Capítulo 09.
Había llegado el fin de semana, por lo que Taehyung lo tomó como un buen indicio para poder descansar. En la semana había tenido demasiado trabajo para su gusto, haciendo demasiadas correcciones y contactando autores en ascenso que estuvieran interesados en publicar sus historias bajo el nombre de la editorial.
Jiyoung se encontraba en su portabebés, demasiado entretenido con las figuras que colgaban por encima de él, mientras que Taehyung estaba en la cocina buscando los suministros de limpieza y decidiendo por cual canción iniciar con su día de descanso cuando el timbre de la puerta sonó.
No esperaba visita, por lo que caminó extrañado hasta la puerta. Se sorprendió al ver a su mejor amigo con una sonrisa y una bolsa delante suyo.
—Traje donas y café para desayunar, ¿Ya desayunaste?
—Adelante, eres bienvenido.—Se apartó de la puerta para darle paso, caminando de regreso a la cocina.
—¿Dónde está ese pequeño hombrecito? Ya no recuerdo cómo es.—Jimin se desvió a la sala, encontrando el portabebé.—¡Dios mío! ¿Cuánto creció desde la última vez que lo ví? Está muy grande ya.
—Solo pasaron dos semanas, Minnie.—El pelinegro comentó divertido.
—Eso significa mucho tiempo para mí.—Sacando a Jiyoung de ahí, lo meció entre sus brazos mientras repartía besos por todo su rostro.—Este bebé crecerá muy apuesto, todo un roba corazones.
Taehyung sonrió complacido, pero sintiendo un nudo de pensar en ver al pequeño ya de grande. Aún no quería mortificarse con esa imágen, para sus ojos aún faltaba demasiado tiempo para que eso sucediera.
—Y cuéntame, ¿Piensas aún llevarlo a la guardería?—Cuestionó tan pronto como encontró al pelinegro en al cocina.
Asintió.—Realmente Jungkook lo cuida muy bien, y estoy cómodo pensando que es él quien está a cargo de Jiyoung, así que pienso dejarlo un tiempo más hasta que piense que es necesario. Tengo mucho trabajo en la editorial y es la época alta, por lo que no quisiera confiarme.
—¿Y qué me dices de Jungkook?—Cuando el pelinegro observó la mirada que su amigo le brindó, entrecerró los ojos en su dirección.
—¿Qué es lo que quieres saber?
—Mi hermana me dijo que es apuesto, pero no su tipo. Pensé que si la otra vez cuidó de ti y de Jiyoung, además de irse a cenar, ¿Acaso piensas algo con él?
Taehyung balbuceó al principio. Si Jimin lo ponía de esa manera, parecían otras intenciones por ambas partes, cosa que claramente no pasaba, o por lo menos eso quería creer.
—Por supuesto que no.—Aventó el trapo sobre su hombro.
—¿Que no es apuesto o que no piensas algo con él?
—Debo de confesar que es apuesto, sí. Pero no por ello pienso en algo serio con él, no podría permitirlo y sabes la razón.
—Taehyung...
Lo interrumpió rápidamente.—No, tú más que nadie sabe porque no podría intentar una relación con él. Con JiHo salí muy lastimado y tengo a Jiyoung conmigo ahora, no podía permitirme pensar en algo como ello, ni siquiera tengo tiempo para considerarlo.
—Lo que te hizo ese idiota no tiene nombre, pero no considero que sea correcto dejar de hacer tu vida por la mala experiencia que te provocó. No puedes cerrar las puertas solo por ese idiota, han pasado años desde entonces, ¿Seguirás teniendo esa mentalidad?
—Jimin, no puedo intentar algo y no tener esta inseguridad en mí. No puedo simplemente ignorarlo, hacerme ilusiones y al final terminar otra vez lastimado, no podría soportarlo por una tercera ocasión, no quiero más rostros de lástima y compasión a mi alrededor, suficiente tuve con ello tiempo atrás.
—Y Jungkook no debe de ser como JiHo o como JoonWoo, ellos quedaron muy en el pasado como para siquiera pensar en compararlos.—Se posicionó delante suyo, colocando una mano sobre su hombro.—He visto en tí cierta fascinación con solo la mención de Jungkook, ¿Acaso sientes algo por él? Puedes ser sincero conmigo, Tae.
El pelinegro no estaba seguro de qué contestar, ¿Acaso sentía algo? En los últimos días realmente se lo planteó, pero desechaba lo más rápido que podía esos pensamientos, pensando en lo malo que podría acabar, su mente vagaba directamente hacia los escenarios malos.
—Me parece atractivo, es todo.—Murmuró, dándole la espalda.
—Ya veo, solo atractivo. Pero más allá de ello, ¿No te ves de alguna manera con él? Digo, a lo mejor que hayas pensado...
—Basta, Jimin. Entiendo tu punto, pero es todo. Jungkook me aparece atractivo, y si me gustara en un futuro, ello no podría ser posible por el hecho que me da miedo imaginar algo serio. Cada vez que intenté imaginar enamorarme y salir con alguien, las palabras de JiHo vuelven a mi mente, como una vil burla del porqué estoy aquí.
Su amigo comprendió sus inseguridades, tratando de llegar a él y decirle que todo estaba bien, que ni Jungkook ni nadie debía de ser igual que JiHo y sus malas experiencias a su lado. Aferrando al pequeño contra su pecho, caminó hasta estar detrás de Taehyung y posó su rostro contra su hombro, afligido.
—Perdón, no quería que te incomodaras y recordarás momentos malos. Fue insensato de mi parte presionarte de esa manera.
—Está bien, no lo hiciste con mala intención.—Se giró, bajando la mirada.—Simplemente es algo que con tan solo imaginar me da miedo.
—No tienes que dejar que el miedo te controle, tu mente solo te bloquea y no te deja ver más allá del miedo y la tristeza que aún sientes.—Buscando una manera de distraerlo, decidió.—¿Por qué no salimos a la plaza? Vayamos a ver por ahí, sirve que Jiyoung y tú tienes otros aires más allá del trabajo, de la guardería y de aquí.
Taehyung asintió, convencido.—Me parece perfecto, solo necesito alistarme. ¿Podrías quedarte con Jiyoung mientras me cambio?
—La pregunta ofende, si pudiera cuidar a este hombrecito todos los días, yo sería el más feliz.—Repartió besos por todo el pequeño rostro, sacándole una sonrisa.—Es mi sobrino consentido, pero no le digas a mi hermana o me bloqueará por todos lados y me prohibirá ver a Bae.
El pelinegro negó divertido, dándoles una última mirada antes de dirigirse a su habitación para cambiarse.
(...)
Al principio, salir había sido toda una travesía para Taehyung al tener que cargar consigo el portabebés, la pañalera y sus propias pertenencias. En ocasiones se aseguraba de llevar algún juguete o alimento extra para el camino, agregándole mayor peso a lo que cargaba.
Ahora, si bien seguía cargando el gran volumen de cosas cada que salía, la diferencia es que sabía organizarse mejor y no sé presionaba por si algo faltaba o creía molestar a alguien. Su nueva vida como padre le había enseñado a qué eran normales todas aquellas cosas, desde cambiarle el pañal, darle de comer, calmarlo cuando algo le irritaba o asustaba, todo ello eran reacciones normales y a las que se enfrentaba día a día, no tenía porqué cohibirse por algo que sabía que podría controlar.
Jimin había decidido empezar sus compras en una tienda de ropa, haciendo sus primeras bolsas acumuladas y tratando de convencer al pelinegro de que se comprara algo, sin embargo frustró sus intentos y pasó de largo sus comentarios mientras decidía ver cosas que pudiera comprarle a Jiyoung.
—¿Y qué tal este pantalón? Te resaltaría mucho.—Sugirió con una sonrisa, colocando la prenda en su campo de visión.
Taehyung no podía negar que el pantalón contaba con un corte y color que le llamó la atención, pero no podía verse en él, no cuando sentía que ese estilo no le favorecía ya, o por lo menos sus pensamientos le hacían parecer de esa manera.
—Es bonito, pero ya no es algo que podría usar.—Le sonrió, apartando la mirada.
—¿Por qué no?
—No creo que sea algo que me quede bien, simplemente prefiero algo cómodo y que pueda usar para el trabajo. Toda mi ropa es para el trabajo, no es como que tenga ropa especial para salir, esos pantalones definitivamente no son para ir al trabajo.—Soltó una carcajada, sacando consigo una prenda para el pequeño.
Jimin lo reprendió con la mirada.—En estos momentos has salido del departamento, ¿Realmente crees que no lo necesitas?
—No es como si saliera todos los días.
—¡Dios! Eres mi mejor amigo, pero a veces quisiera agarrarte y sacudirte para ver si así puedes ver lo que yo puedo ver en ti.—Detuvo su caminar, enseñando nuevamente la prenda.—Todo lo que te pones te queda bien, y creo que es bueno si implementas otros estilos con tu trabajo, verás que no tiene nada de malo. Solo es una prenda, estará en ti como quieres que se vea.
—No estoy seguro...—Intentó alejarse, pero Jimin acercó la prenda a la pequeña canastilla que llevaba.
—Intenta con esto, si te convence, podemos volver por más y así ir probando nuevas cosas, ¿Te parece? Y si no te gusta, simplemente lo pasaremos por alto y saldremos de aquí.
Con un suspiro, asintió rendido.—Está bien.
Jimin aplaudió satisfecho, siguiendo en busca de más prendas para intentar convencerlo, además de encontrar más cosas para el bebé.
Taehyung solo esperaba que los pensamientos de su amigo fueran gratos para él, aún dudando de la pieza que llevaba consigo. No se cerraba del todo a los cambios, pero aquello no sabía como lidiarlo, sería un pequeño pero significativo cambio.
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