Capítulo 7 | Taehyung y Jimin

❥Diecisiete secretos y Once Candelabros (pt. 1)

❝Él está enamorado❞

Jimin no era de disfrutar los chismes en el palacio, odiaba que hablaran mal de toda la realeza y que incluyeran a Taehyung dentro de todo eso.

-Jimin, debes tener cuidado con tu hombre. -susurró una cocinera.

-¿Mi hombre? -todos sabían que era Taehyung de quien ella hablaba. -Si te refieres a Taehyung... él es del príncipe y todos aquí lo deberían tener más que claro. -como odiaba decirlo, pero así era. Como si Jungkook meara en un perímetro de dos metros de Taehyung, prácticamente declarando que es suyo. Obviamente no era así. Bueno, casi. Solo faltaba que le pusiera un letrero y listo.

-Lo que digas Jimin -sonrió ladina -sabes que siempre hay rumores rondando, pero creo que esto es más un hecho...

-Eunji. Sabes muy bien que esas cosas no me gustan y yo realmente no quisiera saberlo -Jimin sonaba demasiado tajante pero así era. Si no había nada que aportar, prefería que guardaran silencio.

La mujer se burla y voltea hacia otra parte. Conociendo que Jimin no prestaría atención en lo más mínimo.

Jimin sabe todo. Sea cierto o no, lo sabe. Taehyung tenía esa mala costumbre de contarle detalles sobre su día a día y en ellos incluía una gran parte de la vida de la realeza. En especial Jungkook. La curiosidad puede matarte si no cuidas donde metes la nariz y a este punto Jimin no quería saber nada.

Tal vez fue por destino, tal vez fue por obstinado, pero pudo darle cara a un rostro horrorizado de la muerte. Pudo darle cara al fétido olor de putrefacción que ese castillo tenía. Pudo escuchar esas voces conjurar mil muertes. Pudo escuchar el llanto de las personas y el deleite de la realeza con ello.

Pudo saber por qué sus padres escaparon.

Un anciano loco en el pueblo, había sido testigo y nadie le creía. ¿Como personas tan bondadosas pueden hacer tales actos atroces? ¿Por qué ellos tendrían que castigar a su propio pueblo de esa forma?

Jimin pudo verlo todo y con certeza decir que la gente suele esconder las cosas de las que menos orgullosa está.

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Las noches de verano son tan cálidas o frías como les permitas ser. Las brisas son agradables siempre y el sol suele bañarte en un fuerte y acogedor abrazo ardiente.

El sentimiento de querer ver a alguien incluso cuando estás lavando platos. Debe ser una locura. Jimin tenía la picazón de saber que sería despertar una mañana y que lo primero para ver sea una fornida espalda con algunos lunares o sentir firmes brazos a su alrededor y entonces poder aspirar el duro varonil aroma de Taehyung.

La mera idea de experimentarlo hacía que todo su cuerpo se estremeciera. Esa noche durmieron juntos. Jimin encima de Taehyung, muy bien acurrucado olisqueando y probablemente lamiendo la piel de Taehyung. Se sentía abrumado y quería... Solo quería tenerlo.

-Taehyung. Por favor quédate hasta que amanezca -susurró suavemente. -Déjame sentirte hasta que despierte. -Jimin besó su pecho. Taehyung no había dicho nada solo ronroneó y se quedó muy quieto.

Jimin siente frío en la espalda. Un frío que lo hace estremecerse. Taehyung no se quedaría porque tenía razón. Ambos estarían lejos el uno del otro. Y Taehyung no se había quedado por él. Por ese pequeño de cabellos escurridizos. Se había vestido y tuvo que asistir a la cocina, solo que antes limpió con pulcritud los pasillos del gran palacio (una mínima parte) se sentía extraño.

Taehyung lucía bien esa mañana. Todo fornido, bien vestido y su cabello perfectamente peinado, listo para sus tareas. Entonces salió del cuarto la criatura más angelical del universo, vistiendo prendas finas hechas a mano con la delicadeza más pura. Luciendo sus tela con un magnífico cuerpo y meneándose hasta lanzarse en Taehyung, en ese joven. No era suyo. Por dios, no era de su propiedad.

-Taehyung -escuchó al príncipe susurrar -Taehyung, estoy cansado, atiéndeme -cual buen perro guardián, él solo sonrió y cargó a la bella criatura, besando su nariz y acurrucando en sus brazos su cuerpo. Podía ver las manos apretar en la cintura del príncipe y su nariz hundirse en el cuello de la piel real. Parecía una bestia queriendo devorarlo. Jimin quería quitarlo y decirle que estaban en mitad del pasillo, Cristo, pero era solo un sirviente. Así que lo dejó pasar.

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Era una completa locura. Necesaria locura.

-Jimin. Basta, por favor. -susurró. Escuchar sus palabras era más punzante de lo que imaginó. -Jimin, detente -las manos de Jimin se deshicieron de sus harapos y en su desnudez más inocente se acercó al joven que ama.

-Tómame. -tembló - tómame ahora. -Taehyung inhaló con dificultad. No podía creer que estaba viendo la desesperación, podía olerla, podía sentirla, podía palparla.

-Jimin, ¿que es lo que está mal? -Taehyung tomó con sus manos el rostro lloroso de Jimin queriendo consolar su angustia.

-No quiero que te tomen, Taehyung. No así, no de esta forma - Jimin lo sabía, él sabía. Si hacía algo, terminaría con su cabeza cortada en mil pedacitos. Jimin tenia muy en cuenta que pasaría con Taehyung, que le harían y por qué. La realeza era atroz.

-¿Quién me tomaría? ¿Qué dices? -Jimin temía que Taehyung terminara como el resto. Él había leído las escrituras. Había leído cada palabra del decreto real hecho hace más de cinco generaciones. Taehyung era el peor involucrado en ello. El más pronto.

-Déjame poseerte yo primero. Por favor, siénteme. -la pequeña mano de Jimin se deslizó hasta capturar la de Taehyung y guiarlo a rozar todo su abdomen hasta el pecho. La pesada palma de Taehyung rozar por su pezón lo hizo técnicamente gemir- Taehyung no puedes irte, no así. Ellos solo... No ahora, ¡tú tienes 18 por el amor a Jesucristo! cumplirás 20, y ¿después que sigue? Esperar... ¿esperar pacientemente que decidan dejarte vivo?

-Jimin, mírame -no. No quería. -Jimin, mírame.

-No quiero mirarte. Pensarás que estoy loco si te lo digo, llevo tanto tiempo ocultándolo Taehyung. Tantos años... No me escucharías -Jimin estrelló su cabeza en el hombro de Taehyung y sollozó desconsolado, sus rizos aplastados en Taehyung -Terminarán contigo, apenas tengas a tus hijos... Terminarán contigo y yo lo sé desde hace tiempo y no puedo. Por favor -estaba enloqueciendo. No respiraba. Se sentía débil, lo sabía, Jimin lo sabía y sabía que pasaría.

-Jimin -las manos rasposas de Taehyung se deslizaron hasta las nalgas de este -Jimin, lo sé. -su boca dejando una comezón incurable por su cuello. -Lo sé y lo siento.

-T-tú no puedes... -las palabras que estaba escuchando le eran distantes y frías. Taehyung también lo sabía.

-Pero lo amo, Jimin. Lo amo demasiado. -murmuró en alto. Con aprecio y ternura. Lo ama. Realmente lo hace.

Taehyung no era suyo

Jimin lo sabía. Sabía que en algún punto, la realeza lo mataría. Y Jungkook no podría protegerlo. Pero ¿él?

Él está enamorado.

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¡Hola! Estoy contenta de por fin poder subirlo ｡◕‿◕｡ estuve planeándolo detenidamente, verán que poco a poco cobrará más sentido mientras vayan pasando los capítulos
Aliméntense muy bien y quédense en sus casitas 〜(^∇^〜）

Espero que todo esté yendo bien para ustedes ( -3- ) un besito

©N0CHUSHI