Capítulo Tres
Capítulo tres.
Comportamientos que no pertenecen a un alfa.
—Kim Taehyung, a tu casa— negó, ya había decidido que se quedaría allí hasta que su padre le dijera que haría con Byul.
Y las otras chicas, por supuesto.
—No lo entiendes, Hoseok— palmeó su pecho, mirándole y luego señaló la habitación— debo quedarme aquí ¿Qué pasa si despierta y no estoy?
—Uh... pues no lo sé, pero te aseguro que el fin del mundo no será— rodó los ojos— mira, alfa estúpido, suficiente tienen las enfermeras con soportar los olores de los omegas en este piso, como para que tu llegues y dejes todo pasado al tuyo.
—Para tu información, mi aroma no hace presencia si yo no quiero, y como en este momento no quiero, pues no huelo a nada ¿Qué tal eso? Busca otra excusa, soy asombroso, vive con ello.
El beta entrecerró los ojos y maldijo al mundo por haber permitido que alguien así naciera, resopló abandonando el piso y Taehyung suspiró aliviado, tenía otras dos horas para esperar antes de que el mayor regresara con intenciones de echarlo, de nuevo.
Quería entrar, hablar un rato con Byul, preguntarle cosas que lo ayudaran a conocerla mejor e incluso sacar información acerca de su clan, tal vez eso le sirva a su padre para encontrar una solución.
—No puedo creerlo— hablando de él, este aparece y le observa con clara molestia— ¿Qué cojones haces aquí, Taehyung? Deberías estar ayudándome con las otras miembros del clan este que llegaron.
Dejó de asesinar a Hoseok con la mirada por ir a delatarlo con su padre y lo miró asombro ¿habían más? No lo sabía, intentó excusarse.
—Es que Byul-
—¿Quién es Byul? —quiso hacer un chiste respecto a su edad y que por ello olvidaba a las personas, pero lo más seguro es que su padre le hundiera el rostro de un puñetazo por dárselas de gracioso— Ah, la omega que te tiene como un estúpido. Deja la tontería y ven conmigo, ella no se moverá de ese cuarto— resopla, da la vuelta y por supuesto Taehyung debe seguirlo— cálmate un poco, apestas.
Frunció el ceño, oliéndose a sí mismo.
—No apesto, mentiroso.
Llegaron a la sala de espera principal, cerca a la entrada del hospital, Taehyung tuvo que tragarse su sorpresa, habían más de cincuenta mujeres, casi todas omegas, siendo custodiadas por cuatro hombres alfa, aquellos que trabajaban para su padre, también recibían órdenes de Taehyung, pero honestamente, él no los necesitaba para nada.
Una de ellas se puso de pie y se acercó a ambos, específicamente a Taehyung e inclinó la cabeza a manera de agradecimiento, era una alfa, supuso que por eso fue la única que se acercó.
—Queríamos agradecerle por haber salvado a nuestra pequeña Byul— comenzó— y de paso, disculparnos con ambos por el asunto de toma del territorio, no estábamos enteradas que le pertenecía al enigma líder.
Taehyung volteó a ver a su padre para asegurarse de que no se molestaría por la forma en la que se había referido a él, y es que para todos fuera del clan, Seokjin no era un alfa, era un enigma.
Un enigma es alguien superior a un alfa, son mucho más agresivos y dominantes que uno y tienen la capacidad de dominar a todos, incluidos los alfas, fuerza superior. Seokjin podía someter a todos los géneros y su palabra siempre seria la ultima, rara vez podías tener la posibilidad de conocer a uno de su clase, también lo consideraban uno debido a que estos pueden embarazar a todos los géneros y sí, eso incluye las alfas femeninas, era algo sorprendente.
Por eso le tenían tanto respeto, sin embargo, a él no le gustaba que lo llamaran así, pues se consideraba un simple alfa como cualquier otro, no era ninguna especie de criatura celestial a la cual rendirle adoración.
—No importa, ahora que estoy al tanto no tienen nada de lo que preocuparse— suspiró, una de sus manos fue a parar en el hombro de Taehyung— mi hijo y estos chicos las escoltarán a todas de regreso a sus hogares— ¿qué él haría qué? — después de que se sometan a una revisión médica general.
—No estamos enfermas o algo.
Taehyung negó de manera calmada, entendió que tal vez pudo haberse sentido ofendida.
—Sabemos que no, pero es solo protocolo, todo el que entra a la ciudad en sí, debe pasar por revisión— explicó con voz suave— incluso nosotros debemos hacernos un chequeo semanal.
La alfa sonrió de boca cerrada y asintió, si ese era el caso entonces no había ningún problema, después de todo, el líder las dejaría regresar a su clan y eso era muy bueno teniendo en cuenta que estaban invadiendo tierras ajenas.
Hoseok apareció de nuevo junto a todo un equipo de enfermería, pero primero, se acercó a Taehyung.
—La omega despertó y quiere hablar contigo, te doy diez minutos.
Su rostro se iluminó y se dispuso a ir a verla, soltando un quejido cuando su padre lo tomó de una oreja impidiéndole irse.
—Acabo de darte una orden.
—Pero tengo que ir— expresa en un tono exageradamente alto— me llamó, quiere hablarme, es mi obligación ir.
—¿Tú obligación? ¿Eres tonto?— le soltó, resoplando— Rápido, no quiero tener que ir por ti yo mismo, Taehyung.
No tuvo que repetirselo dos veces, salió corriendo, Seokjin negó con la cabeza, no sabía que Taehyung era ese tipo de alfa cuando conocía a alguien que le llamó la atención, atento, complaciente y una actitud bastante atontada.
Se preguntó si la chica también se sentía igual respecto a él.
—Está bien— Byul rió— mira el lado bueno, solo tengo que usar un zapato.
Eso no tenía nada de ventajoso.
La ayudó a levantarse, tenía el cabello un poco húmedo y es que la enfermera le había ayudado a darse un baño, acomodó sus guantes y bufanda agradeciendo a Taehyung por ayudarla a sentarse en la silla de ruedas, asegurándole por milésima vez que en efecto, quería irse con las demás a su casa.
—Yo creo que deberías esperar hasta mañana, por lo menos.
—No me gustan los hospitales, creo que me recuperaré más rápido en mi cama que aquí— se cruzó de brazos y acarició la falda de su vestido con las manos, quitándole las arrugas— ¡Vamos! Pero no muy rápido, por favor.
Estaba demasiado animada para haber estado sufriendo hace unas horas, suspiró y empezó a empujar la silla, viéndola colocarse el cabello tras las orejas, aún llegaba a su nariz su dulce aroma y no sabía que le gustaba más, si el caramelo o el algodón de azúcar, el punto era que lo tenía encantado, también sorprendido, porque normalmente le mareaban los aromas dulces y era de entender, pues se crió con alfas y su nariz está acostumbrada a los cítricos, olores fuertes y de más.
Pero un poco de dulce no estaba mal.
Cuando llegaron a la sala, no vio a su padre y tampoco a la alfa con la que hablaron, supuso que estarían hablando sobre cómo procederían, solo estaban los alfas cuidando al grupo de mujeres quienes se acercaron a Byul apenas la vieron llegar. Les dio un momento y se acercó a uno de los chicos.
—El líder nos ordenó esperar por usted, dijo que ellas quedaban bajo su cargo— asintió— le acompañaremos, por supuesto.
—Bien, vamos entonces.
No puedes llevar a la omega en ese estado en una silla.
Vaya, ya se había acostumbrado al silencio en su interior. Pero el lobo tonto tenía razón, no era un problema, la cargaría en su espalda, no es como que le molestase tampoco. Volvió a acercarse, las chicas tomaron distancia.
—Ya que eres necia y quieres irte ya— sonrió al notar las mejillas de la contraria tomar color por culpa de una simple reprimenda—debo cargarte ¿estás bien con eso?— Byul asintió.
Pidió a dos de sus amigas ayudarla a levantarse de la silla mientras él se quitó el abrigo y luego se puso de cuclillas, la lana de los guantes no tardó en hacerle cosquillas al rozar sus mejillas, sostuvo ambas piernas a la altura de su cintura, con cuidado de no lastimarla mucho más y volvió a ponerse de pie.
Negó, recordando que Byul traía vestido, así que volvió a agacharse y pidió que la cubrieran con su abrigo, así estaría más tranquilo y ella más cubierta.
—Andando.— ordenó, tomando la delantera, pues tenía que guiar el camino al bosque.
—¿Puedo preguntarte algo? — murmuró, Taehyung casi tiembla al sentir su aliento tan cerca de su oreja, asintió— ¿Alcanzas a distinguir mi aroma?
—Claro, poco, pero se siente.
—Lo siento, debe ser molesto.
—Por supuesto que no— fue honesto— ¿tienes algún problema con el?
—Es muy fuerte, así que debo cubrir mi cuello y muñecas— se lamentó– no tengo control sobre el y a los alfas no les gusta.
—A mi no me molesta, es dulce, me agrada.
La escuchó soltar una risita.
—Gracias, eres realmente un caballero, Kim Taehyung.
Apenas pisaron el bosque, obligatoriamente debían convertirse a su forma animal, así que todos tuvieron la oportunidad de presenciar al inmenso lobo de pelaje rojo haciendo presencia, alcanzaron a notar sus ojos color esmeralda, quitándoles un poco el aliento.
Byul logró convertirse exitosamente en su pequeña loba gris, subiendo al lomo de Taehyung sin problemas gracias a que este se agachó en sus cuatro patas, Byul disfrutó de poder acostarse y su nariz gosó entre el pelaje del mayor.
Tan encantada estaba, que terminó dormida y así pasó el resto del camino, Taehyung se sintió contento con aquella acción.
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