Esa mañana fue mucho más extraña de lo usual para ella, se despertó primero que él, uno de sus hombros dolía levemente por haber dormido toda la noche en la misma posición pero en ese momento no le importo, se sentía como nunca, cómoda y reconfortada, Natsu no la había soltado en toda la noche, había logrado que se aferrara a él tanto física como emocionalmente y eso la asustaba, había pasado un tiempo desde que había confiado en un hombre y para ser realistas lo que ella estaba haciendo con Natsu era un ejemplo de las muchas razones de porque no confiaba en ellos, Natsu estaba engañando a su novia de años con ella, ella se había vuelto en algún momento el "segundo plato" y por primera vez le importo, le dolió y se sintió mal, recordó la pregunta que le había hecho a Natsu la noche anterior y decidió saber la respuesta, para ella era obvio que él ya no estaba enamorado de Lisanna entonces ¿Por qué un hombre como él seguiría con una mujer como ella? Natsu era inteligente y capaz de invertir completamente cualquier situación en su favor, entonces si sabía que ella le estaba engañando ¿Por qué seguía con ella? No tenía sentido.
Lucy intento zafarse del agarre de Natsu pero en cuanto lo intento él comenzó a moverse, apretó su agarre en ella he impidió cualquier movimiento que intentara, Lucy se quedó allí, observando cada rasgo del hombre que de alguna forma en tan solo tres días había logrado cautivarla, sus ojos se encontraban plácidamente cerrados, tenía unas largas pestañas y sus rasgos eran lo suficientemente marcados como para verse varonil pese a su extraño color de cabello, sin siquiera darse cuenta comenzó a acariciar suavemente el rostro del hombre que tenía frente a ella, Natsu siempre le daba una sensación de calidez inigualable ¿Qué haría cuando ya no estuviera a su lado? Mas importante ¿Cuánto tiempo estarían en esta situación? ¿Cuánto tiempo se quedaría a su lado? Su pulso se aceleró por el miedo que le provocaban estas preguntas, había pasado años sola, buscando placer en el sexo rápido de una noche, no siempre lo había encontrado, cuando lo hacía nunca se preocupada de qué tipo de relaciones tenían los hombres con los que se acostaba, no le importaban, era una simple noche de sexo carente de sentimientos, pero todo esto había cambiado cuando conoció a Natsu, cometió el error de querer saber más de él, cometió el error de conocer sus relaciones y cometió el error de interesarse de forma romántica en él, pero ya no había vuelta atrás, le atraía Natsu, le gustaba Natsu, quería mantenerse a su lado pero ¿Y él? ¿Quería él quedarse a su lado? Era una tortura pensar de esta forma pero no podía evitarlo, le aterraba la situación en la que se encontraba, la primera y última vez que había amado a alguien había salido seriamente lastimada... ¿Amado? ¡No! Ella no podía permitirse amar a Natsu ¡APENAS LO CONOCIA! Pero aun así sabía que esta atracción era fuerte, intensa, apasionada y no tenía forma de detenerla, la frase que un día había escuchado de una mujer mayor llego a su mente como un mal presagio "No puedes obligar a nadie a amarte"Era horrible pero era verdad, tenía que haber alguna razón para que Natsu cediera a sus deseos con ella, seguía con Lisanna pero no la tocaba, en cambio se ponía dominante a su lado, simplemente no lo entendía ¿Por qué sigues con ella? ¿Fue un error haberte hablado de mi pasado? ¿Qué es lo que tan obsesivamente proteges mi dragón?
Lucy siguió pensando en esto hasta que noto como una mano rodeaba su muñeca, los hermosos ojos jades de Natsu se encontraban fijos en los suyos, tanto su mirada como su sonrisa demostraban la diversión que había obtenido al ver la cara de sorpresa que ella de seguro tenia ¿Cuándo demonios se había despertado? Natsu acerco la palma de la mano de la rubia a sus labios y la beso tiernamente
-Buenos días princesa –Dijo con una de sus típicas sonrisas
-Buenos días ¿Cuánto tiempo llevas despierto?
-Lo suficiente como para ver como fruncías el ceño, te sorprendías, entrabas en pánico, te relajabas y te ponías nerviosa
-¡Cállate! Yo no pongo caras
-¡Por supuesto que lo haces! Lo hiciste por unos veinte minutos jajajajajajaja
-¡Moo! ¡Cállate, nunca lo hago! –Dijo comenzando a darle leves puñetazos en su pecho en forma de juego
-Jajaja tranquila Luce, solo estoy bromeando –Dijo inmovilizándola, tomo fuertemente sus muñecas y se colocó sobre ella- he descubierto algo nuevo sobre ti y estoy feliz por eso
-Eres cruel
-No digas eso Luce –Dijo cerca de sus labios- me gusta ver tus expresiones, es entretenido, siempre me gusta molestarte y lograr que te sonrojes, que te enfades pero sobre todo me gusta la cara que pones cuando llegas a un orgasmo
Natsu cerró la distancia entre sus labios y comenzó a besarla lenta y tiernamente, las preocupaciones de Lucy desaparecieron poco a poco permitiéndole disfrutar de este momento, era en momentos como estos en que Natsu era suyo, ella envolvió sus largas piernas alrededor de las caderas de él, escucho como un leve gruñido escapo de su garganta y se dio cuenta de la forma en como el beso se intensificaba, no dejaban de besarse, sus lenguas jugaban entre ellas y en algún momento las caderas de ambos comenzaron a balancearse, rozando sus sexos provocándoles a ambos increíbles cantidades de placer, Lucy arañaba levemente su espalda incitándolo a moverse más rápido, él no la había penetrado, el simple roce lograba llevarla a los límites del orgasmo, el comenzó a jugar con sus pechos, pellizcándolos alternadamente, todo su peso se encontraba apoyado en uno de sus brazos, evitando aplastarla, siempre protegiéndola de alguna forma, enredaba sus dedos en los rosados cabellos de él, era una tortura, una tortura placentera ¿A quién le importa ser "el segundo plato" con un hombre como él?... A ti respondió su conciencia en un leve susurro, Lucy se paralizo, amaba el toque de Natsu en su piel, sus húmedo besos, amaba sentirlo cerca suyo, ser la única en estos momentos que lo tenía así, más cerca que nadie entonces si aun así él estaba ahora a su lado ¿Por qué dolía tanto?
-Luce ¿sucede algo?
-...
-mi princesa estoy aquí ¿Lo sabes, no? –Dijo mirándola a los ojos
-Si...
-Entonces deja que este dragón te devore ¿Me dejarías hacerte mía?
-Con una condición Natsu
-¿Cuál? Lo que sea para mi princesa
-¿Cumplirás cualquier capricho de esta malvada princesa?
-El que sea, no me importa si es una princesa caprichosa o si ella cree que es malvada, yo puedo ver en los ojos de esta hermosa princesa lo hermosa y fuerte que es
-Entonces cumple mi capricho mi dragón... se solo mío
-jejeh Luce yo ya soy tuyo, sin siquiera darme cuenta fui tuyo desde el momento en que vi tus ojos color chocolate iluminados por las luces de aquella discoteca y tú eres mía ¿lo sabes no es así?
-Así que eres mío ¿Cómo me lo demostraras?
-¿Por qué no lo demuestras tu dulzura? –Dijo dándolos vuelta a ambos en la cama de tal forma que Lucy estaba ahora sobre el
-Si... eres mío Natsu Dragneel
Lucy quedo a horcajadas sobre Natsu el tenia este brillo de lujuria y expectativa ante la vista que tenia, Lucy sentía la fuerte erección de Natsu apoyada en su trasero, y comenzó a deleitarse con la vista del fuerte y ancho pecho de Natsu, no se había fijado hasta ese momento en la cantidad de cicatrices que él tenía comenzó a pasar sus dedos por cada una de ellas, acariciando la más grande que era la de su cuello ¿Cómo había sucedido aquello? La herida era lo suficientemente grande como para causar que alguien muriera desangrado, la voz de Natsu la saco de sus pensamientos
-no siempre fui un "Dragón dócil" princesa
-Dime ¿Cuándo un dragón se volvería dócil?
-Cuando encuentra algo a lo que proteger
Ambos se quedaron mirando fijamente un buen momento Natsu coloco una de sus manos en la cadera de Lucy mientras que la otra se entrelazaba con la de ella
-¿Me dirás como te la hiciste?
-una palabra princesa: Peleas
-¿Peleas?
-No tengo un pasado que me haga sentir orgulloso al fin y al cabo siempre he sido terco
-Jeje si eso es cierto, eres terco he imprudente, demandante y celoso justo como un dragón debe ser Natsu, eres inigualable para mi
-Luce...
Ella se inclinó y comenzó a lamer y besar su cuello, mordiendo en algunas ocasiones el camino hasta su orejea
-Y eres mío
Y sin previo aviso Lucy levanto sus caderas e hizo que Natsu la penetrara por completo en un solo instante, el movimiento era glorioso para ambos, ese era el lugar al que ella pertenecía sin importar lo que dijeran los demás si alguna vez se enteraban, sin importar ser la otra porque pese a que ella no era "la oficial" Natsu le pertenecía y ella a él y era así como lo adoraba, se enamoró de un hombre que tenía a otra mujer pero ella estaba segura de que pese a esto él le correspondía, porque no había otro lugar en el que se sintiera más completa que en sus brazos, los movimiento de caderas por parte de ambos fueron rápidos, demandantes, necesitados de sentir al otro cada vez más profundo en su interior, Lucy se encargó de cabalgarlo sin detenerse en ningún momento, sentía esa molestia en sus piernas debido a los dolores musculares pero no le importaba, el placer era mucho más fuerte, único, llegaba al límite de lo doloroso, podía sentir como con cada embestida Natsu llegaba más profundo en su interior golpeando en todo momento ese punto de placer dentro de ella que la llevaba a las puertas del orgasmo, incluso estando tan cerca podía sentir como Natsu seguía creciendo en su interior, rápido y caliente, todo lo que importaba eran ellos dos, no existía nadie más, él era suyo, los gemidos de ambos se hicieron cada vez más fuertes y era imposible controlarlos, ambos en su límite, sus cuerpos se buscaban y en todo momento iban al encuentro del otro. Lucy bajo su cabeza al cuello de Natsu y se aferró a él con ambos brazos, el coloco sus manos en su trasero y continuo con el vaivén de caderas, entonces el orgasmo los golpeo fuerte y duro a ambos, llevándolos a ese infierno de placer que ambos adoraban, y sin poder evitarlo, incluso deseándolo en lo profundo de su ser ella lo mordió en la parte de atrás de su cuello, sentía como los chorros calientes del semen de Natsu la llenaban en su interior y eso era todo, él era suyo y ella era de él no importaba nada más.
-Lo siento, te mordí –Dijo una vez recuperado el aliento
-jeje no te preocupes debo admitir que me gusto
-No me digas que este gran y magnifico dragón tiene un lado masoquista
-Ohh Luce no sé si se podría decir que soy un masoquista, ahora que lo pienso en realidad he sido muy masoquista toda mi vida pero prefiero ser el dominante ¿Sabes?
-¿En serio? Podríamos experimentar con eso –Dijo con una mirada llena de lujuria
-No me tientes princesa –dijo con una sonrisa de medio lado
-¿No me digas entonces que son solo palabras?
-Luce, en serio no me tientes, sabes que me encanta hacerte el amor...
-...
-...
-¿Con que hacerme el amor?
-Mierda Lucy si te molesta lo que dije-
-No...
-...¿Que?
-Siendo sincera no me molesta esa frase...
-¿Estás hablando en serio?
Ella solo asintió, un leve sonrojo se expandía por su rostro, lo había admitido, ya no era simple sexo entre ellos
-Dios Luce –Dijo comenzando a besarla- Eres incluible ¿lo sabes?
-N-Natsu
-Eres mía
-Sí y tú eres mío
-Tuyo
Tras eso comenzaron los besos apasionados, sus lenguas se encontraban una vez más mientras que las manos de Natsu jugueteaban con aquel pequeño manojo de nervios entre las piernas de Lucy, los gemidos no se hicieron esperar hasta que Natsu giro a Lucy sobre su costado, el pecho de él chocaba con su espalda, una de sus manos levanto levemente su pierna y en esa posición, de costado, la penetro de una sola embestida, ella podía sentir como el gran pene de Natsu entraba en su interior, estirándola en cada movimiento, giro su cabeza para encontrarse con esos dulces labios que se habían transformado en su nueva adicción favorita, las embestidas se hacían cada vez más rápidas, más intensas, los besos no se detenían, ni siquiera se separaban para buscar oxígeno, lo único que necesitaban era al otro, Natsu tomo la cadera de Lucy sin dejar de penetrarla y la giro sobre su estómago quedando encima de ella, el peso de Natsu se fue a sus rodillas donde se apoyó y se enderezo
-Levanta lentamente tus caderas, hermosa
Y así lo hizo, Natsu se posiciono sobre ella y comenzó a penetrarla rápida y furiosamente, los gemidos de la rubia no se hicieron esperar, su culo estaba levantado y el peso de ella estaba en su pecho el cual estaba pegado a la cama, sus manos se enredaban en las sabanas solo para sostenerse a algo, una de las manos de Natsu estaba aferrada a su cadera mientras que la otra estaba sosteniendo su peso, Natsu se había inclinado sobre Lucy, su pecho chocaba con la espalda de ella, podía sentir los gemidos y gruñidos de Natsu en su oído y como una lengua juguetona se burlaba de ella de vez en cuando, las estocadas de Natsu llegaban fuerte y profundamente en su interior provocándole sensaciones increíbles en terminaciones nerviosas que ni siquiera sabía que existían, solo unos minutos más bastaron para que ella llegara al orgasmo primero, pudo sentir como sus músculos vaginales se apretaban alrededor de la polla de Natsu definiéndolo completamente, exprimiéndolo, deseando todo de él y así fue, Natsu alcanzo el orgasmo un momento después que ella salió de su interior y rodo hacia un costado al lado de ella, ambos trataban de recuperar el aliento, los músculos de su cuerpo reclamaban silenciosamente el sobre esfuerzo de haberla sostenido hace un momento pero no le importaba se sentía tranquila y realizada, no había mejor momento que ese, sintió como la mano de Natsu recorría su espalda en una suave y deliciosa caricia
-Debo admitir que eso fue estupendo
-¿Hey solo estupendo?
Ella se giró y se encontró con su mirada
-Está bien querido y orgulloso dragón, estuviste perfecto
-Jejeje ven aquí princesa
Dijo abrazándola y colocándola a un lado de él, ella apoyo su cabeza sobre su pecho y de esa forma comenzaron a charlas entre bromas y uno que otro beso, ambos desayunaron y como era habitual Levy no estaba por lo que ambos dedujeron que no habían sido los únicos en pasar una noche de maravilla, Natsu se fue un tiempo después del desayuno diciendo que en realidad el debería haber ido a clases pero ya se había saltado las primeras dos horas, Lucy lo hecho rápidamente del apartamento para que fuera a la universidad y mientras esto sucedía se encontraron con una pequeña peliazul y un moreno azabache de ojos negros
-Gihi tienes mucho que contarme Salamander
-Jodete Gajeel tú no eres mi madre
-Gihi
-¡Tú también deberías venir conmigo clavo oxidado!
-¿Cómo me dijiste lagartija teñida?
-Muévete que aún quedan como tres bloques más de clases imbécil
-Mierda es lunes –Dijo el pelinegro poniéndose pálido
-Jajajajajajaja sabía que algo como esto les iba a pasar-Dijo Levy
-Muévete clavo oxidado vámonos
-Sí, adiós bebe –Dijo el de ojos rojos dándole un tierno beso en los labios a la peliazul
-Pfff ¿Bebe? Jajajajajajajajaj
-Cállate Salamander –Dijo rojo como un tomate
-En ese caso, Nos vemos Luce –Dijo dándole un tierno beso en la comisura de los labios
Tanto Gajeel como Levy quedaron en shock al ver la actitud de Natsu, Lucy se sonrojo levemente al ver la sonrisa en la cara de Natsu, sus palabras eran más una promesa que otra cosa
-Vámonos cerebro oxidado
-Gihi ¿No qué no?
-Cierra la boca de una puta vez Gajeel
-Gihi
Tras esto ambos chicos se fueron rápidamente en dirección a su destino, las chicas entraron y rápidamente antes de que Lucy le impidiera hacer algo, Levy se dirigió a la habitación de Lucy
-Woow esto huele a sexo
-Moo Levy-chan ¿Por qué tienes que ser TAN directa?
-jajajajajajaja si como quieras, solo soy honesta, entonces dime
-¿Decirte que?
-¿Cómo es? ¿Es bueno en la cama? Si no fuera así no estaría todavía aquí
-¡Levy-can!
-Jajajajaja Lu-chan estas como un tomate
-Deja de burlarte
-Jajajajaja, pero hablando en serio es genial verte así de radiante de nuevo Lu-chan –dijo con una tierna y sincera sonrisa
-Sí, es extraño pero me siento completa
-Entonces Natsu debe ser muy bueno en la cama
-Oh puedes apostar a ello amiga
-Jajajajajajaja
Entre risas y burlas ambas amigas comenzaron a ordenar el desastre de su apartamento, Levy venía con los últimos chismes que había escuchado de Juvia, según ella Lisanna era una mujer horrible y manipuladora, desde el día en que la conoció no le agrado, "Ella es una de esas mujeres que cazan recompensas" eso era lo que le habían dicho
-Pero francamente Lu-chan por lo que he escuchado la relación de Natsu y Lisanna no tiene sentido
-¿Qué quieres decir Levy-chan?
-Llevan juntos casi diez años Lu-chan y juvia los conoce desde que llevaban un año que fue cuando conoció a Gray, los chicos conocen a Natsu desde prácticamente toda la vida y no tienen idea de porque sigue con ella, Según Gajeel Natsu simplemente esta como "Muerto en vida" cuando esta con ella
-Umm
-Pero dijo que Natsu revivió cuando te conoció –Dijo con picardía
-Jajajajaja pues en ese caso no fue el único
-¿Vas a luchar por él?
-Con uñas y dientes amiga mía, cuando Lucy Hertfilia se propone algo lo consigue
-Muy bien dicho amiga ¡Tengo una idea!
-¿Cual?
-Jejeje déjamelo a mí Lu-chan
Después de la embarazosa situación vivida con Levy-chan los días comenzaron a pasar demasiado lentos para mi gusto, se suponía que el día viernes nos juntaríamos todos para ir a acampar junto a Yukino y los demás ¡Pero ya es miércoles y me estoy volviendo loca! La brillante idea de Levy-chan en realidad era muy buena, fuimos a comprar ropa interior sexy para ambas, una que otra cosa de encaje, una ropa interior demasiado provocativa que era prácticamente unos hilos que Levy-chan había estado buscando como loca, uno que otro juguete, cosas como esposas y unas balas vibradoras y Levy-chan fue la que pago por todo y luego claro yo invite la cena, con Natsu nos habíamos estado enviando mensajes desde que se fue, charlábamos de todo pero también teníamos nuestros momentos "Candentes" entre llamadas, nos veíamos de vez en cuando para saciarnos o simplemente para charlar pero nunca era suficiente, con él nunca seria suficiente, todo iba bien o eso es lo que me gustaría decir, pero no todo puede ser tan fantástico, el maldito hijo de puta de Sting ha estado viniendo a verme a la librería donde trabajo medio tiempo, viene todos los días y se queda durante horas observándome, paso de lo incomodo al acoso y ya me estoy preocupado porque Levy-chan no trabaja mañana, el maldito me mira con lujuria y trata de sobrepasarse, aparentemente la patada que le di no le enseño nada...
Al día siguiente hice mi día como siempre, me levante muy temprano, tome una ducha y fui a la universidad, a eso de las cuatro de la tarde fui a mi trabajo de medio tiempo en la librería, debía ordenar algunos libros de las estanterías y otros artículos, limpiar un poco y al mismo tiempo atender a los clientes, solo paso una media hora hasta que la campanilla de la puerta anuncio a un nuevo cliente, cabellos rubios y ojos azules, un andar arrogante y sabía que era Sting nuevamente había venido, se supone que en esta librería se permite a los clientes leer tranquilamente, es algo así como una biblioteca-librería, se ven artículos de escritorio, cosas útiles a estudiantes, libros sellado y se le permite al público leer las muestras, para esto habían cómodos sofás y se le permitía al cliente traer comida siempre y cuando se hiciera responsable de su limpieza, había terminado de ordenar los sofás y los artículos de escritorio, ahora solo me quedaba ordenar las estanterías, en este turno trabajaba junto a otra chica llamada Beth Vanderwood (La chica de trenzas de Mermaid Heels) es una tierna y alegre chica bastante inocente que para mí mala suerte justamente ahora estaba atendiendo a varios clientes, comencé a ordenar los libros hasta que sentí su presencia detrás de mí, opte por lo más sano: Ignorarlo ¡Pero era tan difícil! La asquerosa presencia de Sting estaba demasiado cerca de mí para mi gusto era algo desagradable que me provocaba la sensación de querer salir corriendo o golpearlo hasta cansarme, pero tenía que controlarme, el jefe estaba en la oficina en el segundo piso y no puedo armar un escándalo porque el maldito bastardo ahora es un "Preciado cliente" pero me tenía harta ni siquiera disimulaba que se encontraba allí por mí y eso lo hacía empeorar todo, estaba en una de las ultimas estanterías y nadie podía vernos
-¿Quieres alejarte Sting? Estoy demasiado ocupada
-Vamos Lucy sé que en realidad no me has podido olvidar –Dijo al lado de mi odio
-¡Aléjate maldita sea! Estas invadiendo mi espacio personal y deja de ser un arrogante ¿Qué te hace creer que eres taaan importante para mí? Ya te lo dije ahora tengo a otro
-Lucy, Lucy sé que me quieres poner celoso pero no va a funcionar, eres mía
-¡Que te alejes maldita sea! –Dije girándome para encararlo (Y secretamente intentar golpearlo) grave error ya que él e acorralo contra la estantería- Suéltame
-Vamos Lucy, déjate llevar
-¡Que no me toques! –Dije desesperada, el maldito estaba tratando de lamer mi cuello y era más fuerte que yo, me tenía las muñecas sujetadas y las piernas separadas con una de él ¡Maldita sea estaba indefensa! De nuevo...
Entonces algo sucedió, Sting salió disparado hacia atrás mientras yo caía sobre mis rodillas, escuche el crujir de algo como un hueso roto pero era incapaz de comprender lo que sucedía a mi alrededor, me di cuenta de que lagrimas caían por mis mejillas sin darme cuenta, entonces Beth se acercó rápidamente con un rostro preocupado alejándome de allí, solo entonces pude ver a Natsu, si Natsu encima de Sting dándole un golpe tras otro en su rostro, lo que había escuchado de seguro era la nariz de Sting ya que había mucha sangre alrededor
-¡Te dijo que no la tocaras maldito acosador! ¡¿No puedes comprender que ella no te quiere?! ¡Aléjate de ella maldita sea! –Natsu estaba descontrolado, no dejaba que Sting respondiera a nada ni a sus preguntas ni a sus golpes literalmente parecía otra persona, sus ojos opacados por el odio y el desprecio
-¡Natsu contrólate! –Escuche la voz de Gray cerca pero solo podía ver como Natsu propinaba golpe tras golpe sin descanso y como la sangre manchaba sus nudillos, en eso Gray logro separarlo mientras que otro hombre levantaba a Sting, su rostro estaba todo ensangrentado he hinchado
-Bastardo...
-¡El bastardo hijo de puta aquí eres tu maldito rubio oxigenado sin cerebro! ¡Eres un maldito pervertido acosador! ¡Como un demonio suéltame Gray!
-Ni de broma lo vas a matar
-¡Me da igual el maldito estaba manoseando a Luce!
-Natsu...
-Je ¿Desde cuándo te importa Lucy, Natsu? –Dijo Sting
-¡Por supuesto que me importa hijo de perra! ¡Ella tiene a otro! ¡Nos tiene a nosotros a sus amigos! –Y moviendo los labios solo para que Sting lo viera y comprendiera modulo: "Me tiene a mi"
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