Queener
Espero que les guste~
Nota: Vi un cómic muy bonito en Twitter (o "X" por ahora) y esto se me vino a la mente~
Nota-2: Estoy muy sorprendida del cariño que tuvo el primer cap ¡Muchas gracias a todos!
Nota-3: Antes que me tiren algo, la verdad es que no sé si el nombre "Queenger" es completamente canon o algo que se inventaron los fans pero ya lo arregle y le puse "Queener" como querían
Nota-4: Tampoco tengo muy en claro en que orden llegaron y cuanto tiempo lleva cada quien allí pero Kinger es el más antiguo entre ellos, así que me guie un poco por eso :3
Pomni no había prestado mucha atención a su entorno, demasiado centrada en buscar una salida e intentado convencerse a si misma que todo era un simple sueño producida por su loca mente, pero ahora que estaba más tranquila y resignada, en su camino hacia su habitación no pudo evitar ver las demás puerta presentes en ese largo y casi eterno pasillo.
Había muchas puertas, muchos rostros desconocidos tachados y podía imaginar lo que les había pasado, especialmente después de su primer encuentro con una de esas cosas, y se pregunto cuando tiempo estuvo cada uno allí hasta perder por completo la cabeza.
Se pregunto cuantos de ellos habían visto la salida e intentado irse como ella.
-Oye, Ragatha- la llamo, sabiendo que era la más amable y quien siempre respondía a todas sus dudas, sin importar que tan raras fueran.
-¿Si?- la muñeca se detuvo por completo, mirándola con una ligera sonrisa, prestándole toda su atención y haciendo que la bufón se sintiera ligeramente nerviosa, aun no acostumbrada a...todo.
-¿Los conocías?- hizo un gesto hacia las puertas y la pudo ver parpadear con cierta sorpresa, analizando las puertas por unos segundos antes de volver a prestarle atención.
-La verdad es que no- fue sincera. -Muchos de ellos ya no estaban cuando yo llegue y ninguno de los demás los conocían, ni siquiera Caine quería hablar de ellos- se cruzo de brazos, luciendo pensativa, como si intentara buscar una respuesta para la bufón. -Te diría que le preguntaras a Kinger, porque es quien lleva más tiempo aquí pero...su mente funciona de manera extraña ahora- hizo una mueca, sin querer sonar grosera incluso si el mencionado no estaba allí.
-Oh...- asintió, entendiendo. La pieza de ajedrez con ojos saltones y manos flotantes era extraño, con la mente algo perdida y no del todo presente pero aun allí. Iba a dejar el tema allí, porque no obtendría una respuesta directa, pero uno de los tantos rostros llamo su atención. -¿Y esa?- señalo aquella puerta que mostraba la imagen de alguien que se parecía ligeramente a Kinger pero de color marrón, corona diferente y ojos marrones, con su extraño abrigo de bordes pomposos de un notable color rojizo. Su foto, como la mayoría, estaba tachada.
-Ella...se llamaba Queener- respondió después de unos segundos. -Creo que ella y Kinger llegaron aquí al mismo tiempo-
-¿Eran pareja?- preguntó con genuina curiosidad, desviando la vista de la imagen tachada ante el silencio momentáneo y mirando a la muñeca, notando su expresión. No se veía triste ni incomoda pero si pensativa y algo melancólica. Se pregunto por un segundo si no debió haberse callado.
-No, eran enemigos en un principio. Creo que tenía algo que ver con ser piezas de ajedrez contrarias- bufo, divertida de repente, con un brillo ligero en su único ojo. -Tenían una especie de guerra entre ellos, una de bromas de todo tipo, y nadie se salvaba. Bombas de pintura, trampas de agujeros, el puño tras la puerta, hicieron de todo para burlarse el uno del otro- rio sin poder evitarlo y Pomni no pudo evitar sonreír un poco, contenta de ver a su amiga disfrutar de algunos recuerdos. -Eran un desastre-
-Suena divertido- solo podía imaginar el desastre que esos dos habían causado, locos y llenos de caos de seguro, pero aun así, no pudo evitar reír.
-Si, lo era- su sonrisa decayó lentamente, mirando con tristeza la imagen de Queener, acariciando con aire ausente la falda de su largo vestido. -Creo...que su guerra la mantenía cuerda. Pensar, planear, todo eso le daba algo que hacer y mantenía su mente ocupada...- dudo un segundo, jugando con sus manos antes de pasarlos ligeramente por su cabello en un gesto nervioso. -...pero cuando ya no se les ocurrió nada y lograron una especie de paz entre ellos...-
-...ella se abstrajo- termino por ella con una ligera mueca. Se lo había imagino, especialmente porque le dijeron que nadie había sido capaz de irse alguna vez, y aun así, le dio tristeza. Recuerda aquella cosa deforme y llena de ojos, queriendo destruir todo a su alrededor y creando fallas a su paso, y no pudo imaginar lo que habrá sido ver a Queenger en ese estado, especialmente para él.
Recordó haber visto a Kinger llorar, amargo y lleno de notable dolor, y estaba segura de que la extrañaba más que nadie.
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