Estaba la calle oscura, con una lluvia que hacía que mis zapatos estuviesen empapados, mis manos congelandose y mi cuerpo titiritando de frío, con mi cabello empapado y mi corazón destrozado, sentir ese gran dolor en mi pecho... producto de mi gran tristeza y decepción que sentía. Y antes de darme cuenta estaba en medio de la calle, un auto se me aproximaba a toda velocidad, listo para atropellarme, con lo que creí que me eran mis ultimos segundos de vida mire al cielo y pedi piedad por mi vida, de repente, cuando sentí que ya dejaba este mundo, un hermoso ser que iluminaba el panorama, con alas blancas me levantó. Estábamos volando. Era mi ángel guardián, él me salvó la vida, al verlo con detalle me di cuenta que era un chico de piel pálida, labios rosados, nariz fina, pómulos no muy pronunciados, y lo que más llamó mi atención y resaltaba por encima de sus bellas facciones; sus hermosos ojos expresivos y tan llenos de bondad ( ojos color café oscuro ), su cuerpo tonificado, tal vez producto de ejercicios... no lo se, era perfecto, tenía esas alas blancas, tan grandes y hermosas...

Llegamos a una azotea de un hotel y me dijo- ¿Qué hace un ser tan hermoso, triste, llorando y a punto de suicidarce? -tocó mi mejilla con una calidez que nunca he sentido en mi vida y con su dedo limpió suvemente mi mejilla.
-¿Por qué me salvaste? Soy una persona que no merece vivir ni ser salvado. Ni mucho menos tratado con tanta delicadeza y calidez, no merezco nada -dije llorando, al instante me atrajo a él abrazándome de una forma tan calida, delicada y sensible. Sentí un nudo en mi garganta y una calidez en mi pecho, nunca sentí tanto amor y calidez desde que mi abuela me trataba asi y dejé de sentirlo cuando falleció, me aferré a él y lloré. Hasta grité de tanto llanto y me despegue de él
Me sentía tan cómodo, como si nos conociéramos de toda la vida o como si fueramos almas gemelas.