"Y corrí por las calles tratando de encontrarlo, mientras mi cabello suelto se movía por el viento y miraba a mi alrededor buscándolo impaciente, deseando ver sus ojos viendo los míos y su sonrisa perfecta deslumbrando entre todo lo demás. Y de repente, volteé y ahí estaba, justo frente a mí, mi príncipe azul en un BMW...".

De acuerdo, eso no pasó, porque lamentablemente yo no era una puta raya parlante que se aparecía en todas las fanfics y como era más torpe que un caballo epiléptico patinando en hielo, lo que en realidad pasó fue que choqué contra una anciana, la boté a un basurero y cuando traté de escapar, choqué contra una pared.

Seguía cuestionándome cómo las personas a mi alrededor seguían con vida, y aún más importante, cómo seguía con vida yo. Si recopilabas mis peores momentos en un sólo video, lo más probable era que todos creyeran que yo ya había muerto hacía tiempo o que era un mutante que no podía ser destruido ni siquiera por una bazuca.

«Puedes tratar de matarte varias veces, pero ¿te has caído de las escaleras más de mil veces para seguir con vida? Mmm NOP»

No todas las personas podemos ser tan inmortales como Lina, Patrice. Dame un poco de crédito por haber golpeado y haber sido golpeada con una sartén.

—¿Estás bien?— preguntó una voz mientras yo descansaba media muerta en el piso. Abrí los ojos viendo la luz.

—¿Dios del sexo, eres tú?

El chico se rió.

—No— contestó tomándome de la mano para que pudiera levantarme—. Pero puedo serlo si quieres.

Y en ese instante, lo vi.

OH POR DIOS, ERA CAMARÓN BAYAS.

«Cameron Dallas»

SUJÉTAME QUE ME DESMAYO, PATRICE.

«No puedo hacer eso, idiota, sólo soy tu conciencia»

—¡HEY!— se rió Cameron tomándome por los brazos delicadamente para evitar que me cayera—. Cuidado.

OH. OH. OH.

ME ESTABA TOCANDO.

CAMERON DALLAS ME ESTABA TOCANDO.

ÉL LITERALMENTE ME ESTABA TOCANDO.

SU PIEL ESTABA CONTRA MI PIEL, LUEGO DE HABERME TOMADO LA MANO, Y HABERME DICHO QUE SI QUERÍA PODÍA SER MI DIOS DEL SEXO. OH JESÚS.

¿QUÉ HARÍA UNA CHICA NORMAL EN ESTE INSTANTE?

«¿Eso siquiera importa? Te vas a desmayar de todos modos»

CIERTO.

—Estabas tirada en el suelo... ¿Qué te pasó?— preguntó algo preocupado.

Ok, Dylan, es tu momento para lucir cuerda y normal y conseguir que Cameron Dallas te ame.

—LA ANCIANA Y EL POSTE Y MI CABEZA Y TE AMO— lloré con los mocos colgándome de la nariz al mismo tiempo que lo abrazaba.

«Y pensar que de verdad creí que tratarías de lucir normal por un segundo»

—De acuerdo, tranquila ¿sí? Vamos a sentarnos un rato para que te calmes.

—ESHTOY RELAJADAH.

—Ajá.

—ES QUE ME HE QUERIDO CASAR CONTIGO DESDE QUE TENGO MEMORIA.

«¡Porque te dio amnesia! Jaja *badabamtss* Soy graciosa. Anda, admítelo»

No, Patrice.

«Al menos lo intenté»

—Qué tierna eres. Y dime, pequeñita, ¿cuántos años tienes?— sonrió despeinando mi cabello.

Me sentía terriblemente ofendida, emocionada y excitada al mismo tiempo. ¿Eso siquiera era posible?

—Tengo dieciocho— respondí.

—Sí, muy bien, pequeña, ya pronto los cumplirás, tú sólo espera— se rió dulcemente despeinándome otra vez.

¿Tenía cara de ser un feto o qué?

—¿ONTA BEBÉ?— canturreó cubriendo su rostro. Sacó las manos de su cara, sonriendo—. ¡AQUÍ TA!

Este chico tenía que estar jodiéndome.

—Espera— brinqué interrumpiéndolo y dándome una bofetada—. Yo vine aquí por algo importante.

—¿Por qué?— cuestionó curioso. Fruncí el ceño.

—... No me acuerdo— mascullé.

«Em, cabello largo, brazos de mono, manos enormes, más alto que tú, su apodo rima con tonto. ¿Eso te da una idea?»

Nop.

«Su nombre empieza con A y termina con Shton»

No se me ocurre nada aún.

«COF COF ASHTON COF COF»

¿Te enfermaste, Patrice?

«Jesucristo, estoy lidiando con una estúpida. VINISTE HASTA AQUÍ POR ASHTON, MALDITA PATATA»

—¡Cierto!— chillé—. Lo siento, pero debo irme.

—De acuerdo, buena suerte con lo que tengas que hacer— sonrió dándome un pequeño golpe en el brazo. Sonreí como tonta.

JEJEJEJEJEJEJEJEJEJE.

Esperen, ¿acababa de conocer a mi posible futuro esposo... y no me había sacado una foto con él?

«Creí que ibas a mencionar algo acerca de que tus primeras palabras dirigidas a él fueron "dios del sexo", que lo llamaste Camarón Bayas, que te confundió con una pequeña de cinco años... no lo sé, pequeños detalles»

—¡ESPERA!— chillé corriendo hasta llegar frente a Cameron—. Olvidé algo.

—¿Qué?

Y me saqué una foto con él antes de salir corriendo otra vez.

«Lo que usualmente haría una chica al decir "olvidé algo", es darle un beso al chico»

Ok, sí, ¿pero eso sirve como prueba para restregárselo en la cara a tu mejor amiga? NOOOOO.

«No sé por qué me molesto en hablar contigo»

—¡Ashton!— grité entre toda la multitud de la estación de autobuses—. ¡Ashton!

Sentí cómo chocaba contra alguien antes de caerme al piso. Oh, que no fuera la anciana que boté antes. Me había amenazado con que si lo hacía otra vez me iba a quemar en su caldero de bruja.

—¿Dylan?— preguntó su voz confundida. Alcé la mirada.

—¡Ashton!— exclamé.

—¿Qué haces aquí?— dijo mientras me levantaba.

—Bueno, no estabas en el departamento— contesté, suspirando—. Ni donde Natalie.

—Siento eso— sonrió incómodo.

—¿Tenías que hacerlo? Natalie se pasó casi toda una hora hablando de cualquier cosa hasta que por fin me dijo que estabas aquí— gruñí, cruzándome de brazos.

—Te dije que lo lamento.

—¿No puedes volver?— murmuré, luego de un pequeño silencio—. No soportaría estar en el departamento sólo con Calum.

Sonrió ladeando levemente la cabeza, haciendo que uno de sus rizos rozara su frente.

—Vamos a casa.

Y eso debió haber sucedido.

Debí haber sido rayita, la chica que encontraba lo que buscaba. Porque sí, boté a una anciana, y sí, Cameron Dallas me había ayudado a levantarme del piso. Pero cuando grité el nombre de Ashton entre toda la multitud esperando encontrarlo, ya era demasiado tarde.

Él ya se había ido hacía tanto tiempo.