Sinopsis
Castiel le propone matrimonio a Dean

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Castiel sabía que Dean jamás se lo propondría. No es como si le importara el tener un anillo en el dedo como muestra de amar a Dean más que a su propia vida, pero sabía que a Dean si. Tal vez él no lo aparente pero sabía que en el fondo de su mente Dean deseaba casarse con la persona que ama, asi como tener una familia. Castiel sabe que no puede darle una familia como desea, pero puede casarse con él como tanto desea en el fondo de su corazón. Sabe que no es muy romantico, ninguno de ellos lo son, pero a su manera expresan su amor y debe encontrar la forma correcta de hacerlo. Solo debe pedir ayuda. ¿Qué mejor que su proximo cuñado?

─Sam, necesito tu ayuda en algo muy importante─

Se presentó en el cuarto del nombrado mientras este veía algo en su computadora.

─Está bien─ frunció el ceño, ya esperaba ver que loca idea tenía el ángel esta vez.

─Quiero proponerle matrimonio a Dean, solo que aún no se cómo─ habló el ángel directo. Vio como Sam abría los ojos impresionado pero siguió hablando. —Sé que según las costumbres debe ser algo especial, también sé que no somos una pareja normal y por eso debo encontrar la forma de hacerlo sin ser tan...—Movió la cabeza encontrando la palabra perfecta.

─¿Cursi?─ respondió Sam. El ángel asintió.

─Algo que sea del estilo de Dean─

Sam llevó una mano a su cabeza tratando de procesar la información dada. Castiel, el ángel novio de su hermano se quiere casar con su hermano, y quiere su ayuda para pedirlo. Quiere algo del estilo de Dean, solo eso.

─¿Por qué solo algo del estilo de Dean? ¿Tú no quieres algo en especial? ─preguntó Sam.

Castiel entrecerró los ojos pensando.

─Creo que no. Los ángeles no se casan por lo que no soñamos con esto, pero los humanos si, además yo quiero que Dean tenga lo que quiere─ habló simple.

Sam aún le sorprendía la naturalidad con la que Castiel hablaba sobre sus sentimientos, más cuando estos involucraban a su hermano mayor.

—Bien, puedes pensar en lo que le gusta y tal vez ayudarte con eso—

En lo que le gusta a Dean. ¿Qué le gusta a Dean? Castiel pensó en todo lo que sabe que le encanta a su novio.

1. Ama beber cervezas, sin importar la hora del día.
2. Antes solía gustarle ir por chicas, aunque esa definitivamente ya no es una opción.
3. Y sobre todo. Él ama el pay, preferiente el de manzana.

Entonces Castiel fue al día siguiente, en compañía de Sam, a una tienda de postres. Debía encontrar el mejor pay para su futuro esposo.

—¿Qué le dijiste a Dean cuando salimos que esta mensajeandome como loco?— bufó Sam al ver su teléfono lleno de mensajes de su hermano.

—No estaba, así que deje una nota diciendo que haría algo que no debía saber que haría, contigo.— contestó sin ver a Sam ya que observaba los pasteles de la vitrina.

Sam se congeló y los mensajes empezaron a tener sentido.

Dean conectado.
Sam, ¡¿Donde demonios están?!
¿Qué haces con mi ángel maldita rapunzel?
Saaaaaam! Contesta, maldición!

Recibido a las 2:34. ✔✔

—Espero que la sorpresa de esta noche revele lo que en verdad hicimos— y espero que no se destruya esta relación. Susurró Sam para si mismo.

Observó como el ángel seguía sin ponerle atención mientras veía con atención los pasteles.

—Oye, Cas. ¿No significaría más para él si lo hicieras tu mismo? —

Castiel quitó la vista de la vitrina y lo miró con su habitual expresión.

—Pensé en hacerlo, pero recordé que no sé cocinar. No soy humano, no sé de eso. Lo mejor es comprar uno, con el dinero de Dean, claro.—

Sam rió y decidió contestar los mensajes de Dean. Sabía que se enojaria por el doble sentido de sus contestaciones, pero Dean no tenía porque hacerlo. Ese ángel valía oro después de todo, hasta Sam deseaba uno como él.

Dean conectado.
Tranquilo, la estamos pasando bien.
Castiel, esta haciendo algo importante que no debes saber. Hablamos luego.

Recibido a las 2:38.
Leído.
Dean escribiendo.

Lo bloqueó después de eso, no miró lo que contestó Dean. Definitivamente se estaba volviendo loco de celos.

Al final Castiel escogió uno enorme de manzana dulce. Acababa de salir del horno y olía exquisito. Sam lo llevó a comprar también la cena para esa noche, después lo dejó afuera del bunker para que organizara todo el ángel del señor. Castiel sabía como hacer exactamente todo.

Cuando Sam entró al bunker encontró a Dean en la mesa, con una cerveza a un lado y la cabeza entre sus manos. Parecía estresado y pensando. Una vez que escuchó la puerta abrirse, levantó la cabeza rápidamente. Cuando notó que Sam entró solo se le lanzo como bestia con las preguntas sobre su novio.

—¿Dónde esta MI novio?—

—Tranquilo celostina, Cas vendrá después. Tiene una sorpresa para ti, por eso salimos. —rodó los ojos —Todo lo de los mensajes empezó por Cas, que no sabe como decir las cosas, y yo solo quería molestarte. —

Dean frunció el ceño y Sam se retiró a su cuarto. Dean se preguntaba que clase de sorpresa tendría un ángel que no conoce el sarcasmo y no entiende referencias. Ahora que lo piensa, ni siquiera podría serle infiel, estamos hablando de Castiel. Pero Dean era demasiado controlador cuando se refería a su ángel.

Pasó otras dos horas moviendo su cerveza en forma de juego. Bebiendo un poco, mirando su computadora. Hasta que Sam apareció en la puerta de su habitación diciéndole que tomara una ducha y se vistiera decente.

Dean lo hizo y después Sam lo llevó fuera del bunker. Dean se dio cuenta que Cas estuvo todo el tiempo afuera y él pudo salir a ver que hacia. Pero era Dean. El mismo Dean que le tomó más de 5 años en darse cuenta que amaba a ese ángel. El mismo ángel que le sonreía con una cena lista.

—¿Qué es esto? No cumplimos aniversario, ni siquiera festejamos esas cosas.— Dean preguntó curioso.

Castiel sonrió con la mirada baja. Amaba a ese Dean, definitivamente estaba haciendo lo correcto con la propuesta.

—Lo sé. Esto no es por ninguna fecha en especial, es más del tipo...sorpresa. Así lo dijo Sam.—

Hablando de su hermano, el hombre se había esfumado como por arte de magia. Da igual, estaba mejor así. Ellos dos solos.

—Bien. —Dean sonrió y se acercó a ver la sorpresa, después rió al ver que era.—¿Son hamburguesas?—

Castiel asintió feliz como niño en navidad y Dean amo eso. ¿Qué diablos? El amaba todo en su ángel.

Ambos se sentaron y comieron, aun cuando Casiel no lo necesitaba, y tomaron cerveza. Mas que una cita de proposición de matrimonio, parecía una cita de amigos. Pero eran ellos, y eso es lo que eran aun después de todo. Tenían muchos gustos iguales, como amigos, amigos que quieren pasar el resto de su vida juntos en pareja.

Comieron entre charlas normales y se sonrieron como siempre. Hasta que llegó la hora del postre.

—Mm, pay. Que bien me conoces dulzura. —Dean se animó al ver el enorme pay. Castiel le pasó el cuchillo y lo cortó rápidamente.

Cortó un pedazo enorme y lo puso en su plato. Cortó otro para Cas y lo puso en el suyo. Justo cuando enterró el tenedor para llevarse su bocado, lo notó. Un pequeño circulo de metal colgado de su trozo de pay.

—¿Qué demo...

—Dean, ¿quieres casarte conmigo?—

Dean quitó la vista del anillo hacia Castiel, quien lo miraba fijamente. Dean tenia la boca abierta sin saber que decir, demasiadas emociones para procesar. De todo lo que pudo decir, contestó:

—¿Por qué? —Castiel ladeó la cabeza confundido. Dean movió la cabeza queriendo corregir su error. —Digo, me encantaría casarme contigo Cas, pero quiero saber porque ahora. ¿Qué te hizo querer proponérlo tu, y ahora?—

Castiel asintió. Dean aceptaba, solo que quería saber el porque.

—Ahora, porque pensé que sería mejor. No llevamos mucho tiempo de estar juntos como pareja, pero si de estar juntos. Pensé que ya era hora, además sé que lo quieres.— Castiel tomó su mano mientras hablaba lentamente con su típica voz grave.—Nunca mencionas lo que te atormenta, pero sé perfectamente lo que es, porque te conozco, Dean. Sé que la familia siempre fue lo mas importante para ti, ahora y siempre. Sé que deseas una propia, sé que deseas la típica vida americana. Deseas casarte y formas una familia. Y no puedo darte una, pero si puedo casarme contigo. —

Al finalizar Castiel le sonrió con sus hermosos ojos azules y Dean sentía los suyos acumular las lágrimas. Definitivamente no pensaba dejar a ese ángel. Nunca.

—Me casaré contigo, mi ángel. Tienes razón, sabes lo que quiero y que es hora. Pero hay algo en lo que te equivocas.— Dean atrajo su rostro hacia el suyo para susurrar las últimas palabras cerca de sus labios —No necesitas darme una família porque tu ya eres mi familia.—

Y lo besó con todo su amor. Besó a su ángel del señor. Besó a su novio, prometido y futuro esposo.
Cuando se separaron, se miraron con un brillo en los ojos. Aquel que solo aparecía en presencia del otro.

Después de terminar su cita, pasaron al verdadero postre, si saben a lo que me refiero. Y a la mañana siguiente le contaron a Sam que se casarian.

—¿Y cuándo piensan hacer la boda?— preguntó Sam mientras tomaba su taza de café de la mañana.

—Aún no tenemos los detalles, deberíamos hablarlo Cas—

Cass asintió y Sam se alteró.

—¡Esperen! —la pareja lo miró —Solo podrían casarse de forma civil y hasta donde sé, Castiel es legalmente Jimmy Novak. Dean, te casarias con Jimmy Novak, serías Winchester Novak.—

Sam rio y Dean rodó los ojos, Castiel ladeó la cabeza pensado.

—Ja, Ja. Vete a cortar el cabello o algo.—

Sam le mandó una bitchface mientras Dean lo ignoraba, Castiel por su parte pensó en algo que los hermanos no.

Si Castiel ante el estado era Jimmy Novak, y Jimmy tenía una hija, la cual por asuntos legales es su hija...Claire sería hija de Dean ahora. Y todos sabemos que ella no es una dulzura.

No importa, ellos sabrían como llevar esta familia. Además aun faltaba la boda y organizar los preparativos. Sería una gran boda, una boda al estilo Winchester.

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Después de mil años sin actualizar...qué les pareció?

Tal vez escriba la siguiente parte, idk, a ver que depara el futuro.

Besitos en la cola. Bai. ❤