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Capítulo 06

No volvería a almorzar con estos cuatro simios lanzadores de comida.

Para empezar, ninguno de los chicos sabía cocinar. Con suerte sabían cómo preparar un sándwich, y ni siquiera eran buenos en ello. Terminaron preguntándome si yo sabía hacerlo, pero la verdad, la última vez que había tratado cocinar casi quemó la cocina de Andy.

Así que básicamente, no podríamos preparar algo.

El siguiente paso fue aceptar que éramos peores que unos cavernícolas con respecto a la cocina y llamar para pedir algo de comer. Sencilla respuesta, difícil pregunta; sí, y no estaba jugando. Cualquier propuesta habría sido fantástica, pero no, esa era una respuesta mortalmente importantísima según los chicos, por lo que la respuesta (que según mi punto de vista era sencilla), tendría que ser tomada por votación.

No me pregunten cómo carambolas le hice para que Calum no golpeara a Luke con una almohada, Michael y Ashton dejaran de pelearse por el teléfono y lograr que toda la pelea alias destrucción acabara entre ellos.

Nadie me había mencionado que sería tan difícil controlarlos. Que uno quería pizza, que el otro comida China, que era mejor la japonesa, que los tacos eran deliciosos, pero que los sandwiches eran mucho mejor y que mejor todos comiéramos pollo asado.

Ya sé que la mayoría adivinó quién estaba a favor de la pizza.

Finalmente, luego de acabar con el desastre provocado por la simple pregunta de qué iríamos a pedir, el orden volvió al departamento.

Bueno, orden en lo que cabía.

Había que admitir que ninguno de nosotros era un caballero de armadura brillante o una princesa.

O un princeso.

Después de todo el desastre que tuvimos que pasar por culpa de un poco de comida, decidimos que pediríamos pizza para almorzar. Simplemente porque era más barata, más sencilla y más rápida de comer, todos comíamos pizza en el departamento por lo que no era problema para nadie.

Además era eso o soportar a un Ashton llorón por tres horas.

El chico repartidor llegó media hora después con nuestro pedido. Dos pizzas familiares; napolitana y pepperoni. Y vaya que sí, se podía oler el queso derretido a kilómetros de distancia. Yo fui a atender la puerta, ya que los chicos eran unos perezosos de primera (en realidad todos lo éramos, pero yo perdí en piedra, papel o tijera), y en cuanto le entregué el dinero para pagar al repartidor y él estaba a punto de entregarme las pizzas...

Los chicos aparecieron por mis espaldas, echaron al repartidor a patadas (el pobre salió corriendo espantado) y se llevaron a las pizzas (y a mí) a la sala de estar, diciendo que simplemente estaban protegiéndome de los chicos que no eran buenos para mí.

Sentía que volvía a hablar con mis padres, pero por cuatro.

Bueno, ¿quién entendía a estos chicos?

-¿¡Preparados, listos...!? ¡A la carga!

Oh cierto, olvidaba el factor más importante. El hecho de que tan rápido nos sentamos en los sillones y abrimos las cajas de pizzas, Calum, Ashton, Michael y Luke se empezaron a tirar comida entre sí.

Dios, sálvame. Y yo que pensaba que no podían ser más inmaduros.

-¡Idiota!- exclamó Calum devolviéndole el pedazo de tomate que Michael le había lanzado con una cuchara. Michael se lo echó a boca y Calum rió fuertemente al verlo.

¿Dónde se conseguía un terapeuta cuando se necesitaba?

-¿Te estás divirtiendo?- me preguntó Ashton pasando un brazo por sobre mis hombros.

-Preferiría comer y que no tiren la comida, la verdad- le respondí viendo cómo un pedazo de pizza volaba por los aires frente a nosotros.

Quizá un psicólogo, con eso ya bastaba.

Me rugió el estómago captando la atención de Ashton, de Calum, de Michael, de Luke, y casi, de los vecinos.

Oh, bien. Ruge un poco más fuerte, creo que en China no saben que tengo hambre.

Calum se rió al igual que Michael, para luego seguirle los demás y un pequeño sonrojo de mi parte.

-Tiene hambre, y lo único que hemos hecho es jugar con la comida- dijo divertido Calum refiriéndose a mí. Trajo la caja de pizza napolitana que todavía no había sido abierta y la dejó sobre la mesa-. Deberíamos empezar a comer.

Y así fue cómo todo regresó a lo que se le podía llamar normalidad.

Vale, no.

-¡UNA ARAÑA!- el chillido brotó de mi garganta antes de siquiera poder medir mis propias palabras y el volumen de mi voz.

Y es que, no quería admitirlo pero, si teníamos que hablar sobre arácnidos, era una completa gallina que iba corriendo a encerrarse al baño del miedo y el pánico. Además, tenía que aceptarlo, era bastante impulsiva cuando veía una.

Esta vez solamente fui capaz de saltar sobre la mesa.

-¿Dónde?- preguntó frunciendo el ceño Ashton. Señalé una araña gigante, como del porte de una mano, la cual caminaba lentamente por el suelo en dirección a él. Ashton abrió los ojos y chilló como una niñita.

¿Qué?

-¡UNA ARAÑA!- chillaron los demás chicos al mismo tiempo como unas niñas asustadas mientras se subían a la mesa también y miraban a la araña desde sus lugares, esperando que ella se fuera.

Suspiré quedando cabizbaja.

Mis héroes.

-¡Se supone que alguno de ustedes debe matarla!- exclamé indignada.

-¿¡Qué!? ¿¡Por qué nosotros!?- se quejó Michael.

-¡Son los del sexo masculino en este departamento! ¡Compórtense como tal!- dije molesta.

-¡Eso no implica que nosotros tengamos la responsabilidad de matarla!- exclamó Calum de regreso.

-¿Podría alguien matarla?- dijo nervioso Ashton a mis espaldas tomándome por el brazo asustado.

-Mátala tú- bufó Michael volcando los ojos divertido.

-Me da miedo- respondió él quitándole por unos segundos la mirada de encima a la araña para verme a mí. Se abrazó más a mí, atrayéndome más hacia su cuerpo y haciéndome sentir todo lo que estaba temblando por los nervios.

Pobre.

-Um, chicos- la voz de Luke nos hizo voltear a todos. Tenía la araña en la mano y podía jurar nuestras expresiones de terror-. Ya está muerta- volcó los ojos-. Sólo la aplasté.

Qué horror.

-¡Pudiste haber muerto!- le gritó Calum bajando de la mesa y sacudiendo a Luke por los hombros exageradamente. El rubio bufó sonriendo torcidamente.

-Ni siquiera era venenosa.

Oh.

-Eso sí, era bastante grande- comentó antes de lanzarla a la basura en una servilleta-. Y asquerosa.

-¿De dónde sacaste tantas agallas?- balbuceó Ashton sorprendido y todavía asustado, sin desprenderse de mí.

Luke frunció el ceño.

-Aléjate de ella.

Uh, vaya.

Ashton me abrazó más, si es que era posible.

-Ella me quiere a mí- dijo como un niño pequeño haciendo un puchero-. ¿Verdad, Dy?

-Um, Ashton, la verdad creo que deberías soltarme, tengo bastante hambre y no puedo comer contigo colgando de mí- dije palmeando sus manos suavemente para que me soltara.

-¿Puedo abrazarte mientras comes?- me preguntó tiernamente dirigiendo su mirada hacia mis ojos.

Suspiré.

-No- contesté sin tono en la voz. Él hizo un puchero y me observó con ojos de cachorro.

-¿Por favor?

-Que no.

-¿Por favorcito?

-No, Ashton, no. Ya te dije que no puedo comer tranquila si no dejas de abrazarme- espeté volcando los ojos y deshaciéndome de sus brazos alrededor de mi cuerpo. Él sonrió coqueto inmediatamente.

-¿Acaso te pongo nerviosa?- preguntó arqueando ambas cejas.

-Pásenme la sartén- demandé mirándolo seriamente.

-¡De acuerdo, de acuerdo!- se rió alejándose de mí y con ambas manos en los bolsillos sentándose en el sillón-. No hay que recurrir a medidas tan extremas.

-Yo le iba a pasar la sartén- se encogió de hombros Luke.

-¡Hey!- se quejó Ashton.

-¿Qué?- respondió fingiendo inocencia.

-¿Podríamos comer?- gruñí interrumpiendo a ambos-. Me estoy muriendo de hambre y lo único que han hecho hasta ahora ha sido lanzar comida, gritar por culpa de una araña y hacerme enfadar.

-Pues lo que mande su alteza- bromeó Michael dándome a mí la caja de pizza napolitana. La tomé y digerí el primer pedazo.

Estaba deliciosa.

-Um...- dijo incómodo Ashton al ver que me estaba comiendo toda la pizza-. ¿No vas a compartir?

Lo fulminé con la mirada y le pasé la caja a Michael para que sacara.

-A ti no- señalé a Ashton. Él hizo un puchero a la vez que me veía triste-. No.

-Eres una pesada- refunfuñó cruzándose de brazos. Sonreí.

-Lo sé.

-Dale un pedazo al pobre de Ashton. Debemos practicar luego y el chico con el estómago vacío no funciona- dijo Calum luego de que Luke sacara una rebanada de pizza, para luego pasarle la caja a Ashton (este último recibiéndola con una sonrisa más grande que la del gato de Cheshire).

-Es verdad- asintió a gusto Ash-. ¿Nos vendrás a ver practicar, no?

-Supongo- me encogí de hombros-. ¿Dónde practican?

-A unas cuadras de aquí conseguimos un lugar donde hacerlo. En el edificio no nos dejaron porque se vinieron con la excusa de que hacíamos mucho ruido y molestábamos a los vecinos- respondió Michael haciendo una mueca.

-¿Y conocen a los vecinos?- pregunté curiosa.

-Uh, bueno, Ashton a la mayoría- dijo Calum señalándolo-. Nosotros preferimos mantenernos en el anonimato.

-Son simpáticos- dijo sonriente Ashton dándole un mordisco a su trozo de pizza luego.

Me gustaban sus hoyuelos.

-Puedo presentarte a algunos para que no te mantengas en el anonimato como estos otros- bromeó.

-Si puedes, me gustaría- contesté, sonriendo al último. Él me observó tiernamente a los ojos por un momento antes de responder.

-Pues vamos.

No me di cuenta cuándo ni cómo nos habíamos escapado de departamento, dejando a los chicos con la pizza, y deteniéndonos frente a una puerta vecina. Wow. Ashton tocó el timbre antes de volver a sonreírme.

Presentía que algo saldría mal.

-¡Ashton!- una chica bastante bonita salió abriendo la puerta animadamente. Abrazó a mi acompañante para después plantarle un beso sonoro en la mejilla-. ¿Cómo has estado? ¿Quieres pasar?

-Quería presentarte a Dylan- dijo amablemente él señalándome. Sonreí-. Dylan, ella es Mireia.

-Un placer- sonrió ella dando un paso hacia adelante y estrechando mi mano. Se inclinó hacia mí y susurró en mi oído-. Pero qué linda gatita.

Sentí los vellos de mi cuello erizarse.

¿QUÉ?

-Gracias- dije en un tono de duda.

-Bueno, ella es una de mis mejores amigas- concluyó Ashton refiriéndose a la chica. Volteó a ver a Mireia-. Dylan se quedará con nosotros, ha conseguido la habitación libre del departamento.

-Me alegro muchísimo- sonrió ella echando su cabello dulcemente hacia atrás-. Bueno, Dylan, Ashton, yo me debo ir, tengo muchísimas cosas que hacer.

-Nos vemos después- se despidió Ash.

-¡Claro que sí! Ashton- se despidió ella dándole un beso en la mejilla. Se inclinó hacia mí de nuevo con una de sus tantas sonrisas-. Nena- susurró en mi oído dándome un beso en la oreja. Abrí los ojos de golpe-. Bueno, hasta luego- dijo sonriente cerrando la puerta en nuestras narices.

Ashton volteó a sonreírme al parecer buscando mi aprobación.

-¿Qué tal?- preguntó.

-¿Es lesbiana?- solté mientras nos encaminábamos a otro departamento.

-Um, que yo sepa no. ¿Por?- preguntó confundido.

-Nada, después te digo- dije entre dientes viendo cómo tocaba el próximo timbre. Un chico castaño de ojos café profundos salió esta vez.

Nos sonrió a ambos al vernos.

-Hola- dijo amablemente dándole un apretón de manos a Ashton-. ¿Y quién es esta belleza?

Últimamente me sentía demasiado halagada.

-Es Dylan- sonrió Ashton pasando su brazo por sobre mis hombros. Lo vi arqueando una ceja-. Es mi novia.

Esperen, ¿qué?

-No lo soy- gruñí alejándome de él. Ashton rió-. Tonto.

-Se quedará con nosotros en la habitación que teníamos libre- le explicó al chico. Ashton volteó a verme con una sonrisa puesta en el rostro-. Él es Thomas.

-Un gusto conocerla- dijo el tal Thomas, tomando mi mano y besando el dorso de ésta.

¿Que acaso todos me querían violar hoy?

-Queríamos que conociera a los vecinos, así que ahora me la llevo- dijo Ashton entre dientes tomándome de la mano y alejándome de Thomas.

-Bueno, espero que disfrute conociendo a los demás. Au revoir, jeune dame- sonrió perfectamente antes de desaparecer tras la puerta de su departamento.

¿Arre-qué?

-Bueno, esos serían los vecinos que me agradan- sonrió-. Al menos los que me agradaban antes de coquetear contigo frente a mis narices. Y dime, ¿qué tal?

-Me agradan, aunque la tal Mireia me sigue dando miedo- admití.

-Uno se acostumbra- se encogió de hombros-. Oh, también te quiero presentar a alguien más. Ella es muy agradable, además me puedo asegurar de que no es lesbiana ya que ha tenido uno que otro novio- señaló-. Aunque, quizá se vuelva bisexual por ti- añadió pensativo.

¿Gracias?

Ashton tocó el timbre y me sonrió, diciéndome con su dulce mirada que me mantuviera en silencio y que era una pequeña sorpresa. La verdad todavía seguía asustada, luego de Mireia y el atrevimiento de Thomas, nada volvería a ser lo mismo.

Nada.

De acuerdo, tal vez estaba exagerando.

-Hola- una chica castaña y de bonita sonrisa se presentó ante nosotros-. ¿Qué pasa, Ash?- dijo en modo de saludo, chocando las manos con Ashton.

-Te venía a presentar a la nueva integrante de nuestro departamento- dijo amablemente él. Sonreí-. Se llama Dylan. Dylan, ella es Naty, nuestra vecina.

-Un gusto- la saludé.

-Igualmente- me dijo sin dejar de sonreí. Salió por completo del departamento, con llaves en mano y cerró la puerta dándole una mirada a Ashton-. Me tengo que ir.

-¿Universidad?- preguntó él.

-Algo por el estilo. Bueno, nos vemos, y disculpen por irme tan rápido. Lindo conocerte, Dylan, nos vemos después- se despidió amigablemente empezando a caminar dándonos la espalda.

-Igual- susurré viéndola desaparecer por las escaleras. Volteé a ver a Ashton, quien seguía viendo por donde ella ya se había ido-. ¿La quieres acompañar?- pregunté captando su atención.

-Oh, no, no- sonrió rascando su nuca y despeinando su cabello-. Solamente estoy preocupado por ella. Pero no es nada demasiado importante...- se mantuvo un momento en silencio antes de voltear a verme-. ¿Volvemos al departamento?

Asentí. Nos dirigimos de regreso al departamento a pasos lentos y sin hablar. Ashton abrió la puerta... y podía jurar que ese era el mayor desastre visto antes.

¿Cómo habían sobrevivido estos chicos hasta ahora sin nadie que detuviera el desastre aquí?

🔸🔸🔸🔸🔸

Cuando tenía 14 le decía "shippeos" a los ships wtf

honey

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