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O12.

❨ ! ❩ Contenido sexual explícito.

Pasaron unos cuantos días, seguían con los mismos abrazos y mimos, RyuJin pasaba más tiempo de lo normal en ese estado de transe, JiSoo sabía que en realidad estaba concentrada en su mundo interno, posiblemente arreglando algunas cosas, hablando con las demás.

Apenas reaccionaba a lo que ocurría en la realidad, por eso se quedaban en el cuarto, en un lugar seguro, donde podían tener todo controlado.

Evitaban salir de la habitación, incluso ir a la cafetería de la universidad sería peligroso, porque RyuJin no tenía registro de las cosas que pasaban, y sus acciones eran una especie de ‹‹modo automático››.

En esos momentos, JiSoo se quedaba a su lado, dejaba leves caricias en su cabello, RyuJin sabía que ella estaba a su lado por más que pareciera que no la veía, a veces la espera se hacía más larga, podía durar horas, y terminaba usando su celular mientras la pelirosa seguía en lo suyo.

Luego de un rato reaccionaba y se reía porque JiSoo usaba su pecho para apoyar el celular y ver videos más cómodamente.

—Deja de aprovecharte de mí, tonta.

—Yo no me aprovecho, sólo saco lo mejor de cada situación. —dijo, con una risa, sólo para molestarla.

Llegó el sábado, luego de unos cuantos días de aquellas profundas charlas internas, que JiSoo desconocía y ni siquiera preguntó al respecto, finalmente RyuJin volvía a sentirse lista para intentarlo de nuevo, y se lo pidió a JiSoo con toda seguridad.

Decidió volver a intentar todo como si fuera la primera vez, para de alguna forma ‹‹borrar›› todos los intentos fallidos y comenzar de nuevo.

De nuevo, estaban en la cama; y de nuevo, se sentó sobre sus caderas, como si fuera su primer intento, y comenzarán todo otra vez.

—¿Lo haremos? —preguntó JiSoo, hasta el momento, RyuJin no le había dicho nada al respecto, y creía que era otra sesiones de besos un poco más calientes.

Ajá —RyuJin asintió, sonriendo—, hablé con Ace y con Tuk, les dije que me dieran más espacio estando contigo, ellas confían bien en ti, y sabemos que no harás nada que nos lastime, o que nos haga mal, por más que yo esté nerviosa.

—Que es muy común en la primera vez, linda.

—Exacto, por eso les dije que dejaran las cosas seguir y sólo si se ponía bien feo intervengan —dijo, tomando una pausa antes de continuar:—. También decidimos que deberíamos desnudarnos juntas, a la par... Verás, si sólo yo soy la que está sin ropa, y tú estás vestida, me sentiré más expuesta y débil por... Ya sabes, cosas del pasado, y eso sería un desencadenante para Tuk.

—Entiendo, RyuJinnie. Sabes que lo haré, no hay problema —JiSoo tomó su mano y entrelazó sus dedos—. Estamos juntas en esto, bebé.

RyuJin asintió, ruborizada, y sintiéndose cálida y bonita.

—Entonces creo que podemos empezar, cuando quieras. —dijo, aunque se refería empezar en ese mismo momento, en la privacidad de su cuarto.

Comenzaron de nuevo con los besos humedos, con los chupetones, y las caricias, sus prendas comenzaron a caer al suelo, mientras se abrían paso a más contacto.

Cambiaron de posiciones, dejando a RyuJin debajo, y dándole paso a JiSoo a hacer todo lo que quería con ella, la dejó acomodarse entre sus piernas.

JiSoo volvió a besar sus pezones, su torso, dejó chupetones en su cuello y clavículas, mientras RyuJin seguía pidiendo más.

Se fueron desnudando a la par, como RyuJin había pedido, así cada una se quitaría primero su remera, luego sus pantalones, y finalmente sus sujetadores, quedando ambas en bragas.

—¿Lista? —preguntó JiSoo, para estar segura, y RyuJin asintió con una sonrisa, su rostro estaba rojo, convidando perfectamente con las marcas en su cuello.

JiSoo volvió a acariciar su intimidad por sobre la tela de las bragas, escuchando sus gemidos, luego de un momento dónde le permitió acomodarse a esa sensación, descendió con su boca hacia el interior de sus muslos, besándolos mientras se acercaba a su centro.

—J-JiSoo... —la pelirosada gimió su nombre con necesidad—. Por favor...

—¿Estás apurada, mi cielo?

RyuJin masculló un ‹‹ajá›› que se mezcló con sus gemidos.

Decidido a avanzar de una vez, JiSoo bajó las bragas de la menor, dejando a la vista su coño, que estaba húmedo por la excitación.

Acordando su trato, se quitó sus propias bragas, ahora con ambas desnudas en el calor del cuarto.

JiSoo volvió a acercarse a ella, y pasó su lengua por todo el largo, desde el monte de Venus hasta la bolita de nervios, escuchado a RyuJin soltar un gemido más pesado que los anteriores.

—¿Lista, RyuJinnie? —JiSoo alcanzó su mano y entrelazó sus dedos—. Si te sientes mal, sólo dime, ya sabes.

—Lo sé —asintió—. Continúa, por favor... Te necesito.

JiSoo sonrió por aquel tono de voz, tan sensible y desesperado, sin un momento de duda, acercó su boca hacia los labios exteriores de la menor, pasando su lengua entre estos mientras descendía, y luego rodeó el clitoris de la pelirosada con calidez.

Succiono y bajó por esta con lentitud, manejando su lengua por cada rincón de la vagina, perdiéndose en los gemidos cada vez más erráticos de su novia, y en el apretón que mantenía en sus manos unidas.

Aceleró el movimiento, succionó con más fuerza, casi enterrando su rostro entre la entrepierna de RyuJin.

—J-JiSoo... E-estoy cerca. —murmuró, entre gemidos desordenados, apretaba la manito de JiSoo con fuerza.

La mayor se incorporó un poco, tomando algo de aire, antes de volver a su coño, más húmedo que antes, líquido translúcido escurriendo por todas partes.

Introdujo su lengua de golpe, solo para volver a sacarla ágilmente, y haciendo que RyuJin gimiera más alto por la sensación, repitió aquello unas cuantas veces, hasta que sintió el primer chorro en su boca, deteniéndose para tragar todo el squirt de la menor, mientras esta acababa entre gemidos cada vez más suaves.

Se apartó en cuanto terminó, para recuperar el aire, sonrió, conforme y orgullosa de que su linda novia hubiera permanecido con ella.

—¿Sigues ahí, RyuJinnie?

—Estuvo genial. —dijo, entre suspiros, sonreía ampliamente.

—Estoy muy orgullosa de ti. —dijo, y dejó un beso sobre la mejilla de la menor, sus brillantes ojitos, tan redondos y expresivos le llenaban el alma de alegría.

—Ahora... Seguimos, ¿No? —preguntó, más que bien.

—¿Qué quieres hacer? —las manos de JiSoo fueron a acariciar el vientre de su pareja, dejando mimos.

—Ya sabes... Quiero sentirte. —dijo en voz baja, su sonrisa era tan inocente que contrastaba mucho con sus palabras.

—Todo lo que quieras, pequeña —dijo, dejando un pico en sus labios—. Iré a buscar la protección. —le guiñó un ojo, yendo hasta la cajonera, sacando una caja de cuadritos de látex de este, no se molestó en cerrar el cajón correctamente.

RyuJin la esperó, viendo cómo dejaba el empaque a un lado.

—Primero hay que prepararte bien, RyuJinnie, ¿Sabes cómo se hace?

—Con una correcta lubricación, nada de saliva, Ace no me deja.

JiSoo rió, asintiendo.

—Tiene razón.

—Hay vaselina liquida en mi cajón, el de arriba, a un costado... También me estuve preparando para esto. —indicó la pelirosa, y JiSoo fue a buscarlo, RyuJin se quedó viendo el estilizado cuerpo de la mayor, un trasero grande y bien formado, y un par de senos en un buen tamaño.

Se mordió su labio con fuerza, imaginándose aquel par dentro de su boca, escondió el gemido en su garganta.

—¿Teniendo pensamientos impuros, RyuJinnie? —preguntó JiSoo, ya con el pote de vaselina en sus manos.

Primero agarro un cuadrito de látex para envolverlo entre sus dedos, luego hundió estos en el pote para lubricarlos.

—Lo que estamos haciendo es impuro, qué importan mis pensamientos. —dijo la menor, rodó sus ojitos.

—Siempre tienes razón, linda. —se acomodó entre sus piernas, haciendo que las flexionara para tener acceso a su entrada, la miró para preguntar si estaba lista, y la pelirosada asintió con seguridad.

JiSoo llevó sus dedos hacia la abertura entre sus labios bajos, frotándolos con suavidad.

Su otra mano comenzó a tocar uno de de los pechos de RyuJin, para que el placer la distrajera.

Introdujo el primer dedo, que se deslizó con facilidad, y provocó un gemido algo molesto de parte de la pelirosa, lo movió en pequeños círculos y luego en penetraciones, así continuó hasta que no sintió más dolor, hasta que se acostumbró a la sensación.

Continuó con un segundo dedo, la menor se derretía por cada avance de los dedos, y los fluidos vaginales la delataban.

—M-Más. —gimió.

JiSoo estaba siendo suave y cuidadosa con ella, no quería lastimarla, ni causar que cambiara a Tuk por tocar algún punto sensible.

Continuó con un tercer dedo, está vez fue más brusco y lo metió de golpe, RyuJin arqueó su espalda de placer, soltando un gemido agudo.

Continuó penetrandola con sus dedos hasta que estuvo segura de que la preparó lo suficiente.

—¿Lista, RyuJinnie? —preguntó.

—Si, totalmente. —dijo, entre suspiros.

JiSoo sacó sus dedos, consiguiendo una queja por parte de la menor, más lo ignoró, y se acomodó entre sus piernas, no sin antes asegurar otro cuadrito de látex entre ellas, rozando ambas intimidades (que por cierto, sentía la propia hasta palpitar por la falta de atención).

Comenzó a moverse en ligeros círculos, siendo suave en los primeros movimientos, avanzando centímetro a centímetro al frotar ambos clitoris, mientras RyuJin se aferraba a las sábanas, y gemía por el nuevo placer.

La mayor intentaba dejar de lado un momento el placer que le provocaba, se fijó en sus expresiones faciales, asegurandose que no sintiera ningun dolor, viendo que no se sintiera mal; RyuJin era lo más importante.

JiSoo comenzó a moverse más rápido, comenzando a dar pequeñas embestidas.

Le siguieron más y más, mientras la pelirosada se deshacía en gemidos desordenados, y su espalda se arqueaba por los chapoteos que JiSoo daba sobre su clitoris, el sonido le encantaba, y los gemidos bajos que JiSoo soltaba combinaban tan perfectamente con los suyos.

JiSoo tomó sus piernas y las llevó sobre sus caderas, RyuJin la rodeó con estas, y la mayor fue más rápido (si es que fuese posible) con sus embestidas.

Las manos de JiSoo se acomodaron a los lados de la cabeza de RyuJin; teniendo a la mayor frente a ella, la atrajo hacia sí, uniendo sus labios de forma bruta mientras continuaban con sus movimientos.

—Ryu-Jinnie... Y-ya casi... —habló como pudo, la pelirosada asintió.

—Y-yo también, J-JiSoo~ —sentía aquella hermosa presión en su bajo vientre—. M-más, más...

Aceleró el movimiento de sus caderas todo lo que puedo, fueron un par de segundos más, y RyuJin terminó bajo la intimidad de la mayor, y JiSoo apenas un poco después.

Se recostó sobre el pecho de la pelirosada, escuchando los acelerados latidos de la menor, sonrió completamente enamorado de aquel palpitar, de la calidez de aquel hermoso cuerpo, de aquella persona que brillaba tanto en su corazón.

Recuperaron el aire a grandes suspiros.

—JiSoo —llamó RyuJin, haciendo que volviera hacia ella, y se acercará a su rostro, la pelirosada le sonrió embobada, en sus ojitos brillaban lágrimas y en sus rojas mejillas había algunas, todas de placer y felicidad—. Quizás... Es muy pronto, pero, te amo.

JiSoo le sonrió totalmente encantada.

—Yo también te amo, RyuJinnie. —dijo, y fue hacia sus labios para besarla con bastante suavidad, más por la falta de aire que por otra cosa, siendo correspondida con gusto.

LIA TOP ES LO MEJOR QUE LEERÁN HOY, SOPORTEN U.U

¡Gracias por leer!

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