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Capítulo 23.

El sol de la tarde se filtraba suavemente por las ventanas de la sala de reuniones de la editorial, donde Taehyung y el equipo se encontraban reunidos para planear los eventos de cierre de año. Era una de las reuniones más importantes, no solo porque definía el trabajo que quedaba pendiente, sino porque siempre era un momento para celebrar los logros y el crecimiento del equipo.

El director de la editorial, un hombre de mediana edad, pero lleno de ideas que lo hacían resplandecer bajo su cargo, abrió la junta con su habitual tono animado:

—Antes de adentrarnos en los puntos clave, quiero recordarles que para este año el viaje de fin de año será en la costa. Ya tenemos reservado un sitio donde podremos descansar y recargar energías.—La sala se llenó de murmullos emocionados. Este viaje anual siempre era algo que el equipo esperaba con ansias, una oportunidad para desconectarse del trabajo y disfrutar en compañía.—Saben que pueden traer a sus familias, o en todo caso, llevar a dos acompañantes para esta actividad recreativa, solo deben de notificar para tener los suficientes lugares requeridos. 

Taehyung sonrió, asintiendo distraídamente mientras tomaba notas sobre los eventos del cierre de año y los preparativos para los festivales. En su mente, ya comenzaba a imaginar la posibilidad de llevar a Jiyoung al viaje, y al mismo tiempo, le ilusionaba la idea de invitar a Jungkook. Sabía que sería una excelente oportunidad para que ambos se relajaran y pasaran tiempo juntos, lejos de las responsabilidades de la vida diaria.

Después de la reunión, mientras recogía sus cosas, el director se acercó a él.—¿Kim, ya pensaste en ir al viaje con Jiyoung? Seguro que le encantará la playa y nos encantaría conocerlo.—Dijo con una sonrisa cálida, sorprendiéndolo ante la mención del pequeño. 

Taehyung se rió suavemente una vez que optó por una postura relajada, pensando en lo mucho que Jiyoung disfrutaría de la arena y el mar.—Sí, creo que sería una experiencia increíble para él. Y... también estaba pensando en invitar a alguien especial.—Agregó, sintiendo un leve rubor.

—¡Oh, eso suena emocionante! Creo que les vendría genial el viaje. Además, un cambio de ambiente siempre ayuda a recargar energías, pasa con mi secretaria antes de que finalice la jornada para apuntar sus nombres, no se te olvide. 

El pelinegro asintió, despidiéndolo con una breve reverencia antes de que todos salieran de la sala. Posiblemente no se acercaría ese día con la secretaría, pero planeaba hacerlo en cuanto tuviera una confirmación ante su propuesta. 

Al salir de la oficina, Taehyung tomó el teléfono y le envió un mensaje a Jungkook: 

"¡Hola, Kook! ¿Qué tal tu día? Quiero proponerte algo... ¿Te veo en la cafetería esta noche? 😊" Tae se dirigió a la cafetería, ansioso por verlo y saber su opinión.

Cuando Jungkook llegó, el pelinegro le esperaba con una sonrisa y un café caliente en la mesa. Jungkook se acomodó frente a él, notando la emoción en los ojos de Tae.

—¿Qué es lo que querías proponerme?—Preguntó el azabache tan pronto como tomó asiento, apoyando los codos sobre la mesa con una sonrisa curiosa.

Taehyung tomó aire, algo nervioso, y explicó.—Cada año, la editorial organiza un viaje de fin de año para celebrar los logros y relajarnos un poco. Este año será en la costa, y pensé que sería genial llevar a Jiyoung conmigo. Pero también pensé que sería bonito que tú también fueras. Sería un fin de semana completo y... bueno, quería saber si te gustaría acompañarnos. 

Jungkook, de inmediato, sintió una profunda emoción que no pudo disimular. Para él, que Taehyung lo incluyera en algo tan personal y con Jiyoung a su lado, era simplemente increíble. De repente, sintió una conexión mucho más fuerte y cercana con ellos, como si todo encajara de la forma más natural posible.—¿De verdad te gustaría que fuera?—Preguntó, mirándolo con ternura.

Taehyung asintió con una pequeña sonrisa y algo de timidez, mientras jugueteaba con la servilleta de la mesa.

—Es un viaje muy especial para el equipo, pero esta vez... bueno, no quise imaginarlo sin ti.—confesó, y un leve rubor cubrió sus mejillas.—Por lo general no asisto, no me parece atractiva la idea de ir solo, solo una vez me acompañó Jimin y después de ahí no logramos coincidir en tener esos días libres, por lo que preferí no seguir asistiendo. Pero ahora es diferente, me emociona ir y poder compartirlo con ustedes. 

Jungkook tomó la mano del contrario y la acarició con suavidad. Sus ojos mostraban un brillo que pocas veces dejaba ver tan abiertamente.

—Será un viaje increíble.—Respondió en voz baja, sin apartar la mirada.—No puedo esperar a ver a Jiyoung disfrutando de su primer contacto con la arena y el mar.

La respuesta del azabache hizo que Taehyung sintiera una calidez en su pecho.—Sabía que aceptarías.—Dijo entre risas, sintiéndose aliviado por su respuesta.—Tener un fin de semana solo para nosotros y relajarnos es algo que necesitamos. Además, Jiyoung te adora; seguro será feliz teniéndote a ti y estando en la playa. 

—Me estás dando muchos créditos al respecto, ese niño también te adora demasiado, ¿No te conté cómo hacia pucheros tan pronto como lo dejabas en la guardería? Jiyoung sin duda alguna te aprecia, también será significativo porque estarás ahí con él. 

Ambos sonrieron y comenzaron a imaginar cómo sería ese fin de semana: las pequeñas actividades con el bebé, cómo Jiyoung probablemente abriría los ojos grandes ante el agua, el sonido de las olas y todas las nuevas sensaciones. Taehyung mencionó que había playas con aguas tranquilas perfectas para niños, y Jungkook, encantado, se animó a bromear sobre quién de los dos lograría tomar las mejores fotos del bebé. El pelinegro rió, sintiéndose agradecido de poder compartir este tipo de momento sin preocuparse tanto por el futuro, solo por disfrutar el presente.

Pasaron el resto de la tarde hablando sobre los detalles del viaje, emocionados por la oportunidad de crear recuerdos juntos en un lugar nuevo. Taehyung no podía evitar pensar en lo increíble que sería ver a Jungkook y a Jiyoung disfrutar de la playa y la libertad de un fin de semana sin preocupaciones. En su mente, este viaje parecía un pequeño escape, una pausa perfecta para respirar y enfocarse en lo más importante para él: su familia y los lazos que estaban construyendo juntos.

Con el plan en marcha y la perspectiva de un fin de semana en la costa, ambos se sintieron emocionados por el viaje. Sabían que, aunque fuera solo por unos días, ese tiempo juntos fortalecería su relación y les daría el impulso necesario para seguir adelante.

Más tarde, cuando sus tazas quedaron vacías frente suyo y decidieron que era momento de salir de ahí, se dirigieron juntos a recoger a Jiyoung. Jungkook no podía ocultar su emoción cuando llegaron y vieron a Jiyoung mirándolos desde los brazos de Jimin. En cuanto vio a su papá y a Jungkook, el bebé extendió los bracitos, y una sonrisa radiante iluminó su carita redonda. Jungkook se adelantó para cargarlo, sosteniéndolo cuidadosamente y sintiendo cómo el bebé se apoyaba contra su pecho con un pequeño balbuceo, como si también estuviera emocionado de verlo.

Al llegar al departamento, Jungkook le estuvo relatando a Taehyung como la siguiente evaluación se acercaba, por lo tanto las entregas finales estaban más cerca de lo deseado. El pelinegro lo alentó, ahora que tenía de motivación un fin de semana reservado para descansar, el azabache lo tomó como un nuevo incentivo de poder concluir ese ciclo escolar. 

La noche fue transcurriendo con tranquilidad mientras se acomodaban para la cena en casa. Taehyung le preparó a Jungkook una comida casera y ligera, y ambos charlaron animadamente, disfrutando de la compañía, mientras Jiyoung descansaba en su cuna, al alcance de su vista. A pesar de su corta edad, el bebé parecía captar la energía tranquila y cálida de la noche y dormía serenamente, ajeno a la emoción que embargaba a los adultos.

Cuando el reloj comenzó a marcar la medianoche y Jungkook recogía los platos, ambos se encontraron intercambiando miradas cargadas de significado. Se miraron, ambos sabiendo lo especial que había sido para ellos compartir esa noche tan simple y al mismo tiempo tan significativa. Taehyung se acercó al azabache, tomando su mano con firmeza y entrelazando los dedos con suavidad.

—No sabes lo bien que se siente tenerte aquí.—Susurró el pelinegro, su voz sincera y llena de gratitud.

Jungkook lo miró, sintiendo el pecho cálido y lleno de emociones que le costaban expresar en palabras. Sentía que, por primera vez en mucho tiempo, su vida era plena y llena de propósito.

Con una sonrisa tranquila y los corazones latiendo al unísono, terminaron la velada juntos, sintiéndose renovados y con la certeza de que, paso a paso, estaban construyendo algo hermoso.

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