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Capítulo Once

Capítulo once.
El alfa más dulce.

—¿Ya puedo pasar?

—Pues es tu casa.

Blanqueó la mirada, Byul era tan inentendible a veces que por momentos sentía que perdía la paciencia.

Abrió la puerta y aquel aroma dulce invadió sus fosas nasales de sopetón, intentó concentrarse en otra cosa que no fuese aceptar aquella seductora invitación y observó a Byul acostada, miraba hacia la ventana, dándole la espalda. Taehyung lo pensó mejor.

La conversación podía esperar otro rato.

Se deshizo de la chaqueta, camiseta y pantalones antes de colarse de lleno bajo las sábanas, tomó la cintura de Byul y le hizo girarse. Alcanzó a notar sus ojos hinchados y nariz roja, luego le apretó contra su pecho y allí la sintió refugiarse.

También dejó a su aroma salir, solo para tranquilizarla.

—Yo te quiero. Mucho, Byul.

—Pero no-

—Sin peros.

Trazó líneas con la punta de sus dedos sobre la espalda desnuda, para los lobos emparejados era una costumbre que casi podría llamarse obligación, incluso si no tenían relaciones sexuales, ambos cuerpos debían conocerse, apreciarse, por lo que no era en absoluto un tabú para ellos ver sus cuerpos desnudos.

Nadie toca la cama de alguien usando ropa y menos si no son pareja. Es considerado algo demasiado íntimo.

—Lo siento, es que esto es importante para mí, sé que puedo sonar... anticuada.

—No lo eres. Simplemente creciste de manera distinta, tienes un pensamiento diferente y no digo que sea malo, pero puede serlo si esa idea hace que pienses en ti misma como algún tipo de defecto de fábrica.— respiró hondo— No eres una omega defectuosa, tampoco debes degradarte a una miseria solo porque esto ocurrió. Escucha, si llegado el momento queremos tener nuestros propios cachorros, hay miles de maneras que podemos considerar si lo deseas, está la adopción, por ejemplo.

Levantó la vista, sus ojos aún húmedos, aún inseguros, le miraron con obvia tristeza.

—¿De verdad?

—Lo juro.

—¿No estás molesto conmigo porque no puedo darte hijos legítimos?— pregunta—¿No crees que soy un fracaso como omega? Eres un alfa puro y-y estoy segura de que la gente empezará a hablar mal porque tienes una omega que no puede concebir.

—Bueno, si alguien dice algo, le mato de un mordisco y ya está.— bromeó, recibiendo una palmada en el brazo— Han pasado cosas peores en este clan y la gente no importa qué, seguirá hablando. Estaremos bien, otro punto bueno es que aún faltan como veinte, treinta años para que yo tome el mando.

Byul frunció el ceño.

—¿Y eso por qué es bueno?

—Tú suegro no dejaría que me toquen un pelo, ventajas de tener un padre enigma sobreprotector.— soltó una risa desganada— Y es igual para ti, él cree que eres una buena chica, así que estoy seguro de que si yo no estoy cerca, él sería el primero en cuidarte y si no lo hace él, lo hará mamá.

—Es de familia ser así de varonil y encantador ¿no?—Taehyung asiente, bastante seguro.

—Nos lo dicen mucho, a papá no tanto.—  guiña un ojo— Mamá es celosa.

Abre los ojos sorprendida.

—¿Existen personas tan valientes capaz de coquetear con el alfa enigma?

—Lo sé, que descaro. Pero si, existen, eso sí, nadie es tan valiente como para coquetear con mamá, una sola mirada de papá y te ofreces a cabar tu propia tumba.

Rieron, ciertamente aquellos dos si tenían toda la pinta territorial que desprendían.

Byul se impulsó para besarle, Taehyung era el alfa más dulce que había conocido en su vida y aún no podía creer que él era su destino. La tristeza aún seguía presente y por supuesto aún estaba el sentimiento de que era incorrecto encadenar a Taehyung a ella cuando no se sentía suficiente, pero era más intensa y fuerte la manera en la que su lobo parecía añorar y necesitar con tanto desespero al del pelirrojo, así que se obligaría a olvidar todo problema, al menos por ahora.

—Tae... ¿Ibas a hablar de algo conmigo?

Preguntó, el alfa ya estaba sobre ella besándole el cuello con obvias intenciones, así que tuvo que salir de dudas antes de cualquier otro movimiento.

—Si, de hecho... pero no te molestes.


—¿Cómo es posible que te dejo unas pocas horas y me salgas con semejantes noticias?— Taehyung hizo una mueca, secándose el sudor— Y te dije que se molestaría.

Ese día, entrenaba con su padre.

—No se molestó, pero tampoco está muy contenta.

—Y sobre el asunto este... joder, no sé qué decirte. Obviamente si no fuese consciente de que esta omega es tú omega— hizo énfasis en el — te diría que la dejes y sigas buscando porque es inaudito que no tengas herederos de sangre, pero, también comprendo el otro lado y jamás he hecho caso a las reglas ancestrales que tenemos. Ella debe estar devastada.

Taehyung asintió, él mismo lo notó en sus ojos.

—Lo está, como te dije, hablé con ella, pero sé que aunque le aseguré que eso no cambiaba nada, sigue triste.

—Si, y no la puedes juzgar por ello, sus ideales son distintos y es algo que se debe respetar, pero, según dices, ella está abierta a otras opciones que le planteaste y eso es muy bueno.

–Lo es, realmente lo es, a ella le encantan los niños, pensaremos en algo en un futuro.

Seokjin se colocó la camiseta y luego cruzó ambos brazos sobre su pecho.

—Cuando tu madre se deprimió porque nosotros tampoco podíamos tener hijos—le señaló— ya sabes que eres un milagro, la llevé un tiempo a la casa hogar dónde están todos los cachorros que por distintos motivos no tienen padres, estuvo varios meses compartiendo y trabajando con los niños, eso la hizo muy feliz.

Al clan llegaban demasiados cachorros huérfanos y cada historia resultaba ser más triste que la otra, para Taehyung resultaba doloroso ir a veces porque al final del día sólo quería llevarse a todos esos niños con él, pero por supuesto era imposible.

—¿Crees que deba hacer lo mismo con Byul?

—Estamos ubicando a todas las mujeres de su clan en distintos lugares de trabajo— encogió sus hombros— puedo asignarla en el orfanato, necesitan mucha ayuda y te aseguro que no se va a aburrir.

—Papá, te amo.

—Ya lo sé, agradécemelo.

—¿Cómo?

Seokjin sonrió.

—Ya se me ocurrirá algo.

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