Capítulo 54
Bostecé estirando mis brazos mientras salía de mi habitación. Luke me había dejado una notita en el velador diciéndome que había salido con Mike a hacer algunos trámites y que luego iríamos a comprar mis sostenes. Era su último día en Australia y prefería pasarlo sin mí. Pff, claro que yo era menos importante, Muke siempre estaría en el primer lugar. Llegué a la sala de estar, saludé a la chica desconocida del sofá y me dirigí a la cocina para comer algo. Abrí el refrigerador.
Un momento. Oh-por-dios.
¡No quedaban tortillas ni leche de chocolate!
¿Qué clase de personas despreocupadas vivían en este departamento?
Suspiré y anoté lo que faltaba en la lista de las compras. Fruncí el ceño al detenerme a leerla. "Comida de cabras. Un nuevo tutú. Orejas falsas de gatito para mi gatito. Tijeras para hacerle agujeros a mis camisas". Se suponía que habíamos madurado desde la última vez que fuimos al Target. ¿Por qué sentía que en nosotros funcionaba al revés?
Sacudí la cabeza (olvidando el hecho de que yo no había pedido el tutú o las orejas de gato) y regresé a la sala de estar saludando a la chica desconocida de nuevo. Me senté a encender la televisión. Esperen un segundo...
¡Orejas falsas de gatito para mi gatito lo había anotado Mike! Oh, Muke era tan real y se iban a dar tan duro hasta llegar a Narnia.
«¿De verdad? ¿Vamos tan sólo a ignorar a la chica desconocida que está al lado tuyo por culpa de Muke?»
Nunca ofendas mi religión, Patrice.
Esperen, ¿qué hacía esta tipa desconocida aquí?
—¿Quién eres?— espeté volteando a ver a la castaña. Sonrió encogiéndose de hombros.
—Soy la novia de Calum.
¡Oh! Después de todo, sí era real.
—Mi nombre es Beatrice— aclaró extendiendo una mano para que la saludara—. Tú debes ser Dylan.
—Así es— contesté algo incomoda—. ¿Quieres que vaya a por Calum? Debe de seguir durmiendo y él tiene que hacer las compras esta semana.
—Claro, yo esperaré aquí— exclamó sonriente. Me levanté del sofá dirigiéndome al cuarto de Calum y toqué la puerta.
¿Era la única persona que cada vez que le decían "toqué la puerta" se imaginaba a alguien toqueteando la puerta con pasión? Sinceramente, ¿nadie más tuvo una confusión así alguna vez?
—Contraseña— exigió la voz del asiático desde el otro lado.
—¿De qué carambolas hablas? Nunca hubo contraseña— me quejé. La puerta se abrió, Calum tiró de mi brazo para que entrara y medio segundo después había vuelto a cerrar. Suspiró.
—Aquí estaremos a salvo por un tiempo, pero nos encontrarán de todos modos— dijo dramáticamente viendo hacia el supuesto horizonte.
—¿Viste películas de zombies con Mike otra vez?
—Y qué bien que lo hice— afirmó. ¿De qué demonios estaba hablando este chico? Pasar tanto tiempo con cabras lo empezaba a afectar—. Dylan. Mi novia Beatrice es... una zombie fangirl.
Y un trueno de película de terror se escuchó como música de fondo. Oh, no, olvídenlo, era mi teléfono.
—¿Aló?— dije casualmente respondiendo la llamada. Calum se cruzó de brazos con molestia por interrumpir su melodramática confesión y se sentó en su cama junto a Mortimer. Jesús, ¿acaso las dos cabras dormían con él? ¿Por qué simplemente no abríamos un zoológico en su dormitorio?
—Estoy frente a una tienda de Victoria con Secretos con Mike— dijo inmediatamente Luke.
—¿Victoria's Secret?
—Eso dije. ¿Te sirve esta tienda? Podemos venir luego— propuso—. Hay mucha ropa interior bonita aquí y... Oh, hay un tipo sacándole fotos a los conjuntos. ¿Eso es pervertido o amable de su parte?
—No tengo idea— suspiré—. Vale, entonces allá iremos. Aunque es algo costoso. Mientras no te deje pobre, supongo que estará bien.
—De acuerdo. Nos vemos luego, Dyl. Te quiero.
El pobre seguía confundido. Todavía no comprendía que él quería a Mike y no a mí. Aw, típica confusión del comienzo, pronto aceptaría su homosexualidad.
—Nos vemos, Lukey— me despedí. Escuché la voz de Mike de fondo antes de colgar.
—Podrías comprar esta tanga y hacerme un show por la noche, Gatito.
Miré la pantalla apagada de mi teléfono. Ellos... ellos definitivamente tenían sexo salvaje cuando yo no estaba viendo.
—Ahora, prosigamos— exigió Calum haciéndome volver mi atención hacia él. Asentí—. Mi novia...— dijo sacando una linterna y alumbrándose el rostro desde abajo. ¿Pero qué demonios...?—... es un zombie.
—Lo sé, ya lo dijiste. ¿Pero por qué crees eso?— solté frunciendo el ceño. Carraspeó.
—¡La evidencia!— gritó lanzándome su celular a la cara. Ok, eso había dolido—. Encontré su cuenta de fan... Era Calum Girl. Subía fotos y fanarts a su cuenta de instagram y de tumblr...
—Wow cálmate— lo interrumpí bruscamente—. Que sea una fan no tiene nada de malo.
—Tú no entiendes. Ella... ella es una psicópata— me respondió temblando y abrazando su peluche de cabra. ¿Esto de verdad estaba pasando? ¿Qué tienda vende peluches de cabras? Puse los ojos en blanco.
—Escucha. Es solo una fan. No la hace mala persona o que deje de ser tu novia. ¿Por qué exageras tanto?— cuestioné. Me observó con miedo.
—Mira las cuentas— exigió, antes de arrastrarse como oruga y esconderse debajo de la cama. Dirigí mi mirada a su celular y empecé a revisar la cuenta de fan en instagram, para después pasar a la de tumblr.
Esta chica tenía que calmarse.
Fotos de Calum con la descripción "mi futuro esposo" o "lo violaré cuando esté durmiendo". Sabía de su localización hasta cuando él no estaba en el departamento. En "las cincuenta cosas que sé de Calum" no sólo estaba su fecha de cumpleaños, sino en dónde nació, a qué hora nació, cuánto pesaba, cuánto medía y cuál fue su primera palabra.
Yo ni siquiera sabía en qué año había nacido mi novio.
Tampoco sabía si era rubio natural.
No tenía ni la menor idea de cómo eran sus padres o sus familiares y lo único que me había relatado acerca de su vida, había sido cómo nos conocimos cuando yo tenía diez años. Prácticamente no sabía nada de él, apenas conocía su historia. ¿Había matado a alguien? ¿Era en secreto un vampiro? ¿Sus padres eran jirafas?
¿Luego qué? ¿Me diría que su verdadero segundo nombre no era Roberto?
Era horrible, porque yo no sabía nada de Luke y Calum se quejaba de que su novia supiera tantas cosas de él.
—Bueno, no es tan terrible— dije finalmente. Calum me miro extrañado saliendo de su escondite—. Es sólo una chica.
—¿ACASO NO VISTE LAS CUENTAS O QUÉ?— gritó desesperado. Mordí mi labio inferior.
—Las vi. Y sí, es algo extraña. Pero es tu novia— le expliqué tratando de lucir comprensiva—. Además ya le diste una llave del departamento y todo. Es obvio que la quieres...
—Espera, ¿qué llave dijiste?— me cortó.
—La llave de aquí.
—No se la he dado— respondió.
—¿De qué hablas? Me la acabo de encontrar en la sala de estar. Creí que lo sabías— mascullé cruzándome de brazos. Sus ojos se abrieron con pánico (lo que no era mucho, ya que era chino) y me obligó a esconderme con él en su armario.
Me golpeé el rostro con la palma de mi mano.
—¿Qué hacemos aquí ahora?— cuestioné exasperada.
—Logró entrar al departamento sin llaves o algo por el estilo. Te lo dije, Dylan, ¡mi novia es una zombie fangirl!— exclamó. Lo golpeé en la cabeza.
—No seas torpe. De seguro ella tiene alguna llave y tú olvidaste que le diste una— le aclaré—. Voy a salir de aquí. Te he dicho que soy algo claustrofóbica.
—¿Le tienes miedo a Santa Claus? No creí que existiera alguien con esa fobia— murmuró pensativo—. Bueno, si la ves, dile que se vaya.
—No echaré a Beatrice, es adorable. Algo psicópata, pero es tu novia, lo que la convierte en una Dobler.
—¿Una qué?— dijo confundido. Ugh, ignorantes.
—¿Nunca viste How I Met Your Mother?— solté enfadada. Negó con la cabeza como un niño pequeño. Suspiré—. Según una teoría de esa serie, cuando hay dos personas y sólo hay una enamorada, y además la enamorada es algo psicópata, esta persona se define como un Dahmer. ¿Y de dónde viene lo de Dahmer? Jeffrey Dahmer, un caníbal y asesino serial. Mientras que lo de Dobler, se aplica cuando las dos personas están enamoradas. Puede que Beatrice sea una Dahmer, pero está contigo, lo que la hace una Dobler.
—¿Entonces mi novia es una psicópata pero el que yo la quiera hace que sea normal?— cuestionó incrédulo. Me encogí de hombros.
—Algo así. ¿Irás a hablar con ella?
—¿Para qué? ¿Para que me asesine?
—Jesús, Calum, eres un miedoso— gruñí tomándolo del brazo y obligándolo a salir del armario.
Ja, dije que lo obligué a salir del armario. GAAAAAY.
«Focus, Claire»
Sushi.
—Anda, vete de aquí— espeté empujándolo para que saliera de la habitación. Se aferró al marco de la puerta.
—Tengo una vida por delante.
—Y una novia a la cual amas. Ve y habla con tu Dobler, maldito asiático.
—Yo enfrentaré a mi novia cuando tú enfrentes a tu novio.
Dejé de empujarlo al oír sus palabras. ¿De qué estupideces estaba hablando ahora?
—Si te refieres a que Luke es gay, ya se lo he dicho y él sigue sin querer aceptarlo.
—Dylan— resopló volteando a verme—. ¿Seguirás con esto?
—¿De qué hablas?— me reí extrañada.
—Tú sabes que soy Lylan Shipper— comenzó. Esperen, ¿Lylan qué?—. Adoro que estén juntos y todo eso. Pero... ¿lo quieres?
—Por supuesto que quiero a Luke. Si no lo quisiera, no estaría con él. Pero me gusta y lo quiero y es mi novio— espeté.
—¿Y Ashton?— preguntó haciéndome quedar helada ante sus palabras. ¿Por qué me hacía esto ahora?—. ¿Quieres... a Ashton?
—No digas tonterías— balbuceé—. Él está con Lina ahora o lo que sea que esos dos son. No me cambies de tema y ve a hablar con Beatrice.
—Ugh, bien— suspiró resignado mirando hacia el techo—. Iré con mi novia.
Salió de la habitación dirigiéndose a la sala de estar y yo me fui a encerrar a la mía. ¿Pero qué había dicho ese idiota? Yo quería a Luke, a mi novio, no a Ashton. ¿Qué tenía que ver Ashton en todo esto, de todas formas? Nada. Él andaba por ahí muy feliz saliendo a restaurantes con Lina, llevándola a sus conciertos y quedándose con su labial en la cara.
«Cariño»
¿Qué, Patrice? ¿Desde cuándo andas tan cariñosa, eh?
«Estás llorando»
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