Capítulo Treinta y Tres
Capítulo treinta y tres.
Persevera y alcanzarás.
(Freya, la pantera en multimedia)
Namjoon tenía muchos pendientes, debía asegurarse de que la maestra y la directora que Taehyung había desterrado, se fueran como correspondía y también enviar la amonestación a cada protestante que había participado junto a ellas.
Eso le tomaría una hora si se apuraba, lo que le dejaba veinte minutos para ir a buscar a su hija, llevarla a comer a esa heladería que la tenía tan insistente y pasar cuanto tiempo pudieran, juntos.
Así que se puso manos a la obra, ignorando la importante presencia en su oficina.
—Me han enviado aquí a esperar mi turno para ser atendida por el líder— Freya tomó asiento en la silla frente al lobo, este se detuvo un momento para prestarle atención— pero me encuentro con que su hermano está igual de ocupado.
—Hola, líder.
—Puedes llamarme Freya.
Asintió.
—Bueno, Freya. La escucharé mientras hago esto ¿le parece?— hizo un sonido afirmativo— bien, cuénteme que la trae por aquí.
—Vine personalmente a entregarle el mapa de mis terrenos al líder y de esa manera podrán sus hombres empezar la búsqueda del puma aquél.
—Eso es muy amable de su parte y- — su celular comenzó a sonar con una melodía bastante peculiar, básicamente Lilly, su hija, había grabado una canción para que él usara de tono de llamada— Deme un segundo.
—Claro.
Contestó.
—¿Qué pasa, Lilly?— descansó el mentón sobre su mano empuñada, viendo a la pila de documentos pendientes.
—Hoy salimos antes porque Tete venció a la maestra. Así que no tenemos maestra de matemáticas hasta que contraten a alguien más.
Suspiró, eso quería decir que su hija estaba esperándolo en la escuela.
—Le preguntaré a Byul si puede pasar por ti.
—¿No vienes?
—Es que no puedo ahora mismo, cariño.
—Oh...
Freya levantó la mano, como si participara en alguna clase.
—Yo puedo ir por ella— se ofreció— si está bien para ti, claro.
—Eh...
—¿Con quién estás?
—Con Freya, la conoces.
Lilly chilló impresionada.
—¿La panterita? ¡La espero aquí!
Y su propia hija le colgó. Namjoon observó a la líder del clan vecino y no tuvo otra opción más que resignarse.
—¿Necesita la dirección?
Freya pocas veces había tratado con niños y de esas pocas veces, la mayoría no había salido muy bien, sin embargo, conocía a Lilly y agradecía al cielo ser de su agrado.
Sacudió la mano apenas la vio y esta caminó con calma hacia ella, era una niña muy linda, no le molestaría verla todos los días o recogerla de la escuela si tan solo aquel alfa necio que tiene por padre le prestara la más mínima atención a su coqueteo directo.
Tal vez simplemente no se sentía igual.
—Hola, lobita.
Ella sonrió, amable y emocionada.
—Hola, panterita.
Tomó su mano, algunas personas se le quedaban viendo, seguro reconociendola, pero no prestaba mucho cuidado a ello, entendía que era extraño ver a una raza distinta pasearse entre lobos.
—Tú padre está ocupado, así que me tomé el atrevimiento de venir a buscarte, espero que eso no te moleste.
—No me molesta. Papá no entiende que ya soy grande y puedo regresar sola a casa.
—Bueno, tienes que entenderlo, le gusta cuidarte mucho, eres su niña.— apretó su mano, sonriéndole con cariño— Me pidió que te llevara a casa y él iría en cuánto se desocupara.
—¿Podemos pasar a comprar la cena y el helado?
Freya parpadeó.
—¿No preparan la cena en casa?
—No, papá no tiene tiempo y tampoco sabe cocinar— oh, cierto— y yo no me puedo acercar a la cocina, tampoco sé cocinar, de todas maneras.
Entendía, una idea llegó a su mente y esperaba que no hubiesen problemas por ello.
—Yo soy una excelente cocinera.
A Lilly le brillaron los ojos.
—¿Cocinarías para nosotros? Puedo ayudar.
—Entonces, definitivamente la cocina aquí es un adorno.
Todo estaba vacío, entendió porqué tuvieron que pasar por el supermercado antes.
—¡Manos a la obra!— Lilly se recogió el cabello y acercó una silla, se subió a ella y quedó a la altura perfecta de la mesa, aunque ella era bastante alta para su edad— A papá le gusta comer de todo, menos peces.
—Que bueno que no compramos ninguno de esos ¿eh?— sonrió suavemente— Guarda el helado en la nevera, ese será el postre.
—Estoy segura de que se sorprenderá, solo comemos algo hecho en casa cuando vamos con los tíos— cuenta, llena un bowl con agua y comienza a sumergir los tomates en el, lavándolos— no te veía hace mucho tiempo.
—He estado ocupada con mi clan. Deberías visitarme alguna vez.
—¡Lo haré! Me gustaría conocer dónde vives.
Soltó una risa desanimada.
—A mi también me gustaría.
—También puedes visitarnos todas las veces que quieras, a papá y a mi nos agradas.
—Gracias por la invitación.
Aunque ella quería agradarle de una manera más distinta a Kim Namjoon, sin embargo, entendía su posición, conocía la historia de ese hombre. Tragó saliva, era desalentador, pues aunque en su clan no existiese tal cosa como las almas destinadas y sus creencias fuesen distintas, él le gustaba tanto, que desearía estar unida a él de alguna manera, la que fuese.
Quizás si creyera en el destino, la vida le sonreiría.
Vamos a tener unos cuántos capítulos enfocados a este par
¿Les parece?
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