Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 7

El tiempo siguió pasando, y Soo Bin hubiera querido que algo de su relación cambiará luego de aquel pequeño beso que Yeon Jun le había dado, pero para su suerte, o desgracia, no avanzaron mucho más.

Si, solían salir caminando de la mano, y las muestras de afecto del mayor, como los abrazos o los mimos en el cabello, aumentaron, y a Soo Bin le encantaban.

Pero no hubo más besos, al menos no en los labios, a veces Yeon Jun dejaba un beso en su frente al dormir o en su mejilla al despedirse.

Y Soo Bin quería besarlo con muchas ganas, pero era muy tímido, se sentía muy torpe e inseguro para dar un simple paso y besarlo de una vez.

"Sólo ve y bésalo" le dijo SB, cansado de que estuviera todo el día pensando en los besuqueos con su compañero de cuarto.
                   
"Como si fuera tan fácil".

"Sólo tienes que ir y comerle la boca, cobarde".   

"Prueba besándolo tú a ver si es tan fácil, SB" Soo Bin rodó los ojos.   

"Soy hetero, no voy a besar hombres".   

Soo Bin decidió ignorarlo, tuvo que esperar hasta las seis de la tarde para que Yeon Jun terminara sus clases y regresara al cuarto, con escuchar sus pasos fue hacia la puerta para mirarlo con los mejores ojitos de cachorro triste que pudo poner.

Funcionaron en seguida porque Yeon Jun lo miró e hizo un leve puchero, cerrando la puerta detrás de él.

— Owww Soo Binnie— tomó sus mejillas con suavidad, acariciándolas con sus pulgares, de inmediato el castaño sonrió — ¿Tienes mimitis?
     
— ¿Mimitis?

— Falta de mimos, puede ser crónica, muy grave.

— Creo que tengo mimitis — dijo, asintiendo.

Yeon Jun dejó un besito en su frente.

— Vamos que te doy abrazos y mimos para tu mimitis, Soo Binnie— dijo, tomando su mano y yendo hacia el dormitorio, se quitó su abrigo y dejó el bolso de la universidad a un lado, para luego echarse, junto con el menor, sobre su cama.

Soo Bin apoyó su mejilla sobre el pecho del mayor, y podía escuchar sus tranquilos latidos, estaba muy calentito, y en el frío de principios invierno se sentía más hermoso, rodeó su cintura con cariño, mientras Yeon Jun hacía lo mismo con sus hombros, y dejaba mimos sobre su cabello.

— Eres como un perrito que no vió a su dueño en todo el día— comentó Yeon Jun con gracia.

— Me estaba sintiendo algo mal.

— ¿Por qué? ¿Qué te duele? ¿La cabeza de nuevo?

— No, no... — tomó aire antes de decirlo—. Yeon Jun... Me preguntaba, ¿Por qué no volviste a besarme?

— Porque quiero que me digas que estás seguro de ello.

>> Me refiero... A que si te beso tanto como quiero hacerlo, porque quiero hacerlo, ¿Eso hará que otro Alter aparezca? ¿Y si te sientes inseguro, no estás listo aún, por más ganas que tengas... Y si no es tu momento?

>> No quiero besarte, hacerte sentir incómodo, o alertar a alguno de tus protectores, y terminar besando a Bunny... O a SB.

— Eso es un asco, iugh— dijo SB—. Lo siento— habló Soo Bin de nuevo.   

— Está bien, Soo Binnie — dijo Yeon Jun, dejó otro besito sobre su cabeza—. No quiero tampoco que un beso sea un desencadenante y te pongas mal, quiero estar completamente seguro que estarás bien, que nada te traerá malos recuerdos, ni flasbacks, nada que pueda lastimarte de nuevo, porque no quiero lastimarte.

— Yeon Jun, he besado a otras personas antes y he sido yo, por más que... En ese momento no sabía de los demás Alters ni nada... Nunca me pasó nada malo por un beso, y menos si es que en serio quiero besarte.

— Es bueno saberlo, Soo Binnie, pero igual es una duda que tengo... ¿Si te beso, y no te gusta mucho, o te pones incómodo, el que me correspondería sería tu protector sexual, Bunny?... Yo quiero besarte a ti, no a él.

Soo Bin permaneció en silencio unos cuantos segundos.

— ¿Sabes por qué existe Bunny, no?   

— Sé las razones por las que existe un protector sexual, Soo Binnie, no tienes que hablarme de eso si no quieres.   

— Lo sé, pero si quiero— dijo, su voz era muy baja—. SB me contó un poco de lo que vivimos y las razones por las que existen, no sé muchos detalles, y no me los dirán... Pero igual, la historia es larga.

>> Más de pequeño, vivía con mí madre y padre biológicos, mamá murió cuándo tenía tres o cuatro años, y papá se volvió adicto a drogas muy fuertes, y al alcohol, también al tabaco, todo porque supuestamente esta muy depresivo... Y se hizo muy violento, y yo era el único en casa.

>> Solia golpearme y castigarme por nada, estaba tan perdido que cualquier cosa que yo hiciera merecía un castigo... De allí salió SooSoo, él tiene todos esos recuerdos, con el paso del tiempo apareció Binnie, que era el niño que iba al jardín igual que cualquiera otro, y no sabía por qué tenía moretones en todo el cuerpo.

>> Ya más de grande, a eso de cinco o seis años, papá solía encerrarme en la jaula de un conejo que tenía de mascota, al morir la jaula seguía ahí, que era bastante pequeña... Un día se le ocurrió que aquella posición en la que quedaba era perfecta para abusar de mí.

Comenzó a sentir a sus protectores cerca, tuvo que cerrar sus ojos y respirar profundamente varias veces para tranquilizarse, asintió para indicar que estaba bien.

Creía que Yeon Jun merecía saber esas cosas, era parte de sí mismo, era parte de todos.

Era peligroso decirlo y era peligroso que otros lo supieran, porque así mostraba todas sus debilidades al mundo, quedaba expuesto, pero estaba convencido que Yeon Jun era alguien en quién confiar.

—Pasó a hacerlo fuera de la jaula para más comodidad, y cubría mí boca, así no podía hablar, no hablaba y estaba encerrado en una jaula de conejo mientras él hacia lo que quería conmigo... Fue ahí donde apareció Bunny, por eso no habla, y también por eso, es un conejo, tiene lógica.

>> Luego de eso, a los siete años, se llevaron a papá, a prisión, por abuso de drogas, y a menores, agravado porque soy su hijo... Yo fui llevado a un centro psiquiátrico infantil, era una mezcla entre un orfanato y un hospital, y allí tuve terapia intensiva durante muchos años.

>> Mis primeros recuerdos son en ese lugar, aunque yo no tenía ni idea, yo aparecí muchos años después de todo lo que había ocurrido con los demás Alters, casi al mismo tiempo apareció SB y él cuidó de mí en cada sesión de terapia psicológica que tenía, yo nunca me enteré de nada de lo que pasaba, o de lo que había pasado.

>> Él nació por las experiencias de las terapias, por eso es un protector excelente, yo también aparecí para vivir sin saber nada de lo que pasaba. 

>> Siempre creí que era un orfanato, y a los diez conocí a mis actuales padres... Nadie en el lugar parecía saber que tenía Trastorno de Identidad Disociativo, creían que estaba lleno de traumas pero los había superado, todavía tenía un par de ataques pero eran esporádicos, y a demás que era muy joven, no podía ser diagnosticado con ello, no con seguridad.

Volvió a suspirar, tenía todo bastante controlado, y se sentía algo orgulloso por mantenerse conectado a pesar de la opresión que tenía en el pecho, el suave aroma del perfume de Yeon Jun, los mimos sobre su cabello y el cálido abrazo lo ayudaban a mantenerse en el presente, en la realidad del exterior.

— Creían que tenía esquizofrenia, por eso me lastimaba, por eso hablaba a la nada, por eso a veces estaba en momentos de transe o tenía ataques de pánico, pero se habían equivocado...

>> SooSoo era el que nos lastimaba, también el que sufría de ataques de pánico, los momentos de transe eran solo Bunny intentando recuperarse de sus recuerdos... Con un poco de ayuda de SB pudo superarlo, y se volvió un protector... Y al hablar a la nada era Binnie, que no entendía de donde salían las voces de los otros Alters, estaban todas en su cabeza.

>> Me diagnosticaron TID hace más de tres años y bueno, ahora está todo bastante controlado pero sí tuvimos tiempos difíciles, aún... Intentamos mantener todo en orden.

>> Sé lo que he vivido... Más o menos, sólo sé lo suficiente, lo justo y necesario, soy el anfitrión, tengo el honor de vivir como una persona normal... Y quiero vivir como una, Yeon Jun, quiero poder estudiar lo que quiero, hacer lo que quiero... Y amar y besar a quien quiero.

— Claro que puedes hacerlo, Soo Binnie— dijo Yeon Jun, continuó con los mimos en su cabello—. No soy yo quien puede decidir sobre eso, quiero que sepas que también tengo las mismas ganas que tú, pero insisto, quiero darte tu tiempo y tu espacio y que tú des ese paso cuando estés listo.

>> Tal como ahora, te estoy abrazando y haciendo mimos, como tú quisiste, y como tú pediste, yo lo hubiera hecho antes, pero no quiero que te sientas invadido, no quiero ponerte incómodo, ni a ti ni a ninguno de los demás.

>> Por eso prefiero esperar a que tú me digas, al menos, "Choi Yeon Jun quiero comerte la boca" y lo hago, Soo Binnnie.

Soo Bin soltó una risita, y asintió.

— Pues ten por seguro que quiero comerte la boca.

— Bueno, mírame a mí, Soo Binnie— dijo el mayor, tomando su mejilla, el menor alzó su rostro hacia él, sus brillantes ojitos lo miraron con una sonrisa.

Yeon Jun se inclinó hacia él y juntó sus labios una segunda vez con más contacto, dejó que sus gruesos labios se presionaran contra los del otro un par de segundos, se movió con lentitud contra los belfos del menor, dejando que un leve chasquido se escuchara al separarse, en un beso suave y tierno, sólo de labios.

— Más, por favor— pidió Soo Bin, por lo bajo, sus labios se habían tocado al hablar.

Yeon Jun obedeció, volviendo a unirse, buscó más profundidad en el beso, y el castaño le dejó paso a su boca, dejando que sus lenguas de tocaran con sutileza, para de a poco hundirse más en el otro.

Fueron avanzando con lentitud sobre sus labios, dejando que sus corazones se aceleraran con cada nuevo contacto, más profundo que el anterior, más fuerte, se dejaron tiempo para retomar el aire y luego seguir, cada tanto uno enteabría sus ojitos para ver el suave rubor de su compañero, o a los inchados labios que los enamoraban cada vez más.

Nunca en sus vidas habían sentido tanto, tanto cariño, tanto amor, tanta seguridad, con algo tan simple como un beso.

De ninguno de los dos era el primero, pero se sentía tan especial, y tan nuevo, que era como vivirlo de nuevo.

Estuvieron largos minutos entretenidos con sus besos, y ya acalorados y algo mareados de tantas emociones se tomaron un descanso para respirar, Soo Bin no dejaba de sonreír y Yeon Jun sólo podía admirarlo, viendo lo bonito que estaba con sus mejillas rojas y sus labios inchados.

Pasó su pulgar por la boca de Soo Bin, limpiando algo de saliva que había quedado.

— ¿Estás bien? — preguntó Yeon Jun, al verlo callado.   

— Sí— dijo el castaño, en un suspiro—. Estoy muy bien... Bunny me está acompañado pero no quiso intervenir, él también confía en ti...

Yeon Jun sonrió.

— Eso es lindo de escuchar — dijo.

— Gracias — Soo Bin lo abrazó, escondiendo su rostro en el pecho del otro —. Eres muy lindo conmigo, siempre eres muy atento... A veces te preocupas de más por mí, pero eso igual sigue siendo muy lindo... Y también hueles muy bien.

Yeon Jun sonrió, sintiéndose muy halagado.

— Soo Binnie — dejó unos cuantos besos sobre su cabeza —. Eres muy tierno, me importas mucho, claro que quiero tratarte como te mereces. Y también hueles muy bien, tu shampoo es de frutas tropicales.

El menor asintió.

— Yeon Junnie, ¿Qué te parece si juntamos las camas y podemos dormir juntos?

— Tendras todo lo que quieras, Soo Binnie— volvió a dejar besos sobre su cabeza.

Se separaron de su cómodo abrazo para juntar las camas y luego fueron a hacer su cena, al terminar Soo Bin fue a bañarse, y Yeon Jun aprovechó ese momento para relatar lo que el castaño le había contado en su cuaderno.

Tenía lo que el Señor Lee quería, o al menos algo, sin muchos detalles, pero allí estaban, sus traumas infantiles y las razones por las que había surgido cada uno de sus Alters.

Ya no le gustaba escribir tanto en su cuaderno, ya iba más de la mitad de este, ya creía tener lo suficiente para saber que Soo Bin podía hacer una vida perfectamente normal, sin importar cuántas otras personalidades lo acompañaran.

Ya se sentía culpable, mal, se sentía que se estaba aprovechando de su relación, de su confianza y de su amor.

Solía repetirse muchas veces que sólo estaba tratando su vida cotidiana, que no tenía nada de malo contar el orden que el menor tenía para manejar a las personalidades, que estaba bien contar cómo lo defendían y tomaban su lugar con algo mínimo, cómo controlaban la salida de alguien más peligroso como SooSoo, o como protegían al niño Binnie... Pero igual creía que todo eso estaba mal, debía dejarlo ser, o como mínimo, preguntarle a Soo Bin si estaba bien hacer un trabajo contando su trastorno.

Pero no sabía cómo se lo iba a tomar.

Escuchó el agua de la ducha cerrarse, y se apresuró a guardar el cuaderno en su cajonera, para luego volver a la cama, y esperar al menor con una sonrisa enorme y sus brazos abiertos.

El castaño le sonrió ampliamente, de aquella forma pura y bonita que tenía, ya con su pijama puesto, secó un poco su largo cabello con la toalla, y fue hasta sus brazos para acurrucarse en ellos, para dormir cómodamente.

Abrazado a Soo Bin se sentía un poco menos culpable.

•━━━━━━━━━━•

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro