CAPITULO 3
Soo Bin despertó a mitad de la noche, sobresaltado.
Odiaba cambiar de lugar con otros Alters porque nunca sabría cuándo iba a volver a tener el control de su vida, había muchas veces en los cuales días enteros había perdido, o su peor momento: cuando despertó para saber que habían pasado tres semanas de su último recuerdo.
Al ver el reloj en su celular vió que eran las tres y siete de la madrugada, del día siguiente.
Suspiró con algo de alivio, no había pasado mucho.
Se volteó y vio a Yeon Jun durmiendo, en su cama, a un metro de la suya.
Recordó lo tierno que había sido el chico, atento, incluso cuando le había rogado que se alejara, Yeon Jun sólo quería hacerle bien y lo sabía, y por más que odiaba cambiar de lugar, se había sentido tan bien abrazarlo mientras el mundo real se alejaba de su percepción.
Sonrió de forma honesta.
Se levantó de la cama sin hacer mucho ruido, tenía algo de hambre, y fue hacia la cocina, encontró una nota sobre la mesa.
<< Hola, Soo Bin, o SB, estoy seguro que será alguno de ustedes dos quien lea esto.
Bunny no quiso cenar mucho, esto es por si despiertas con hambre.
Espero que te sientas mejor ♡>>
Sonrió como un tonto, sus mejillas se colorearon de rojo, miró el pote de ramen instantáneo, y el pequeño chocolate junto a él, un par de palillos descansaban a un lado.
— Voy a tener que agradecerle por esto.
Calentó agua y esperó hasta que está hirvió, preparó el ramen con cuidado, al rato estaba comiendo mientras revisaba su celular.
Se le ocurrió revisar sus notas, lugar que solían usar sus Alters para dejarle mensajes.
"El chillón está afuera, que se quede afuera" - SB.
Soo Bin rodó los ojos con fastidio, SB se había enojado porque tenía que lidiar con SooSoo.
"Es agradable" - Bunny.
Sonrió, Bunny era de muy pocas palabras, a demás de serlo literalmente, casi nunca escribía porque no era de comunicarse mucho.
Normalmente, Bunny sólo se quedaba medio cerca, viendo lo que hacía de vez en cuando, pero no hacia nada más, cuando tomaba el control era cuando la situación estaba tensa o muy incómoda, más que nada cuando se trataba del contacto físico.
Era un protector sexual, pero su labor se extendía a otras situaciones a parte del sexo, siempre que alguien tuviera un poco de más contacto con él, como cuando lo abrazaban pero no se sentía seguro, llegaba incluso a aparecer cuando el médico tenía que tocar su cuerpo para ver su estado físico, era un poco exagerado.
Terminó el ramen y tiró el pote a la basura, junto con los palillos descartables, fue a comer el chocolate y tomó una botella de agua del refrigerador.
Se sintió tonto, porque seguía pensando en Choi Yeon Jun, en verdad pensó mucho rato en él, incluso cuando se recostó de nuevo, y volvió a dormirse.
Por la mañana se despertó bastante después que Yeon Jun, y el mayor se encontraba en el comedor leyendo un par de fotocopias y resaltando lo más importante, su cabello estaba húmedo por un baño reciente.
— Buenos días — murmuró, con una pequeña sonrisa.
— Buenos días, Soo Binnie, ¿Dormiste bien?
— Sip— dijo, y comenzó a hacerce un té—. Gracias por la comida.
— Oh, no es nada— dijo Yeon Jun, sonreía de forma encantadora—. En verdad, Bunny come muy poco, creo que habrán sido cinco cucharadas de arroz y no quiso comer más.
— Sip, digamos... Que Bunny cree que tiene el estómago muy pequeño— dijo.
— ¿Qué no tienen todos el mismo estómago?
— Si, pero no tenemos el mismo apetito— dijo—. Bunny es un conejo, y come poco porque los conejos comen poco.
— Oh, entiendo— Yeon Jun asintió.
— También dijo que eres agradable, debiste tratarlo muy bien.
— Diría que es... ¿Fácil de complacer? Dice a todo que sí.
— Sip, él acepta todo, es su forma de cuidar a los demás — se encogió de hombros.
— Debe ser lindo que te cuiden tanto — comentó Yeon Jun.
— A veces quisiera que me dejaran vivir todas las cosas que trae la vida, buenas y malas. Pero sin ellos probablemente no estuviera vivo así que... Sí, estoy muy agradecido de que me cuiden bien.
>> Y a demás, soy el anfitrión, de todos nosotros soy el que puede vivir más plenamente, y es un honor... Aunque a veces me siento mal por ellos, también tienen derecho a vivir.
>> En fin... Es algo complicado — dijo, arrojó el saco de té a la basura y luego de unas cuantas cucharadas de azúcar a su taza se sentó a desayunar— ¿Qué tal tú, Yeon Junnie? ¿Estás estudiando?
— Sip... Psicología es muy interesante pero tienes que leer mucho y digamos que el texto no es muy claro... Tienes que saber entenderlo.
— ¿Cómo es eso?
— Por ejemplo... Este año pasamos a estudiar Trastornos Mentales, y ahora estoy leyendo algo sobre el TEA... Pero en vez de decirlo bien claro como: "El Autismo tiene una base neurológica, sea en la sinapsis entre las neuronas, o en el desarrollo de las mismas." Te empieza a hablar de cómo descubrieron las neuronas, y sus partes y su formación normal para luego decirte que nada de todo eso te sirvió porque no involucra a las personas con TEA.
— Mmm... Suena como a un mierda.
— Lo es, gracias.
— En fotografía lo más pesado que estudiamos es la teoría de la luz, y es una mierda.
>> Básicamente todo lo que ves de un color, por ejemplo una manzana roja, es en realidad de todos los colores menos el rojo, porque es el tipo de onda de luz que refleja debido a su componente químico... Y eso estudiamos por casi todo un semestre.
— Wow, la universidad puede hacer que hasta encender una luz sea complicado.
— Sip, una completa mierda — concordó Soo Bin.
Estuvieron un rato hablando sobre sus inútiles pero complicados conocimientos, criticando un poco a la universidad y a sus contenidos que eran muy extras, todo para alargar la carrera un par de años y hacerte gastar más dinero.
— Yeon Jun, ¿Me ayudas con una tarea? — preguntó Soo Bin, luego de que terminarán de desayunar.
— Claro, ¿De que es?
— Tengo que retratar mi momento favorito del día, pero debo incluir a la presencia de una figura humana para demostrar cómo ese momento del día me hace sentir.
Yeon Jun pensó aquella consigna un par de segundos.
— Suena interesante— dijo — ¿Qué tienes pensado hacer?
— Elegí retratar el atardecer — dijo—. Y mí sentimiento es felicidad, o libertad, las dos juntas, especialmente.
— Es muy lindo — dijo—. ¿En qué necesitas ayuda?
— Pensaba en que fueras mi modelo, Yeon Jun — dijo, y sus mejillas se ruborizaron muchísimo luego de aquello.
Yeon Jun también sintió sus mejillas más calientes de lo normal.
— Oh, ¿No quieres posar tú?
— No le confío mi cámara a nadie, y dejarla con un trípode y en automático es dejarle hacer el trabajo a una máquina, me gusta que mis fotos tengan la sensibilidad de los humanos... Por eso prefiero retratar a alguien más y ser yo quien maneje la cámara.
— Eso suena muy lindo — dijo, rió un poco, su sonrisa era muy amplia y sus ojos estaban muy chiquitos —. Nunca fui el modelo de alguien pero puedo intentar.
— Gracias, Hyung— Soo Bin sonrió con emoción, feliz y Yeon Jun lo admiró un momento y pensó que no podría decirle que no a esa carita.
Pasaron la tarde separados porque casa uno tenía que ir a cursar distintas materias de distintas carreras, Yeon Jun terminó a eso de las seis de la tarde y Soo Bin tenía lista una mochila con su cámara, y un par de lentes que podría usar, llevaba un pequeño parlante también.
— ¿Listo? — preguntó, estaba emocionado.
— ¿Ahora?
— Ya va a empezar el atardecer — murmuró en una voz muy baja.
— Bueno, ¿Al menos estoy presentable? — preguntó, llevaba una remera blanca y unos pantalones oscuros, su cabello estaba despeinado luego de sufrir seis horas de clases.
— Estás perfecto— respondió Soo Bin con una sonrisa.
Sin mucho más, siguió al castaño hacia donde quería hacer su sesión de fotos, subieron la escalera hasta llegar a la azotea del edificio, fue hacia donde se veía el sol, ocultándose entre las nubes bajas, el cielo se teñía de naranja y amarillos.
— ¿Sabes bailar, cierto? — preguntó el castaño, mirando a Yeon Jun, con la cálida luz del sol, sus ojitos tomaban un color miel y su piel lucía más bronceada, en una imagen muy bonita.
— Fui a una academia de danza contemporánea.
— Sip, lo supuse— dijo, sonriendo, buscó el parlante en su mochila y conectó su celular a este—. Te paras formando una "V" con tus pies, eso es algo muy de bailarines.
Yeon Jun se sintió algo raro, como si hubiera descubierto su mayor secreto, de inmediato miró a sus pies que estaban tal como Soo Bin describía.
— Hey, quizás no hacía danza contemporánea y solo me paro de esta manera.
— Entonces serías un rarito— dijo el castaño, con una risa.
Colocó música instrumental, de orquesta, en el parlante y buscó su cámara, con el lente ya preparado, la aseguró a su cuello con la correa de seguridad, y se alejó unos pasos para tomar una foto, de prueba.
Corrigió un poco el enfoque y la luz de su cámara con expresión concentrada muy adorable.
— Bien, antes que nada te pido que te quedes de espaldas y te sacaré un par de fotos, quiero que demuestres que estás como cansado o agotado...
Yeon Jun aflojó sus hombros y bajó un poco su cabeza, mientras escuchaba el disparador de la cámara.
— Perfecto, Yeon Jun, eres un gran modelo — dijo Soo Bin—. Ahora, tú solo baila al ritmo de la música, así, libre, yo voy a seguir sacando fotos.
>> Y no dejes de bailar, por favor, el atardecer no dura mucho.
Yeon Jun obedeció y comenzó a seguir la música, en pequeños pasos, en giros, en movimientos delicados, primero con sus brazos, luego con sus piernas, hasta hacerlos con todo su cuerpo, dió un par de saltos y piruetas, se sentía algo agitado porque no había calentado previamente pero eran solo un par de minutos de baile hasta que el sol se ocultó completamente.
Al terminar, respirando de forma cansada, se volteó hacia Soo Bin, quien lo admiraba con los ojitos brillando y con una sonrisa en sus labios.
— Eres muy hermoso, Yeon Jun — dijo, y Yeon Jun rió de forma nerviosa, ruborizado—. Tengo muy buenas fotos, gracias... Solo debo elegir dos para presentar, bailas muy muy lindo, me encantó — añadió, y sonrió ampliamente.
— Gracias— murmuró Yeon Jun, sintiendo cosquillas en su estómago.
Soo Bin juntó las cosas con algo de ayuda de Yeon Jun, regresaron al departamento y pasaron un rato cada uno en lo suyo, el menor se había puesto a revisar las fotos y a seleccionar a sus favoritas, estuvo un rato, y luego editó en la computadora un par de retoques, finalmente le mostró las dos que había elegido.
Eran realmente hermosas y captaban lo cautivador del atardecer, y también la felicidad y libertad que Soo Bin quería retratar.
Luego de cenar, fueron a la cama, y algo tarde en la noche, cuando Soo Bin dejó de lado su celular y estaba dispuesto a dormir, escuchó a Yeon Jun llamarlo, por más que creía que el mayor estaba dormido.
— Soo Binnie.
— ¿Mmm?
— Tú también eres muy hermoso.
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Espero les guste el capitulo! 🌻❤
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