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Capítulo 21

Narra Rhys

Nuevamente volví a entrar por la ventana de Loren para ver si estaba despierta, pero ni siquiera estaba en su cama. Hice una mueca e incluso miré en el baño pero tampoco estaba allí. Salí pensando que ya ha de estar en la escuela, por lo que fui allí y busqué inmediatamente a los demás por si estaban con ella, pero tampoco.

-Katherin -la llamé- ¿Y Loren?

-Supongo que en su casa, ¿por qué? -cuestionó.

-No, no está allí. Fui a buscarla pero no la encontré -respondí.

Me mantuve pensativo, ¿y si algún demonio fue a buscarla de nuevo? ¿Y si se la han llevado? Abrí los ojos un poco más grande y salí de la escuela sin importarme nada más. Aumenté mi poder de percepción concentrándome en cada rincón del continente para encontrarla, pero no había ni rastro de ella por ninguna parte. Volví a abrir los ojos escuchando los pasos apresurados de los demás tras de mí.

-Rhys... -Mark se detiene cuando mi anillo comenzó a parpadear y vibrar levemente.

El brazalete de Luke y el collar de Mark hicieron lo mismo. Ambos objetos malditos como mi anillo. Los miré con una expresión seria, me concentré en Luke quien asiente y suelta la mano de Kathe.

-Debo irme... te veré después.

-¿Qué pasa? -preguntó preocupada.

-Mis padres nos llaman -mostré mi anillo en mi mano y ella parece preocupada.

Luke y Mark me siguen y nos hicimos invisibles alla vista humana para desaparecer en un humo negro-rojizo. Para cuando volvimos a aparecer estábamos en las puertas del lúgubre castigo del mismísimo infierno, perteneciente a mis padres. Apreté los puños. Caminamos por el pasillo hasta estar frente al gran trono en donde estaba sentado mi padre con mi madre a su lado. Mis amigos se arrodillan pero yo permanecí de pie.

-¿Querían vernos? -cuestioné, mi voz salió más ronca y profunda.

-Heatscar, veo que cumples con tu condena sin ningún problema... -comenta mi padre siendo su voz aún más tenebrosa que la mía y haciendo agachar la cabeza de todos, menos la de mi madre y la mía- ¿Te ha gustado el mundo humano?

-No es desagradable -me encogí de hombros.

-Entonces no es un castigo apropiado -dice mi madre molesta, pero mi padre le indica detenerse con solo levantar su mano.

-No es para eso por lo que te llamé -él se levanta y camina hacia mí.

A cada paso que daba la presión que ejercía sobre nosotros crecía cada vez más, quería hacerme bajar la cabeza para demostrar su autoridad, siempre ha sido así. Apreté los puños resistiendo al terror que infringía en todos, algunos incluso se desmayaron al ser novatos. Mi padre se mantiene frente a mí y al ver que no agachaba la cabeza extendió sus cuatro alas enormes y aumentar su poder, finalmente agaché la cabeza tensando la mandíbula y respirando con más pesadez. Por fin se calmó.

-Ten cuidado Heatscar... no pienses en desafiarme otra vez -murmuró entre dientes, solo me mantuve en silencio-. Anoche sentimos la presencia de un poder conocido y peligroso para nosotros.

Él se aparta de mí pero no regresa al trono, se mantiene de pie, hablando.

-La heredera oculta de Thalía Elysian finalmente dejó llegar su poder hasta aquí -respondió-. Pero ahora tenemos la certeza de que ha ido al cielo, pues ese poder se desvaneció totalmente de la Tierra. ¿Quieres decirnos qué ocurrió?

No dije nada. Escuché los pasos de tacón de mi madre hasta que estuvo frente a mí.

-Se supone... que debían ¡encontrarla! -me dio una bofetada en la mejilla hasta hacerme voltear el rostro a la vez que el suyo se transformaba por un segundo en su verdadera forma-. Su condena no solo era vivir con esos estúpidos humanos, era buscar a la hereda antes de que volviera al cielo. Donde no podemos alcanzarla.

-La escondieron bien -menciona Luke aún arrodillado y con la vista mirando al suelo.

-No sabíamos ni siquiera donde empezar, no había ningún rastro de ella o de su poder -respondió Mark.

-¡Mienten! -mi madre, siendo la más enfadada, asfixia a mis amigos con su poder sin la necesidad de tocarlos.

-Suéltalos -exigí-. Sabes que no podemos mentir, es estúpido que digas que lo hacemos.

-No me hables de esa forma, Heatscar -mi madre agarra uno de mis cuernos y lo jala para acercarme a ella-. O sufrirás graves consecuencias.

Apreté los dientes por el dolor que me ocasionaba en la cabeza al agarrar mi cuerno de esa manera.

-Ravenna -la llama mi padre.

Ella suelta un bufido como el de una serpiente al soltarme y se acerca a mi padre quien la toma de la cintura y la mira con una sonrisa antes de besar sus labios y enredar sus lenguas. Hice una mueca de asco y aparté la mirada hasta que terminaron, mi padre se acerca de nuevo, dejando a mi madre atrás.

-No hay nada que hacer, la guerra será en cualquier momento. Debes estar listo, Heatscar. Ahora que la heredera de Thalía ha regresado al cielo tú vas a encargarte de ella. Si muere de una vez... los ángeles estarán perdidos, se creará un caos que no podrás imaginar y nosotros nos aprovecharemos de eso para tomar el reino de los cielos -su sonrisa ilusionada se hace más grande, apoya su mano en mi nuca y me atrae-. Así que no me falles esta vez, no te escondas o yo mismo mataré a tus amigos y finalmente te mataré a tí, a pesar de ser mi único hijo.

-Sí, padre.

-Bien... y si lo haces mejor que bien te recompensaré -sonríe y palmea mi nuca-. Cuando ganemos la guerra tendrás a cuantas angelitas quieras para probar, te daré las que quieras.

Asentí sin más. Mi padre me suelta y nos ordena retirarnos, Mark, Luke y yo salimos del castillo y volvimos a la Tierra, apareciendo en mi departamento humano.

-¿Qué hacemos? Ese gran poder solo apareció y desapareció, nadie igualaba esa cantidad -menciona Luke.

-Porque eso sucede cuando se invoca un portal -mencioné-. Necesitamos saber dónde está Loren.

-¿Por qué ella? -pregunta Mark.

-Ahora no es momento para tus ganas de joderla -me reprende Luke haciéndome rodar los ojos.

-Recuerden. La historia dice que Thalía Elysian se casó con un humano y tuvo a su heredera con él. Quizás eso afectó nuestra búsqueda.

-Estuvimos buscando a un ángel completo con un poder inmenso... -murmura Mark comprendiendo enseguida.

-Cuando en realidad debíamos buscar a una semi ángel cuyo poder no ha despertado del todo -termina Luke- ¿Loren?

Asentí.
Salimos de mi departamento y nos subimos a mi auto, fuimos a buscar a Katherine a la escuela que justamente ya debería de haber terminado, por lo que la vimos salir del edificio.

-Kathe, ¿ha aparecido, Loren? -pregunta Luke enseguida.

-No... no ha venido, ¿por qué? ¿Qué pasa? -pregunta ella preocupada.

-¿Sabes quién fue su madre? -pregunté.

-Y..Yo... yo no... -ella parece nerviosa.

-¡Responde! -por la desesperación usé aquella voz que la hizo bajar la cabeza y Luke me miró con molestia contenida por eso.

Teníamos suerte de que yo había hecho que todos desaparecieran ahora para hablar más tranquilamente.

-Thalía Elysian... ella era su madre -responde finalmente.

-Lo sabía... -solté-. Sabía que ese poder que tenía no era simple coincidencia. Lo sabía desde que la vi en el callejón.

-¿Por eso la perseguías tanto? -pregunta Katherine- ¿Solo por eso te interesaste en ella?

-Kathe... -Luke intenta calmarla.

-Sí, fue solo por mis sospechas que me acerqué a Loren, ¿y eso qué importa? -espeté-. Lo que importa ahora es que ella se fue, fue al cielo a encontrarse con tu especie. La guerra iniciará en cualquier momento y no hay forma de detenerla. Puede ser en días o incluso años, hasta podría empezar mañana.

-E..Eso... Eso no... -Katherine se veía conmocionada y preocupada. Luke intentaba consolarla.

-¿Puedes ir a buscarla? -pregunté.

-No... No puedo.

-Joder, Katherine, tu amiga se está preparando para una maldita guerra ¿y me dices que no puedes ir a buscarla?

-Es que no puedo -responde apretando los dientes.

-¿No puedes o no quieres? ¿Cuánto realmente te importa Loren?

-Me importa.

-Pues no parece que en verdad...

-¡Me cortaron las putas alas! ¡No puedo ir a buscarla! -explota finalmente haciéndonos sorprender a los tres, incluso Luke. Ella comenzó a sollozar-. Por más que quiera... no puedo. Al cortarme las alas me quitaron mi conexión con el cielo, ya... ya ni siquiera puedo crear portales...

-¿Por qué? -pregunté aún conmocionado- ¿Cuándo sucedió esto?

-Hace... un par de semanas -se limpió las lágrimas mientras intentaba hablar-. Mis padres descubrieron mi relación con Luke. Ellos... son muy apegados a las reglas celestiales, y está estrictamente prohibido salir con un demonio, es incluso razón suficiente para una sentencia absoluta... pero en lugar de matarme solo me quitaron las alas y me exiliaron en silencio, nadie más lo sabe.

Luke la abraza y le reprende el que no le haya contado nada de esto. Aparté la mirada apretando los dientes y cerrando mis manos en puños. Los ángeles, incluso con sus propios hijos, son tan crueles como los demonios. No puedo creerlo.

-Kathe... -hablé con sutileza al haberme calmado-. Mis padres querían que encontremos a Loren y matarla, ahora que es muy tarde empezarán una guerra para conseguir su poder y destruir el reino del cielo... Si lo hacen todo estará perdido.

-Me gustaría ayudar... pero ya no hay nada que pueda hacer -sollozó de nuevo y volvió a refugiarse en Luke quien me mira pidiéndome que me detenga.

Asentí aceptando la realidad y me di vuelta para suspirar mientras miraba al cielo y pensaba.
Loren está allí... si tan solo pudiera alcanzarla y esconderla bajo mi manto para que nadie la encuentre... Esa chica me tiende perdido, tanto que hasta estoy extendiendo mis alas para ir hasta ella.

-¡Rhys, no!

Me elevé tanto como fuera posible, pude ver la barrera que impedía a otras criaturas llegar al cielo. Pero en lo único que podía pensar era en que no estaría tranquilo hasta que la tuviera segura conmigo. A esa chica valiente, hermosa y temeraria. Solté un quejido cuando golpeé contra la barrera que no me dejaba entrar, usé todo mi poder demoníaco pero lo único que conseguía era hacerme daño.
Apreté los dientes y golpeé la barrera pero mi mano parecía quemarse, lo cual es irónico siendo yo un demonio, algunas grietas se esparcieron hasta mi codo, era extremadamente doloroso.

Finalmente, la barrera suelta unos rayos de luz que me hicieron heridas de quemaduras por el cuerpo. Una de mis alas fue alcanzada haciendo que fallara y yo cayera, ya sin fuerzas para elevarme. Sentí que caí sobre agua salada, me fui hundiendo hasta que la luz del sol apenas me alumbraba. Pero lo único que podía visualizar era su rostro angelical, aquel que me vuelve completamente irracional.

Maldita Loren... eres tú quien me ha puesto bajo un hechizo.
Me encantas demasiado.

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