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003: didn't have it in myself to go

003 ━ i didn't have it in myself to go with grace, and so the battleships will sink beneath the waves.

CHAPTER THREE
━━ ❝ BAD LIAR ❞

A PESAR DE TODAS LAS COSAS QUE HARLYN PENSABA SOBRE su hermano y las razones por las que siempre lo había querido lejos de ella, reconocía que pasar un tiempo de koinonía con él después de tanto tiempo no había sido tan desastroso como su mente lo proponía.

Habían ido a comer tal y como habían dicho y, para su buena fortuna, Graham se abstuvo de seguir haciéndole más preguntas que le hicieran sentir incómoda y también dejó de insistir en que ella se fuera al servicio secreto británico del que tanto alardeaba. Era el aniversario de la muerte de su madre, había que tratar de mantener un buen ambiente.

Sin embargo, no hablaron mucho. El mayor fue el que matuvo más en pie la conversación mientras que la menor se limitaba a asentir, a cortas respuestas afirmativas o negativas o un mínimo comentario sobre lo que fuera. A pesar de que no se sintiera incómoda del todo con la presencia de su hermano prefería evitar decir cualquier cosa que pudiera llevarlos a una más extensa charla; sobre todo si involucraba su pasado.

Y observando los hechos ocurridos últimamente en la vida de Harlyn y las cosas que había descubierto, prefería dejar el tema lo más estático posible.

Tenía muchas dudas aún, sí, pero Fury le había asegurado que le daría un objeto que iba a ayudarle a aclarar muchas de ellas, solamente tenía que esperar a recibirlo.

—...Entonces tuvimos que hacer explotar el ala Este del Kremlin de todas maneras ¿Puedes creerlo? —la voz de Graham contando una de sus anécdotas la trajo de vuelta a la realidad—. No nos quedó otra opción. Causamos estragos tremendos pero al menos conseguimos la información de nuestros enemigos.

—Así que, cuando vi en las noticias la explosión del Kremlin...Fuiste tú ¿Eh? —le dio un trago a su jarra de cerveza.

—Sí —rió imitando el gesto—, así es.

—¿Pero esto no es...? —movió su mano al aire— ¿Información confidencial que no deberías compartirle a nadie?

Él hizo una mueca y suspiró—Confío en ti. Además...Es el único tema de conversación que puedo sacar y hacer que me pongas atención.

La rubia igualmente soltó un suspiro y se removió un poco incómoda en su silla.

—Graham...Por favor no empieces.

—Lo siento —alzó una mano—. Solamente quería hablar contigo, aunque siempre sea difícil poder llegar a ti —ella iba a hablar pero fue interceptada—. Y antes de que digas algo...Yo sé que esto es mi culpa...La distancia que siempre pones entre nosotros es mi culpa. La causé por como te traté cuando éramos jóvenes y lo lamento...En serio.

La mujer guardó silencio mientras jugaba quietamente con una servilleta sobre la mesa. Siempre le había costado responder a las emociones de la gente ya que simplemente no sabía qué decir. Se quedaba congelada y sólo esperaba a que el momento de esfumara.

—No hay problema —se limitó a contestar—. Ya no importa, ha pasado mucho tiempo. Ahora...Sólo quiero espacio personal.

—Sí, y lo entiendo, estás en todo tu derecho. Solamente quiero ver de vez en cuando cómo estás...Nada más.

En ese instante el celular de Harlyn comenzó a vibrar sobre la mesa. Al observar la pantalla leyó el nombre de Natasha en él pero inmediatamente pulsó el botón rojo para colgar; ahora estaba un poco ocupada y no tenía tiempo para, según ella, las estupideces que la rusa quería.

—Y perdón si lo hago, pero en serio me preocupo mucho por ti...Nuestra vida no fue fácil.

—Lo sé Graham —se tomó el puente de la nariz—, por eso trato de entenderte.

—Gracias —se sinceró—, no sabes cuánto significa para mí.

Después de que el hombre pronunciara aquellas palabras, el teléfono de la agente volvió a vibrar con la misma persona como causante de aquello: Natasha.

La rubia gruñó y tomó el aparato—: Dame un segundo ¿Sí? Tengo que atender esto.

Alzó las manos hacia adelante—No hay cuidado.

Ella asintió y finalmente apretó el botón verde y se llevó el celular al oído para contestar:

—¿Qué?

Sal de ahí ahora.

Ella frunció el ceño—¿De qué hablas?

Sal de ahí, estoy afuera en el auto.

Cerró los ojos cansada—Natasha, ya hemos hablado de esto, te dije que ya no quiero que me rastrees, no es...

Ahórratelo. Tienes que salir ahora...Sucedió algo terrible.

Al oír la alerta la inglesa se reincorporó en su silla—¿Qué cosa?

La línea se mantuvo en silencio; un silencio que dolió por su longevidad.

Le dispararon a Fury...Está mal en el hospital.

La línea se mantuvo en silencio; un angustiado silencio que, por la urgencia de la situación, no podía durar mucho.

—Pero...Pero... —a la rubia le costó reaccionar, mas aún bajo la preocupada mirada de su hermano—. ¿Cómo pasó? ¿Quién lo hizo?

—No tengo idea. Por eso tienes que venir conmigo ahora —recalcó la última palabra.

—Voy de inmediato —colgó y se puso de pie como si tuviera un resorte—. Debo irme —dijo al mayor mientras tomaba las pocas cosas que había traído—, hay un asunto que debo atender.

—¿Pasó algo malo? —cuestionó también levantándose por la preocupación.

—Sí...Más o menos —trató de no ahondar mucho en el tema—. Pero debo ir de inmediato.

—¿Quieres que te acompañe? ¿O te ayude en algo?

—No, no gracias —agradeció con sinceridad—, estoy bien así, sólo debo irme de inmediato; ya me están esperando.

—Sí, sí, claro, no hay problema.

Ella asintió y pegó media vuelta para irse hacia la puerta. Sin embargo, su inconsiente la hizo detenerse porque sintió que estaba siendo levemente injusta con Graham al irse así nada más. Giró sobre sus talones y trató de esbozar una sonrisa.

—Eh... —tragó saliva—, gracias por esta tarde, fue un tiempo agradable.

Aquellas sencillas palabras parecieron derretir el corazón del mayor. Posteriormente sonrió también llevándose una mano al pecho—Me alegro de que así haya sido. Fue bueno vernos...Adiós.

Ella no dijo nada más, sólo agitó su mano con delicadeza para luego salir disparada hacia la puerta.

Cuando salió reconoció inmediatamente el deportivo negro de Romanoff así que se subió sin esperar invitación alguna. No tenían tiempo que perder.

Soltó un largo suspiro cuando cerró la puerta del auto y miró a la rusa—¿Qué carajos está pasando?

—No lo sé —aceleró inmediatamente para irse del lugar—. Estoy igual de sorprendida que tú, supe hace un par de minutos.

—¿Cómo pasó?

—No sé mucho aún, sólo sé que estaba en el departamento de Steve cuando una emboscada sucedió. Recibió varios impactos de bala.

—¿En el departamento de Steve? —preguntó sin creerlo mientras ella asentía—. ¿Y qué rayos hacía ahí?

—No tengo la menor idea.

—¿Quién lo hizo? ¿Quién le disparó? —siguió cuestionando, llevándose dos dedos al puente de la nariz.

La agente la miró de reojo por unos cortos segundos, un poco mareada por todas las preguntas que le estaba haciendo.

—Lo vamos a averiguar —fue lo único que respondió.

Casi a la velocidad de la luz ambas mujeres llegaron al hospital donde Rogers había traído al director malherido. Salieron del vehículo casi en sincronía y corrieron hacia el interior. Sus pasos eran acelerados y no pudieron permitir que las personas que se aparecían en su camino fueran un obstáculo, tuvieron que hacerlas a un lado.

—¡Muévanse! ¡Tenemos prisa!

—¡A un lado! ¡Esto es una emergencia!

Cuando cruzaron el ala de emergencias aceleraron hasta el quirófano, en donde les dijeron que estaba Fury. Una vez que atravesaron aquella puerta todo fue silencio. La ruidosa euforia que estaba acelerando su interior se esfumó por un sentimiento de angustia y preocupación.

Frente a ellas estaba Nick siendo intervenido quirúrgicamente. No estaban completamente cerca, sino que lo venían todo en una pequeña sala y a través de un enorme ventanal de cristal. El hombre se veía realmente mal, como jamás lo habían imaginado ver en sus vidas. Se notaba a leguas que el hombre estaba tratando de luchar por sobrevivir...Ya que no se veía para nada bien.

Se dieron cuenta además de que dos personas ya se encontraban dentro, observando como todo se llevaba a cabo. Estas eran el Capitán y María Hill.

—¿Qué haces aquí? —cuestionó Harlyn a la agente cuando llegó a su lado.

—Fury me llamó —dijo casi en un susurro y se le pudo oír como tragaba saliva—, y estaba bien cuando lo hizo...

—¿Creen que sobreviva? —preguntó Romanoff a Steve a su lado.

—No lo sé.

—Dime sobre quien lo hizo —pidió Hochschild apoyando sus manos en una baranda y sin dejar de mirar al frente.

—Es rápido...Fuerte...Y con un brazo de metal —contestó éste haciendo que las recién llegada se repartieran una confundida mirada.

—¿Balística? —Nat se dirigió a Hill.

—3 balas, más estrías no se pueden identificar

—Son balas soviéticas... —el descubrimiento de la rusa les causó un escalofrío y nuevamente se miró con su compañera inglesa, dándose cuenta a donde estaba apuntando todo aquello.

Justo después de esas palabras comenzaron a escuchar sonidos distintos dentro de la sala del quirófano. El pulso de Fury se fue a cero y los doctores hicieron lo posible por traerlo de vuelta mientras las personas en la sala de espera comenzaban a perder la cordura en desesperación.

—No Nick, no hagas esto...

Después de los segundos más tortuosos de sus vidas vieron que no había nada más que hacer.

—No hay pulso —oyeron a un médico—. ¿Hora de la muerte?

Nick Fury se había ido.

Aquella noticia, y para colmo haber visto todo aquel proceso de su muerte, fue duro como un puñal al pecho para los agentes que con un poco de esperanza aguardaban que pudiera sobrevivir...Pero no fue así.

Con mucho pesar y aguantándose las lágrimas tuvieron que aceptar la realidad.

Luego de varios minutos le dieron un momento a cada uno para poder estar con el inerte cuerpo del director antes de que tuvieran que llevárselo. Para Harlyn fue duro aunque no quisiera reconocerlo en voz alta, ya que aquel hombre la había sacado del agujero en el que estaba y le había ayudado a que su vida tuviera un propósito. La había apoyado en buscar información necesaria para ella, la habia ascendido, había confiado en ella y un sin fin de otras cosas que ahora la atacaban en recuerdos.

Después de un tiempo sintió una presión sobre su hombro y una voz le susurró:

—Tenemos que llevarlo —dijo Hill con suavidad mientras ambas seguían viendo el cuerpo sin vida del moreno.

La inglesa asintió en silencio, sorbió su nariz y pegó media vuelta para irse de aquella sala.

No obstante, cuando salió hacia el pasillo se topó con una escena interesante: Romanoff y Rogers mantenían una tensa conversación.

—¿Qué hacia Fury en tu departamento? —cuestionaba ella.

Esa era una buena pregunta ¿Qué rayos conectaba al Capitán con la muerte de Fury? ¿Por qué el director había estado ahí al momento de su deceso?

—No lo sé —contestó él encogiéndose de hombros.

La respuesta le sacó una risa a la agente y sus últimas palabras fueron—: Tú no sabes mentir.

Posteriormente la rusa pegó media vuelta para irse totalmente molesta de aquel lugar.

Cuando Natasha se giró para irse completamente indignada, agitando su roja cabellera lisa en el aire ante la respuesta del Capitán Harlyn vio una oportunidad para acercarse al hombre y hacer sus propias consultas.

—Espérame en el auto, tardaré un segundo —le susurró a su amiga, la cuál no se detuvo a responderla ya que estaba lo suficientemente molesta como para emitir una palabra y sólo siguió caminando.

Cuando Rogers divisó a la inglesa acercándose a él se puso tenso, sabiendo que ya había un historial de molestia y rivalidad entre ellos dos previamente establecido.

Puso sus dos manos sobre sus caderas—Yo no tuve nada que ver en...

—Ahórratelo, Nat tiene razón: Apestas como mentiroso —interrumpió la rubia imitando la pose y mirándolo fijamente a los ojos—. Además, ya oí parte de su discusión, no tienes que seguir repitiendo las mismas tonterías.

Él soltó una risa nasal—¿Entonces?

—Sea lo que sea que ocultas lo tendrás que soltar tarde o temprano. Nuestro director está muerto y lo peor de todo es que tú sabes porqué —lo miró de pies a cabeza—. ¿Quién lo diría? ¿Eh? El héroe de América ocultando importantes y oscuros secretos.

Soltó un suspiro agotado—Hoy no, Harlyn.

El hombre se había dispuesto a dar medio vuelta para irse y dejar a la agente ahí estática pero la voz de ella lo detuvo en seco:

—Sé que tienes una memoria con información.

El cuerpo de Steve comenzó a temblar y la piel se le puso helada. Ambas agentes tenían razón: Él era un terrible mentiroso. Pero de todas las cosas sobre las que estaba mintiendo Fury le pidió específicamente esa no le mencionara y que no confiara en nadie. Sin embargo, y sin saber cómo, Hochschild lo había descubierto.

Con cuidado comenzó a voltearse para volver a su anterior posición: Frente a ella.

—¿Qué estás diciendo?

—Que sé que tienes una memoria con información.

Soltó otra risa nasal y sacudió la cabeza—¿Qué te hace pensar pensar yo tengo una?

—Porque Fury iba a dármela a mí.

Nuevamente las palabras hicieron que el Primer Vengador se quedara estático. No vio venir aquello, definitivamente. ¿Cómo el sabía de la memoria? Y más importante: ¿Por qué Nick se la iba a dar?

Luego de unos segundos en los que la sorpresa lo hizo quedarse en silencio el hombre respondió:

—Lo lamento, pero no sé de qué memoria estás hablando.

Ella rió suavemente y se llevó una mano al rostro, cansada de saber que el hombre le estaba mintiendo—Vamos Steve, ya no juegas conmigo. Sácate la careta de mentiras y dame la memoria.

—Yo no tengo nada —se encogió de hombros—. ¿Por qué Nick querría darte una memoria?

—Eso no es de tu incumbencia.

—Pues insisto, no tengo nada.

—La necesito.

—No sé de qué estás hablando.

Ella comenzaba a perder la paciencia y apretó sus puños a cada lado de sus caderas—Ahora.

Rogers se dio cuenta de que aquel objeto que evidentemente él tenía guardado era importante para la agente ¿Por qué? No tenía el tiempo y las libertades para preguntárselo ya que Fury, en su último aliento, le dijo que no confiara en nadie para luego entregarle el USB.

¿Qué había ahí que era tan secreto para Nick y tan importante para Harlyn?

Para la buena suerte de Steve, el agente Brock Rumblow llegó hacia él para hablarle e inconscientemente salvarlo de aquel incómodo momento que ya no sabía como detener.

—Cap, nos esperan en SHIELD —observó a Harlyn—. Tenemos que irnos ahora.

El Vengador asintió y vio aquel momento como su oportunidad de escapar de la rubia.

—Debo irme —le dijo a ella.

Soltó una risa sarcástica—Claro...Escapando de tus problemas.

Antes de irse completamente Rogers soltó un suspiro y se volteó para decirle—: Yo no estoy ocultando nada, mucho menos sobre la muerte de Fury, no tuve absolutamente nada que ver.

Y dicho eso el hombre pegó media vuelta y se retiró en compañía del equipo STRIKE.

A pesar de que no le creía a sus primeras palabras sí sentía que estaba estaba honesto con las últimas; Rogers no le hizo nada a Fury. No lo conocía hace mucho pero Hochschild era buena para leer a la gente. Steve no era una persona que hiciera ese tipo de cosas sin razón, mucho menos un asesino. Habían más involucrados de lo que pensaban y el hombre sólo había caído en el saco de manera involuntaria.

¿Por qué? No tenía idea.

—Ya lo veremos, Capitán —dijo para sí misma cuando quedó sola en el pasillo.

Algo más estaba pasando ahí, algo mucho más profundo de lo que ahora podía comprender. Pero tendría que averiguarlo...

A como diera lugar.

















































HOLA BUENAS A TODXS, ME DEMORE 1 AÑO PERO LLEGUE SJDJWJXJD

cómo están? como les va?

ya nos estamos yendo más a fondo con la trama de tf&tws Y ESO ME EMOCIONA MUCHO. tengo hartas cosas preparadas que ojalá disfruten uwu.

qué les pareció?? qué opinamos del hecho de que harlyn necesitaba esa memoria USB??? se vienen cositas

pero bueno, yo me retiro y los dejo con las dudas muajajajaja jdjd byee

nat

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