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"El inicio..."
Septiembre, 1976
El silbato del expreso de Hogwarts resonó en el andén 9¾, anunciando su partida. Maliah Smith ajustó su bufanda verde y plateada mientras caminaba con paso seguro entre la multitud de estudiantes, esquivando familias que se despedían con abrazos apresurados.
Su equipaje flotaba detrás de ella gracias a un sencillo encantamiento, aunque su rostro no mostraba emoción alguna. A primera vista, parecía una típica Slytherin: elegante, distante y, para muchos, inalcanzable. Pero quienes realmente la conocían sabían que había mucho más detrás de esa fachada.
—¡Maliah!—gritó una voz familiar para Maliah
Se giró justo a tiempo para ver a Mary Mcdonald, su mejor amiga, abriéndose paso entre la multitud. Su cabello lacio y castaño rebotaba con cada paso, y su sonrisa iluminaba el andén.
—¡Creí que no llegarías a tiempo!—exclamó Mary, dándole un rápido abrazo
—Siempre llego a tiempo, Maricita—respondió Maliah, arqueando una ceja—. ¿Dónde están las otras?
—En un compartimento cerca del final del tren. Marlene y Lily llegaron temprano para apartarlo.
Maliah asintió y subieron al tren. Mientras avanzaban por los pasillos, algunos estudiantes les lanzaban miradas curiosas. Después de todo, no era común ver a una Slytherin caminar de la mano con una Gryffindor.
—¿Cómo estuvieron tus vacaciones?—preguntó Mary mientras esquivaban a un grupo de primerizos que arrastraban sus baúles con dificultad
—Tranquilas. Mi madre insistió en que asistiera a las reuniones de la familia de Robert, ya sabes cómo son los Johnson—respondió Maliah con un suspiro—. No les parece bien que Robert esté de pareja con una persona que ya tenía responsabilidades de una hija, pura hipocresía. Lo de siempre.
Mary la miró con empatía, pero antes de que pudiera responder, llegaron al compartimento.
Marlene Mckinnon estaba sentada junto a la ventana, con una pierna doblada sobre el asiento y su cabello rubio desordenado como siempre. Lily Evans, por otro lado, estaba revisando un libro de pociones, aunque levantó la vista al escuchar abrirse la puerta.
—¡Ahí estás!—exclamó Marlene, dándole un empujón juguetón a Maliah mientras esta se sentaba frente a ella—. Pensé que te habían secuestrado tus amigos serpientes.
—Lo intentaron—bromeó Maliah con una sonrisa ladeada—, pero soy más rápida que ellos.
—¿Cómo está Regulus?—preguntó Lily, cerrando su libro y observándola con interés—. Lo vi en el andén, pero no parecía muy contento.
Maliah frunció ligeramente el ceño.
—Está... complicado. Creo que su familia le está metiendo mucha presión.
—Eso no es novedad—dijo Marlene con amargura—. Los Black siempre han sido un nido de serpientes venenosas.
—Excepto Sirius, claro—intervino Mary rápidamente, lanzando una mirada a Lily, quien asintió en silencio.
Maliah decidió no contestar. Sabía que hablar de los Black con sus amigas Gryffindor podía ser un terreno peligroso. En su lugar, cambió el tema.
—¿Y ustedes? ¿Cómo estuvieron sus vacaciones?
Marlene lanzó una carcajada.
—Horribles. Mi padre insistió en enseñarme a usar una escoba vieja para jugar Quidditch. Casi me mato.
—Eso no suena tan mal—respondió Maliah con algo de diversión
—Ah, claro, porque tú eres una experta en Quidditch—replicó Marlene, cruzando los brazos de forma exagerada
—No soy una experta, pero al menos sé cómo no caerme de una escoba.
El compartimento estalló en risas, aligerando la atmósfera. Lily, siempre práctica, volvió a abrir su libro, aunque no sin antes dedicarles una sonrisa.
—Por cierto—dijo Mary de repente—. ¿Ya escucharon lo que dicen sobre los nuevos prefectos?
—¿Qué cosa?—preguntó Maliah, arqueando una ceja.
—Dicen que James Potter es prefecto.
Lily dejó caer el libro con un golpe seco.
—¿¡Qué!?—exclamó Lily, sus ojos verdes destellando incredulidad—. Eso no puede ser cierto. ¡James Potter no tiene un hueso responsable en su cuerpo!
—Bueno, también dijeron que Severus está en el equipo de duelo este año—agregó Marlene con un guiño.
Maliah no pudo evitar reírse suavemente.
—Bueno, será un año interesante, eso seguro.
Mientras el tren avanzaba, dejando atrás el humo y las despedidas en el andén, las cuatro chicas se sumergieron en conversaciones animadas, risas y pequeñas discusiones que parecían no tener importancia. Sin embargo, en el fondo, todas sabían que este año sería diferente. La tensión en el mundo mágico comenzaba a sentirse, incluso entre los muros de Hogwarts.
Y mientras Maliah miraba por la ventana, observando cómo el paisaje se transformaba, no podía evitar preguntarse cuánto cambiarían sus vidas antes de que ese tren volviera a llevarlas de regreso al andén.
GIVI'S NOTE — 07/01/2025
¿Qué les pareció?
¿Qué piensas de la amistad entre Marlene, Lily, Mary y Maliah?
Duele escribir a Maliah, sabiendo el final que tiene😭
Teorías:
with love: Ivvy🦋
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