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Capítulo Dos

Capitulo dos.

Una omega de ensueño.

Pasaron varios minutos en los que se mantuvieron en la misma posición, simplemente mirándose el uno al otro, Taehyung no gruñó, no hizo nada que pudiera verse como un movimiento amenazante pues lo que menos quería eran problemas con aquella loba de pelaje grisáceo y brillante, la cual era bastante pequeña, o tal vez él era el gigante, no sabía.

Mantenían una buena distancia, pero aún así Taehyung podía distinguir su aroma, por ello supo inmediatamente que se trataba de una omega, aunque era demasiado dulce, mucho más de lo normal, quiso incluso romper el espacio que les separaba para poder olfatear de cerca, pero se abstuvo de hacerlo cuando la chica se transformó a su apariencia humana, entendió entonces que quizás ella querría que él hiciera lo mismo, como lobo, le resultó intimidante.

Cambió a su forma humana rápidamente, no le era difícil y, de verdad, no quería asustar a la chica. La vio tragar saliva antes de decirle en voz alta y clara:

—Un paso más que des y entrarás en territorio ajeno.

Ah, entonces por eso no reconocía bien la zona, asintió, levantó ambos brazos y dio algunos pasos más hacia atrás, evitando meterse en problemas por invasión.

No, tonto, acércate.

Ignoró aquello.

—Lo lamento, me he pasado. — se disculpó, la chica se mostró sorprendida por aquel grave tono de voz e incluso por la sinceridad de su disculpa.

—¿Quién es tu líder?

—Kim Seokjin.

Tembló, apartando la vista y posándola en el suelo.

—No pasa nada, entonces.

—¿Puedo preguntar lo mismo?

—Bae Minyoung, no creo que la conozcas.

Ciertamente no tenía idea.

—¿Hay otro clan de lobos cerca? — negó.

—De lobas, somos un clan femenino de alfas y omegas. — contuvo el aire, definitivamente no sabía un carajo, pero sonaba muy irreal— Somos un clan pequeño.

—Entiendo, y, uh...— se sentó en el suelo, le hartaba mantenerse de pie— ¿Cómo te llamas?

Podía escuchar claramente a su lobo aplaudiéndole por darle el gusto de informarse sobre la fémina, pero no podía hacer mucho para llevarle la contraria cuando su propio ser le pedía a gritos mantener aquella conversación viva por un largo rato más, de hecho, quería acercarse, mucho, quizás demasiado.

Pero no quería ceder a sus deseos físicos, quedaría como un idiota hormonal y terminaría espantando a aquella preciosa omega de ensueño.

¿Alcanzas a percibir ese olor? Caramelo.

—Y algodón de azúcar— musita— estás muy hablador...

Pero es que, era una combinación deliciosa.

—Lee Byul— y ella no ayudaba mucho acercándose de esa manera— ¿El tuyo?

—Kim Taehyung.

—Entonces si eres ese alfa.

—¿Ese alfa?

Se mordió el interior de la mejilla cuando, inocente ella, se sentó frente a él, manteniendo la línea que dividía ambos territorios, pudo tener una mejor vista de su rostro, era muy, muy bonita, traía puesta una bufanda color rojo y guantes de igual material y tono, la luz de la luna le permitía apreciar aquellos detalles a su antojo.

—El alfa puro de cabellos rojos y ojos verdes, el hijo del líder.

—Entonces me conoces.

—No hay quien no te conozca, eres, por decirlo de alguna manera, una celebridad entre las omegas.

Eso lo hizo sonreír.

—Entiendo, espero que sea en un buen sentido, Lee Byul.

Sonrió, un poco apenada.

—Debería irme.

¡No! Hay que llevarla con nosotros.

—Espera, aún no concretamos algo.

—¿Concretar?

Casi se quiere golpear así mismo, no debería ser tan directo. Niega con la cabeza.

—Nada, un gusto conocerte, Lee Byul.

Ella le devuelve el cumplido y se va a paso lento, Taehyung la observa alejándose y aspira lo poco que quedó de su aroma.

Que desperdicio, te traje hasta una buena, no, una omega perfecta y simplemente la dejas irse.

Resopla.

—Cállate, maldita sea, nunca hablas y cuando lo haces es para alterarme los nervios.


—¿Un clan femenino?— su padre frunció el entrecejo— Lo lamento, pero eso no puede ser.

Lo vio colocarse una camiseta y moverse por todo el lugar, arreglándose para después tomarle del brazo y jalarle fuera de la casa, haciéndole caminar junto a él.

—¿Tú tampoco sabías?

—No, y no tiene porqué haber ningún clan en mis tierras.

—Ella dijo que eran de su clan...

—Pues no lo son, Taehyung— se detuvieron, Seokjin le miró— ¿Al menos te dijo quién era su líder?— asintió.

—Una tal Minya.

Minyoung, Bae Minyoung. Le recordó su lobo.

—¿Quién?

—Quiero decir, Minyoung.

La expresión de Seokjin se endureció aún más.

—¿Bae Minyoung?— afirma— Llévame hasta ella.

Sintiéndose demasiado sobre llevado por la confusión y la repentina mala actitud de su padre, no le quedó más que obedecer, apenas llegaron al bosque, ambos tomaron su forma animal y por ende, su velocidad aumentó considerablemente y Seokjin ahora lucía mucho más aterrador que intimidante, de verdad, causaba miedo incluso en el propio Taehyung.

Su padre era un lobo negro de ojos verdes, él le igualaba en tamaño, pero definitivamente estaba a otro nivel muy por encima del suyo en el que con solo gruñirle, Taehyung sabría que lo mejor era no tentar a su suerte.

Él no era un alfa común, después de todo.

Llegaron hasta el punto dónde se había encontrado a aquella omega, Seokjin no se detuvo y continuó derecho, cruzando el supuesto límite y así le siguió Taehyung, sus patas aún dolían producto de los entrenamientos, pero nada que no pudiese soportar, además este era un asunto que padre e hijo debían atender, el primero por su cargo de líder y el segundo como próximo a tomar dicho cargo.

Más rápido, agiliza.

Lo hizo, comenzando a notar varios olores entremezclados que le hicieron sentir fastidio, su padre se detuvo, regresó a su forma humana y le miró pidiéndole hacer lo mismo, obedeció y se sacudió el cabello, imitando la acción de su padre de cubrirse la nariz después.

Entonces, este señaló al frente y lo que vio no le gustó ni un poco.

—¿Qué carajos?

Habían varias chicas reunidas, todas omegas, alrededor de otra.

—La de el medio es Minyoung, una alfa— le explicó su padre— está humillándolas, la conozco.

Muchas de esas omegas estaban heridas, varios rasguños, algunos quejidos agudos que llegaban hasta sus oídos lo hicieron sentir muy mal, la alfa parecía disfrutar de ver el dolor y el cansancio en las chicas.

Pero, cuando reconoció el pelaje grisáceo precioso de Byul, por alguna razón, se molestó, las puntas de sus dedos picaban y tuvo que cerrar sus manos, hacerlas puño, encolerizó cuando vio a la alfa acercarse a ella.

Mordió una de sus patas, encajándole los colmillos y haciéndola chillar del dolor. No se quedó quiero mucho más.

Omega.

Su instinto salió a flote y tomó el control de sí mismo, regresó a su forma animal y corrió a la defensa de la loba que en aquel momento, era su prioridad, su presencia fue notada y logró asustar a la alfa con su imponencia, sus ojos brillaron y la observaron con una clara advertencia reflejada en ellos, se puso de pie frente a Byul, la cual no tenía fuerzas para ponerse de pie e intentar defenderse ella misma.

¿Cómo se le ocurre a una alfa obligar a omegas a enfrentarse a ella? es más que obvio que no tienen oportunidad de ganarle.

Ella, aún asustada, conservó su posición de ataque, la cual no le duró mucho y flaqueó apenas Seokjin hizo presencia, agachó la cabeza en un gesto de sumisión y respeto que el mayor no aceptó, pues la acorraló y le ordenó tomar su forma humana. Lo hizo.

Taehyung dejó de darle atención a su padre y se volteó hacia Byul, quién al verse tan agotada y débil, también regresó a su apariencia humana al igual que las demás omegas esparcidas en el suelo, Taehyung, ignorando en la medida de lo posible el olor, siguió las órdenes de su padre, quien le pidió acomodarlas una a una en posiciones menos dolorosas, empezando por Byul.

—Ya vendrá ayuda, no te preocupes.

Sintió demasiada impotencia.


Seokjin ordenó que atendieran a las omegas en un hospital mientras él se encargaría de la alfa, la cuál apenas dijo su nombre, su esposa casi estuvo en el mismo nivel de enojo, Taehyung dijo que se quedaría con Byul y su padre, aunque curioso estaba por su comportamiento, no lo cuestionó y le dejó ser.

Ahora acosaba al médico a preguntas, esperando que este le dijera algo respecto al estado de la omega, este le blanqueó la mirada y le miró cansado.

—¿Esperas que te diga que se curó mágicamente?

—Solo dime como está, Hoseok.

El beta suspiró.

—Tiene la pierna derecha rota, estará bien, no puedo decir mucho sobre las otras omegas que internaron en cuidados intensivos— diablos, que horrible— y parece que no han comido hace un buen tiempo, una de ellas está en espera, es la más grave— arrugó la nariz— no creo que sobreviva, de hecho.

Hoseok estaba tan acostumbrado a atender a omegas en su mayoría, que ya no le sorprendía ver llegar a alguien en estado sumamente crítico, eso sí, le dolía en el alma no poder hacer milagros por ellos.

Los y las omegas pasaban constantemente por humillaciones, maltrato y de más solo por ser eso; omegas, los últimos en la jerarquía y por ende, los más débiles, así que en cada oportunidad en la que el líder o alguien de alto rango se encontraba con un caso de maltrato a omegas, intercedían inmediatamente sin problemas, incluso si pertenecían a otro clan, tenían la autorización para actuar según vieran conveniente.

Taehyung no mentía cuando dijo que estaban en crisis por escasez de omegas, los estaban matando con intenciones de extinguirles.

Entró en la habitación de Byul cuando Hoseok le dio el permiso, pero asegurándole que habría una enfermera presente en todo momento, no tuvo problema con ello.

La encontró despierta y bebiendo de un vaso que la enfermera le ofreció, se acercó con cautela y le sonrió a medias, ella le devolvió el gesto.

—Hola, Lee Byul.

—Hola, Kim Taehyung.— inclinó la cabeza un poco— Supongo que vienes a que te dé las gracias, así que, muchísimas gracias por llegar allí justo a tiempo, salvaste a mis amigas.

Quiso hacerle muchas preguntas, pero no era el momento adecuado, así que solo le sonrió y negó con la cabeza.

—No es nada, solo... concéntrate en recuperarte.— sentía un revoltijo en su estómago solo viéndola, notó entonces los guantes y la bufanda aún intactos y tuvo que preguntar— ¿No te los quitas nunca? Son lindos.

Se llevó ambas manos al cuello y rió un poco incómoda.

—N-No puedo quitármelos.

—¿Por qué?

Observó a la enfermera, asegurándose de que no estaba escuchándolos hablar y susurró:

—Tengo un problema con mi aroma y esto lo neutraliza.

Taehyung arrugó el gesto y negó.

—Pues no funciona muy bien— tragó saliva, pues ahora que estaban bastante cerca, podía percibirlo con más fuerza— aún se nota.

Se relamió los labios, de hecho, la tentación de hundir su rostro en su cuello era abrumadora e insistente.

Saca a la enfermera y toma a la omega aquí mismo.

Parpadeó asustado ¿Desde cuando su lobo tenía ese tipo de pensamientos atrevidos? Rascó su cuello y retrocedió un poco, volvió en si y observó las mejillas sonrojadas de Byul, no debió haber dicho eso.

—Estaré aquí afuera. Por si necesitas algo.

Y salió, no dándole siquiera oportunidad de responder en agradecimiento por lo atento que estaba siendo con ella.


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