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Capítulo 24

—Te amo más que meterme dedo, Roberto, extraño cuando tocabas y lamías mis no existentes tetas y le dabas con el látigo a mi falso y caliente trasero. Vuelve conmigo y cabalguemos sobre tu cama hasta el amanecer— concluyó la imitación Michael, dándole otra probada a sus palomitas. Los chicos y yo nos reímos entre dientes, mientras no dejábamos de ver cómo la lanzada y fácil de Aleisha se le tiraba una y otra vez a Luke pareciendo una perra desesperada en celo buscando babosa su reproducción. Me mordí el labio inferior intentando no soltar una carcajada.

Con estos chicos no se podía husmear conversaciones ajenas tranquila, me hacían reír más que la mierda y estaba segura de que terminaría teniendo un ataque de epilepsia y con ganas de ir al baño.

—Oh, Lucas, dame por el culo, por favor. Extraño tanto tus fuertes manos toqueteando mi cuerpo de zorra— continuó diciendo Mike con su voz afeminada.

—Oye, eso fue ofensivo— comenté frunciendo el ceño. Él puso una mano en mi hombro y me miró negando con la cabeza.

—No, Dylan, fue exactamente lo que ella dijo.

Tenía que admitir que era divertido ver que tenía a tres chicos apoyándome con el pensamiento de que Aleisha era una zorra. No quería ser agresiva con ella, pero si tenía que ser sincera, me daban ganas de cortarle ese bonito cabello que tenía, quitarle ese asqueroso trasero de plástico y asesinarla con un arma de fuego.

Ya saben, lo normal.

No era nada personal, era sólo que... prefería a Lina.

—¿Qué tanto le puede decir esta chica a Luke?— se quejó Ashton unos minutos después. Aunque bueno, ya iban hablando casi una hora—. ¿Desde cuándo tiene tanto tema de conversación? Ni siquiera la señora de la micro me habló tanto la otra vez, y eso que me enteré de que tenía dos hijos, un gato, vivía cerca de la costa, le gustaban los mariscos y hasta supe su grupo sanguíneo.

—La última vez que me fui en transporte contigo, le sonreí a una señora y ahora me está siguiendo con un vibrador por el supermercado cada vez que voy. Supera eso— comentó Michael comiéndose una papa frita.

No creía que alguien fuera capaz de hacerlo más que Lina.

—La pobre chica le está violando el brazo a Luke— dijo de repente Calum, con una mueca de asco y haciendo que todos volviéramos a retarle atención a la escena de los dos rubios—. ¿Cómo se le cuelga tanto al brazo? Parece un koala adicto al sexo.

—La actitud de una digna zorra— respondió Ashton dándole palmadas en la espalda.

—Yo sé que algún día volverá a lo que era antes y dejará de ser tan perra— aseguró el moreno asintiendo reiteradas veces con su cabeza.

—¿Sabes o esperas?— pregunté enfatizando.

—¿Acaso importa? Todos aquí sabemos que eso no va a pasar— intervino Michael dándole un trago a su bebida.

—Sushi— dijo Calum señalándolo con una sonrisa. Hice una mueca.

—Se dice "Touché"— lo corregí.

—Pero tengo hambre— se quejó haciendo un puchero. Volqué los ojos y apoyé mis codos sobre la mesa. Y después de decir sushi quería que no le dijera asiático.

—¿Y por qué ahora repentinamente es una perra?— cuestioné de pronto, refiriéndome a la rubia. Los cuatro chicos me voltearon a ver—. ¿Fue por juntarse tanto con Lina o algo así? Esperen, ¿¡es contagioso el juntarse con Lina!?

—Bueno, no dudo que juntarse con Lina te provoque unos cuantos serios problemas mentales, pero no. La verdad... es una larga historia— explicó Calum. Se sentó frente a mí y se aclaró la garganta—. Todo empieza cuando un papá le planta su semillita a la mamá y de ahí nace un niño llamado Luke...

—¿Puedes decírmelo a mí pero no a un niño de seis años?— le pregunté a Calum arqueando una ceja.

—Tú fuiste la que casi le dice acerca de los libros de Christian Grey y Anna Steele y el sadomasoquismo— contraatacó. Fruncí el ceño con curiosidad.

—¿Y tú cómo sabes todo eso?— pregunté. Su rostro demostró miedo.

—Eh... cultura general.

—Chicos. La rubia y la rubia se están yendo— nos informó Michael espantado. Lo miramos confundidos, y él mismo se golpeó en la frente con la palma de su mano—. ¡Debo cambiarle el sobrenombre a Luke! La rubia y la jirafa se están yendo.

Todos salimos rápidamente de la cocina (cayéndonos en el proceso pero ¿qué era un derrame cerebral más, una pierna de menos?). Y, en efecto, lo único que pudimos ver fue al gato durmiendo sobre la mesa y a Mortimer haciendo el twerk.

Les juro que habría grabado a esa cabra teniendo espasmos en el trasero pero por desgracia mía mi celular ni siquiera tenía una cámara de video, bueno, simplemente no tenía cámara.. Estaba segura de que hasta los ancestros de la viejita psicópata tenían mejores teléfonos que el mío, pero qué se le podía a hacer, no se podía esperar mucho de un ladrillo con teclas.

—Tenemos que seguirlos— susurró Michael repentinamente.

—¿Seguirlos?— soltó Ashton. Él asintió—. ¿Por qué los vamos a seguir?

—¿Por qué no?— dijo encogiéndose de hombros.

—Sushi.

—Ni siquiera sabemos adónde fue— nos explicó Ashton. Mike alzó un dedo en el aire esbozando una sonrisa y lo miró.

—Pero hay una chica psicópata y especial que sí lo sabe.

Calum y Ashton sonrieron captando su idea. Yo... yo creo que la entendí, pero tenía miedo de cómo iba a terminar.

Presentía que nada bueno iba a salir de todo esto.

—¡La perra esa tenía que ser!— chilló Lina golpeando el sillón.

Y yo tenía razón.

Tan pronto Calum la llamó y le dijo que viniera, sentimos unos golpes desesperados en la puerta de entrada que claramente eran de la rubia psicópata (amenos que se tratara de un asesino psicópata serial, que era la siguiente opción, pero no). Y lo primero que se dijo luego de comentarle todo, fue eso, y no sabía por qué no estaba tan sorprendida de su demente reacción.

—¡Enamorada de Luke la muy bastarda! ¡Ugh! ¡Tenía que ser ella!— continuó quejándose.

—¿Jamás te dijo nada?— preguntó Mike frunciendo el ceño.

—¡Claro que no! Cada vez que yo estaba ahí, ella se comportaba de lo más alejada con Luke. ¿Por qué ahora me viene con esto?

Me lo pensé (sí, señores y señoras, mi cerebro decidió funcionar), y me di cuenta de por qué aveces Aleisha era un ángel y aveces era una perra en celo en cuerpo de modelo. Y ahí estaba: Lina estaba enamorada de Luke, Aleisha era su mejor amiga que también estaba enamorada de Luke, y todo termina siendo una falsa mentira de Aleisha para que Lina no se enterara jamás de que sentía algo por el rubio.

—No lo sé, Lina, pero te llamamos para encontrarlo— indicó Michael.

—¿Para qué quieren encontrarlo?— espetó ella molesta.

—Es información clasificada— dijo él, frunciendo el ceño. Y vaya que era clasificada para que ni siquiera yo lo supiera. Ella rodó los ojos y al fin, asintió.

—Los ayudaré. Pero sólo para matar a la zorra de mi mejor amiga— bufó. Sacó de su bolsillo su celular y presionó un par de veces la pantalla mostrándonos un mapa—. Este punto rojo de acá soy yo, este punto azul de acá... es Luke.

—¿Por qué azul?— preguntó extrañado Calum.

—Por sus ojos— respondió sonriente ella con un tono dulce que ni ella se lo tragaba. Arqueé una ceja y ella carraspeó, señalando la puerta—. A la carga.

Así que volvimos a ser unos investigadores Sherlock Holmes de escenas del crimen, pero en lugar de andar siguiendo a Calum, seguíamos a Luke.

No me podía sentir más psicópata en ese momento, lo único que me faltaba era un doctorado en psicopatería y en inventar palabras. Merecía un Emmy o algo así ¿no?

—Ahí están— brincó repentinamente Ashton. Volteamos para ver hacia dónde señalaba y nos encontramos con una niña de ocho años rubia llevando un globo en forma de jirafa. Lo volvimos a ver con seriedad.

—Muy gracioso, Irwin— dijo con ironía Lina. Él se encogió de hombros arrogantemente sin importarle en que su chiste hubiera sido malo.

—Soy hilarante. Así nací.

—¡Ahí están!— chilló Lina levantándose de su escondite. La tomé de la chaqueta y la hice bajar, para que volviera a esconderse—. ¿¡Pero qué haces!? ¡Están ahí!

—Así no iba el plan— dije haciendo un puchero. Al parecer la idea de Michael era sola y únicamente vigilar a Luke, porque no tenía (nadie tenía en realidad) algo más interesante que hacer, por lo que vigilarlo le resultó divertido.

Eso y que amaba fingir la voz de Aleisha.

—Mi plan era matar a la bastarda de mi mejor amiga y quedarme con el chico. No hay otro plan— me informó.

—¿E irás?— le pregunté alzando ambas cejas tratando de asustarla. Pero, era inútil.

Era Lina. Y ser Lina incluye características como: ser psicópata, acosador, y no tenerle miedo a nada por estar tan demente que ni siquiera piensas lo suficiente.

—Claro que iré— dijo ella levantándose fuertemente, botando un basurero, una mesa, dos sillas y pisando un perro—. Más le vale que corra por su vida, porque ninguno de los dos saldrá con...

—Te están viendo— la interrumpí, refiriéndome a Lina y a Luke. Ella me miró con ambos ojos abiertos y me observó con su mirada de espanto.

—¡ABOLAN MISIÓN! ¡REPITO, ABOLAN MISIÓN!— gritó como desquiciada mientras corría de un lado a otro.

—Se dice "Abandonen misión".

—ABANDONEN MISIÓN, REPITO, ABANDONEN.

—No eres nada discreta— suspiré.

—¿Qué hacen aquí?— la voz dura y molesta de Luke se escuchó cercana a nosotros un segundo después. Qué horror—. ¿Por qué están aquí?

Ashton miró a Calum, Calum miró a Michael, Mike miró a Lina y Lina me miró a mí. En estos momentos era cuando extrañaba a la cabra Cyrus, lo único que me quedaba era hablar a mí.

—¿Me van a decir algo?— espetó Luke. Carraspeé, aclarando mi garganta, y me levanté del suelo con inseguridad.

—Es culpa de Michael.

—¿¡Qué!?— exclamó el recién nombrado.

—Me refiero, él sólo quería... bueno, ¿cómo decirlo? Practicar la voz de Aleisha— respondí.

—¿La voz de Aleisha?— preguntó extrañado el rubio. Asentí con expresión seria, luego, volteé a ver a Michael con horror.

Sabía que algo iba a salir mal.

Le hice una mueca de perdón a Michael mientras él se levantaba del piso también, saliendo de su escondite, y me miró con odio.

Pero sabía que en el fondo me amaba.

Muy, muy en el fondo, en ese rincón de su corazón, sí, el tercio de eso.

Quizá un octavo.

—Soy rubia y hueca y uso tacones más altos que un rascacielos— dijo Michael poniendo su voz afeminada. Sentí las risas de Ashton y Calum detrás de nosotros, y estaba segura de que Ashton iba a explotar en cualquier momento con esas grandes y contagiosas carcajadas que él tenía.

Aunque yo también hacía mi mayor intento para no reírme a morir. Es decir... simplemente no podía con esto. Un segundo para tomar aire. Por favor.

—No suena como Aleisha— se quejó Luke defendiéndola.

—Menos mal— suspiró relajado Mike.

—¿A qué te refieres con eso?— gruñó Aleisha furiosa, poniendo ambas manos en sus caderas y mirando enojada al chico. Michael la miró sin expresión alguna en el rostro, pero que en fondo sabía que significaba un simple y bonito "está bien tarada".

—Que quiero comer tacos— soltó con ironía—. ¿¡Tú qué crees, mujer!? ¡Tu mejor amiga está loca por Luke y tú lo único que haces es querer quitárselo!— gritó Michael exasperado.

Todos lo miramos sorprendidos por lo que dijo y cómo lo dijo. Conocía poco a Mike pero sabía que no era del estilo de andar haciendo escenas tan dramáticas a la gente. Era divertido, loco y extrovertido. ¿Qué pasó? Eso sólo lo sabía él, y eso sólo le provocaba más inquietud.

—No... no es eso— dijo Luke tímidamente respondiendo por Aleisha.

—¿¡No lo es!? ¿Y tú como lo sabes, Luke? Todos sabemos perfectamente que Aleisha ha estado intentando volver contigo y tú lo único que haces es...— Michael suspiró, abrumado, y pasó una mano por su cabello—. ¿Sabes qué? Cuando pierdas a la chica que quieres por culpa de andar dejando a esta idiota tocarte entero, lo lamentarás, de nuevo, y más que nunca. Porque ella, es mejor que toda esta mierda.

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