Capítulo Cuarenta
Capítulo cuarenta.
Kel, una alfa defensora.
—¿Pasa algo?
Seokjin le habló a través del lazo. Kel se posicionó en toda la entrada a su casa, observando a sus alrededores, sabía que Byul y los más pequeños estarían a salvo si se mantenían dentro.
—Hay algo rondando la casa. Tengo a Byul, a Lilly y a los niños en nuestra habitación.
—Ya vamos para allá. Taehyung llegará primero.—hubo un silencio de dos segundos—Por favor, entra y quédate con ellos.
—Estaré bien, solo estoy revisando.
—Kel. Entra ¿si? Tú alfa está enferma.
Suspiró, sus ojos se pasearon por todo el sitio y escuchó el sonido de unos pasos, definitivamente había alguien cerca, muy cerca, su olfato estaba atrofiado pero su oído se agudizó el doble solo para ubicar el punto exacto donde el intruso se escondía.
Luego escuchó un grito proveniente de Lilly, entró corriendo escaleras arriba y sus ojos se ampliaron ante la imagen.
Un puma se cernía sobre Byul quien en su forma animal, encerró a Jimin, Jungkook y Lilly en sus brazos y les mantenía bajo su cuerpo intentando que las garras del intruso no llegasen a ellos, pero entonces, Byul en su afán por proteger a los cachorros, estaba siendo lastimada y no podía defenderse.
Kel se transformó presa de la rabia y preocupación, se lanzó sobre el puma y logró tirarle al suelo al otro lado de la habitación, dándole oportunidad a los niños de correr a encerrarse al baño.
Pero Byul no se movió, seguía en el suelo.
—¡Bul!— exclamó Jimin, soltando lloriqueos y forcejeando con Lilly quien levantó a ambos, llevándoselos con ella—¡Mamá Bul!
Kel observó con ojos desafiantes al puma, enseñándole sus colmillo y gruñendo, el pelaje grisáceo de Byul estaba manchado por su propia sangre, producto de los rasguños insesantes que el puma le propinó, aquello debía doler horriblemente y no era de extrañarse que la gamma terminase desmayada por el dolor.
Las intenciones del puma eran obvias, volver a acercarse a Byul, sin embargo ahora contaba con un obstáculo bastante difícil de rebasar, Kel no permitiría que le tocase un solo cabello a la indefensa loba que no había dudado un solo instante en usar su cuerpo a manera de escudo para proteger a los niños.
Ella tampoco dudaría en usar el suyo para defenderla de todo el peligro que ese hombre representaba.
Byul es el amor de su único hijo y una amiga que atesorar, merecía ser protegida, porque ella era valiente.
El puma se abalanzó sobre Kel y ella con las pocas fuerzas que tenía logró sacárselo de encima por breves segundos, intentó golpearla, morderla y con agilidad, esquivó tantos como pudo, excepto uno que la hizo derrumbarse en el suelo, pero no se rindió, volvió a levantarse en cuatro patas y empujó de nueva cuenta al puma antes de cubrir el cuerpo de Byul con el suyo, justo como ella había hecho para proteger a los niños.
Ahora ella soportaría los rasguños y mordidas que fueran para que Byul no sufriese más daños.
Para su suerte, al puma se le acabó el tiempo cuando Seokjin fue el primero en cruzar la puerta y lanzarse contra el puma para apartarlo de su esposa totalmente enfurecido.
Kel pudo respirar tranquila antes de cerrar los ojos y acompañar a Byul en su inconsciencia.
Jimin salió despavorido cuando los dejaron salir y apenas vio a Taehyung, se lanzó a sus brazos llorando sin consuelo alguno, el alfa recibió a ambos cachorros soltando un suspiros lleno de cansancio.
—Bul está-
—Está bien, solo cansada.— aseguró, acariciando ambas cabecitas, él aún estaba intentando calmarse a sí mismo— Solo está cansada.
Namjoon revisaba a Lilly entera, preguntándole si no estaba lastimada y asegurándose de que estaba perfectamente bien.
—Estoy perfecta.
—¿Segura?— asintió— Bueno. Hiciste bien.
—Pero no hice nada.
A Seokjin le temblaban las manos mientras permanecía de pie junto a la puerta de una de las habitaciones esperando por noticias de parte de Hoseok. Habían curado los rasguños de Byul y ahora ella permanecía dormida en la que era la habitación de Taehyung, despertaría en un rato y la angustia del pelirrojo se disiparia.
Pero en su caso, no podía evitar sentirse angustiado por su esposa. Kel llevaba varias semanas enferma, estaba muy débil y cualquier esfuerzo podía ser grave para ella y su loba. Debió llegar antes.
Su espalda se deslizó por la pared hasta terminar sentado en el suelo, suspiró profundamente y cerró los ojos unos segundos. Habían atrapado al puma y Seojoon se lo llevó apenas esté quedó herido, tendrían que ir a interrogarlo después.
Él pocas veces había sentido ganas de llorar por impotencia, en ese momento su corazón se encogía mientras se preguntaba que hubiese sido de él en caso de perder a Kel. Tocó su pecho, sentía que era difícil respirar.
Todos querían regresar a los momentos de paz y alegría.
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