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CAPITULO 15

—... Concluyendo, la razón por la que los rescatistas acuático tienen experiencias infantiles relacionadas con el ahogamiento, que contribuye a la conformación de un trauma, pero aún así deciden estudiar y seguir con su carrera, que juega constantemente con el límite de su propio estrés, es porque como humanos siempre buscamos superarnos a nosotros mismos, y eso... — pausa dramática— es la característica más humana que puede haber.

Yeon Jun terminó de hablar, recibiendo los aplausos y la ovación de pie de sus compañeros, y también de sus profesores, incluso el Señor Lee lo felicitó.

Dejó una copia de su trabajo en la mesa de sus profesores.

— Para ser un trabajo que preparaste en cuatro meses está muy bien — dijo el Señor Lee.

— Gracias— respondió simplemente, como si fuera un verdadero cumplido.

Salió de su clase y, como siempre, volvió a su cuarto, donde estaba su lindo novio, que lo recibió con suaves besos y cupcakes de chocolate.

— Hola, precioso— dijo, mientras el menor lo abrazaba por el cuello, sus manos fueron a su cintura.

—¿Cómo te fue en tu exposición final?— ladeó su cabeza, su cabello largo estaba medio rizado y desordenado, se veía muy bien.

— Excelente, por supuesto— dijo—. ¿Cuándo es la muestra de tus fotografías?

— Es la muestra de toda la clase, no solo mía...— corrigió— Y empieza el lunes.

— Fabuloso, tenemos cita el lunes— dijo, guiñando su ojo con encanto.

No habían vuelto a tener alguna pelea, ningún incidente, simplemente funcionaban muy bien juntos, y a demás, Yeon Jun solía usar tácticas psicológicas para hablar cualquier conflicto de forma tranquila, no había nada que no pudiera arreglarse sin hacer sentir mal a nadie.

A veces Yeon Jun se sentía mal consigo mismo, o con la relación, a veces tenía muchísimo miedo, y cargaba con muchas inseguridades, más de las que realmente pidiera notar, pero Yeon Jun era muy bueno con él, no dejaba que nada pasara a mayores, no dejaba que llorara demasiado, o que se estresada mucho, y le encantaba cuidarlo.

Los dos estaban felices, compartiendo su vida y su cuarto, las vacaciones y el fin del año estaban cerca, aún no sabían que harían, pero no se quedarían en la universidad durante el receso, principalmente porque esta cerraba.

Por eso, por la incertidumbre, disfrutaban de cada momento compartido.

Soo Bin no quería pensar mucho en eso, porque no quería correr el riesgo de nuevo, de creer que Yeon Jun lo abandonaría.

Le daba muchísimo pánico, y tenía ese amargo sentimiento en su estómago de que Yeon Jun lo dejaría en algún momento.

Yeon Jun sabía que él no lo hacía a propósito, que era algo triste, pero que el rechazo había sido gran parte de su vida, sólo estaba pensando lo que mejor conocía.

Por eso, Yeon Jun solía decir cosas como "¿Qué tal si en verano hacemos un viaje juntos lejos de la cuidad?", "¿A dónde te gustaría ir para festejar el primer año juntos?", "¿No quieres adoptar un perrito conmigo en el futuro?".

Todas cosas que llevaban tiempo, que no estaban cerca, para que se acostumbrara a la idea de que sea dentro de unos meses, o de unos años, él estaría allí.

Ya verían qué harían después, de todos los planes hipotéticos que Yeon Jun inventaba.

Por el momento lo que más inquietaba a Soo Bin es que Yeon Jun decidiera irse a otro lado durante las vacaciones, que no quisiera verlo, o que lo abandonara, que pasara sus días lejos de sus besos y de sus abrazos, y que lo extrañaría más que a nada en el mundo.

Por eso aprovechaba el tiempo para abrazarlo y acurrucarse en su pecho, sentir su perfume y los mimos sobre su cabello, los besos en todo su rostro, esa sensación liberadora que le dejaba luego de hacer el amor con él, y lo lindo que se veían los chupetones en su cuello.

Hacia un tiempo, Soo Bin había decidido darle un regalo especial a Yeon Jun.

A escondidas, y durante varias semanas, había preparado un cuaderno bastante más grande que el anterior, lo había decorado con fotos de ambos, stickers, y un par de imágenes sacadas de Pinterest para hacerlo todo bonito y estético.

Yeon Jun había insistido en tirarlo a la basura, aunque le había explicado que lo había guardado por los recuerdos, porque allí estaban escritos todo lo que no quería olvidar de sus primeros días.

— Era con un fin muy feo, y los dos sabemos eso, pero... Si veo la parte positiva son nuestros primeros días juntos.

>> Pero sigue sin ser muy lindo, y ya nos causó muchos problemas, debí tirarlo a la basura mucho antes, en cuanto decidí cambiar el proyecto.

— No, está bien— Soo Bin lo detuvo antes de llegar al cesto de basura —. Tiene cosas lindas allí, Yeon Jun, y... Ya pasó.

Había tenido que insistir un poco más, pero lo habían conservado.

Transcribió los recuerdos del cuaderno de Yeon Jun al nuevo, algo cambiados, para hacerlo personal y tierno, para que sean bonitos.

Obvió un par de cosas, escribió sólo lo que se sentía cómodo, y los mensajes bonitos que Yeon Jun había escrito fueron fotocopiados y pegados en el cuaderno nuevo, así se podían ver como sus originales, con la letra del mayor.

"Son tan cursis que me dan asco" dijo SB.

"Tu café de mierda da asco" dijo Soo Bin, ofendido por su largo trabajo.   

"Pero ustedes me dan ganas de vomitar".

Ignoró los comentarios de mierda de su protector, él estaba algo incómodo por ser un hombre heterosexual y tener que convivir con el novio del anfitrión.

Finalmente, cuando término de llenar las primeras páginas, aún quedaban unas cuantas en blanco, pero ya no tenía más que escribir, así que se lo entregó a Yeon Jun, con una sonrisa tímida.

— E-es un regalo... Sé que no estamos cerca de festejar nada, pero... Es un regalo de novios— dijo, con algo de vergüenza.

Yeon Jun vió las primeras páginas, sonriendo ampliamente, lo cerró un momento para abrazarlo y besarlo con cariño y emoción.

— Soo Binnie es precioso... No tengo nada para regalarte.

— No importa, te debo mucho, Yeon Jun.

— No me debes nada, tonto, soy tu novio no tu prestamista.

Lo leyó todo, con Soo Bin a su lado, en las camas unidas que compartían, hasta que llegó a las páginas en blanco.

— Esas son... Para seguir completando en el futuro— dijo Soo Bin, bajo, y era la primera vez que afirmaba en voz alta, que habría un futuro juntos—. Me encantaría completarlas contigo— sus ojitos lo miraron llenos de brillos.

Yeon Jun sonrió ampliamente y tono sus mejillas para besarlo, de nuevo, estaba más que orgulloso.

— Lo seguiremos los dos juntos, Soo Bin.

Luego de aquello Yeon Jun estaba más que seguro que tenía que tirar el cuaderno, y Soo Bin lo dejó, porque ahora tenían algo muchísimo más bonito y con los mismos recuerdos en él.

El lunes, fueron a la muestra de fin de año de la clase de fotografía de Soo Bin, vieron el trabajo de los demás compañeros del menor mientras buscaban dónde habían presentado las fotografías del castaño.

Había un cartel en grande en la puerta de la sala de exhibición, que decía "Los ojos son las ventanas al alma", debajo de este cartel estaba el nombre de los alumnos que presentaban sus trabajos.

— Veo que todos tienen un proyecto también — dijo Yeon Jun, viendo un conjunto de fotografías de una chica, bajo el título "Huellas de esperanza" retrataba a unos perritos que estaban siendo adoptados, algunos cachorros y un par más viejos, eran cinco fotos en total, en sus ojitos se notaba la emoción y el cariño, listos para su nuevo hogar, era bastante bonito.

— Sip. Supuestamente en una muestra grupal debe haber un tema grupal, decidimos que cada uno haría su propio tema, pero todos destacaría en las emociones, especialmente a las transmitidas por las miradas.

>> Cada uno debía exponer cinco fotos, y tenía que demostrar su mensaje a través de los ojos de sus protagonistas... Podía ser cualquier cosa.

— ¿Qué decidiste hacer tú? — preguntó, aunque creía saber la respuesta.

Soo Bin le había pedido hacer de modelo varias veces en el último tiempo.

Solía sacarle fotos sólo a él, a veces dejaba el trípode de la cámara y se sacaban fotos ambos, e incluso había tenido sesión de fotos con los demás Alters, a pedido de Soo Bin.

— Elegí que sea de nosotros— dijo, con una sonrisa tímida.

Llegaron a la muestra de Soo Bin, tenía de título "Mirada a todas las almas", y seguidamente, había cinco fotos, la primera era de Yeon Jun con Bunny, luego una de él con SB, seguía una dónde estaba siendo abrazado por Binnie, la cuarta estaba con SooSoo, y la última era de ellos dos, donde Yeon Jun tomaba sus mejillas y lo miraba con todo el amor del mundo.

En el pie de cada foto aclaraba cuál de los Alters estaba con junto a él, y era la primera vez que Soo Bin anunciaba al resto de las personalidades del sistema al mundo.

Yeon Jun sonrió, encantando, vió las mejillas teñidas de rojo del menor, y lo besó con cariño.

— Son hermosas, Soo Binnie, estoy muy orgulloso de ti.

— Gracias— murmuró bajito.

Continuaron su cita en el centro comercial, especialmente en el restaurant de hamburguesas que a Soo  Bin tanto le gustaba, luego Binnie insistió en ir a los juegos y cuando se negó le hizo pucheros.

— No habrá juegos, es tarde, ¿Quieres un helado a cambio?

—¡Si, si! — dijo con emoción y lo abrazó con fuerza, siendo siempre tan demostrativo.

Luego de terminar su helado de chocolate, ya de noche, Binnie se despidió para devolverle la cita a Soo  Bin, Yeon Jun le preguntó si quería que le mostrará una sorpresa, a lo que el menor accedió sin dudarlo.

Tomaron un taxi hasta el otro lado de la ciudad, hasta estacionar frente a un edificio muy alto y de muchos departamentos.

Soo Bin estaba sorprendido cuando Yeon Jun abrió la puerta del lugar con una llave electrónica y lo invitó a pasar.   

— ¿Y esto? ¿Es tu especie de departamento privado para sadomasoquismo? — el tono de voz tan grave y conocido de SB habló.

Yeon Jun soltó una carcajada y negó.   

— Oh, no ojalá. Te comenté que mí familia no tiene problemas económicos y bueno... Suelen dejarme un departamento para las vacaciones... A veces creo que es porque no me soportan... Para cuando la universidad cierra, me quedo aquí aunque los visito mucho, sirve para hacer mí vida, y tener más privacidad.

Mientras hablaba lo guiaba hacia el ascensor, subieron hasta el octavo piso.

— Aquí pasaría mis vacaciones, ¿Donde estarías tú? — preguntó el mayor.   

— Pues... Volvería a la casa de mis padres y me aburriría mucho, queda bastante lejos de la universidad y del centro, está a las afueras.

— Bien— Yeon Jun asintió, salieron al pasillo y fueron hacia el departamento con el número 84, entraron para encontrar un cómodo y bastante amplio monoambiente, tenía un amplio ventanal desde donde podía ver el mar y las costas de Busán.

Tenía una cama amplia, perfecta para dos, una cocina en un rincón y una mesa para las comidas, el baño era bastante amplio y más bonito que el de su habitación de universidad.

— Oh, es muy lindo— Soo Bin observó el jugar, luego se acercó a la ventana para ver el montón de agua que conformaba el mar, de un lindo color azul oscuro, la cuidad de noche iluminaba más de lo que quisiera, pero las luces también tenían su encanto.

— ¿Te gustaría quedarte aquí? — preguntó Yeon Jun, se acercó a su lado, rodeando su cintura en un medio abrazo, su mentón se apoyó en su hombro —. Conmigo...

— Me encantaría— respondió el menor.

Yeon Jun sonrió, se apartó para girarlo suavemente, y buscó sus labios, el menor correspondió con gusto, dejando que sus lenguas se encontraran, se recorrieron lentamente, por más que se habían besado miles de veces, nunca se cansaban de esa sensación, el calor que sentían en sus corazones, las cosquillas en sus estómagos, y esa electricidad que recorría sus columnas.

El como todo encajaba perfectamente cuando estaban juntos, y podían estar en paz, seguros y a salvo.

Se separaron luego de un largo rato de acalorados besos, suspirando de forma pesada, muy rojos, las manos de Yeon Jun se apoyaban con seguridad sobre la cintura del menor, con sus caderas juntas en un abrazo apretado.

— ¿Quieres quedarte conmigo para siempre? — preguntó Yeon Jun, bajo, al separarse, su mirada estaba fija en los labios rojos e hinchados del menor.

Los vió sonreír, tan bonitos, como siempre.

— Sería un honor— respondió.

— Genial — buscó en sus bolsillos, hasta dar con un pequeño anillo —. Te tengo un regalo... Esto es solo hasta que quieras que sea real, por ahora... Son anillos de pareja, anillos de "Siempre novios", ya sabes..

Le entrego el anillo color plata, tenía grabas las iniciales CYJ.

— El mío tiene las tuyas — alzó su manito para mostrar el suyo, donde se notaba el CSB grabado.

El menor sonrió ampliamente, mirando el brillo del anillo, rió feliz, y se lo colocó con emoción, estaba muy contento, lo miró con esa sonrisa amplia que enamoraría a cualquiera.

— Te amo, Yeon Jun, mucho... Es hermoso.

— Yo te amo más, Soo Binnie— dijo antes de dejar un beso sobre su nariz.

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Otra historia que terminó! 🥺 Antes de entrar a la carrera que sigo en la U, una de mis opciones era psicología clínica, me gusta mucho la psicología y muchos de mis amigos decían que si sería buena psicologa pero no veía estudiando aquella carrera, xd, tal vez de terminar mi carrera pueda estudiar psicología clínica. En fin. Gracias por su apoyo. ❤

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