☁️↷⡐⡀⋆ 𝒫𝒾𝓃𝓀 𝐹𝓁𝓊𝒻𝒻𝓎 𝒰𝓃𝒾𝒸𝑜𝓇𝓃𝓈 𝒟𝒶𝓃𝒸𝒾𝓃𝑔 𝒪𝓃 𝑅𝒶𝒾𝓃𝒷𝑜𝓌𝓈 𝒯𝒽𝑜𝓊𝑔𝒽𝓉𝓈⠡⠂⠡

-¡E-es injusto! - replicó Jimin.

-No lo es, te estoy diciendo que nos traigas uvas, por favor -Jungkook sonrió con malicia.

Jungkook no era un niño celoso, jamás lo fue. Siempre había compartido todo y nunca tenía celos de nada ni nadie. Bueno, eso era antes. Antes de Jimin. El simple hecho de Taehyung prestándole atención a Jimin le dió los suficientes retorcijones en el estómago como para quererlo lejos. Algo andaba mal con él, y lo sabía, pero no le agradaba admitirlo.

-Creo que estás siendo algo duro con Jimin, Kookie. Aunque él atienda en la cocina, no creo que deberías-

-Tonterías. Soy el príncipe -siempre era la misma excusa.

Jimin refunfuñó y se fue corriendo a la cocina. Odiaba, en serio odiaba seguir las órdenes de Jungkook.

Jungkook y Taehyung eran tan apegados el uno con el otro, era difícil separarlos, sin duda. Taehyung era el compañero de juegos de Jungkook, la reina había dejado que jugara con su hijo incluso antes de que ellos tuvieran memoria. Jungkook es el príncipe de un reino tan extraño y asombroso, sus padres gobernaban esas tierras con justicia y bondad; Taehyung por otro lado, es hijo de la consejera real, una mujer muy bella, honrada y con enorme carisma, su ocupación era pasar tiempo con Jungkook. Un no noble que tuviera el "privilegio" de pasar el tiempo con un miembro de la familia real era considerado alguien muy afortunado y con más rango. Taehyung, sin embargo, era muy humilde y nunca presumió sobre eso.

Jimin llegó a sus vidas tan extrañamente y según Jungkook, llegó a llevarse a Taehyung lejos. Lo conocieron durante un buffet familiar, Jimin traía un bowl de frutas y se cayó por accidente. Taehyung lo ayudó y fue tan amable con él, ahora el niño no se les despegaba.

-Deberías ser más suave con él, es un niño igual que nosotros -Taehyung se acercó a Jungkook quien estaba cruzado de brazos, dándole la espalda.

-Debo ser severo. Papá dice que si soy demasiado suave, puedo perder credibilidad -aunque ni Jungkook sabía que significaba eso, se tomaba eso de ser "severo" demasiado en serio.

-Conmigo no lo eres -dijo Taehyung riendo. Jungkook se giró todo rojo para verlo a la cara.

-C-claro que lo soy. Yo soy muy severo contigo, soy tan severo que la severidad más severa no es tan severa -ni él supo lo que dijo. Sus manitas estaban todas nerviosas apretando su camisa y juró estar rojo hasta las orejas.

-Hmm... Ya veo. Entonces, Jungkook el severo, creo que yo Kim Taehyung debo irme ya que usted debe ser severo con sus-

-¡No! Te- Te ordeno que te quedes aquí conmigo. Estoy... Esto... Es una o-orden -Taehyung sonrío de lado y se acercó a Jungkook, acarició sus suaves mejillas.

-Tendré que seguir sus órdenes entonces- Taehyung dejó un besito en su mejilla, tan cerca de sus labios. Jungkook pataleó y se apartó, empujando lejos a Taehyung.

-¡J-jamás ordené que hicieras eso! -su mano fue directo a su mejilla, cubriéndola.

-Yo quise hacerlo

Se miraron por unos cuantos segundos, Jungkook no dejaba de estar tan tenso y nervioso, incluso buscando una excusa para huir. Y Taehyung quería explotar en risas por su actitud tan adorable.

Y entonces una vocecita chilló -¡Yo quiero un beso también!

Jimin dejó el bowl de uvas en el suelo y se acercó a Taehyung, parándose de puntitas después, esperando su beso. Taehyung rió y lo hizo también, besó una de las mejillas regordetas de Jimin, luego otro beso en su frente.

-Tan lindo, Chimmie. -Jimin abrazó por la cintura a Taehyung, sonrojándose de pies a cabeza y ocultando su cara en el pecho de este.

Jungkook impaciente, tenía un tic en el ojo, ¿Taehyung acababa de darle dos besos a Jimin?

Esto era... La guerra. O bueno, no en si la guerra. En ese entonces eran unos niños chiquitos de apenas siete años, el tiempo pasaba muy rápido y con ello, todo cambiaba. Y Jungkook no pensaba cederle a Jimin ni un poco de Taehyung. Y Jimin quería a Taehyung más que nada.

ᴘʀᴏxɪᴍᴀᴍᴇɴᴛᴇ