar de ambiente.
—Tenemos tiempo todavía para llegar con Nam-hyung. Pensé que te agradaría caminar un poco. Dijiste que en Solaris la gente suele caminar por los parques. Aquí también podemos hacerlo.
Seokjin miró el lugar... Por supuesto que la vegetación no era la misma que había en Solaris, pero el hecho de ver árboles y flores lo entusiasmó.
No había tenido la oportunidad de ver un paisaje así en los días que llevaba en la tierra. El barrio donde JungKook y Hoseok vivián era básicamente residencial y tenía algunas plazas, pero nada que le llamara especialmente la atención. Comenzó a caminar con entusiasmo y Jungkook apenas alcanzó a darse cuenta y comenzó a seguirlo.
Todo su espíritu de explorador había salido y Kook apenas si podía caminar a su ritmo. Preguntó por nombres de árboles y plantas.
—Lo siento Jin-hyung, pero no soy botánico. Podemos fotografiarlos y luego averiguar sus nombres—. Jungkook sacó su máquina fotográfica, que a última hora había decidido llevar y comenzó a sacar fotografías.
Seokjin también quiso hacerlo y se dedicaron a fotografiar muchos lugares. Había personas paseando a esa hora del mediodía. Las mujeres al ver a Seokjin se quedaban mirándolo.
—¿Por qué la gente me mira así? No hay forma que sepan que no soy de aquí...
—Hyung, te miran porque...—Jungkook no sabía cómo decirlo—porque eres muy guapo.
Seokjin bajó la cámara que en ese momento apuntaba a un arbusto y miró a Jungkook con sorpresa. Entendía perfectamente el concepto de belleza, aun cuando en Solaris no se utilizara. Y conocía los estándares terranos.
—Eres hermoso—dijo finalmente Jungkook con sus mejillas ardiendo y su corazón latiendo a mil—. Puede que en Solaris no importe la belleza, pero en la tierra sí. Y especialmente en Corea. Por eso todos te miran.
—La belleza es un concepto subjetivo. Hay planetas donde no hay humanos y se considera hermoso alguien que probablemente para ti o para el resto de los terrano sería horrible...
—Lo sé. Y puedo imaginarlo. Y tal como dices es subjetiva. Pero aquí en la tierra, eres realmente hermoso.
—Tú también eres bonito Kook—las palabras fluyeron sin ningún filtro y fueron dichas sin emoción. Seokjin era intrínsicamente sincero. Y sólo estaba estableciendo un hecho. Desde la subjetividad terrana, desde el punto de vista humano, Jeon JungKook era bonito. No había necesidad de mentir. Bajo sus estándares, lo era. Lo dejó caer y siguió fotografiando como si nada.
Jungkook se quedó congelado y sintiéndose estúpidamente alborotado. Sabía que Seokjin no le había dado ninguna connotación sexual, amorosa o lo que fuera. Pero aun sí, no pudo evitar emocionarse. Él lo consideraba bonito...sabía que debía apartar todo pensamiento tonto..., se lo había dicho a Hoseok, era imposible que a él le gustara Seokjin...
—¿Me dejas tomarte una fotografía? —para distraerse de sus tontos pensamientos, Jungkook le quitó la cámara y apuntó hacia el Solariano.
—Supongo que sí, tal vez deberíamos tomarla juntos ¿no crees? — Jungkook suspiró, disparó la maquina cuando Jin al fin decidió detenerse y mirar el lente y luego se acercó para la selfie juntos.
Seokjin la vio y se sintió satisfecho. Se veían bien juntos. Jungkook tenía una sonrisa graciosa y sus ojos se arrugaban y era...dulce.
—Debemos ir con Namjoon, está ansioso por mostrarte su trabajo— Jungkook había revisado su teléfono y tenía varios mensajes de su amigo. A pesar de que hubiese querido alargar ese momento con Seokjin, debían volver al auto.
Seokjin miró el paisaje y llenó de oxígeno sus pulmones. Era agradable estar al aire libre. Siempre pensó que la tierra sería un lugar casi irrespirable. Ahora se daba cuenta que había juzgado demasiado apresuradamente el planeta. Al menos, en ese pequeño rincón, se respiraba paz y libertad. Además, comenzaba a disfrutar estar acompañado. Toda su vida había sido tan solitaria, sin sentir la necesidad de la compañía de otro ser humano. Pero ahora, la cercanía de Jungkook lo estaba afectando de diversas formas.
Namjoon los recibió en la entrada, donde Seokjin admiró el gran edificio y la gran antena en la parte más alta del edificio.
—Me alegro que hayan podido venir—le entregó a cada uno la credencial de visitas y comenzó a mostrarles las instalaciones.
JungKook ya había estado antes, por lo que no estaba demasiado sorprendido. Finalmente, cuando llegaron a la oficina de Namjoon, éste les mostró a ambos su trabajo en la búsqueda de exoplanetas. Algo en lo que Jungkook si se mostró interesado, al igual que Seokjin.
—En esta investigación se está invirtiendo mucho dinero y recursos, por eso me permitieron traer a Jungkook de manera permanente. Ahora para mí, esto es mucho más emocionante, sabiendo de dónde vienes. Ahora sé que existe vida inteligente más allá de esta galaxia y estoy emocionado de poder realizar esta investigación. Sé que no vas a decirme nada, porque lo consideras una intervención, pero al menos me gustaría que revisaras esto un momento, y me digas si voy bien encaminado.
Seokjin miró a Jungkook. La verdad era que a él si ya le había dado información que serviría para el trabajo que comenzaría a realizar con Namjoon. Tal vez había sido un poco imprudente de su parte, pero al ver la fascinación del joven no pudo evitarlo. No tenía idea porque le costaba tanto decirle que no al terrano.
—Puedo revisar tu trabajo y darte algunas indicaciones. Pero tú debes realizar tu propia investigación—. Leyó rápidamente el informe que Namjoon tenía en su laptop y luego le compartió sus pensamientos.
Tanto Nam como Jungkook estaban fascinados con su forma detallada de hablar. Seokjin irradiaba un aurea de seguridad y conocimiento fascinantes. Cuando terminó ambos estaban con la boca abierta por la forma didáctica en que les había explicado algunos temas importantes que debían considerar en su investigación.
—Gracias Seokjin, esto será de mucha utilidad. Podrías ser un gran profesor, tu forma de explicar...
—En Solaris también hago clases a los aspirantes a astronautas. Estoy entrenado para hacerlo. No es nada especial.
Jungkook lo miró y sonrió. Seokjin siempre esquivaba los elogios, con esa mirada gélida y seria, que comenzaba a sospechar era apenas una fachada, para la personalidad un poco tímida del astronauta.
Namjoon los invitó a almorzar y fueron juntos a un pequeño restaurante cerca de KARI. Seokjin nunca había comido fuera de casa de Kook o Hoseok y era una experiencia nueva. Por supuesto que en Solaris también había lugares así, pero le llamaba la atención la calidez del lugar y la bulla. En su planeta, prácticamente no existía la ambientación. La mayoría de los lugares públicos eran iguales. Con paredes blancas, sin ninguna decoración especial. Se dio cuenta que Solaris era blanco y gris y en cambio la tierra, o al menos esa parte de Corea estaba llena de colores. Miró el rostro de Kook y se dio cuenta que también era como ver un mundo de colores. Se fijó en sus ojos que brillaban. Había algo en ellos que le llevaban a un lugar conocido. No supo identificarlo. Jungkook notó que lo miraba fijamente y le sonrió tímidamente. Cuando Namjoon notó esto, se sintió un poco incomodo. Parecía como si sobrara entre ellos.
Luego de comer se despidieron y volvieron a casa. En el camino, Jungkook le hablaba de lo emocionado que estaba de ir a trabajar con Namjoon.
Seokjin simplemente lo escuchaba. Le gustaba la forma tan entusiasmada como se refería al estudio del universo. De pronto tuvo ganas de subirlo a su nave y llevarlo a conocer el espacio exterior. Sabía que eso era imposible, pero fue un anhelo que no dijo en voz alta.
Cuando llegaron a casa, Seokjin fue a su cuarto, para estudiar algunos datos que el General Jung le había enviado. Jungkook se acercó para ofrecerle un té. Seokjin lo aceptó. Cuando se lo trajo, no pudo evitar sonreírle.
—Me gusta escucharte hablar con tanto entusiasmo acerca del estudio del universo. Yo también siempre me sentí fascinado por el espacio exterior.
—Crecí mirando el cielo hyung. Mi papá es un astrónomo aficionado y desde pequeño me llevaba a observar las estrellas. En ese entonces, me decía que mamá se había ido a una de ellas.
Seokjin se dio cuenta que era primera vez que Jungkook mencionaba a su madre.
—¿Ella murió? Nunca la mencionas.
—Tenía tres años cuando murió. Apenas la recuerdo. Sólo a través de los recuerdos de mi padre. Sé que me amaba y tenía mucho miedo de dejarme tan pequeño. Nada pudo hacer contra el cáncer, ¿En Solaris existen las enfermedades?
—Existen, pero la mayoría tiene cura. No somos inmortales. También enfermamos y morimos. Aun con toda la tecnología disponible, hay veces que no se puede hacer nada.
—Hubiese deseado que existiera una cura para mamá. Se que mi padre la extraña y fue duro para él criarme solo. Y tú hyung...háblame de tus padres.
—Tengo un padre y una madre. Ambos son solarianos. Manejan una empresa que provee de tecnología a los hogares de Solaris. Es diferente allá. Los padres envían a sus hijos a estudiar desde muy pequeños. Tenemos un vínculo...especial. Hablamos regularmente. Pero estoy seguro que no es la misma forma como lo haces tú con el tuyo.
—Hyung... ¿cómo puedes vivir sin tener sentimientos? ¿Cómo sabes si eres feliz? ¿Cuál es el propósito de la vida de un solariano?
Jungkook hacía preguntas difíciles de contestar para Seokjin. Mas ahora que comenzaba a tener emociones. Que comenzaba a sentirse distinto. Estaba tan asustado, porque sabía que era Jungkook quien las provocaba. Y ahora mismo se cuestionaba si toda su vida en Solaris era como realmente se debía vivir.
—Una vez, otro humano me preguntó lo mismo—. Jungkook se mostró sorprendido, más todavía cuando Seokjin lo invitó a sentarse en su cama—. Existe una galaxia llamada Spheres. Ya te la había mencionado. Allí existen nueve planetas. Todos muy evolucionados. Ellos si tienen emociones y sentimientos, pero...de un modo diferente. Mucho más allá de sentimientos personales, más bien colectivos. Dicen que sienten amor por todas las criaturas del universo. Hablan acerca del bien y el mal...como dos fuerzas que deben estar equilibradas en el universo...son viajeros del tiempo, Inter dimensiones y entre galaxias. Han estado aquí...Uno de ellos vivió mucho tiempo en la tierra, y él dice que amó estar aquí...tanto que conservó su nombre terrestre...Chris...
JungKook escuchaba asombrado a Seokjin. ¿Serían lo que la gente llamaba ángeles? ¿dioses?
—Hace dos años fui allí, porque me atraía su belleza en el universo..., y lo conocí. Me habló de tantas cosas... el creía que Solaris debía evolucionar hacia donde estaban ellos. Sentir emociones y no al revés..., tampoco entendía porque no sometíamos a la cirugía y las reprogramaciones...y también me preguntó como sabía si era feliz...y debo decirte Kook que no lo sé...más ahora que he estado aquí en la tierra. En que te veo vivir a través de las emociones. Veo a Hoseok que también es un solariano y es tan diferente a mí...él sonríe todo el tiempo, Disfruta su trabajo, la forma como mira a Jimin...hasta ahora había vivido tranquilo. Disfrutando mis viajes, estudiar...mi soledad...ahora...sinceramente no lo sé...pero no es algo en lo que deba cuestionarme. Volveré a Solaris, a mi vida...y es como siempre he vivido. Es lo que tengo que hacer simplemente.
—Yo lo entiendo hyung...no lo comparto..., pero si es lo que quieres...siempre...tú...podrías quedarte...aquí...conmigo...—Seokjin lo miró y vio como mordía su labio...—digo con Hobi y Jimin. También esta Tae...tú podrías elegir otra vida...
—No Kook. Mi vida está en Solaris. No puedo olvidar mi deber..., además, viajar, ser astronauta es todo lo que deseo—. Seokjin ya no quería seguir hablando. Se estaba volviendo tan difícil...—gracias por el té. Ahora necesito revisar esto...
Jungkook se paró y salió del cuarto. Había sido un día lleno de emociones. Sabía que su corazón estaba siendo afectado por la presencia del Solariano y tal vez debería levantar un pequeño muro, para no ser herido...cuando Seokjin volviera a su planeta...
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