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Capítulo 29.

La noche después del inesperado encuentro con ChaeWon fue inquieta para Taehyung. Una parte de él no podía evitar sentirse herido por su repentina aparición, mientras que otra parte reflexionaba sobre lo que era mejor para Jiyoung. Al amanecer, después de horas de pensar y repensar, tomó una decisión: permitiría que ChaeWoon viera a su hijo. Jiyoung tenía derecho a conocer a su madre, aunque la situación no fuera ideal, tampoco creía que sería buena idea privar esa reunión. 

Esa mañana, mientras Jungkook se preparaba para ir a la guardería, Taehyung compartió su decisión. Aunque inicialmente sorprendido, Jungkook le aseguró que lo apoyaría en lo que decidiera, tal y como lo había prometido la noche anterior.

—Sólo prométeme que te cuidarás y que me llamarás si algo se sale de control.—Dijo antes de besar suavemente la frente de Taehyung y acariciar la cabecita de Jiyoung. 

—Lo haré.—Respondió Taehyung con una sonrisa ligera, aunque los nervios ya comenzaban a asentarse en su pecho.

ChaeWon llegó poco después del mediodía. Vestida de forma sencilla, con una expresión que oscilaba entre la timidez y la expectativa, saludó con una inclinación de cabeza cuando Taehyung abrió la puerta. Él se hizo a un lado, permitiéndole entrar en el departamento. En sus brazos, Jiyoung jugaba distraídamente con un juguete de peluche, ajeno a la tensión palpable en el aire.

—Gracias por permitirme venir.—Comenzó ChaeWon, sentándose con cuidado en el sofá que Taehyung le indicó.—No esperaba que aceptaras tan rápido, pero agradezco que lo hayas considerado. 

Taehyung asintió, manteniendo su expresión neutral.—Creo que Jiyoung merece al menos la oportunidad de conocerte.—Respondió, ajustando al bebé en sus brazos. Jiyoung observó a ChaeWoon con curiosidad, pero cuando ella extendió las manos para tomarlo, el pequeño se aferró a la camisa de Taehyung, girando el rostro hacia su pecho.

ChaeWon, desconcertada, retiró lentamente sus manos.—Parece que no me recuerda.—Dijo con una sonrisa triste.

—Es normal.—Respondió el pelinegro con calma.—Has estado ausente casi todo el tiempo que él ha estado vivo. 

El comentario fue directo, pero no malicioso. Aun así, ChaeWon bajó la mirada, jugando con sus manos sobre su regazo.—Sé que no tengo excusa.—Admitió en voz baja.—Pero he pensado en ustedes todos los días. 

Taehyung no respondió de inmediato. En su mente, las imágenes de los primeros meses como padre soltero se entrelazaban con sus recuerdos más antiguos de ChaeWon. Aunque había momentos felices en el pasado, no podía ignorar el peso de su ausencia reciente, no cuando estaba Jiyoung de por medio, una vida no podía tratarse como un objeto, porque eso era lo que había demostrado con su partida. 

—ChaeWon.—Comenzó finalmente.—Entiendo que quieras estar aquí ahora, pero no puedo simplemente fingir que todo está bien. Jiyoung es mi prioridad, y su estabilidad también lo es. Él se volvió mi responsabilidad, y desde el primer día estoy velando de que se encuentre bien, y contigo aquí no cambiará mi pensar. 

—Lo entiendo, no podía esperar menos de ti. ¿Crees que podré verlo más seguido?—Preguntó ella, levantando la vista. Sus ojos mostraban una mezcla de esperanza y miedo, algo que en algún momento harían ceder al pelinegro, pero en ese momento todo se sentía diferente. 

Taehyung respiró hondo antes de responder.—Eso dependerá de ti y de lo que demuestres. No quiero que entres y salgas de su vida cuando te convenga, no quiero que salga lastimado. Si decides quedarte, tendrás que comprometerte con ello, pero ten en cuenta que tampoco será algo que pueda ceder de un día para otro. 

El ambiente se llenó de un silencio denso, roto solo por los murmullos y risitas de Jiyoung mientras jugaba con un mechón de cabello de Taehyung. Finalmente, ChaeWon asintió.—Está bien, no podía esperar algo diferente. 

Durante la hora siguiente, se mantuvieron en un espacio delicado. ChaeWon habló con suavidad a Jiyoung, contándole pequeñas historias de cuando estaba en su vientre. Aunque el bebé no la aceptó completamente, al menos permitió que ella se acercara lo suficiente como para tomarle una de sus pequeñas manos.

Mientras observaba esa escena, Taehyung recordó momentos de su pasado juntos. Una imagen clara de ChaeWon sosteniendo una prueba de embarazo positiva, con los ojos llenos de miedo, le vino a la mente. Había sido un momento de alegría para él ante la noticia, pero podía ver la inseguridad reflejada en los movimientos de su amiga, lleno de planes para un futuro que nunca se concretó como imaginaron. Otro recuerdo, más reciente pero mucho más doloroso, también surgió: el día en que ella se fue sin explicaciones, dejando una nota vaga y un vacío difícil de llenar.

Cuando la reunión llegó a su fin, ChaeWon se levantó con cuidado.—Gracias por permitirme verlo.—Dijo, su voz temblando ligeramente.

—Todavía no sé qué lugar ocuparás en su vida.—Respondió el pelinegro con sinceridad, caminando hacia la puerta con Jiyoung en brazos.—Eso dependerá de lo que hagas de aquí en adelante."

ChaeWon asintió, aceptando las palabras con seriedad.—No quiero defraudarlos otra vez. 

Cuando finalmente se fue, Taehyung cerró la puerta y dejó escapar un suspiro profundo. Observó a Jiyoung, que ahora estaba tranquilo en sus brazos, y se preguntó si había tomado la decisión correcta. Aunque el futuro seguía siendo incierto, una cosa era segura: haría todo lo necesario para proteger a su hijo, sin importar cuán complicadas fueran las circunstancias.

La tarde avanzó lentamente después de la visita de ChaeWon, dejando a Taehyung con una mezcla de emociones que no podía descifrar del todo. Cuando la noche cayó, Jungkook llegó a casa con una sonrisa tranquila después de su día en la guardería. Al entrar, encontró a Jiyoung jugando con un pequeño peluche en la sala, mientras Taehyung preparaba la cena en la cocina.

—¡Estoy en casa!—Anunció Jungkook, recibiendo una risa suave de Jiyoung mientras el bebé agitaba sus manos en señal de entusiasmo.—¿Cómo estuvo su día, eh? Estás muy risueño esta noche.—Murmuró mientras lo cargaba entre sus brazos, besando su mejilla. 

Encaminándose por el pasillo hacia la cocina, observó cómo el pelinegro comenzaba a servir la cena en los platos. Se detuvo a su costado, inclinándose lo suficiente para depositar un beso sobre su sien, haciendo sonreír al contrario. 

—¿Cómo fue tu día? ¿Qué tal la visita de ChaeWon? 

Taehyung miró por encima del hombro, cambiando la expresión en su rostro ante la sola mención de ChaeWon.—Un día... interesante, diría yo. 

El aroma de la comida llenó el aire mientras la mesa era puesta. Durante la cena, mientras Jungkook jugaba con Jiyoung haciéndolo reír con pequeñas expresiones divertidas, Taehyung decidió que era el momento de hablar. Con calma, le relató lo sucedido: la visita de ChaeWon, su petición de pertenecer en la vida de Jiyoung y la extraña sensación que dejó la visita.

Jungkook lo escuchó atentamente, su rostro pasando de la sorpresa inicial a una mirada seria. —Debe haber sido difícil para ti manejar todo eso solo, es demasiado por procesar.—Dijo, dejando la cuchara a un lado. —¿Cómo te sientes con todo esto?

Taehyung suspiró, mirando a Jiyoung que ahora descansaba en el regazo de Jungkook.—No sé exactamente. Me sorprendió su llegada desde un inicio, y no estoy seguro de confiar en sus intenciones. Pero tampoco puedo negarle completamente la oportunidad de conocer a su hijo, no se siente correcto. 

El azabache asintió, entendiendo el conflicto interno de Taehyung.—Su petición fue repentina, y te has acostumbrado a la idea de que solo tú eres el responsable de Jiyoung; pero, a pesar de todo ello, sé que siempre vas a procurar el bienestar de este bebé sobre todas las cosas. Puedo imaginar lo sofocante que es esta situación, sin embargo siempre sabes cómo afrontarlo sin siquiera pedir ayuda, a pesar de que te digamos que estamos aquí, sabes hacerlo por tu cuenta, solo piensa que nos tienes aquí para apoyar cada una de tus decisiones y saber que eres importante para nosotros, y no solo tú, sino también Jiyoung. 

El apoyo incondicional de Jungkook llenó de alivio el corazón de Taehyung, casi haciéndolo llorar en ese momento, maldiciendo internamente lo sensible que se encontraba en esos últimos días. Después de recoger los platos y asegurarse de que Jiyoung estuviera cómodamente dormido, ambos se prepararon para ir a la cama. Sin embargo, justo cuando Taehyung estaba acomodándose, su teléfono comenzó a vibrar en la mesita de noche.

La pantalla mostraba un número desconocido, pero algo en su interior le dijo que debía contestar.—¿Hola?—Respondió con cierta cautela.

—¿Señor Kim Taehyung?—Dijo una voz al otro lado de la línea.—Llamamos del hospital general. La señorita ChaeWon fue admitida de urgencia hace unas horas. Pensamos que debería saberlo, debido a que es su contacto de emergencia. 

El mundo de Taehyung pareció detenerse por un instante.—¿Qué sucedió?—Preguntó rápidamente, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

—No podemos compartir mayores detalles por teléfono, pero sería bueno que viniera lo antes posible.—Respondió la voz antes de colgar.

Taehyung se quedó mirando el teléfono, inmóvil. Jungkook, que había notado su cambio de expresión, se acercó de inmediato.—¿Qué pasa, Tae? ¿Quién era? 

—El hospital.—Respondió Taehyung en un susurro.—ChaeWon... está ahí. Tengo que ir, necesito saber qué pasó. 

Jungkook asintió sin dudar, apoyando una mano en su hombro.—Iré contigo. Déjame preparar a Jiyoung para que podamos llevarlo con nosotros. 

Y por un momento, Taehyung sintió que toda su vida se estaba desarmando frente a sus ojos. 


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