Capítulo 07
Creo que hasta tenía miedo de preguntar qué habían hecho para terminar formando tanto desastre.
Luke estaba lanzado en el sillón, cubierto de pintura azul y lechuga podrida, Calum estaba tirado en el suelo con un palo de dos metros en sus manos y sin sus pantalones puestos, y Michael se hallaba parado sobre la mesa de la sala de estar con un gorro navideño y unos tacones altos puestos en sus pies.
Todos estaban quietos y en silencio, observándonos a Ashton y a mí, como si estuvieran esperando una reacción de nuestra parte, cuando de repente... pasó... bueno... pasó una cabra.
Sí, una cabra.
-¿Pero qué...?- solté, viendo al animal caminar tranquilo hasta pasar la puerta de la cocina y desaparecer tras ella.
Todos los chicos voltearon a verme.
Tenía que ser una broma.
-¿Pero qué rayos pasó? ¡Sólo nos fuimos durante diez minutos!- se rió Ashton completamente divertido con la situación. Vio a Luke, quien seguía tirado en el sillón-. Creí que eras el responsable de la banda.
-Ambos sabemos que solamente existe el menos inmaduro- respondió.
-Buen punto.
-¿Cómo hicieron tanto desorden? Es decir, ¿cuándo que...?- me interrumpí a mí misma al ver los zapatos que llevaba Mike-. ¿Qué haces con mis tacones?
-Quería... quería saber qué tan cómodos eran- respondió. Los miró, me miró, y luego volvió a ver los tacones-. Debes admitir que de todas formas me quedan divinos.
-Bájate y entrégame los tacones ahora mismo- dije entre dientes acercándome a él.
-¡Pero se le ven bien! Además, ya se sacó varias fotos con ellos frente al espejo- añadió Calum. Fruncí el ceño y dirigí mi mirada hacia Michael conteniendo la risa.
-¿Te sacaste una...?
-Sí, sí, ya, te pasaré los zapatos- me cortó, haciéndome reír. Se bajó de la mesa y se sentó sobre Luke sencillamente, haciendo que éste soltara un gemido de dolor-. No exageres, Lucas, ya he estado sobre ti muchas veces. Oh, eso sonó mal.
-Me pregunto cuándo será el día en que no me utilices como una silla, Clifford- sonrió torcidamente el rubio.
Que ya no era rubio.
No, ahora era... un pitufo.
O un avatar. ¿Alguna vez alguien se ha visto la película Avatar?
Es decir, eran gigantes... como Luke.
Carambolas, Luke era un avatar, tremendo giro.
-Listo. Aquí tienes tus tacones- dijo Michael extendiéndome mis zapatos mientras se levantaba descalzo de la espalda de Luke.
-¿Qué mierda, hombre? ¿Qué es ese olor?- se quejó Calum cuando Mike pasó por su lado. Éste rió y le pasó la planta de su pie descalzo por la cara, provocando que Calum golpeara su pierna y carraspeara-. Es como olor a perro muerto, hermano. Revisa esa cosa.
-¡Hey! El olor a perro muerto era el desodorante para los monstruos en "Moster Inc"- abrió sus brazos Michael para hacer más creíble su respuesta.
-¿Ahora eres un monstruo?- se rió el moreno.
-Soy como un dinosaurio. Rawr... rawr.
-Prometo que algún día los llevaré al manicomio.
-Oh, vamos, Luke- reí volteando a verlo-. Estás tan loco como todos ellos.
-¡No es cierto!- se quejó él.
-Luke- lo regañó Calum. El rubio volteó su cabeza para verlo-. ¿Quién tuvo la idea de la cabra?
Luke frunció el ceño.
-Yo.
-Exacto- puntualizó Calum.
Aveces los chicos me sorprendían más de lo que yo misma esperaba. Y créanme, no quería sonar mal, pero... sí, esperaba mucho. Y recibía más, muchas más locuras de las que tenía en cuenta.
-¿Qué le pasó a tus pantalones, Cal?- se rió Ashton caminando hasta él.
-Oh, bueno. La cabra me los quitó y yo intenté sacárselos de la boca, pero casi me saca la mano, así que... fui por algo para que me los devolviera- alzó un poco el palo que tenía en las manos en el aire-. Por eso el arma mortal de madera.
-¿Y los pantalones?- dijo confundido Ash.
-Ah, sí, eso. Se los comió. Nunca invites a cenar a una cabra a tu casa. Le das comida y te quitan todo lo que tienes, hermano, todo, por poco dile adiós a mi ropa interior- dijo arqueando ambas cejas.
Ashton se rió fuertemente, dándole una palmada en la espalda al moreno.
-Como si no te hubiéramos visto antes sin siquiera tu ropa interior puesta.
Uh... vaya, qué asco.
-Bueno, creo que será lo mejor irnos a arreglar. Tenemos que ensayar las canciones para esta noche y no hemos practicado absolutamente nada hoy- dijo Luke levantándose del sillón y estirando brazos y piernas.
-¿Qué tocaremos?- preguntó Ashton lanzándose al sillón que había frente al de Luke. El avatar se encogió de hombros.
-¿Las de siempre? Podríamos inventar una, pero eso lleva tiempo y no podríamos terminarla en una tarde- respondió.
-Yo voto por "she is so out of reach"- dijo Calum levantándose del suelo.
-La canción no se llama así- frunció el ceño Mike-. Estoy noventa y nueve punto nueve por ciento seguro de que la habíamos llamado "try hard".
-¿Me estás retando?- espetó alzando un dedo en el aire, al estilo diva.
Michael se puso una mano en la cadera.
-Pruébame, nene.
Por favor, díganme que no acababa de decir eso.
-Creo que ya es suficiente de traumatizar a Dylan. Vayan a arreglarse, chicos. Tú en especial, Calum, es decir, ponte unos pantalones, amigo- se rió Luke empujando a los demás al pasillo.
-¿Por qué me mientes, bebé? Sé que te gusta que ande sin pantalones- dijo coqueto Calum.
-Eres idiota.
Y fue lo último que pude escuchar, ya que luego me distraje viendo a la cabra salir de la cocina con un paño de platos entre sus dientes.
Era tan extraño ver a un animal así caminar de esa manera tranquila por un departamento.
-¿Y nos irás a ver practicar?- habló de repente Ashton. Volteé mi cabeza y lo vi sentado en el sillón.
Oh, seguía ahí.
-Sí que estás emocionado con que los vaya a ver, eh. Pues, iré- suspiré-. Además, ¿tengo otra opción?
-¿No ir?- dijo inseguro. Me reí sacudiendo la cabeza-. ¿Cómo estás hasta ahora?
-¿A qué te refieres?- pregunté.
-¿Qué tal el departamento?
-Sólo he estado aquí un día, de hecho, menos de un día- respondí obvia y divertida-. Pero supongo que es agradable, además de los vecinos. Bueno, si quitamos el comportamiento extraño de Mireia y el idioma desconocido de Thomas.
-Thomas habla francés- me dijo él.
-¡No inventes!- exclamé asombrada echándome un paso hacia atrás-. No tenía ni la menor idea de que arreveor era francés.
-Au revoir- me corrigió Ashton.
-Perdóneme, rey de Francia- dije con sarcasmo volcando los ojos.
-Perdonada- sonrió torcidamente.
-Como sea- reí ordenando un mechón de cabello tras mi oreja. Nos mantuvimos un segundo en silencio antes de escucharme a mí misma gruñir-. Ugh. ¿Qué pasa con los chicos? ¿Por qué se demoran tanto?
-Tienen complejo de chica- bromeó.
-Ni siquiera yo me demoro tanto- me señalé incrédula. Ambos reímos cuando de repente alguien tocó el timbre-. ¿Qué fue eso?
-¿Tú qué crees?- dijo con ironía divertido haciéndome sacarle la lengua. Él negó con la cabeza y se levantó del sillón para abrir la puerta, mientras, yo le seguía el paso.
Abrió la puerta y el rostro tierno de una chica se vio tras el marco ésta. Llevaba un vestido floreado y en sus manos tenía una pequeña cartera. Se sonrojó al vernos a Ashton y a mí.
Me dio ternura.
-Creo... que me equivoqué- mencionó ella tímida-. Discúlpenme.
Y salió corriendo.
De acuerdo, eso había sido raro.
Cinco segundos después la cabra que antes estaba comiéndose el paño de platos, pasó a través de la puerta con el gorro navideño puesto en la cabeza y unos pantalones en la boca.
Oh, vaya, alguien había perdido los pantalones.
¿Quién sería esta vez?
-¡CABRA MALDITA, VUELVE AQUÍ!
Sí, ese era Mike.
Y ya tenía una pista de quién tendría que conseguirse unos nuevos pantalones hoy.
-¿ADÓNDE SE FUE?- dijo alterado viéndome a mí y a Ashton. Ambos señalamos la puerta abierta y a la cabra que estaba a unos pasos de ésta-. DESGRACIADA NO ESCAPARÁS.
Y así fue cómo empezó la carrera de Michael y la cabra comedora de pantalones.
Básicamente, la mayoría de los del edificio se traumatizaron al pasar por allí.
Lindo lugar para vivir ¿no? Aquí todos deberían criar a sus hijos y traer a sus familias...
Ajá, seguro.
-¿Y dónde estará Calum?- pregunté de repente.
-Por alguna razón la chica de antes se me hacía conocida- murmuró Ashton ignorando mi anterior pregunta. Arqueé ceja. ¿Quién sería?
-DAME MIS MALDITOS PANTALONES, CABRA DE MIERDA.
-Probablemente ya había pasado por aquí antes- respondí encogiéndome de hombros.
-No, no... La vi en otra parte, pero no recuerdo en dónde o cuándo- masculló él rascando su nuca entre nervioso y confundido. Claramente le ponía ansioso el no poder recordar quién era ella.
-DEBERÍAS ESTAR EN LA CÁRCEL DE CABRAS, MALDITA HIJA DE...
-¿En alguna fiesta?- pregunté.
-No... Además, no voy a muchas fiestas- dijo extrañado-. Quizá... No, tampoco.
-¿Qué me dices del restaurante al que siempre vas con los chicos?- propuse esta vez.
-LA MUY DESGRACIADA ME MORDIÓ LA MANO.
-Sí, de ahí sí me suena- chasqueó los dedos Ashton-. Tal vez es una mesera.
-Sí, eso tiene sentido- sonreí de lado.
-CHICOS, QUE ME ESTOY DESANGRANDO.
-Eh... Bueno, Mike necesita de nuestra ayuda- dijo Ash al ver al chico lanzado en el suelo, peleando con la cabra por sus pantalones-. Yo iré a ayudarlo. Tú ve a apresurar a Calum y a Luke. Bueno, mejor a Luke. El chico se demora más que nadie en el baño y ahora que además tiene que sacarse la pintura del cuerpo, probablemente se demorará más.
-Iré a verlo- asentí entrando al departamento.
-Bien. Yo a por Mike- dijo él-. Ahora, ¿cómo ganarle a una jodida cabra?
Atravesé la sala de estar y apresuré mi camino hasta el baño. Se podía escuchar el ruido de la ducha desde afuera, probablemente era Luke. Golpeé un par de veces la puerta.
Nadie contestó.
-¡Luke!- exclamé volviendo a dar golpecitos en la puerta blanca del baño.
Nadie contestó.
-¡Luke!- dije un poco más fuerte y golpeando la puerta más duramente que antes.
Nadie contestó.
-¡LUKEEEEEEEEE!- gruñí en un grito exagerado mientras le daba patadas a la puerta cada vez más fuerte.
Pero nadie contestó.
Y no sabía por qué, pero presentía que tampoco respondería muy pronto.
Por lo que decidí entrar sin permiso para ver si estaba bien. Es decir, no quería ser entrometida, pero me había preocupado un poco. ¿Y si se había caído y con todo el desorden que había provocado la cabra, nadie lo escuchó? ¿Y si se estaba muriendo en la ducha? ¿Y si se estaba suicidando?
Alguien tenía que detenerlo.
Sí, no era como que quisiera verlo desnudo por curiosidad o algo por el estilo.
Vaya, no soy muy buena ocultando el sarcasmo.
-Luke- murmuré ahora tímidamente abriendo la puerta de poco a poco. No veía nada por lo que seguía abriendo la puerta y adentrando mi cabeza lentamente en el baño. De seguro seguía detrás de la cortina de la ducha.
Hasta que de repente, mis ojos vieron algo que quizá no debí haber visto.
Y vaya, no quería sonar pervertida, pero ahora comprendía un poco más la obsesión de Lina con el rubio.
-¡DYLAN!- exclamó su voz haciéndome volver a la realidad.
Me sonrojé y me hice hacia atrás de inmediato cerrando la puerta fuertemente.
-¡Dios! ¡Lo siento mucho, grande, digo, Luke!- chillé alterada llevando ambas manos a mi boca después.
Qué vergüenza.
-¿¡Q-que no sabes tocar!?- me regañó balbuceando.
-Lo siento- dije mordiendo mi labio inferior de la pena-. Creí que te había pasado algo, Luke, de verdad lo siento.
Escuché un suspiro pesado del otro lado.
-Está bien- dijo tímido-. Solamente... solamente procura tener más cuidado. No quiero que pase esto de nuevo, menos con otro de los chicos.
-Está bien- asentí, ignorando el hecho de que había visto a Luke desnudo, a Calum sin pantalones y a Michael sólo en bóxers.
Pasaron unos segundos más de silencio hasta que la puerta volvió a abrirse y Luke, ya vestido, salió por ésta. Me miró fijamente y pude sentir como si mi respiración se detuviera. Podía jurar que sus ojos me derretían completamente.
¿Qué? ¡Era cierto!
-Vamos- murmuró dándome media vuelta y pasando sus brazos por mi cintura, abrazándome, y empezando a caminar conmigo. Yo volteé mi cabeza lo que pude para mirarlo a los ojos y arqueé una ceja. ¿Pero qué hacía abrazándome de esa manera? Él abrió sus ojos al darse cuenta y se separó de mí por reflejo, regañándose a sí mismo-. Lo siento, es la costumbre- balbuceó antes de adelantarme en paso y dirigirse a la sala de estar.
Detuve mi camino antes de dejar por completo el pasillo.
¿La costumbre?
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Aquí es cuando las drogas comenzaron a hacerme efecto ah JAJAKSNANDNDN no sé cómo escribí estas tonterías, ya no tengo esa originalidad ups
honey
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