CAPITULO 13
Luego de tener su primera vez, tomaron sus turnos para darse un baño, Soo Bin fue primero y Yeon Jun después, se quedó volviendo su celular mientras el menor estaba en el baño, al salir le sonrió a su novio muy feliz, Yeon Jun dejó un beso sobre su frente y le recordó que estaba muy orgulloso de él.
Mientras el mayor estaba en la ducha, Soo Bin comenzó a ordenar el cuarto, guardando la vaselina en su cajón y luego llevó la caja con los dos preservativos restantes a la cajonera de Yeon Jun, el cajón estaba abierto.
Frunció el ceño al ver un cuaderno, tenía escrito "Choi Yeon Jun" en una etiqueta pegada a la tapa.
"¿Será su diario íntimo?" Pensó, sintió a SB cerca.
"¿Un tipo de veintitrés con un diario íntimo? Algo ridículo."
"Cállate, es mí ridículo."
La curiosidad pudo más que él, y espió la primera hoja de aquel cuaderno, creía que será una agenda, o algo así, pero le parecía raro que nunca había visto a Yeon Jun usar ese cuaderno.
Sus ojos se abrieron con sorpresa y su corazón comenzó a latir más rápido.
— Descubriendo Trastorno de Identidad Disociativo... Proyecto "Choi Soo Bin"— murmuró, sintió como todo su cuerpo comenzó a temblar— ¿Se puede vivir con TID?
"Que maldito..." dijo SB, enojado ". Es igual a todos los demás."
Soo Bin estaba confundido, quería encontrar alguna otra explicación, algo que no fuera lo que estaba pensando.
"¿Nos usó para un puto proyecto?" Se preguntó Soo Bin.
"Estudia psicología, qué esperas de él."
Comenzó a negar, sus ojitos se llenaron de lágrimas.
Tomó el cuaderno y siguió pasando las páginas.
— Mí nombre es Choi Yeon Jun y fui designado como compañero de cuarto de Choi Soo Bin... Gracias al Señor Lee por arreglar nuestra convivencia... E-estoy aquí para estudiar al sujeto con Trastorno... — sollozó, limpió su rostro y continuó—... De Identidad Disociativo... Y presentar mis observaciones en el trabajo final del año... Frente a t-toda la clase...
Negaba y limpiaba sus lágrimas, sintió su corazón doler como nunca antes.
— ¿M-me usó para su tarea? — preguntó en voz alta, aunque quería hablarle a SB — ¿Todo fue... Para eso?
Necesitaba más respuestas, así que continuó pasando páginas y páginas, vió que había fotos de él, un dibujo de una mano cuando SooSoo los había lastimado tiempo atrás, y hasta una copia de la ficha de identidad que guardaba la escuela, allí donde estaban sus datos personales y más información muy específica, desde la dirección de sus padres, o de su casa, hasta su diagnóstico y el contando de su psicólogo y de su médico de cabecera.
— El Señor Lee insiste en ganarme la confianza de Choi Soo Bin... Y-y de los demás para poder indagar más profundo en su TID...
"No es igual que los demás, es peor" dijo SB.
Se adelantó casi al final.
— Soo Bin me ha revelado su pasado, y el por qué de la existencia de SooSoo... Binnie, Bunny... S-SB y él...
Tuvo que cerrar el cuaderno y llorar para intentar quitarse esa sensación en su pecho, ese corazón roto.
Pensó en lo lindo y lo atento que siempre había sido Soo Bin, en cómo se había enamorado de él, y de su actitud tan buena, siempre había sido demasiado bueno como para ser real.
Y se sintió como un tonto, como un completo idiota.
"¿Quién es su sano juicio te amaría de la forma que crees que Yeon Jun te ama?" Pensó, había sido muy ingenuo.
"Soo Bin, debes irte" dijo SB, sentía su cuerpo mareando, sabía que su protector iba a cambiar de lugares, e iba a tomar el control.
Pero debía decirle a Yeon Jun lo que pensaba, él podía defenderse sólo.
Se levantó algo tambaleante, al llegar a la puerta del dormitorio, en ese preciso momento, la puerta del baño se abrió y allí estaba Yeon Jun, con su cabello mojado y una toalla sobre sus hombros, vestido con su pijama, sonriendo tan lindo como siempre.
Aunque la sonrisa del mayor se borró al ver las lágrimas en sus mejillas y el cuaderno en sus mano.
— Creí que eras diferente— dijo Soo Bin, su voz sonaba razposa y dolida—. Creí que me amabas en serio... Pero solo soy un proyecto para tu clase, ¿No? Sólo soy una tarea... Todo este tiempo lo fui.
— Soo Bin, no es-
— Pero yo soy el tonto, ¿Lo sabes? Yo soy el tonto por confiar en ti y por enamorarme de ti, soy un completo imbécil, pero tú, Yeon Jun... Eres una persona horrible.
— No, Soo Bin, déjame explicarte— quiso tomar su rostro, pero recibió un empujón que lo apartó.
— No vuelvas a acercarte a nosotros, nunca jamás— su voz grave, su rostro serio a pesar de las lágrimas.
— SB, yo no estoy haciendo ese trabajo, lo abandoné, porque no quiero aprovecharme de ustedes.
— Pero igual lo hiciste, sí te aprovechaste de nosotros— dijo, enojado—. Y te aprovechaste de Soo Bin aún más, te tomaste todo el trabajo de enamorarlo y de ser bueno con él, todo era mentira.
— ¡Yo también estoy enamorado de Soo Bin!
— ¿Cómo voy a saberlo? ¿Cómo podemos confirmar en ti después de esto? — alzó el cuaderno, luego negó y allí estaba Soo Bin mirando con dolor en sus ojos —. E-es muy cruel de tu parte, Yeon Jun... Todo lo que has hecho.
El castaño se dió media vuelta, tomó un buzo y una bufanda, y se los colocó rápidamente para salir del cuarto.
— ¿A dónde vas? — tomó su mano pero el castaño lo empujó una segunda vez, lejos de él.
— A cualquier lado donde no estés tú— dijo, aún llevaba el cuaderno bajo su brazo—. No voy a permitir que nos lastimes mas de lo que ya nos han lastimado— añadió, con su voz rota, al salir de allí le dejó el mando a SB de nuevo, para que lo llevara lejos.
Se fue y cerró la puerta con fuerza.
Yeon Jun sentía ganas de llorar, debió haber lanzado ese cuaderno a la basura en cuanto decidió no seguir con aquel horrible proyecto.
Se colocó unas botas de invierno, se abrigó y salió del cuarto, tenía las llaves para regresar y su celular, de inmediato llamó el número del menor, y esperó varios tonos, pero nunca atendió.
Volvió a insistir, salió del edificio de departamentos de la Universidad, bajando los pocos pisos de escaleras que tenían hasta llegar al exterior.
— Contesta, por favor... — murmuró, como si eso fuera a cambiar algo.
Sintió el frío aire del invierno y sólo pudo pensar que Soo Bin no llevaba suficiente abrigo, lo había visto salir con un simple buzo y bufanda, y las oscuras nubes en el cielo indicaban que iba a volver a nevar pronto.
Estaban a mitad del invierno, y el frío era muy pesado.
— Siempre tan estúpidamente impulsivo— dijo, y continuó buscándolo, pensando a dónde podría haber ido.
SB estaba muy enojado, y se alejó de la universidad lo más que pudo, llevándolos lejos.
— No trajiste abrigo suficiente, nos vamos a enfermar— masculló.
"No volveré allí..." Dijo Soo Bin. "Ni siquiera a buscar un abrigo más, no pienso volver a verlo".
Sintió a Soo Bin llorar, su tristeza continuaba invadiendo el cuerpo, dándole una sensación de vacío en su pecho.
Les costaba controlar los cambios cuando alguno de los Alters tenía una emoción muy fuerte, simplemente querían sacar sus sentimientos al exterior, y para eso necesitaban el cuerpo.
Se esforzó por llevarlos a un lugar que considerara seguro, pero se le hacía difícil controlar la sensación del cambio de mando, comenzaba a marearse, no pudo ir muy lejos, llegaron a un parque algo familiar ya habían estado allí antes, era la tarde y comenzaba a oscurecer de a poco, no había mucha gente, y SB se sentó en un banco para poder llorar en paz, sintiendo el mundo dar vueltas, y estando completamente solos.
Soo Bin volvió a tener el control, y lloró un rato largo.
Cuando pudo calmarse un rato más, volvió a tomar el cuaderno de Yeon Jun, y volvió a abrirlo, pasando por las páginas.
Encontró que Yeon Jun había escrito cada encuentro que había tenido con los otros Alters, descubrió que el peluche de conejo no era un regalo, sino que era intencional para que Binnie apareciera.
Eso hizo enfurecer aún más a SB, porque él era el cuidador de todos, y especialmente del pequeño.
Todo parecía revelar una traición tras otra.
Intentó aguantar el llanto mientras seguía descubriendo, página por página, todo lo que necesitaba saber, necesitaba ver por sí mismo que todo el cariño, toda la relación que había tenido con Yeon Jun, era una mentira.
— Soo Bin es muy lindo — leyó, estaba al final de una de las páginas, como una nota extra, buscó del otro lado a ver si aquello seguía, pero era solo eso.
Era lo que siempre le decía, que era lindo, que era hermoso.
Vió como Yeon Jun comenzó a escribir sus encuentros en forma de anécdota, como si de verdad, fuera un diario.
— A-a SooSoo le gusta mucho el chocolate, compré unos cuantos para él... Es muy tierno.
Otra nota, otra nota bonita, sin más, sin continuación, se quedaba sentado allí, temblando del frío helado del invierno, viendo unas palabras bonitas escritas en una letra bonita.
Llegó de nuevo a la página donde Soo Bin contaba lo que le había confesado, su máximo secreto, sus traumas y dolencias de una infancia destruida.
—Jungkook me ha revelado su pasado, y el por qué de la existencia de SooSoo, Binnie, Bunny, SB y él...... Todos nacieron por una injusticia, y no tienen la culpa de vivir algo como e-eso.
Al voltear la página, vio todo tachado, con rayas hechas con la lapicera negra que había usado para escribir todo el cuaderno, tanto que no se podía distinguir nada de lo ponía.
Al final, había una nota.
— Su pasado no les incumbe a nadie... Ni siquiera a m-mi... La confianza se quedará conmigo, y esa historia también... No importa lo que el S-Señor Lee insista con esto... Dejen a Soo Bin y a los demás en paz...
Sintió las lágrimas en sus mejillas, estas dolían porque el frío hacia que todo doliera un poco más, temblaba de forma furiosa.
Se limpió el rostro de nuevo, para ver a la nota, que continuaba.
— L-los amo... Más que a n-nada en el mundo... — su voz se fue apagado confirme el llanto volvía a surgir.
Yeon Jun no había hecho nada, había cambiado tanto desde el comienzo hasta el final, se notaba en todo lo que escribía, en sus palabras.
"Pero eso no quita que haya empezado a llevarse con nosotros por un trabajo de investigación, quería estudiarnos igual."
Soo Bin negó, no podía ser.
En la siguiente página tuvo la respuesta que tanto necesitaba.
— E-el Señor Lee insistió tanto en mí para hacer esto... Que no pude pensar claro en qué me estaba metiendo, sabía que estaba mal desde el principio... No quiero seguir este proyecto, cambie mucho de opinión... Y-y voy a abandonar este cuaderno...
Sonrió un poco, su corazón se sintió algo mejor, se sintió algo mareado, ya no sentía frío, pero sólo sabía que Yeon Jun no había hacho algo malo.
Él había sido malo.
Recordaba cómo no lo había dejado explicarse, le había dicho que era una persona horrible, que se alejara, que no los molestara nunca más...
Había sido cruel, lo había arruinado todo.
— E-es la única persona que no se aleja de mí... Que no me rechaza porque sí y y-yo... Yo la alejo— murmuró, sintiendo la culpa en su interior, tenía náuseas, la presión en su pecho no lo dejaba respirar, vió al mundo oscurecerse, preguntándose cuando se había hecho de noche, o cuando había comenzado a nevar.
Sentía frío, mucho frío.
De pronto sólo pudo pensar en regresar con Yeon Jun y rogarle, que lo perdonara, y disculparse, pero no pudo siquiera ponerse de pie.
Sus párpados se hicieron pesados y sintió a cuerpo caer sobre la banca, aún con su última mirada del mundo estaba sólo, y perdido, y su último pensamiento fue que Yeon Jun no lo buscaría.
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